CAPÍTULO CUATRO
<<SEBASTIAN>>
EL maldito de Demian nos engañó y 16 de nosotros caímos bajo la mentira de una aventura, debí irme cuando pude hacerlo, tuve nueve oportunidades para largarme de esta mierda, en cada oportunidad me convencí de que sería algo inolvidable, algo que contarle a mis hijos sin alguna vez llegase a tener algún enclenque que portase mis podridos genes. Pero, por otro lado, tengo la suerte de tenerlos, aunque no me atrevo a llamarlo suerte, siempre supe que ellos sin duda estarían juntos y estoy convencido de que son el grupo con mayores posibilidades de ganar, es por eso que estoy con ellos, se le podría llamar interés, me gusta llamarlo estrategia.
-Campistas – dijo el Maldito Demian -, la formación de los grupo está realizada y espero todos estén conformes tanto como lo estoy yo, a su derecha hay cuatro entradas – todos volteamos al mismo tiempo, allí estaban pero lo extraño era que nadie las había visto al entrar - cada grupo tiene su propia entrada en la cual lleva grabado el nombre por el que serán identificados durante el juego.
-¿A QUE TE REFIERES CON JUEGO? – grito una chica delgada.
-Ya estamos en el punto de no retorno – continuó sin prestar atención a la chica-, la única salida que les queda se encuentra del otro lado de esas cuevas. Las leyes del juego están en el bolsillo oculto al costado de sus mochilas. Sin más que agregar les deseo suerte.
Giró sobre sus talones y desapareció por la puerta de su balcón cerrándola tras de sí. Miré mi mochila buscando el bolsillo oculto, abrí el pequeño cierre y saque un cilindro de acero pesado de quince centímetros. Abrí desenroscándolo a la mitad y saque del mismo un papel negro con letras carmesí, al parecer escritas a mano.
ISLAN NIGHT
LEY N°1. Se declara un líder para cada equipo: Cada equipo tiene la obligación de nombrar un único líder, dicho líder tiene potestad total sobre el equipo y las decisiones del mismo durante el tiempo de su gestión, los miembros del equipo están sujetos a estas decisiones y privados de cuestionar las mismas.
LEY N°2. Tiempo de gestión del líder: La autoridad del líder solo puede cambiarse al final de cada fase del juego bajo votación o el nombramiento forzado luego del deceso confirmado del Líder.
Ley N°3. No puede haber cooperación entre los equipos: las fases del juego están realizadas para medir sus capacidades individuales y la misma puede verse afectada si otro equipo colabora en un mismo objetivo.
Ley N°4 Los Cofres: La recompensa de cada prueba es el Cofre, posee instrucciones a seguir y otros objetos de utilidad. Abran muchos obstáculos durante el juego, pero solo sabrán que fue una prueba si al final se encuentran con el Cofre.
Ley N°5 Leyes humanas: se deroga cualquier ley humana, religiosa o política, creencia, lo considerado Tabú y pensamientos racionales o irracionales. Durante el juego nada es de índole malvada o buena. Durante el juego todos son familia y no son familia. Durante el juego todos son homicidas y a la vez no lo son. Durante el juego no existe el mal, no existe el bien.
-¿pero qué clase de mierda es ésta?
-Tranquilo Sebastián – dijo Melissa -, solo intenta parecer excéntrico para hacerlo interesante.
-Me parece que no es solo eso – la interrumpió Robing -, aunque parezca solo un juego tengo un mal presentimiento, quizá solo sean cosas mías. Por otro lado hay que hablar del líder. ¿Carlos? Has dicho que perteneces a una familia de casería y supervivencia, ¿se dedican a eso no? – Carlos Asintió -, Veo que no tenemos de otra que nombrarte el líder de nuestro equipo, se tu quien tome las decisiones, veamos como resulta la primera fase del juego y en base a los resultados decidimos si cambiar de líder o no.
-Hermano, no eres el líder y ya decidiste quien lo sería –Replicó melissa en tono burlón.
-Tu hermano tiene razón, tú y Robing son excelentes alpinistas pero en cuanto a supervivencia, me críe haciendo fogatas en la montañas.
Las Leyes del Maldito Demian son sencillas y a las vez complicadas, como el futbol, no soy fanático del mismo pero entiendo lo básico, dos grupos, dos porterías, un grupo intenta meter el balón en la portería del oponente mientras el otro grupo lo evita al mismo tiempo que intenta propinarle un Gol, duran 90 minutos y la media de goles es de tres. Las reglas son sencillas pero el campo se torna largo y pesado con tantos obstáculos, eso lo hace el deporte más popular del mundo, sencillo y complicado a la vez.
Un líder, fases de juego, cofres y si lo miramos desde un punto más directo no habían reglas. Dejamos de ser humanos en el momento en el que cruzamos por la entrada del Zorro, siendo nuestro equipo llamado los Zorros. Cada entrada tuvo como nombre algún canino con un trofeo del animal en el arco de la entrada. Un lobo, un Zorro, un Coyote y un Chacal. Por qué Carlos eligió el Zorro y no el Lobo me parece irrelevante, como dije antes, el equipo del que formo parte es el mejor y aunque hubiese escogido el conejillo de indias seguiríamos siendo los mismos, al menos ellos seguirían siendo el mismo, yo me concentraría en hacer lo que me dijeran, pasar desapercibido y permanecer en el juego.
La entrada se cerró apenas la atravesamos, dejando solo un camino por recorrer, caluroso húmedo y oscuro, de suelo pantanoso, me arrepentí de no cambiar los timberland por las botas baratas que se nos entregó, pero las timberland soportan mucho más que eso. Los ases de luz que producían las linternas se movían de un lado al otro alumbrando el reducido túnel por el que caminamos, la pared de roca roja, arenosa y en algunas zonas húmeda, daba la impresión de que se caería sobre nosotros en cualquier momento.
Noté también que en las paredes habían grabados de otras personas que habían pasado por allí, grupos de cuatro al igual que nosotros, algunos ponían solo sus nombres y las fechas, pero al parecer, los organizadores de los juegos se afanaron en borrar las fechas de estas, algunos con tinta y otros tallaron sobre la roca. Le hice la sugerencia a Carlos de Grabar los nuestros, titubeo haciendo parecer mi sugerencia estúpida pero Melissa le guiño el ojo y con una sonrisa éste aceptó. El grabado fue bastante sencillo y tosco realizado con una de sus dagas, escribió: <<Carlos – Robing – Melissa – Sebastián. Los zorros más jodidos>>.
Bonito nombre para lo que realmente son ellos y no es por menospreciar mis habilidades, formo parte del equipo de baloncesto de la preparatoria aunque mi estatura no hable al respecto, mis notas rayan en la excelencia y serian perfectas de no ser por mi bajo interés por los estudios regulares, mis padres son dueños y socios de varias compañías, tengo un IQ de 138, soy atractivo, de cabellos castaño, ojos claros, si me interesaran las mujeres de seguro sería poseedor de la joven más hermosa e inteligente que imaginasen, no soy humilde pero tampoco alardeo más de lo necesario, tome la iniciativa de hacerme notar en este equipo como el eslabón más débil y quizás lo sea, aunque si me lo preguntan el más débil acá es Robing.
Continuará...
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