Confundida y perdida en un sin fin de sentimientos encontrados.
Así se sentía Kitty.
Habían vuelto a casa desde hacía ya un rato, Isla las había acompañado lo cual estaba bien.
Una cosa menos de preocuparse.
Aún cuando habían pasado el día en la casa Darkness sin que nada extraño o inusual sucediera, lo cierto es que prefería que su hermana pasara la noche en casa.
Estaba terminando de arreglarse el cabello cuando Brenda se asomó a su puerta.
— Estás linda hermana... ¿Vas de conquista o a preguntarle qué le pasa con Isla?
— Eso aún no lo sé...
— ¿Te gusta Trevor cierto? — Se atrevió a preguntar Brenda.
— No fue amor a primera vista pero si me agrada... Me atrae y conocerlo mejor no me vendría mal... Se ha portado lindo conmigo todo el tiempo... ¿No crees que lo merezco?
— Obvio si, te lo he dicho montones de veces... Necesitas que te quieran no solo que te miren y te deseen.
— Supongo que me acostumbré solo a eso...
Brenda sonrió.
— Espero que pases una linda noche... Diviértete.
Kitty le devolvió la sonrisa a su hermana menor a través del espejo y luego le hizo un guiño.
Terminó de arreglarse dándole los últimos toques a su maquillaje, tomó su bolso y se dispuso a salir.
Bajando las escaleras se topó con Isla que iba de subida.
Aparentemente ya lista para dormir, llevaba su pijama y el cabello húmedo después de una ducha, tenía un bowl de cereal en la mano.
— Lindo escote... Le gustará seguro — Dijo pasando de largo a Kitty.
— Gracias Isla... Eso espero — Respondió Kitty.
Isla se detuvo un momento, como si hubiera querido decir algo, al final solo suspiró y siguió su camino.
Antes de salir Kitty escuchó la puerta de la habitación de Isla cerrarse.
¿Estaría haciendo mal? Se preguntó a si misma mientras caminaba hacia el auto.
Había quedado en encontrarse con Trevor en un bar... No lo había visitado nunca aunque si había escuchado del lugar.
Parecía acogedor y tranquilo.
Ideal para conocer a alguien mientras bebes algo.
Subió al auto y se fijó en su reflejo en el espejo retrovisor, si hubiera encontrado la palabra culpable tatuada en su frente no se habría sorprendido.
Aún así lo encendió y se puso en camino.
Encendió también la radio para intentar acallar sus pensamientos.
No estaba haciendo nada malo... Isla no tenía nada con Trevor y ella también merecía la oportunidad de conocer a alguien que valiera la pena.
Además Isla estaba aparentemente de acuerdo...
¿Entonces porque se sentía que no era correcto?
Talvez porque aunque Isla se empeñaba en negarlo era obvio que confiaba en Trevor, habían pasado solo unos días y a pesar de portarse súper uraña con él, le había contado cosas de las que ella no hablaba con facilidad.
Había algo entre ellos.
Algo que era invisible pero evidente.
Algo que se podía percibir claramente en el ambiente.
Una conexión innegable... Él le había hecho clic desde el primer día.
Suspiró.
Bueno... Las cosas no podían salir tan mal y talvez en realidad no era la gran cosa...
Ya lo sabría.
Llegó con cinco minutos de retraso.
Él ya estaba en el lugar, había separado una mesa en una esquina del local y estaba bebiendo una cerveza directamente de la botella mientras veía a un sujeto tocar la guitarra en la pequeña tarima al fondo del bar.
Se había puesto una camisa negra en lugar de sus acostumbradas camisetas estampadas y las informales camisas de cuadros... La llevaba remangada hasta el codo... Tampoco se había apelmazado el cabello bajo una gorra, eso le gustó... Se veía bien... Bastante bien tenía que admitir.
— Hola — Dijo ella al acercarse.
— ¡Hey! — Dijo él poniéndose de pie enseguida para saludarla.
Se abrazaron ligeramente y luego él separó una silla para que ella se sentara.
— ¿Esperaste mucho? — Preguntó ella.
— No, un par de minutos...
Kitty esperaba que él elogiará su atuendo pero después de unos segundos de silencio fue evidente que no lo haría.
Se había arreglado esperando gustarle, era lo que acostumbraba hacer cuando salía con chicos y siempre funcionaba.
Sabía que él la encontraba atractiva, estaba segura de eso... ¿Entonces que iba mal?
Isla.
El pensamiento fue inmediato y no lo pudo evitar.
— Es bonito el lugar que elegiste... No había venido antes — Dijo ella intentando no hacerse ideas que talvez no fueran ciertas.
— Oh... Si, el propietario es amigo de mi hermano... Está bien, supongo.
— Ya veo...
Él tamborileaba los dedos sobre la mesa mientras le daba otro sorbo a su cerveza.
— ¿Quieres ordenar algo? — Preguntó él.
— Claro... Creo que beberé lo mismo que tú.
— Ok, dame un momento.
Lo vió ponerse de pie e ir hasta la barra donde habló con el barman y segundos más tarde estaba volviendo con una botella que puso delante de ella.
— Gracias — Dijo ella.
Él asintió antes de girarse para volver a mirar al sujeto en la tarima.
— Es bueno — Comentó él.
— Tú eres el que sabe de música — Dijo ella.
Él sonrió mientras volvía a mirarla.
— Me sorprendió bastante que me llamaras — Aceptó él.
— ¿Me hubieras llamado tú?
— Creo que si... Aunque sinceramente no esperaba que quieras salir conmigo.
— ¿Por qué no?
— La última vez que nos vimos le dijiste a Isla que yo no te gustaba e incluso insinuaste que entre Isla y yo pasaban cosas.
— Lo sé y lo siento... Es que... En serio pensé que...
— No hay nada entre ella y yo — Aclaró él.
— Ella dijo lo mismo.
— Y es cierto... Ni siquiera somos amigos.
Él se removió un poco en el asiento, como si le incomodaran sus propias palabras, fue algo bastante sutil pero Kitty lo notó igual, talvez era porque estaba buscando señales que le indicaran si tenía semáforo en verde para acercarse o definitivamente era un rojo para alejarse a toda velocidad.
— Talvez no, pero siento que eres especial para ella — Dijo Kitty siendo sincera.
Trevor sonrió incrédulo mientras negaba.
— Me usó como mensajero de ultratumba para comunicarse con su novio muerto... Eso es todo.
¿Acaso eso era resentimiento en la voz de Trevor?
¿Estaría dolido por las acciones de Isla?
— Suena muy feo si lo dices así...
— Fue justo así...
Él tomó un trago largo de su cerveza y luego dejó escapar el aire y con suerte también algo de tensión.
— ¿Volvieron a la casa Darkness?
— Si, pasamos la tarde pero no hubo nada extraño... Todo estaba normal.
Trevor no pudo evitar fruncir el entrecejo.
— ¿Dónde está Isla? — Preguntó él sin poderlo evitar.
— En casa... No te preocupes por ella.
— ¿En qué casa? — Insistió él.
— En la de mis padres... No la íbamos a dejar en la casa Darkness.
— Es imprudente y necia... No me sorprendería si se hubiera quedado en...
— Podemos dejar de hablar de Isla... Por favor — Interrumpió ella.
Enseguida él cambió su expresión, Kitty estuvo segura que él se estaría sintiendo como un tonto en ese momento.
— Si... Claro... Kitty, lo siento mucho... Tengo todo esto tan reciente en la mente y aún me cuesta un poco asimilarlo, lamento si te incomodé.
— Está bien... Entiendo, también me preocupa pero ya no quiero hablar de eso.
— Por supuesto — Dijo él mientras intentaba sonreír consiguiendo solo una curva rara y forzada.
— Oye... ¿Que es eso de Félix y tu hermano? — Preguntó ella para aligerar el ambiente.
— Se gustan y me da mucho gusto, Félix es genial.
— Pero pensé que tu hermano era hetero...
— Ya ves... Aunque no creo que esté listo para tener novio en público pero con el tiempo lo hará, supongo que Félix tendrá que ser paciente con él, esto es nuevo para Fausto.
— Solo espero que Félix no salga lastimado.
— No lo creo, la próxima semana es mi cumpleaños y Fausto ya estaba haciendo planes que incluyen a Félix... Me gustaría incluirte a ti si estás de acuerdo.
— Me encantaría — Dijo ella sonriendo — ¿Que día es?
— El jueves.
— ¿El jueves? Debe ser una broma... El jueves es el cumpleaños de... Isla...
— Espera... ¿Que?
Ella vio la sorpresa en el rostro de Trevor y luego curvó sus labios en una sonrisa dulce.
Entonces esa información si lo hacía sonreír...
Genial.
El semáforo no estaba cambiando a verde...
— Si.
— Oh... En ese caso, asumo que ni Félix ni tú estarán disponibles...
— ¿Que estaba planeando Fausto?
— Bueno, mis hermanos siempre van a cenar a casa y mi mamá hornea un pastel... Pero luego Fausto quería salir a dónde sea... En realidad creo que usa mi cumpleaños como excusa para salir con Félix.
Kitty sonrió.
— Eso es tierno.
— Si... Eso creo.
— Y algo me dice que Félix amaría esa excusa... Seguro nos haremos un tiempo para ustedes.
— Eso me gustaría.
El tipo de la guitarra se despidió y bajó de la tarima.
Enseguida empezó a sonar música por los parlantes del local y hablar se hizo más complicado.
— ¿Quieres salir a caminar? — Preguntó Trevor.
— Claro, solo déjame pagar mi cerveza y nos vamos.
— Tranquila, ya está cubierto.
— No pero...
— Sin peros.
Ella sonrió algo apenada mientras él empezaba a guiarla fuera del bar.
Aquella zona era bastante comercial y a lo largo de algunas calles habían otros bares y restaurantes con pequeñas terrazas dónde la gente bailaba o cenaba.
No era muy tarde así que estaba bastante concurrido.
— No debiste gastar tu dinero... Si ya no volverás a trabajar con nosotros seguramente...
— Está bien, no te preocupes — La Interrumpió él.
— ¿Que harás ahora?
— Volver a buscar trabajo.
— ¿No cambiarás de opinión?
Él suspiró.
Sin quererlo volvió a recordar el cuerpo de Isla contra el suyo... El roce de su pierna...
— No.
— Supongo que lo entiendo... Si solo te sentiste utilizado era de esperarse que reaccionarias así.
— Es más complejo que solo eso...
— Cuéntame.
— No puedo hacerlo sin mencionar a tu hermana y no quieres hablar de ella.
Ella lo miró y él desvío la mirada.
Fue tan obvio que él no podía dejar de pensar en Isla.
Kitty sonrió.
Sintió un dolorcito de incomodidad en el pecho pero era lo que había.
Estuvo segura que él hubiera preferido mil veces estar esa noche con Isla que con ella.
Inesperadamente dolió.
El semáforo no cambiaría a verde.
— Cuéntame de todos modos — Pidió ella.
— ¿Te contó todo lo que pasó?
Kitty asintió.
— Bien... No puedo tolerar la idea de Isla siendo dañada por la cosa o ente o lo que sea que está en la casa Darkness... No puedo y ella no quiere entender... ¡Me saca de quicio! El simple hecho de pensar que ella pueda quedar atrapada en ese horrible lugar con esa cosa... No puedo con eso... No puedo.
— ¿La quieres? — Preguntó ella de frente.
— ¿Que pregunta es esa? Es humanidad... Empatía... ¡Sentido común! Debería ser sencillo de entender... Niña en tu casa hay un monstruo, no vayas allí ¡Y ella lo hace! Se mete voluntariamente en la boca del lobo y no le importa nada ni nadie... Explícame tú eso porque yo no lo entiendo.
— En serio te gusta mucho...
— Eso... No... No es así.
— Bésame — Pidió ella.
— ¿Que? ¿Por qué? — Preguntó él bastante sorprendido por la petición de Kitty.
— Bésame, prueba que no te gusta...
Trevor la miró fijamente, ciertamente era una mujer preciosa.
Pero también era la hermana de Isla y estaba plenamente conciente de que si la besaba no había vuelta atrás... Era su hermana... Isla nunca lo perdonaría... Isla nunca aceptaría que entre ella y él...
— No puedo — Dijo finalmente.
Kitty sonrió triunfante.
— Lo entiendo... Seré honesta contigo, está noche podían pasar dos cosas... Tú y yo la pasábamos genial y comenzabamos a salir o me daba cuenta que te gusta Isla... Y definitivamente te gusta Isla.
— Kitty... No es así...
— Lo entiendo, no deber ser nada fácil empezar a tener sentimientos por una persona que se reusa a seguir adelante... Básicamente te están asegurando que serás rechazado y con Isla todo es más complicado... Jermaine está muerto y ella insiste en buscarlo y le asegura a todo el mundo que aún lo ama... Es obvio que no quieras sentir nada por ella... Pero esos son los misterios del amor y no lo puedes evitar... No eliges de quién te enamoras.
— Creo que estás confundiendo las cosas... Reconozco que Isla me importa pero eso no significa que sea amor.
— Te tomará un tiempo entenderlo... Ahora creo que será mejor que me vaya...
— ¿Te incomodé mucho?
— No, pero... Talvez mi hermana está en casa sufriendo pensando que entre tú y yo está pasando algo cuando lo único que hemos hecho es hablar de ella toda la noche...
— En serio lo siento.
— No te disculpes... Ella tiene suerte, eres lindo... Me gusta que la respetes aún cuando ni siquiera reconozcas que te gusta.
Ella se acercó y lo besó suavemente en la mejilla.
Luego se giró y se alejó de él.
Camino a su habitación Kitty encontró luz bajo la puerta de Isla... Eso quería decir que estaba despierta.
Tocó dos veces y luego entró sin esperar respuesta.
La encontró llorando abrazada a una almohada.
— Isla... No llores, si te afectaba tanto pudiste decirme que no querías que salga con él y listo.
Isla miró a su hermana como si acabara de sufrir una contusión cerebral y se hubiera vuelto loca.
— Eso no me importa... Esta película es conmovedora — Dijo ella.
Kitty se giró para ver la pantalla.
— ¿Interestelar?
— ¿Ya le viste?
— Si y no lloré.
— Es que la relación que tienen padre e hija es tan bonita.
— Si tú lo dices...
Se miraron la una a la otra por un momento, Kitty estuvo a punto de dejar sola a su hermana para que siguiera viendo la conmovedora película.
Entonces Isla dejó la almohada a un lado y se limpió la cara con las manos.
— Volviste temprano ¿Cómo te fue? — Preguntó intentando sonar relajada.
Kitty suspiró.
— Le gustas mucho así de simple.
Isla la miró con claro desconcierto en su expresión.
— ¿Que? ¿Él te dijo eso?
— Obvio no... Por alguna razón que desconozco ambos insisten en negar que se gustan el uno al otro.
— ¿Talvez será porque no pasa nada entre nosotros?
— Yo nunca dije que estaba pasando algo entre ustedes... Pero habló de ti toda la noche... Y algo me dice que tú has estado pensando en él toda la noche.
— Eso no es cierto... No he pensado en él para nada, hasta ahora que volviste y recordé que estabas con él.
— Claro... ¡Ah! Casi lo olvido ¿Sabías que él y tú cumplen años el mismo día?
— ¿Es broma?
Kitty negó.
— Me contó que cenará con su familia ese día y que talvez salga por ahí con su hermano.
— Mamá me preguntó hace un rato si quería festejar este año... Dije que no... Puedes salir con él si quieres.
— Tú podrías llamarlo y felicitarlo... Talvez lo convenzas de cambiar de opinión y vuelva al trabajo... Le hace falta.
— No quiere... Y no suplicaré.
— Se muere de preocupación por ti, deja la necedad, acepta que te gusta y deja a Jermaine descansar en paz.
— Es mi novio...
— Era, tiempo pasado... Ya no está... Isla no quiero ser cruel, pero me duele verte así... A todos nos duele verte así, incluyendo a Trevor... No te digo que vayas corriendo a su brazos a jurarle amor, lo conoces hace poco, pero tú y yo sabemos que vale la pena, se arriesgó por ti aún cuando estaba muy muy asustado... Hay algo entre ustedes dos, no dejes que eso se pierda hermana... A lo menos date la oportunidad de probar, no pierdes nada.
Kitty no esperó respuesta, dejó la habitación antes de que Isla volviera a enumerar su lista de excusas.
La luz de Brenda estaba apagada y agradeció eso, ya no tenía ganas de hablar con nadie y mucho menos tenía ganas de afrontar su derrota.
Jamás le diría a Isla que en el fondo desearía que Trevor no sintiera nada por ella.
No podía y no quería cargar a Isla con más culpas.
Pero tampoco podía negarse a si misma que si le hubiera gustado tener una oportunidad con Trevor.
Se sentó en el borde de la cama, dejó caer el bolso al suelo y lloró en silencio.
Amaba a su hermana y estaba conciente de que había sufrido más que nadie cuando perdió a Jermaine... Aún llevaba cargando ese sufrimiento y si Trevor era esa luz al final del túnel que lograría liberarla de ese dolor, entonces ella jamás sería un obstáculo.
Suspiró una vez más y luego sacudió la cabeza... Talvez era mejor si Trevor no volvía a trabajar con el equipo de Isla de fantasmas... Talvez si seguía viéndolo a diario y conviviendo con él terminaría por enamorarse y ese sería el peor escenario posible.
Se dejó caer a la cama.
Estaba lindo esa noche... Muy guapo, tenía linda sonrisa y su mirada almendrada la encontraba muy dulce.
— Cálmate Katrina — Se dijo a si misma — Él no es para ti... No lo es.
Había arruinado en grande su noche con Kitty...
Era un tonto certificado.
Solo a él se le ocurre hablar de Isla toda la noche.
Pero lo cierto era que necesitaba saber, necesitaba asegurarse de que ella estaba bien y segura.
De lo contrario...
Frunció el seño.
— Por favor Trevor... Da igual lo que haga, ya no vas a volver a verla — Se dijo a si mismo mientras abría la puerta de su casa.
Las luces ya estaban apagadas, seguramente su hermano y su mamá ya estaban dormidos.
Fue hasta la cocina procurando hacer silencio, bebería un poco de agua y luego a dormir.
Estaba seguro que dormiría muy bien, ahora que tenía la certeza de que Isla estaba segura entonces...
— ¡Por favor! — Recriminó a sus propios pensamientos — ¿Que te está pasando?
Se sintió angustiado y no le gustó la causa.
Buscó su teléfono en el bolsillo.
Abrió el chat con Isla... Ella estaba en línea.
— Ya duérmete — Le dijo a la pantalla del teléfono — Así me tientas a escribirte...
Negó mientras bloqueaba el teléfono.
— No seas tonto... Sería humillarte... Y ella pensaría que traspasaste tus propios niveles de patetismo... Si no quiere dormir que no duerma.
Bebió su agua y se dispuso a ir a dormir sea como sea.
Se detuvo frente a su puerta solo para que la angustia que había sentido segundos atrás se multiplicará por mil.
Pegada a su puerta había otra tarjeta.
"Dale espacio al tiempo, para que haga su magia. Ya vas a ver cómo todo encuentra su lugar, su porque y su explicación. Lo que viste ayer te trajo hasta donde estás hoy, y eso es lo más importante... diwalicosmica."
Alcanzó a terminar de leerla y luego se desplomó inconciente en el suelo.
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