En una habitación blanca...

Cuyas paredes se extendían hasta la infinita nada....

Dos seres completamente diferentes y de gran poder, se hallaban sentados el uno frente al otro...

Cómodos en sus asientos de cuero negro y acolchados....

Mientras el ruido de la estática lejana atenuaba su silencio...

-Entonces es haci...-.
Dijo aquel cuya piel roja y cuerpo musculoso de gran tamaño, era cubierto por un pantalón gris bastante desgastado, y que tenía que ser atado con tres tiras, una en su cintura, y dos en sus pies.

Su cuerpo sudado y respiración agitada demostraban que era de aquellos a los que el ejercicio de los mortales, le fascinaba tanto como el caos mismo de la existencia.

-En efecto...me gustaría que tú fueses aquel que dirija este evento, se por parte de Jalepa que tus capacidades son las requeridas para mantener bajo control cualquier anormalidad-
Y por supuesto, su tenue voz casi irreconocible gracias a que era similar a la estática pero con una entonación que asemejaba a un narrador veterano en las narraciones de terror, era muy bien visto dado que combinaba con su traje negro, zapatos relucientes y máscara de cerámica con un rostro sereno bastante dramático.

-Tom ya hizo un buen trabajo teniendo especial cuidado en la elaboración de cada detalle...¿Ya has estudiado ese mundo?-.
Eze...estaba tranquilo, tal cual como su máscara lo demostraba,
sabía que no tenía que preocuparse por aquella entidad con la que se había reunido.

Aunque eso no quitaba la curiosidad que sentía por aquel que se hacía llamar The R Beär

¿Porque su aspecto era tan... inquietante?.

A pesar de que ambos tenían la misma naturaleza de creación caótica...
de que venían del mismo lugar del que surgían los seres de su tipo.

No podía evitar sentirse tan diferente a el...
un sentimiento extraño pero no tan sufrible como lo era el miedo.

Era solo una sensación de estar cerca de alguien a quien no conocía realmente.

Y sin embargo...le había encargado una tarea bastante arrogante.

...¡Entretenerlo!...

-Admito que nunca nadie me había hecho una petición haci, por lo que me siento honrado de que confíes en mí para esta tarea...-.
The R Beär parecía haber adoptado una pose nerviosa,
la mascara tribal de cerámica roja que asemejaba un cráneo descarapelado con los ojos blancos, ocultaba su verdadero rostro.

Pero no aquella aura opresiva que parecía estar comprimiendo la misma nada que los rodeaba.

Señal...de que estaba demasiado inquieto por la responsabilidad que se le había encomendado.

-...Ehh, disculpa que te pregunté esto..-.
Eze dudo un poco al ver la enorme cantidad de energía que comenzaba a fluir de los ojos blancos de aquel ser.
-¿Estas seguro de querer hacer esto?-.

...Un silencio abrumador causo un disgusto en la consciencia de Eze...

Hasta que la pesada y gutural voz de The R Beär, resonó en sus oídos.

Haciendo que se preguntará en sus adentros...

Si es que había hecho lo correcto en elegir a este macabro ente que prefería una forma llena de músculos y adornos brutos, antes que un porte elegante como el.

-Ohh, jeeejejejejeee...más que seguro,
estoy encantado con la idea-.

La entidad se puso de pie...y dejo que su emoción se transmitiera atravez de un único pensamiento.

~¡Que viva el caos!...~.