Si algo pudo admitir Lincoln sin ningún tipo de vergüenza era la increíble resistencia de sus compañeros, habían caminado por horas desde el amanecer hasta pasado el medio día y aún cuando encontraron el camino no se detuvieron ni un momento sin importar el largo de sus piernas ellos continuaban sin detenerse.

Por suerte algo común entré las razas de hombres cortos donde entran los medianos y los cuarteños el estómago era el órgano más importante así que recordaron comer y beber cada cierto tiempo pero sin detenerse bebiendo té de Flores de su jardín o restos de mariscos y pescado bastante asados directo de una brocheta.

Antes de desfallecer llegaron a lo que llamaron un puesto de control llamado Breson que a Lincoln le pareció un pueblo con murallas medio altas dónde un grupo de   militares alrededor de 10 con 2 que por sus cascos parecían líderes recibían a los viajeros, los compañeros de Lincoln estaban tranquilos y algo emocionados porque más adelante alcanzaron a distinguir las banderas de su caravana (un aves corriendo por un campo con dos soles) la más grande de la compañía Gallinazo una de las más antiguas según Bing quien agrego que la familia de su madre había trabajado con ellos desde hacía siglos.

Para Lincoln empezaba a tener un sentido el tener trabajos para toda la vida y que estos se heredarán después de todo en este mundo no había aviones para vuelos intercontinentales tampoco internet o capitalismo a gran escala menos inmigración masiva estaba seguro que en este mundo había razas que no conocen a otras más que por leyendas.

Al llegar su turno Gloof presentó al grupo frente al llamado capitán y su sargento algo irónico porque el capitán eran de estatura mediana para un hombre, delgado y con voz calmada pero su sargento era muy alto de complexión fuerte aún con la armadura y debajo del casco se veía su mirada dura e inquieta.

Les dió el pase sin revisar mucho dando la bienvenida y motivado a gastar un poco de dinero en la economía local pero pasar por el sargento fue algo que puso nerviosos a todos incluso Gloof viejo guerrero retirado desvío la mirada y camino encorvado al igual los medianos pasaron rápido como ratones y protegió de la mirada a si temblorosa prometida cuando fue el momento de Lincoln en su mente llegó un recuerdo.

Lincoln: está lleno y lo digo en serio Lola los jueces están destrozando a todas las participantes son unos sádicos.

Lola: está bien así me gusta, quita esa cara de tonto o es verdad no puedes y por eso todos te va a pisotear cuando te vean aún si es desde un kilómetro, están destrozando a todas las foraneas para que su estrellita local triunfe pero no será así recuerda siempre esto Lincoln "vista al frente cabeza en alto y trasero apretado".

Todo eso fue en menos de un segundo su pié apenas tocó el suelo sin perder el pasó detrás de sus amigos Lincoln puso en marcha los consejos de Lola y paso junto al sargento sin mostrar ninguna emoción lo que dejó picado al militar que lo siguió con la mirada y casi lo sigue fuera de su puesto pero una voz lo saco de concentración.

Capitán: pasa algo sargento.

Sargento: no señor nada pasa solo reviso los visitantes.

Capitán: bien atento sargento viene otro grupo.

Lincoln siguió caminando pero estuvo apunto de tropezar al escuchar la voz del sargento, detrás del casco y un tono militarmente secó estaba la voz de una mujer una enorme y musculosa.

Sole: esa mujer es muy intimidante.

Gloof: usa ojo de furia para dar un poco de miedo a los visitantes y que no se metan en problemas, generalmente está prohibido hacerlo en los puestos de vigilancia de caravanas pero estando tan cerca de la capital ningúna precaución es poca.

Silas: bien joven Lincoln este es su primer visita a un lugar así de modo que le sugiero dar una vuelta y que nos busque en esa Torre de banderas azules cuando el reloj principal de las 6 campanadas yo personalmente le conseguiré un asiento junto a nosotros en la caravana.

Lincoln: muy amable señor Silas ahí estaré ya que sin ustedes no habría salido del bosque nunca y ahora deseo ver lo más posible de estos lugares.

Bing: bien entonces aquí nos dividimos por el momento yo debo encontrar a mi tío para que no nos pongan en la lista de perdidos en el camino.

Gloof: yo iré a la taberna aseguran que hay cerveza enana lo que significa enanos y así podré tener noticias del reino.

Silas: Sole y yo vamos por más provisiones y por pipas nuevas la huída daño las nuestras.

Lincoln: bien yo esperaré el mercado y después voy a la capilla nos veremos pronto.

Todos se despidieron pero Lincoln el último en moverse sintió como lo jalaron de la manga encontrado a Ceres quien le hizo señas para hablar al oído.

Ceres: por lo que pasó cuando nos encontramos supongo que podría ir a la parte detrás del parque hay lugares baratos solo tenga cuidado.

Se fue de inmediato y Lincoln pensó unos segundos si ir directamente al mercado o ir detrás del parque así que la curiosidad ganó caminado por el parque se sorprendió al no encontrar niños solo hombres y mujeres adultos de todas las edades y razas, intento no mirar demasiado porque alguien se podría ofender pero para algunas razas parecía los normal que un humano se les quedará viendo aún si fuera por un segundo más de los normal y saludaban con una inclinación o asíntiendo.

Mujeres desde ser lagartos hasta solo tener escamas en los brazos y cuello, enormes hombres con cara de león o pantera y hombres y mujeres que eran elfos sin ninguna duda altos brillantes de cabello dorado y ojos que no reflejaban a las personas sino estrellas o la naturaleza.

Con ellos tuvo cuidado pero uno muy alto de cabello negro y mirada fría lo siguió con la mirada sin disimular nada hasta que Lincoln los perdió de vista volviendo a agradecer a Lola por su concejo incluso mandándole besos.

Si algo debía reconocer era que la cuarteña Ceres era un mujer de mundo que conocía a los hombres por qué ese era el barrio Rosa o eso le dijo una cuarteña de cabello rojo muy corto que le daba la bienvenida a los hombres y mujeres que entraban.

Ahí las razas eran más numerosas y de locales así como en la calle hombres y mujeres llamaban y coqueteaban con ellos vistiendo desde ropas normales para ese mundo hasta solo lencería o cosas que no sabría si llamar ropa, los visitantes no estaban muy lejos de esa forma de vestir pero había túnicas de mago, cotas de malla, armaduras de placas o cuero y lo que jamás debía faltar sería un pecado de no tenerlas sería una vergüenza deberían ser lápidados, escupidos y olvidados por qué en un mundo de fantasía las armaduras de bikini no son solo una realidad sino una obligación.

Caminó por un buen rato sin pensar en entrar en ningún lugar porque no tenía suficiente dinero así como que nadie se fijaba en el hasta que choco con un sujeto flaco como el bastón de madera que usaba, se cayó como un saco de cemento y no se levantó solo se quejo como un perro herido mientras la gente se reía y pasaba de el.

Lincoln bien criado lo levanto poniendo contra una pared al flacucho mago que solo decía que lo iban a expulsar.

No dijo su nombre solo que le habían jugado sucio, lo habían emborrachado y llevado a la casa de las sucubos un lugar donde un mago no debe ir porque ésas mujeres roban la energía de los hombres pero también el mana de un mago y si no volvía a la capital antes de las 5 sería expulsado.

Solo podía usar magia de teletransporte pero nunca recuperaría la magia a tiempo, ahí Lincoln sin saber su nombre le dió a beber dos de sus posiónes de mana.

No sabía si sería suficiente pero los ojos empezaron a brillar con luz azul y de su boca salió una niebla fría.

Más tranquilo el hombre se enderezó haciendo notar su gran altura y agradeció mucho a Lincoln, dijo llamarse Lucas y le entregó una moneda de plata disculpándose por no tener más y con un conjuro entre dientes y unos ademanes su cuerpo se contrajo dentro de una luz amarilla y desapareció.

Se quedó ahí asombrado por la magia para después entrar más en el callejón y revisar su recompensa.

Un halcón era la imagen que tenía en una cara y del otro lado tres libros apilados, quería usar Inspección pero sería un gasto de mana ahora su atención se desvío al fondo del callejón donde voces femeninas estaban hablando de cosas sin importancia.

Cuando apareció ante ellas no se sorprendieron ya que siempre había gente entré los callejones tomando un atajo y encontrando chicas tomando un descanso sino trabajaban en un local, ahí estaba la mediana que daba la bienvenida, la cual se llamaba Feren ya que así la llamo su amiga humana cuando se levantó y caminó hacia Lincoln.

Feren: miren nada más te ví hace un momento y ya estás buscando ofertas en los callejones pensé que buscabas trabajo de mozo pero bueno dinero es dinero así que que buscas lindo.

Ella vestía completamente diferente a Ceres y más de acuerdo a su negocio con una minifalda y un top que dejaba ver unos pequeños pero bien formados pechos con un poco de vergüenza Lincoln no pudo evitar comparación y aún debajo de toda la ropa los de Ceres serían más grandes, apostaba todo su dinero.

Lincoln: que haces por una plata.

Feren: solo lo básico nada especial terminas y te vas.

Leni: la gente intentará estafarte linki jurando tener la mejor mercancía pero con un poco cuidado verás lo que valen las cosas míralos a los ojos y regatea siempre empiezan con un precio superior después llegas al precio justo y luego llegas al precio verdadero jamás dejes que vean o muy interesado o poco interesado juega con ellos después de todo ellos quieren tu dinero.

Lincoln: una plata por lo básico si claro en un burdel no en un callejón.

Iba a seguir pero ahí entro su amiga presentando otro ejemplo que Leni le dió la que se da cuenta que no hay tiempo de jugar solo negocios rápidos ahí también debés ser rápidos y Sara la chica de pelo rubio hasta los hombros dejo mucho en claro.

Sara: Feren déjate de juegos 50 cobres es lo máximo que das por un servicio las madames lo controlan y si te pescan adiós protección solo en burdel puedes cobrar más.

Feren: malditas ancianas pero está bien un completo por 50 y no regatees más mira que no soy una pueblerina.

Lincoln: hecho.

Lanzó la moneda y Sara la atrapó y empezó a buscar el cambio cuando sin perder tiempo Feren le saco a Lincoln Jr del pantalón y retrocedió.

Feren: no Huy Huy no claro que jujuju claro que no es posible.

Miró hacia abajo y solo encontró a su amigo de toda la vida pero las mujeres se acercaron algunas rieron entre dientes y otras lo miraron de cerca mientras Feren retrocedía.

Lincoln: que pasá hay algo malo.

Feren: algo malo dices algo malo pregunta dime niño tu padre es un de Islas de hierro o un orco por si acaso.

Lincoln: no claro que no es un hombre cómo yo.

Sara: y no hay historias de un ataque orco o bandidos de las arenas azules que atacarán tu pueblo ya sabes algo rápido y que encontrarán a tu madre como decirlo como si una carreta la pasara por encima pero viva.

Y muy feliz grito otra chica, ella con apariencia felina seguía el miembro de Lincoln con los ojos y después empujó a Feren para que lo hiciera crecer, ella dudo al principio pero hizo el trabajo con su mano y una mujer con orejas de canino se levantó la blusa y la de la chica gato lo que dejó a Lincoln Jr en toda su rigidez.

Todas se sorprendieron y rieron.

Lincoln: un momento es muy grande eso dicen siempre me dijieron que era normal incluso tirando a delgado.

Feren: mucho loco porque carajos te quieres tirar a una gigante o era una centauro solo ellas podrían decir algo así, yo no puedo me partirías a la mitad.

Sara: lo mismo le dije a mi tío y aquí estoy viva, yo lo hago por el honor de la trabajadoras libres.

Las demás vitorearon cuando se lanzó a los brazos de Lincoln.

Las chicas animaban a su amiga pero pronto empezaron a alabar a Lincoln y cuando terminó se empezó a vestir y una chica muy sonriente le dió una tela parecida a una toallita húmeda con la que se limpió quedando muy limpio como magia.

Al ver a Sara muy cansada para responder su pregunta se dirigió a Feren quien primero lo miró con duda pero después penso algo y se encogió de hombros ante el desconocimiento de Lincoln.

Feren: no grandote no hay problema y no necesitas como dijiste protección aún cuando son unas viejas de coño tan secó como su corazón las madames mantienen una cúpula de Anti preñado y de protección contra enfermedades incluso si alguien se intenta colar sin haber ido con un sanador su enfermedad crecerá mucho y le costará una fortuna por intentar esparcir enfermedades.

El agradeció la información y el servicio despidiéndose de todas pero Sara no podía mover, así que solo levanto la mano y le dió un pulgar arriba.

Estaba molesto con Ronnie Anne y con Stella por hacerle dicho que no era nada especial que era como cualquier otro pues cuántos habían visto el par de prostitutas, eso debió decirles pero dejó de pensar en ellas y con las bolas tan vacías como su estómago fue directo al mercado viendo todo tipo de locales para todos los gustos incluso los excéntricos aún en un mundo como ese.

En el mercado se acercó a un puesto de pan donde los paneros un hombre gordo casi calvo y su mujer bastante gruesa de brazos fuertes esperaban la siguiente tanda de pan miraron a Lincoln asegurando que le faltaba tiempo al pan en el horno.

Sr Lynn: ese pan ya está, es más se quemará si no hacen algo.

Lincoln: ya está.

Panadera: chico no te hagas el listo sabemos los tiempos y le falta vuelve después o quieres algo mal horneado.

Lincoln: deme uno si le falta le pago el doble si está bien le pago la mitad.

El panadero los ignoro sabiendo que el carácter de su mujer ardía más que el horno y ella respondió como esperaba abriendo la puerta solo un poco esperando encontrar una pieza pequeña y ganar el doble pero principalmente callar al bocón que se hacía el listo.

Al abrir todos los panes estaban listos asombrada abrió la puerta de golpe sacando el calor para evitar que se quemen y empezó una frenética lucha para salvar el lote.

El marido sin hablar trabaja tan rápido como su esposa y ahora otra voz le llego Lincoln.

Lana: te lo dije linki el asador tiene una grieta por eso se quemó la carne debo taparlo o entrara demasiado aires levantando las brazas que solo deben mantener la temperatura, si aquí la ves siempre en la base.

Una mirada rápida lo llevó a encontrar la grieta avisando al panadero que muy fuera de lo que parecía ser se movió con agilidad hasta la grieta y sopló un poco levantado llamas dentro del horno que desencadenaron un torrente de maldiciones por parte de la esposa, con arcilla el hombre cubrió la grieta y por si acaso retoco otras partes.

Panadera: por la Luna mayor éso casi nos cuesta el lote, tu no se cómo lo supiste pero tu cara no me gusta toma esto y lárgate no quiero tus monedas fuera.

Le arrojó dos enormes panes que olían como el paraíso y la mujer se negó a aceptar ni una moneda, Lincoln pensó en Silas y Sole de como era algo sagrado una transacción pero ellos eran medianos y el puesto estaba cada vez más lleno así que se fue a una tienda donde las personas salían con pequeños paquetes.

Era una tienda de lácteos y la mantequilla estaba a mitad de precio así que se acercó y el padre volvió.

Sr Lynn: mantequilla rancia te lo digo eso era, estaba bonita y amarilla pero lo hacen con flores incluso con zanahorias pero está rancia ese sujeto no engañara a un Loud recuerda que si es buena no le podrán nada solo el sabor natural.

Irónicamente la dueña de la lechería está una mujer muy alta de gesto arrogante y molesto pero con unos pechos más grandes que su cabeza mantenidos en alto por un corse y un milagro mientras el esposo parecía estar hecho de palitos secos.

Mujer: la mantequilla es de hoy a mitad de precio nada más compra a lárgate.

Lincoln: mantequilla rancia pintada con manzanilla y aceite vegetal para darle cremosidad y bajar el sabor falso.

Mujer: pequeña molestia largo antes de que llame a los guardias.

Lincoln: llamelos traerán a alguien del gremio a revisar su mercancía para comprobar que miento y descubrirán que de estás veinte barras solo 5 son buenas.

Ella con un gesto arrogante se acomodó los pechos para ponerlos más altos y acercó su cara a Lincoln para que el insolente la mirara a los ojos o a los pechos sabía que eran enormes y que ningún hombre perdía la oportunidad así atrapó a su esposo y heredero la lechería del padre de éste cuando se cayó por las escaleras, que ella estubiera en la parte de abajo acomodando su "mercancía" fue algo que nadie vió.

Mujer: mequetrefe te creés que un recojer trapos como tú ha probado la verdadera mantequilla acaso lames los platos de tus amos vamos escoje bien te llevas la que quieras pero a precio normal.

El le sonrió dejando ver otro consejo de Lola dando una sonrisa perfecta y sin mirar tomó no solo una fresca sino una de las mejores tanto que el mudo esposo alzó la voz en un gemido, la mujer lo fulminó con la mirada y Lincoln dió su último golpe poniendo el plato con la barra en los pechos de la mujer tan grandes que una bandeja de comida quedaría bien pero ella se puso erguida sorprendiendo a Lincoln por su equilibrio incluso su respiración no afectaba al plato y el marido asustado tomó la barra y la puso en una especie de hoja.

Les pago saliendo tranquilamente mientras la mujer lo seguía con ojos de depredador mientras insultaba al esposo para que pusiera otra barra recuperando la que habían perdido.

Llegó a la iglesia asombrado de su tamaño y esplendor donde encontró altares llenos de ofrendas y muchas personas rezando algunos en voz alta con juramentos y otros en silencio.

No estaba la runa de sus dioses y camino hasta salir a un jardín ahí encontró un pequeño altar limpio pero pequeño y solo restos de ofrendas muy pobres, usó su cuchillo y rebanó un pan dejando llenó el altar donde rezó y se dispuso a irse cuando una voz le agradeció su ofrenda, la mujer una anciana llamada hermana Berta le dijo que casi nadie dejaba ofrendas ahí de vez en cuando madres y granjeros lo hacían pero casi siempre era para los mayores.

Berta: una vez pasé el tiempo de ofrenda lo donaremos a los pobres.

Lincoln: no lo sabía siempre dejo que se consuma la ofrenda y la cambió por otra.

Berta: eso es para los mayores pero a los menores les gusta ayudar al desvalido y necesitado regala tu ofrenda después de un piar de horas si llena un estómago vacío honraras más a los dioses.

Dejó también algo de dinero en una urna casi vacía y se retiró caminando a paso lento llegó a la torre de banderas dónde vio a Gloof despidiéndose con abrazos de un grupo de enanos.

Se acercó a el y pronto el resto volvió todos felices de recuperar su puesto en la caravana y de no haber perdido su equipaje.

Le dieron a Lincoln su boleto y sonó un silbato muy potente así la gente empezó a subir a la caravana.

De viaje hacia la capital sería más corto y pensó que gracias a su familia sería más fácil con sus voces no en su mente sino en su corazón.