15
—Saludos héroe César, tenemos una carta de nuestra reina Saory la hermosa. Cinco pequeñas criaturas aladas saludan al joven César al mismo tiempo que le entregan lo que parece ser un trozo de corteza de árbol, en esta solo vio mal escrito con un tipo de tinta negra muy espesa —al no saber del tema no está seguro— su nombre "Sésar Zerdzte Çavodnye", recuerda entonces su plática con esa hada ocurrida hace apenas unos días y unas palabras sonaron en su memoria "preferimos ocultar mensajes con acertijos", vio un momento el juego tan ridículamente sencillo y vio un momento al quinteto de diminutas criaturas aladas y les hizo una pregunta algo rara para ellas
—Oigan haditas ¿Es normal que el acertijo en este mensaje me parezca tan sencillo?
—Bueno héroe, el propósito de un acertijo es hacer que quien intente resolverlo piense en una solución poco usual, en este caso como usted sabe cómo se escribe su nombre le parece demasiado sencillo; pero estoy segura que otro humano no lo tendría tan sencillo. Intento explicar una de las cinco hadas, está tiene el cabello de un color bastante peculiar rosa con las puntas de dos colores blanco y negro.
—Tiene mucho sentido entonces. César dice sin muchos ánimos pues no tiene argumentos para argumentar en contra, entonces recuerda que lo dicho por el hada es verdadero, lamentablemente su idioma natal en su anterior vida no se presta muy bien a juegos de palabras que obliguen a usar el pensamiento lateral. Salió obligado por si mismo de sus pensamientos para dibujar encima de las letras el orden correcto, cambió las "s", "z" y la "c" de lugar y cuando su nombre quedó escrito como se debe volvió a pasar algo parecido a lo que pasó con él mensaje de esa elfo, un fuego azul pálido consume el primer mensaje para revelar un segundo mensaje mucho más extenso.
Estimado héroe
Espero que este mensaje este en tus manos antes de dejar el ducado, los cinco encantos que te dieron el mensaje son prodigios de mi raza, de esos que solo aparecen una o dos veces cada mil generaciones; en fin ellas quieren ver el mundo y como prueba de madurez ayudar a salvar a la niña que te mencioné, normalmente esa prueba consiste en enfrentar a su reina en un combate pero ellas me vencieron cuando eran pequeños brotes de solo cinco años feéricos, entiendo que quizás te pido demasiado pero debes entender que esa pequeña es muy buena amiga de esas cinco y no necesito recordarte que de no ir contigo esas cinco podrían acabar muy mal. Me despido muy afectuosamente
Saory Reine des fées.
Aunque está algo enojado por las acompañantes imprevistas su conciencia no le permite dejarlas a su suerte, después de todo su querida flor también es muy amiga de una hada y de seguro se entristecerá si sabe que él se negó a llevarlas.
—Muy bien acepto que me acompañen, vamos a presentarnos yo soy César ¿Y ustedes? Pregunta el muchacho.
—Soy Alissa. Se presenta la primer hada, está tiene el cabello rizado hasta la altura de sus hombros de un hermoso azul índigo, su piel es blanca pero se nota bronceada, quizás por jugar demasiado tiempo en los campos de flores.
— Soy Serafina. La segunda hada se presentó, está tiene el pelo hasta los omóplatos de un intenso rojo carmín con mechones naranja y amarillo lo que recuerda al alegre fuego de una fogata, mientras que su piel es morena, a César incluso le recuerda un poco al color del caramelo.
—Un gusto héroe soy Alizée. Está tercer hada tiene el cabello ligeramente largo, lo suficiente para que incluso una leve brisa lo mueva, este es de color azul celeste con mechones color aguamarina; su piel es ligeramente pálida pero tiene un aspecto terso señal de buena salud.
—Yo soy Ashley, héroe; la mejor de todas. Está hadita tan engreída tiene un hermoso cabello castaño caoba lacio y sedoso cuya longitud llega hasta la mitad de su espalda, el tono de su piel no es tan moreno como el de Serafina ni tan blanco como el de Alissa sino un hermoso punto medio, un caramelo dorado.
—Yo soy Aurora, la más bonita. La última César la identifica como quien le contesto a su pregunta hace rato, su cabello es bastante bonito e inusual; combinado con su piel blanca como la porcelana —no pálida como Alizée— le dan una gran belleza y atractivo. Por fortuna él tiene a su hermosa rosita de hermoso y largo cabello rizado color castaño chocolate.
Desde hace horas César ahora viaja acompañado por cinco hadas, las cuales solo salen de su escondite entre los frascos de productos del muchacho cuando César está seguro de no tener ojos curiosos alrededor, otra de las muchas ventajas de tener al cuervo Führung vigilando y guiando desde arriba. Para evitar pensar demasiado en su hogar César se ha enfocado en sus nuevas acompañantes, cada una de las cinco si no recuerda mal tiene magia de un elemento distinto, las delata su cabello; azul intenso para agua, rojo para fuego, azul más suave para viento, café para tierra y negro y blanco para luz y oscuridad. César vuelve sus pensamientos a cuando estudiaba con ese tutor mágico en casa, recuerda la lección práctica sobre magia dónde entendió al fin la versatilidad de la misma.
La magia de agua es tan versátil como su elemento, puede atacar lanzando grandes masas de dicho elemento o lanzar delgadas hojas de agua más afiladas que la obsidiana, o también como látigos o armas de hielo, incluso hay un uso considerado tabú por lo aterrador que es; la magia de sangre, temida en todos los mundos, en este mundo solo algunas miembros de las brujas escarlata usan esa variante mágica. El fuego es más ofensivo pues para usarlo como defensa es necesario crear un muy extenso mar de fuego extremadamente caliente o una armadura de fuego tan caliente como el sol, bolas de fuego, lanzallamas, animales hechos de fuego, flechas, y un largo etcétera son los usos posibles de este elemento. El viento es más apoyo para la magia de fuego aunque su uso ofensivo es más útil en grandes áreas o contra muchos enemigos, muchos caballeros y guerreros poseen magia de viento y suelen afilar aún más sus armas con esta magia, recuerda César escuchar una leyenda que dice que el asesino del grupo de los trece héroes uso magia de viento para liquidar un objetivo en varias ocasiones; a los otros héroes les pareció un método demasiado brutal y le prohibieron usarlo; la leyenda dice que hizo caso omiso a tal prohibición y el segador tuvo que terminar con sus brutales métodos. Por su parte la magia de tierra se cree que es mayormente defensiva pero los magos de este elemento tienen poderosos ataques como crear avalanchas, lanzar hojas hechas de cualquier mineral, roca o gema posible muy afiladas así como fragmentos de roca más duros que un diamante; pero también tiene su utilidad como defensa al cubrirse el mago su cuerpo con placas hechas de los materiales más duros de la madre naturaleza. Por último luz y oscuridad, la primera de algún modo es una forma más avanzada de fuego mientras que la oscuridad refleja la ausencia de los otros cinco elementos, ambos son muy versátiles en cuanto a usos fuera de combate; su tutor le explico a César hace años que la magia de luz además de curar y manipular hasta cierto punto el tiempo puede teletransportar a una persona de un lugar a otro del mundo aunque la desventaja es que solo puede llevar a lugares donde el lanzador ya estuvo antes, por su parte la oscuridad permite a un arma cortar incluso la realidad misma y convertir a otros en no muertos, una especie de zombis sin voluntad que solo se mueven cuando su creador les da una tarea.
Los mencionados son solo algunos de los infinitos usos y habilidades de cada elemento mágico.
—¡Héroe! La voz de las cinco chicas saca al muchacho de sus pensamientos
—¿Que pasa chicas? Pregunta él.
—Llevamos unos minutos tratando de hablarte pero no respondías. Contesta Serafina.
—Me sumergí demasiado en mis pensamientos ¿Que pasó?
—Queremos saber cuál es el plan. Dice Alizée bastante curiosa.
—Bueno para empezar no me digan héroe a partir de ahora, estoy viajando encubierto y no quiero comprometer mi falsa identidad; solo recuerden llamarme Will por favor. Las cinco hadas se limitaron a asentir indicando que entendieron la petición
—¿Algo más que debamos saber? Pregunta curiosa Ashley.
—Si hay algo que he querido preguntar desde la boda que oficio su reina ¿Ustedes siempre llevan ropa o mi boda y ahora son excepciones? Las cinco criaturas se vieron entre si unos momentos y luego se vieron sus ropas, en su forma pequeña estás consisten en un vestido corto muy sencillo de seda con las mangas sueltas y con la espalda descubierta para permitir que sus alas se desplieguen en todo su esplendor; un momento después las cinco revelan su verdadera forma. César se asombra al notar que no son más altas que sus hermanas, mientras Heiderose apenas debe alzar su cabeza un poco para verlo a los ojos en comparación Sofía, Aida y Aidé si que deben estirar sus cuellos para verlo. Sus ropas cambiaron a hermosos vestidos medio largos con la espalda descubierta, el color de la prenda cambia del mismo modo que el color de su cabello así como el patrón cosido en la tela; aguamarina con gotas cosidas para Alissa, naranja intenso con flamas estilizadas cosidas para Serafina, verde agua con un patrón de nubes y espirales cosidas para Alizée, café claro con patrón de hojas para Ashley y blanco y negro con soles y lunas cosidas para Aurora.
—Claro que usamos ropa, hasta los seres semihumanos la usan. Contesta Alissa algo enojada, optando por no jalar más ese hilo César cambia de tema.
—Sigamos caminando. Y mientras habla vuelve a caminar, pero Alizée y su grupo siguen paradas en donde están, la primera vuelve a preguntarle al muchacho.
—No respondiste la pregunta de Ashley, ¿Que más necesitamos saber? Él suspira claramente derrotado y unos momentos después de silbar un cuervo se posa sobre su hombro y, un par de minutos después del suelo emerge un caballo espectral el cuál se acerca a César con paso tranquilo. Las cinco hadas contuvieron el aliento asustadas, y no es para menos pues el espectáculo ante ellas es digno de creer que las puertas del inframundo se han abierto de par en par y esa "cosa" es el primero de incontables hordas invasoras.
—Por sus rostros imagino que su reina no les dijo nada. El tono de voz del muchacho es bastante tranquilo
—¿Decirnos qué? Pregunta Serafina con un tono mezcla de enojo y miedo.
—Yo soy el segador. Durante unos momentos ellas no dijeron nada pues el impacto de la noticia las enmudeció pero en cuanto esa primera impresión paso hubo una lluvia de preguntas por parte de las cinco haditas
—¿Que poderes tienes?
—¿Desde cuándo lo sabes?
—¿Tu esposa lo sabe?
—¿Cómo lo sabe nuestra reina? Estas son las principales y más importantes preguntas hechas y César las respondió todas mientras siguen andando por el camino.
Después de ese incidente el viaje paso realmente rápido pues los seis empezaron a platicar sobre sus respectivas razas, César tenía curiosidad respecto a cuánto viven ellas, la respuesta le sorprendió.
—Las hadas somos la tercer raza más longeva solo nos superan los elfos y los dragones. Fue la respuesta de Aurora. Sabe César gracias al rey Rolando que los elfos viven hasta cinco milenios pero ignoraba por completo que los dragones los superan al parecer; tendrá que buscar dragones para preguntarles o quizás Veronika Bloodfallen sepa algo al respecto. Por su parte las cinco hadas preguntaron sobre casi todo aspecto humano, se sorprendieron por la pirámide social que el hombre creo, no son tan ajenas al concepto de dinero pues sus madres venden mermeladas, botellas con aguamiel, mezcal de muy alta calidad así como varios licores más muy cotizados por su exquisito sabor. Esto generó un par de nuevas preguntas en la mente de César ¿Dónde elaboran esos productos? Y ¿Que suelen comer?
—La aldea donde nosotras nacimos y dónde nuestras hermanas elaboran lo que venden se llama Pentref, está oculta pero su ubicación está a pocos kilómetros del campo dónde nuestra reina te caso César, y cerca del castillo de Zoloto hay otra aldea, creo se llama Tylwyth y en Almaznoye vive nuestra reina en su propia aldea llamada Deyrnas; esas tres son las únicas aldeas feéricas de este continente. Es Ashley quien habla, la agradable sorpresa fue bien recibida por el muchacho pues las cinco hadas entendieron rápido los conceptos de geografía, hace unos minutos creían que esté continente era todo el mundo conocido, ignoraban por completo la existencia de otros continentes, eso lleva a César a hacer una pregunta que le ha querido hacer a otras razas desde hace dos años.
—Chicas ¿Que saben ustedes de los elfos?
—Yo quiero responder primero tu duda sobre de que nos alimentamos, nos gusta todo lo dulce, lo que si no comemos es la carne pero si nos gusta la leche, los huevos y en menor medida el paté, en nuestra aldea cosechamos verduras, frutas y semillas; el duque de Zoloto nos vende leche y huevos a cambio de nuestra mejor miel y nuestro mejor licor. Es la respuesta de Alissa.
—Respecto a la otra pregunta yo solo sé que viven mas que cinco generaciones de nuestras reinas. Contesta Alizée.
—Yo escuché a mi mamá nombrar a los elfos de luna, con la explicación de César entiendo que debe referirse a los que viven en el continente vecino. Añade Ashley poniendo su índice derecho en su pequeña barbilla.
—La mia habló una vez de unos elfos oscuros. Menciona Serafina.
—Mi abuelita cuenta que una vez cuando niña vio un elfo de hielo. Añade Aurora emocionada. Eso inicia una acalorada discusión entre las cinco pero César no hace nada pues Shaytan y Zheytan le hablan.
—Señor, respecto a lo que hablan las pequeñas señoritas; en la escuela nosotros aprendimos algo respecto a los elfos que quizás encuentre usted interesante.
—¿Que información tienen ustedes dos? Pregunta César entre curioso e intrigado.
—Los elfos se clasifican a si mismos en tres grupos; elfos lunares, elfos oscuros y elfos de hielo. Responde Shaytan.
—Las únicas diferencias entre cada grupo son el color de su piel y dónde viven: piel blanca como la de sus hermanas y madre mi señor. Habla Zheytan serio.
—Piel morena para los elfos oscuros, quienes viven en los bosques frondosos del continente elfico. Vuelve a hablar Shaytan.
—Y por último piel pálida para los elfos de hielo quienes viven en los polos. Habla por última vez Zheytan, pese a que lo omitieron César deduce rápidamente que esa Aubriana y aquel terrible enemigo Álváró son elfos lunares, siendo estos los habitantes de la mayoría de ciudades de su reino. Ahora le toca a Serafina sacar a César de sus pensamientos, por suerte para ella César dejo de hablar con los hermanos demonios desde hace rato y su único pensamiento mientras camina es que Reisender vuelva a su establo; se queda tranquilo pues sabe que Heiderose desde hace tiempo le ha dado de comer al caballo, acción que le ha ganado la simpatía del animal siendo la única persona que puede acercarse al caballo para alimentarlo y cepillarlo, dejo César sus pensamientos ante el segundo llamado de Serafina.
—¿Que pasa chicas? Pregunta él tranquilo.
—Solo que veas el horizonte, se ve un muro muy largo; debe ser una ciudad. Cómo ellas le indican, en el horizonte se ve una muralla y entre la hierba un sendero apenas visible atraviesa dicha estructura, ahí deduce César debe estar la entrada al pueblo.
Luego de caminar por aproximadamente noventa minutos llegan a la entrada pero un guardia detiene el carruaje.
—Buenas tardes señor, por seguridad de todos debo pedirle su identificación y también inspeccionaremos su carruaje. César solo extiende el documento al guardia, este la ve, se voltea para hablar algo con un segundo guardia; intercambian palabras unos minutos y el segundo guardia camina al frente donde estaba antes su compañero solo para extenderle de vuelta al chico su identificación. Acto seguido ambos guardias inspeccionan debajo de la carreta, para su sorpresa no encuentran nada para después empezar a revisar las pequeñas botellas dentro del transporte.
—¿Que contienen las botellas señor? Pregunta el primer guardia.
—Crema para el cabello señor, es lo que vendo; hace unos días estuve en Zoloto donde fueron la sensación de la duquesa, sus damas, nobles y plebeyas por igual. Contesto César con humildad y algo de orgullo; los hombres solo se limitaron a abrir un frasco cada uno y tras olerlo y probarlo dieron por válida su historia y lo dejaron ingresar al pueblo.
—Gracias por esperar y bienvenido a Cuarzo. El nombre al muchacho le suena pero no recuerda bien de dónde. Es hasta después de regalarle a ambos guardias unas botellas para piel y cabello que recuerda, la ciudad de Cuarzo hace un par de siglos le pertenecía a su territorio pero está se declaró parte del territorio vecino Kvarts, a fin de evitar una guerra los cinco reyes de aquél entonces celebraron un concilio donde acordaron que esa ciudad ahora sería parte de Kvarts y, en compensación otra ciudad sería cedida a Zoloto siendo esta la ciudad de Oro, conocidos actualmente como la ciudad de la muralla verde debido a que se las arreglaron para domar a las temibles bestias que habitan el bosque que rodea la ciudad y se extiende por varios kilómetros.
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