A quien corresponda

Me alegro que quien lea estos documentos haya descifrado el mensaje oculto en la breve carta que envié originalmente, espero de todo corazón no haber hecho demasiado difícil el desafío. Bueno iré al grano, soy Aubriana Jolie Belle Fleur y como quizás sepan soy la emperatriz del imperio elfico; esto que les diré quizás no aparezca en los libros de historia ni lo cuenten los bardos, los trovadores ni los juglares pero es algo que en realidad paso. Hace cuatro mil años el abuelo del actual rey —mi bisabuelo— trató de conquistar a todas las razas, gracias a los dioses aparecieron los héroes y lo detuvieron; por desgracia su hijo —mi abuelo— lo mató con el veneno "aliento de parca", único método conocido para matar un elfo además del tiempo. Para empeorarlo todo ese mismo hombre trato de lograr por su cuenta lo que su padre no pudo y hace dos mil años empezó una pequeña cruzada con la esperanza de lograrlo, trato de empezar uniendo a los reinos elficos que en aquellos lejanos tiempos se contaban en algunos cientos; tristemente su único logro destacable fue pactar una alianza de palabra con las razas que habitan los helados e inhóspitos polos, en otras palabras yetis, wendigos, gente lobo, oso, zorro, reno y otras más comúnmente llamados ahora las tribus blancas por su pelaje blanco como la nieve vírgen. Después de eso fue asesinado por mi tío el actual emperador Álváró hace unos mil quinientos años.

Quedó entonces mi padre como el único heredero directo pero el decía conformarse como rey del humilde y pequeño reino de Nöyrä, lo obtuvo en su primer campaña militar hace solo doscientos años antes de la muerte de mi abuelo; fue entonces que comenzó el descenso de Álváró hacia la locura, uno a uno fue conquistando y unificando los reinos elficos hasta que solo quedó el reino de mi padre, Álváró lo dejo en paz pues no había ninguna amenaza a su reinado y numerosos pactos de no agresión fueron firmados. Yo nací hace ochocientos veinte años exactamente y mi existencia fue ocultada al resto del imperio temiendo mi padre que Álváró fuera a atentar contra mi vida. Por desgracia Álváró había ya enloquecido totalmente y mató a mi padre del mismo modo que murieron mi bisabuelo y abuelo, siguiendo luego con todos sus medios hermanos. Álváró y mi padre eran medios hermanos solo que Álváró nació primero siendo su madre una concubina cuya familia pertenece a un bajísimo escalón de la pirámide de la nobleza, apenas se diferencia de los plebeyos por poseer unos miles de metros cuadrados de tierras. Siendo mi padre hijo directo de los reyes del reino más grande del continente en ese entonces llamado Valkoinen. Por fortuna o desgracia no vi como murió mi padre pero si tuve el "deber" de verlo mientras lo ponían en el ataúd, para mí dolor otra vez la muerte atacó a alguien que me importaba mucho, un caballero llamado Tixus a quien ame con pasión siendo correspondida. Álváró lo mato frente a mis ojos y unas décadas después me forzó a casarme con él, esto ocurrió hace unos veinte o treinta años.

Hace unos cuatrocientos años más o menos Álváró por algún motivo que yo ignoro construyó una iglesia de cuarenta metros de largo por catorce metros de ancho y quince metros de altura, él la llamo iglesia pero las imágenes, pinturas, estatuas y vitrales no corresponden a ninguno de los dioses, sino más bien a un extraño hombre clavado en una cruz vestido solo con un taparrabo, coronado con una corona de crueles y afiladas espinas, su rostro cubierto de hilos de sangre es una insondable mezcla de sentimientos y emociones. En ese lugar entreno a dos mil niños tanto elfos como mestizos y los nombró caballeros, de alguna demente forma nadie protesto cuando marchó con ellos hacia la playa donde desembarcaron cientos de hombres bestia. Con la sangre derramada por esa matanza se abrió un puente oscuro por dónde salió un hombre de piel blanca, cabello castaño oscuro y complexión ligeramente obesa, después que el puente se quebró las almas de los niños embrujaron la falsa iglesia y por un inexplicable suceso el suelo bajo este edificio cedió ante el peso de la estructura y se hundió hasta el fondo de la red de cavernas y corredores que ahora son conocidas en nuestro país como cuevas de los inocentes.

El hombre que cruzó hacia este mundo dijo llamarse Dan Cooper o así escuché que lo presentó Álváró durante los primeros meses desde su llegada, aunque poco después de casarnos vi entre sus cosas una prenda con tres letras bordadas en ella D. B. C. Creo que son letras del idioma de los héroes. Y hasta el día de su muerte el tipo se presentó siempre como Aleksei Karenin, el hombre resultó estar tan demente como Álváró pero este tipo resultó tener conocimientos de varias ciencias, sabe de biología, química, algo de física y de matemáticas. Le enseño a Álváró un par de cosas, algo llamado evolución y relatividad; no le he visto nunca usar ese conocimiento, al menos no en algo útil.

El hombre aquel demoró como cincuenta años pero logro crear siete homúnculos a partir de la semilla de Álváró, a partir de ese momento Álváró finalmente pudo concretar su sueño de conquistar al continente elfico y unirlo bajo una sola bandera eliminando, como paso final, a todo aquel que se oponga a su mandato. Una vez eliminada toda oposición declaró solemne y orondo el nacimiento de su nación Täydellinen Valtakunta. Al mismo tiempo que aquel hombre creaba a esos siete homúnculos también creaba o imaginaba cosas monstruosas, como ejemplo puedo decir que desde hace como cuatrocientos años las elfas no pueden tener hijos o a lo sumo la probabilidad es muy baja, solo hay uno o dos nacimientos al año; yo al igual que muchos opositores creemos que de algún modo tomo la fertilidad de nuestras mujeres a cambio de algo, nadie está seguro de que es ese algo pero yo estoy segura que tiene que ver con sus creaciones. Otro ejemplo de sus aberrantes creaciones es una sustancia cruel que él llama "nube de miedo", no sé decirle como la creo ni algún detalle útil pues desconozco completamente el tema. Solo se que sufrí sus terribles efectos unos días antes de escribir esto, lo cuál provocó que sea totalmente sumisa a sus caprichos y depravados apetitos al igual que muchos otros hombres y mujeres de mi especie.

Quizás se pregunte usted ¿Por qué me cuenta todo esto? La respuesta es simple, quiero que entienda usted el nivel de amenaza que representa esta persona para el mundo entero, no solo para su país o su raza, y podría apostar a que tiene una de las siguientes preguntas en su mente ¿Porque me importaría su pais? O ¿Cómo sabe quién soy? Responderé gustosa a ambas preguntas, se de su existencia y de sus poderes como segador no por mundanos chismorreos de damas de compañía; sino de propia boca de Álváró, al parecer mi despreciable esposo le teme si no a usted por lo menos a sus poderes y respecto a la otra pregunta piense en esto como un seguro, nada garantiza que Álváró no ataque su hogar o peor, a su familia; al enfrentarlo y vencerlo asegura usted la tranquilidad y seguridad de su familia. Por lo tanto le suplico ayuda en este aciago momento que atraviesa mi pueblo, no le pediré reunirnos en algún lugar pues Álváró tiene ojos y oidos en todos lados; solo una cosa le pido, prométeme noble héroe que enfrentarás a este monstruo, quizás no hoy ni mañana, ni en uno o dos años pero prométeme por favor que lo harás.
Siempre tuya
Aubriana Jolie Belle Fleur "Kaunis Nainen" tu consorte.

César contempla las hojas que le envío la emperatriz elfo y por primera vez en dos vidas siente compasión, una profunda y bastante sincera compasión, no la banal empatía o esa frívola lástima que en su anterior vida sentían todos por la gente de bajos recursos o por quienes sufren cualquier penuria. También le sorprende la forma tan simple y a la vez tan astuta en la cuál Aubriana oculto su mensaje, César recuerda que en su mundo natal ocultar mensajes, encriptarlos y descifrarlos es una ciencia en si mismo, ni a él ni a nadie de su mundo se le habría ocurrido algo tan sencillo para ocultar una carta.

Otro asunto también ocupa gran parte de sus pensamientos, esa persona que Aubriana afirma llegó a este mundo a través de lo que parece ser un portal. César nunca fue alguien muy entendido en ciencias pero de ser cierta la historia de la elfo a él le suena a qué ese hombre hizo lo que torpemente conoce como bebés de probeta, mezclado con la magia de este mundo. Hasta ese momento nunca paso por su mente pero tras revisar los libros que sus tutores le obsequiaron descubre asombrado que en este mundo rigen más o menos las mismas reglas que en su mundo natal.  Existe el mismo principio del movimiento, conservación de la energía, relatividad, incluso la evolución aplica en este mundo; basta ver a los seres de cada continente para darse cuenta, en los polos los seres vivos adoptaron el blanco en su pelaje, entre las gentes bestia hay seres con toda clase de adaptaciones garras afiladas, grueso pelaje, mayor inteligencia y un largo etcétera. Incluso César encontró un caso muy curioso en la isla donde viven las únicas tres especies conformadas en su totalidad por hembras solamente: las lamias, al ser seres mitad humanas y mitad serpientes podría suponerse que sean seres de sangre fría, pero las investigaciones de los magos del grupo de los héroes indican que está especie es de sangre caliente, rasgo que comparten con las gorgonas y las koorime -los héroes las nombraron mujeres Yuki pero prefieren llamarse koorime-, de hecho los cuerpos de las integrantes de las tres especies emiten tanto calor que pueden resistir temperaturas muy bajas -de al menos cincuenta grados bajo cero-. César incluso está gratamente sorprendido al ver qué la magia de tiempo existe -como especialidad de la magia de luz- y obedece a conceptos que escucho en su vida anterior; por ejemplo un mago de luz no puede viajar en el tiempo pero si puede moverse a velocidades increíbles -apenas tan rápido como los aviones supersónicos-. Otro ejemplo sería volar, según sus textos César descubre que la magia de viento crea alrededor del usuario una especie de recubrimiento en forma de ala que, tras tomar un poco de impulso facilita el poder volar y viajar grandes distancias a increíble velocidad gastando menos magia y energía.

César dejo de permitirle a su mente divagar y se dirige a la habitación que su padre suele usar de despacho. Toca la puerta como le enseño su madre y al recibir desde adentro el permiso para entrar lo hace.
—¡Vaya sorpresa hijo! ¿No ha pasado algo malo verdad?
—No papá, todo esta bien.
—¿Entonces?
—¿Recuerdas la carta que su majestad me entregó hace casi medio año? —el hombre asiente— Bueno descubrí que ese mensaje tan raro a mi parecer, ocultaba una larga carta dirigida a mí. Mientras habla César le extiende los papeles a su padre, este los toma y los lee atentamente notando que en la última hoja hasta abajo en donde la emperatriz firma con su nombre el papel parece rasgado como si ella o alguien intentará borrar algo.
—Esta carta es bastante irreal. Fue lo que dijo al fin Vladimir después de un momento de un incómodo silencio.
—Me siento terrible por ella y su gente. Responde César con evidente pesar en su voz, pero su rostro refleja algo de culpa.
—Al escucharte cualquiera diría que no te gusta sentir empatía. Exclama Vladimir ante la actitud de su hijo
—No sé si este bien sentir eso por esa gente.
—No tienes porque sentirte así por tener emociones, son lo que nos hace humanos —explica Vladimir a su acongojado hijo—; no te sientas mal por tenerlas, si te soy honesto te apoyaría en irte ahora mismo a ayudar en todo lo que puedas, pero por desgracia tu primer deber es poner orden en tu casa —Cesar mira a su padre sorprendido pero dentro de si agradece la sabiduría que comparte con él—, piénsalo detenidamente y mañana me dices a qué conclusión llegaste. Esa tarde César reposa en la cama de su cuarto cuando un par de sombras reptan por las paredes fusionandose al fin con la suya, dentro de su mente César ve feliz a sus dos sirvientes demonios presentándose a reportar sus hallazgos.
—Me alegra verlos bien Shaytan, Zheytan; ¿Que encontraron?
—Gracias por su preocupación señor, traemos excelentes noticias. Exclama Zheytan contento
—Como dice mi hermano son buenas nuevas señor, hallamos unos cientos de casos similares al de ese primer tonto: cargos falsos, lectores de mente sobornados. Explica Shaytan serio y su hermano lo releva en su explicación.
—E investigando un poco más en la basura encontramos algo interesante. César alzó sus cejas -metafóricamente- por la sorpresa más permanece callado dejando que ahora Zheytan explique.
—Todos los casos fueron tramados por una misma persona.
—¿Saben quién es la mente maestra detrás de estos crimenes? Pregunta César aún algo impactado por la noticia.
—El emperador elfo. Contestan ambos al mismo tiempo, cosa que solo hizo que la antipatía del muchacho hacia el elfo creciera aún más.
—Zheytan necesito que entregues un mensaje por mi ¿Puedo pedirte este favor? El demonio solo asíntio mientras Shaytan se desvanece. Salieron de la mente del muchacho y César se puso de pie para tomar una hoja de papel de su escritorio, garabateo unas líneas, doblo el papel y lo metió en un sobre, lo sello con cera usando el símbolo del reino y se lo entrego al demonio.
—Se lo darás a la emperatriz elfo Aubriana, cuídate mucho y espero que los dioses nos permitan volver a vernos con bien. Dijo César como despedida al demonio y un momento después el muchacho cae dormido.

Al día siguiente cerca del mediodía César y su padre retoman la conversación que tuvieron el día anterior.
—Confío en qué llegaste a una conclusión hijo. Aunque pudiera sonar como pregunta la oración de Vladímir es una afirmación.
—Si, tienes razón papá; justo ahora hay cosas más importantes que hacer aquí en casa, pero si me gustaría resolverlas lo más rápido posible.
—Algo de razón tienes hijo, pero debes entender algo; aunque puedas hacer muchas cosas por tu cuenta en algún momento necesitarás la ayuda de otros para algo, y sin esa ayuda sería imposible lograr ese algo. Realmente a veces sus padres comparten con él una sabiduría muy profunda y útil. Un momento después la familia come plácidamente, las hermanas pequeñas de César aún sentadas siguen con sus juegos y alegres risas infantiles.

Para las tres de la tarde de ese día César monta a su fiel corcel Reisender llendo a todo galope hacia la capital de su país a informarle al rey Rolando de la carta de la reina elfo. Gracias a su velocidad sobrenatural a Reisender el viaje le toma menos de dos horas, de antemano César envío a su cuervo Führung avisándole al rey de su llegada. Finalmente César llegó a las puertas del palacio en las cuáles Rolando lo esperaba sereno.
—Me alegra verte llegar sano y salvo muchacho. Exclama el rey con cierta alegría.
—Tambien me alegra ver que usted goza de buena salud majestad. Responde César con buenos deseos pese a lo adulador de su respuesta en apariencia.
—Imagino que tienes otras cosas que hacer ¿Te parece ir directo al grano muchacho? César asiente y desciende de Reisender, camina hacia Rolando mientras saca las cartas del interior de su abrigo, el cual le cubre hasta las rodillas.
—Esto en mi mano son copias de las cartas escritas por la propia emperatriz elfo Aubriana, tanto a mi padre como a mi nos perturba su contenido; me gustaría ir a ayudar pero hay cosas más urgentes aquí en nuestras tierras, eso me recuerda ¿Estarán listos ya los documentos de William Steel? Esto César lo dice mientras le entrega los papeles al rey.
—No es tan fácil jovencito, sobornamos gente del mercado negro pero pese a eso tardarán al menos cinco meses, que es nada comparado con los diez años que tomaría por medios normales. César se quedó anonadado, ignoraba por completo ese dato tan importante, en ese lapso él podría hacer una fortuna con sus productos, casarse y hasta tener uno o dos hijos; aparto el muchacho esos pensamientos y se despide del rey, veloz como un rayo parte llegando a su hogar en tiempo récord, se dió el lujo de visitar a su prometida en su casa; dónde pasearon a lomos de Reisender y contemplaron el atardecer abrazados, después de unos besos de despedida César vuelve a su casa para cenar.

Ha pasado un mes desde que Zheytan partio hacia su misión, pese a la increíble velocidad a la que se mueve en su modo sombra incluso a él le tomo veinte días llegar al continente elfico, lo cuál es un tiempo récord considerando que un barco normal cubre la misma distancia en cuarenta días al menos -con vientos favorables todo el trayecto-, Zheytan llegó a una de las dos ciudades costeras del imperio: Valtameren Helmi, autoproclamada la ciudad costera más hermosa, la otra ciudad Meren Rubiini se ufana de ser la joya del imperio debido a que goza de la bendición de la reina del reino submarino Sirenia. Desde esa ciudad Valtameren Zheytan corre literalmente hacia la capital imperial, a dónde llegó dos días después. Unas horas le tomo encontrar el palacio y una hora más le tomo encontrar los aposentos de la emperatriz, quien en ese momento disfruta de un baño de burbujas con sales aromáticas, cuando la mujer termina de asearse se nota que hace no mucho tiempo el déspota emperador abuso de ella, pues en su cuerpo hay numerosas manchas café claro. Envuelta en una toalla la mujer sale del baño y quiere dirigirse a su gran guardarropa pero apenas da un par de pasos cuando nota que algo está en su habitación.
—¿Quién está ahí? Salga ahora o gritaré. Dice la mujer muerta de miedo aunque se esfuerza por ocultarlo, entonces del suelo se materializa el demonio Zheytan; la elfo se asusta aún más creyendo que la raza demonio quiere algo del emperador.
—¿Que quieren aquí los demonios? Hace milenios firmamos un armisticio y mi raza lo ha respetado a rajatabla.
—No vengo en nombre de mi país majestad —la voz ligeramente seca del demonio sorprende a la elfo pero de algún modo la tranquiliza que no sea hostil—, hace tiempo envío una carta al reino humano; soy un humilde sirviente del destinatario de su carta.
—¿Sirves al nuevo segador? —Pregunta la mujer asombrada, el demonio solo asiente y se acerca a ella con lentitud sosteniendo en su mano izquierda un papel— ¿Qué es ese papel? Pregunta la mujer con aún más miedo en su voz.
—Es la respuesta de mi amo a su carta. Responde el demonio con simpleza; la mujer toma el papel con extrema timidez, rompe el sello y saca el papel del sobre y lee
Estimada emperatriz
Acepto humildemente su petición, debo resolver primero unos asuntos en mi país pero tenga seguro que lo haré.
Firma César Serdste Zavodnye.

La mujer al leer esas breves líneas rompe en llanto, mientras dentro de su mente unas cadenas se rompieron y por un momento Aubriana vuelve a ser ella misma, no la mujer temerosa y sumisa en que se convirtió gracias a Álváró.
—Muchas gracias César —musita la mujer cuando el llanto cesa y puede volver a hablar—, muchísimas gracias buen mozo por darme tan maravillosa nueva; dame un minuto le mandaré un par de cosas ¿No hay problema verdad? Mientras esperas puedes comer los canapés de salmón que están en esa bandeja bonita en la mesita frente al sofá, espero que te gusten si no puedes tirarlos por la ventana de todos modos le iba a ordenar a mi sirvienta hacerlo. Aubriana explica todo eso mientras detrás de un biombo de madera de roble hábilmente tallada, en cuya superficie fueron talladas con gran maestría un hermoso decorado de rosas, Aubriana se quita su bata de baño de fina seda para ponerse encima una bata de dormir, está tarea no le tomo más de unos cinco minutos, después la mujer se dirige con premura a su tocador; de dónde toma una hoja de papel y escribe en caligrafía tan hermosa como ella lo siguiente

Apuesto mozo
Agradezco desde lo más profundo de mi corazón sus amables palabras, me ha devuelto usted unas décadas de juventud con ellas, espero sepa perdonar la libertad que me tomo al escribirle estás breves líneas aunque siendo sincera las palabras faltan para expresar mi agradecimiento.
Suya eternamente
Aubriana Jolie Belle Fleur
P. D. Le envío con su gentil mozo un par de humildes regalos que espero sean de su total agrado.

Al terminar de escribir la mujer se rocía una abundante dosis de perfume haciendo lo mismo con la carta que acaba de escribir;  añadiendo un último toque, la marca de sus labios cubiertos con una mezcla de polvo de grana mezclado con aceite de aguacate sobre el papel justo al lado de su nombre; además de eso Zheytan recibe de manos de la emperatriz un pequeño retrato de cuerpo entero de ella desnuda además de un pequeño frasco con un mechón del magnífico cabello de la elfo y un segundo mechón de sus vellos púbicos.
Cuando César recibió esos presentes apenas pudo creerlo volviéndose estos un tesoro tanto culposo como bastante estimado.