—¡Estoy aquí chicos! Escucharon Asche y la mujer caballero la voz del muchacho, el cenizo logro ubicar al joven noble debido a que identificó al cuervo que antes descansaba en el hombro del muchacho.
—¿Dónde estás espadachin? Llamo Asche por segunda vez y César solo grito un "¡Aquí!" Debido a que ambos jóvenes ya están buscando cerca del establo donde César atiende a Reisender ese grito les permitió ubicarlo con facilidad
—¿Que haces aquí? Pregunta la muchacha
—¿Todo bien? Pregunta Asche desde la entrada al establo, dentro ambos jóvenes logran ver qué César coloca una buena dosis de paja en el comedero y revisa que el bebedero contenga agua fresca, cuando termina ambas tareas acaricia con suavidad al caballo en su cabeza y se dispone a salir; una vez frente a ambos jóvenes solo dice
—Voy a mostrarles lo que pasó. Y después los tres jóvenes se dirigen al sitio donde César encontró el cadáver del ladrón.
—Solo puedo teorizar que el ladrón se metió aquí y tomo al primer animal que vió, para su desgracia eligió el mío y cuando quiso montarlo para huir Reisender se enojo y empezó a agitarse tratando de derribar al tipo. Concluyo César y Asche añadio
—Obviamente logró derribarlo y, a juzgar por las marcas del suelo, el pobre infeliz fue arrastrado varios metros por el furioso animal.
—Volvamos para informar al rey. Dijo la muchacha y ambos muchachos estuvieron de acuerdo. Les tomo aproximadamente cinco minutos volver al lugar donde las cinco comitivas están sentados. Al notar que los jóvenes regresaron Rolando pregunta
—¿Paso algo jóvenes?
—Si su majestad alguien intentó hurtar mi caballo. Esa oración sorprendió bastante al rey quien de inmediato llamo a su guardia real, en lo que llegan ante su rey César pudo añadir más datos.
—Encontré el cadáver del ladrón al lado de mi caballo a un par de cientos de metros de las caballerizas. El rey ciertamente está asombrado pero decide preguntar a la capitana de sus guardias reales.
—"Capitana" Bloodfallen ¿Algo que agregar? ¿Es cierto lo que dice el joven duque? La muchacha se cuadra y con el estoicismo de su oficio dice
—Asi es su majestad el joven dice la verdad, el joven del reino mágico y yo tardamos bastante en alcanzarlo pero nos mostró las marcas de las pisadas que el animal dejo mientras trataba de derribar al hombre, además el joven de cabello ceniza me hizo notar que además de las pisadas hay marcas que indican que el animal arrastró al ladrón varios metros en su frenesí, lo cuál provocó su muerte. Rolando callo unos momentos para pensar y al final dijo.
—Envia algunos guardias que averigüen la identidad del ladrón y verifiquen si faltan más animales. La capitana obedeció, estaba por ir a buscar personalmente tres o cuatro guardias para investigar el asunto cuando se escuchó la rítmica y disciplinada marcha de un grupo de guardias, la mujer les dio indicaciones y los dejo marchar. La joven es conocida por priorizar siempre el deber ante todo pero en esta ocasión y por insistencia de su rey y los otros cuatro monarcas se quedó a degustar lo que cocinen los chefs de la teocracia, el plato resulto ser un bufé de crepas tanto dulces como saladas. En la mesa todos disfrutan la comida y entre los muchos presentes se formó un pequeño grupo de tres que conversar con bastante animosidad
—Entonces señorita Bloodfallen, ¿Es capitana de la guardia? Pregunta Asche curioso y sorprendido.
—Si así es Asche, te pido que no seas tan formal no soy tan mayor. Pide la muchacha.
—Es impresionante de verdad ¿Cómo quieres que te llamemos? Pregunta César
—Veronika, ese es mi nombre y todos los guardias me dicen así.
—Muy bien Veronika disculpa que pregunte pero ¿Eres mestiza?— la pregunta tan repentina dejo anonadada a la chica —Es que cuando me diste ese apretón de manos note que tu fuerza es impresionante e imposible para una humana. La joven suspiro derrotada.
—Eres bastante inteligente duquesito, tienes razón lo soy; con orgullo admito que mi padre es un dragón de oscuridad y mi madre fue humana. Ambos hombres quedaron impresionados.

Para cuando todos terminaron de comer, el rey de los magos y varios de su séquito se ofrecieron a preparar el campo dónde los dueños se llevarán a cabo. Colocaron barreras que impiden lanzar magia lo bastante poderosa para matar o al menos herir de gravedad entre otras restricciones como mejorar agilidad, fuerza, etcétera. El primer combate fue entre César y Stephen, ambos se colocaron a medio metro de distancia uno del otro y se alejaron diez pasos, la sacerdotisa dio inicio al combate dejando caer un pañuelo; Stephen se precipitó y de un salto se lanzó a atacar, esto lo aprovecho César quien espero paciente en su sitio para dar un golpe certero, el rubio ya estaba a un par de metros de César con su espada alzada con ambas manos dispuesto a atacar pero se detuvo abruptamente debido a que César con gran agilidad se escurrió veloz y sigiloso para dar un certero codazo en el plexo solar, lo cuál le saco el aire al desprevenido rubio dejándolo fuera de combate. Fue bastante decepcionante que el mejor combatiente de un reino especializado en combate sea vencido con la misma facilidad que a un niño; aunque si César fuera el estándar de un soldado bien entrenado solo un puñado de seres podrían igualar o superar su habilidad. En el segundo encuentro salió Asche quien desde un principio blande una de sus espadas, la primera protegida por su rey posee una hoja tan gruesa como el largo del brazo de Asche osea unos cuarenta centímetros mientras que la segunda tiene una hoja más delgada pero posee unas extrañas marcas a lo largo de la hoja. En esta ocasión César tuvo un combate más reñido, se nota que Asche su oponente si que ha entrenado arduamente, su musculatura es bastante marcada y su habilidad innegable, durante varios minutos los espectadores solo podían ver las chispas que saltan cada vez que ambos jóvenes chocan sus espadas, tras casi media hora de intensa lucha Asche por fin comete un error, un momento antes de atacar cambia de mano su arma, pasa de empuñar con su derecha a hacerlo con la izquierda; la cuál no es su mano dominante en consecuencia su ataque es más lento por fracciones de segundo, tiempo que César aprovecha para ubicarse detrás del pelicenizo y colocar su brazo izquierdo alrededor del cuello y usar el derecho como palanca para reforzar el agarre, al cabo de unos segundos Asche queda inconsciente por falta de aire.

El cenizo recobro el sentido apenas un minuto después de que César fuera declarado ganador del encuentro, ambos se miraron fijamente unos segundos hasta que Asche tiende su mano y César con una leve sonrisa le da un apretón de manos
—Gracias por el encuentro, me mostraste mis límites, la próxima vez yo ganaré. Declara el cenizo animado, en ese momento Veronika se acerca lista para luchar aunque luce un poco nerviosa y hasta sonrojada, su encuentro empieza con ella intentando estocadas de esgrima las cuáles César bloquea con su espada sin inmutarse, él contraataca con golpes estilo kendo -de arriba hacia abajo- que obligan a Veronika a retroceder con obvia preocupación grabada en su rostro; luego el muchacho cambia su ataque a un frenesí de tajos de katana laterales -izquierda a derecha y viceversa-, los cuáles tras cinco agonizantes minutos de ininterrumpidos ataques logran romper su defensa y César logra derribar a la mujer con una rápida barrida frontal; César aprovecha la sorpresa y toca a Veronika con el mango de su espada en el pecho ganando el duelo. César tanto por educación como por ser buen deportista ayuda a la muchacha a levantarse, esta por alguna razón aún está tan confundida  que cree que quien la ayuda a levantarse es la mujer de la teocracia, una vez de pie ella aún sostiene la mano de César, cuando ella se da cuenta se sonroja con intensidad y muy rápido, ambos factores casi provocan que la muchacha pierda el sentido por muy poco; esto preocupó al muchacho quien se acerca a ella y toca la frente de Veronika.
—¿Estás bien Veronika? Podemos suspender esto si te sientes mal. Pregunta César con obvia preocupación en su mirada y su tono, lo cuál solo empeora el sonrojo de la muchacha.
—¿Su santidad puede revisarla por favor? El tono del chico ahora sí demuestra una visible preocupación por la jóven, la cuál no resiste y por primera vez en su vida cae desmayada.

Un minuto después la muchacha recupera el sentido pero para ella no pudo ser en un peor momento, es llevada en brazos de César a una habitación guiado por la mujer santa Verónica, la muchacha escuchó todo lo que él habló con la líder espiritual del mundo
—¿Entonces solo necesita descansar?— la mujer solo asiente con una suave sonrisa —Es un alivio saberlo su santidad.
—En cuanto dejemos a la muchacha en un lugar tranquilo ¿Puedo hablar con usted en privado? César solo asiente con la cabeza. No caminaron mucho más y Verónica abrió una de las puertas del castillo, dentro todo es bastante austero; en la cama leyendo un libro está la niña que la acompañaba mientras veía la reunión, César se sorprendió al ver a la niña de vistoso y largo cabello color rosa.
—Sakura querida ¿Podrías atender a la muchacha que lleva el joven caballero en brazos?. La niña solo asiente y César deja suavemente a Veronika en la cama, tras lo cuál tanto él como Verónica salen de la habitación y vuelven a cerrar la puerta. En cuanto la mujer se asegura que están solos le da un apasionado beso al desprevenido muchacho quien tras unos momentos de duda empieza a corresponder el gesto de la muchacha llegando incluso a acariciar con su lengua la de Verónica
—Besas muy bien segador. Dice ella con una sonrisa lujuriosa lamiendo sus labios con la punta de la lengua.
—¿Por qué crees eso? Pregunta él ahogando lo que por poco quiso gritar "¿Cómo lo sabe está mujer?".
—Deja de fingir, los peleles que te rodeaban hace rato no se creen lo que yo dije hace rato pero se que tú eres el elegido.
—Muy bien pero, ¿Que quería hablar conmigo su santidad?
—Tú puedes llamarme Vero, quería pedirte algo pues pronto moriré.
—¿Cómo está tan segura? Pregunta él incrédulo.
—Poseo el don de la clarividencia, aunque no es muy fuerte, a lo mucho puedo ver dos años en el futuro. A César pareció bastarle dicha explicación pues no volvió a preguntar más al respecto.
—Aún no me dices para que me necesitas.
—Te lo pediré más tarde, mi don me dice que estarás ocupado el resto del día y parte de la noche. Dice la mujer con voz sensual y, con fingida inocencia acaricia con su trasero la entrepierna de César después de lo cuál ella ríe como colegiala y vuelve a la habitación donde la niña está curando a Veronika.

César rápido vuelve al jardín donde hace un rato comió y combatió, cuando llegó solo están su padre y Asche, en cuanto lo vieron aparecer preguntaron con la mirada el estado de la muchacha.
—Se pondrá bien, solo necesita descansar. Esa noticia alivio a ambos hombres. Después de saber que su hijo está bien y que la niña no corre peligro Vladímir se despide de su hijo pues va tarde a otra reunión que tenía prevista con el rey Rolando y, de forma inesperada también lo acompañan los otros reyes. Mientras tanto César platico por horas con Asche, hablaron de lo difícil que fue para el cenizo crecer siendo huérfano y lo mucho que se esforzó para ser considerado alguien útil y necesario en un reino donde la magia es tan valorada, y Asche también supo el arduo entrenamiento que tiene el pelinegro desde niños. Cae la tarde y el cielo se ilumina con tonalidades naranjas, amarillas y el negro de la noche asoma tímido sus alas, en el castillo real de Krasivaya dos muchachos se dirigen a tomar un baño, ya se han desnudado y van a meterse en la enorme tina de agua caliente cuando se escucha que una tercera persona entra a los baños, ambos muchachos giran la cabeza hacia la entrada para saber quien es su nuevo acompañante, se sorprenden al ver a Veronika, la espadachín mitad dragon, desnuda y saludandolos sin ninguna vergüenza ni pudor.
—Que gusto encontrarlos aquí César, Asche.
—El gusto es mutuo dragoncita, no quiero sonar quisquilloso pero ¿No te da pena estar desnuda frente a dos hombres? Cuestiona Asche muy sonrojado mientras se cubre su hombría y, al igual que César trata de evitar que la muchacha vea su erección.
—Ninguna "chico ceniza", desde niña vivo rodeada de hombres, me siento muy cómoda entre ellos. Responde con una sonrisa la mujer.
—Puedes sentarte junto a mi "rojita", acabo de hacerte lugar. César dijo en cuanto se relajo lo suficiente para no tener que cubrirse y prefiere enfocar su atención en otra cosa así que le hace plática a la mujer.
—Sabes "roja", más temprano Asche me contó que fue difícil para él hacerse un lugar en las filas de su reino ¿Fue igual para tí? Pregunta César.
—Definitivamente, mi unidad jamás lo admitirá pero por un tiempo me menospreciaron por ser mujer; de hecho me dicen capitana porque desde que el capitán de mi unidad me empezó a llamar así casi todos nuestros superiores lo imitaron.
—Vaya personaje debe ser el tipo. Sentenció algo burlón Asche.
—Si pero toda mi unidad siempre puede contar con él, confiamos mucho en el capitán Silverfox. César se sorprendió al escuchar ese nombre.
—¿Por casualidad tu capitán "roja" es alto, rubio y tiene el hábito de mojarse los labios antes de atacar? Veronika se asombra pues César dió una descripción bastante exacta del hombre.
—Si es como dices ¿Acaso lo conoces?
—Es mi primo, el segundo más mayor para ser exactos. Tanto Asche como Veronika se sorprenden pero rápidamente cambian de tema
—¿Tienen algún sueño chicos? Pregunta César.
—Si, quiero llegar al puesto más alto posible en mi reino y que todos me reconozcan como el mejor. Dice Asche emocionado.
—Yo quiero llegar al puesto más alto de la guardia y quiero encontrar a quién me quito a alguien que quiero mucho. Dice Veronika decidida y algo enojada.
—Al oir sus sueños el mío parece algo tonto. Dice César con algo de vergüenza.
—No digas eso amigo. Asche de inmediato responde
—Anda dinos, juro por mi orgullo de dragón que no me mofare. Dice solemne la muchacha.
—Esta bien, quiero labrar por mi mismo un nombre en este mundo.
—Es un gran sueño amigo mío. Asegura el pelicenizo
—¿Ustedes creen amigos? Pregunta César al borde de las lágrimas.
—Claro que si César, eres de Zoloto el mejor ducado del reino pero he visto a los nobles de los otros nueve ducados y Puedo asegurarte que todos son una panda de inútiles.
Ya que debido a lo animado de su plática, el agua se enfrió un par de grados los tres se apresuraron a asearse. Unos minutos después los tres se despidieron y se desearon las buenas noches, poco después César llega a su dormitorio, al entrar ve que le dieron una con ventana, desde la cual se ve con magnífica belleza el cielo que en estos momentos ya está cubierto por las negras alas de la noche, el cielo despejado permite admirar en toda su belleza a las tres lunas. El muchacho se sienta en la cama y solo se queda quieto admirando el cielo y sus astros, dentro de su mente es muy distinto pues hay una intensa actividad.
—Shaytan, Zheytan ¿Averiguaron algo? Dos sombras ingresan a través de la ventana y se fusionan con la sombra del muchacho
—Mucho mi señor. Contestan ambos al mismo tiempo.
—Informen muchachos.

—El rey de Krasivaya al parecer tiene a dos o tres candidatas para casar con su primogénito recién nacido, aparte de eso está bastante limpio. Dice Shaytan serio.
—El rey de Almaznoye está muy interesado en encontrar al bebé nacido cuando las tres lunas se alinearon, cree con fervor que ese niño cambiara al mundo y su gran ambición es tenerlo de su lado, además de eso hay sospechas de que recibe y da sobornos; pero debo ir a su reino a investigar a fondo. Reporta Zheytan con el mismo tono solemne.
—En Mesto Urushiya, hay sospechas de que tratan de fabricar una especie de súper elixir capaz de replicar el estado frenético de muchas especies de hombres bestia, pero también necesito ir al lugar a investigar a fondo.
—En Volshebnoye hay sospechas de trata de blancas pero al parecer se trata de un tratante que intentó vender mujeres, el pobre diablo fue sentenciado a vagar mil años como muerto viviente por las riberas que delimitan al reino.
—Ahora viene lo preocupante señor, en la Unión de comerciantes encontré pruebas de que uno de los acompañantes del líder del estado acusa a mujeres y hombres falsamente de robar, soborna al proyector de pensamientos para completar el engañó, las víctimas son enviadas al reino elfico, no encontré datos del comprador. César está pensativo y sonríe con malicia.
—Creo apareció la primer víctima del nuevo segador. En cuanto dice eso toma su espada y la desenvaina, la sostiene frente a si mismo y susurra.
—Liberar. Entonces la oscuridad envuelve al muchacho por unos instantes, cuando la esfera de tétrica oscuridad se desvanece donde debía estar César hay un hombre bastante delgado pero con una asombrosa musculatura de un metro ochenta y seis de estatura, piel pálida color ceniza, viste unas mallas de algodón color negro bastante pegadas a su cuerpo; sobre estas lleva alrededor de la cintura una tela hecha jirones, impide que la tela se caiga un cinturón de cuero con broche de calavera; sus pies están protegidos por botas altas que cubren toda la pierna hasta la rodilla, y unas grebas cubren y protegen las piernas y como adorno unas calaveras cumplen la función de rodilleras; arriba de la cintura solo unos guantes con placas sobre los dedos y garras a modo de falanges distales, como toque final una máscara tallada en huesos cubre el rostro del hombre, haciendo que solo se vean sus ojos de aterradoras pupilas color rojo sangre, de su cadera cuelgan adicionalmente a cada flanco una guadaña de hoja mortalmente afilada y un poco más arriba, en la cintura lleva cruzadas en equis un par de cinturones de piel de serpiente con un hermoso patron en las escamas y en los flancos de cada cinturón hay una funda para pistolas donde descansan un par de pistolas Colt Navy 1851. El hombre tras un minuto de contemplarse dió un paso hacia la ventana y luego otro, hasta que pudo asomar su cara al exterior, en una rama un cuervo crascita llamando la atención de la criatura, el animal alza el vuelo y la criatura salta a la corniza y valiéndose de las afiladas garras en sus falanges trepa por los muros con sorprendente agilidad, luego de varios minutos el ave se posa en una cornisa, la criatura se dirige a la misma y con la misma agilidad posa sus pies de nuevo en el balcón, la misma ave vuelve a alzar el vuelo y va adentro del lugar; es la habitación de alguien, en la mullida cama un tipo tan obeso como feo ronca despreocupado, su desnudes solo es cubierta por las sabanas. Un par de sombras se deslizan afuera de la habitación y lanzan un hechizo sobre el lugar, solo entonces la criatura vuelve a moverse y procede a atacar al desprevenido cerdo.

Media hora después en la sala de reuniones del castillo Krasivaya cinco hombres aún debaten
—En conclusión es imposible que los reinos humanos se unan en un solo y gran imperio. Declara Rolando III con voz notablemente cansada, de pronto se escucha un fuerte golpe en las enormes puertas que dan privacidad a la sala, al segundo golpe las puertas cedieron y se rompen, un enorme bulto vuela entre los pedazos de madera y aterriza enmedio de la sala con un sonoro golpe seco; un par de segundos después una aterradora criatura aparece caminando a paso tranquilo, de sus flancos cuelgan afiladas guadañas y un par de extraños artefactos. Los reyes presentes se exaltaron
—¿Que significa este atropello? Exclama aterrado el rey de los magos
—Exigimos una explicación. Clama alarmado y al borde del colapso el líder comerciante, como única respuesta la criatura pelinegra solo se queda inmóvil mientras de una sombra emerge un demonio, este solo arroja sobre el bulto una pila de hojas para después desvanecerse en las sombras
—Esos papeles son toda la explicación. Son las únicas palabras que musita la criatura antes de convertirse lentamente en humo negro.

Unos momentos después la criatura aparece nuevamente en la habitación de César, vuelve a envolverse en oscuridad y cuando está desaparece César reaparece, un momento después se escucha que golpean su puerta; cuando abre descubre algo sorprendido que Verónica la sacerdotisa es quien tocó, la invita a pasar y ella acepta muy contenta.
—¿A qué debo tu visita Vero? Pregunta César
—A que quiero regalarte mi inocencia. Es lo único que dice antes de desatar los seguros de sus prendas y dejar que caigan al suelo dejándola desnuda. Dos horas después la mujer regresa a su habitación muy sonrojada y cojeando pero con una enorme sonrisa