02
En la noche del décimo día del doceavo mes dentro de una lujosa mansión en un próspero territorio, en la habitación de los señores del lugar se lleva a cabo un nacimiento; la fatigada madre pese a estar exhausta por el aparentemente interminable parto, logra juntar fuerzas y voluntad para pujar una última vez, con el cuál por fin logra dar a luz a su hijo; la humilde partera que el esposo de la mujer contrato para ayudar coje al recién nacido en cuanto nace y le da una nalgada que lo hace llorar, para después envolverlo cuidadosamente con una fina tela de algodón, limpiándole en el proceso la sangre y el líquido amniótico que cubren su pequeño cuerpo.
—¡Es un varón sano! Exclamo jubilosa la partera en cuanto logra determinar el sexo del recién nacido.
—¡Muchas felicidades! Exclaman jubilosas múltiples voces en la habitación. El recién nacido fue nombrado simplemente César, y según la costumbre de la nobleza fue nombrado con un par de títulos a modo de apellido Serdtse Zavodnye, que significa "corazón maravilloso" en la mal llamada "lengua de los héroes" -conjunto de cientos de palabras y oraciones en varias lenguas humanas, entre ellas ruso, alemán y finés–.
El pequeño César creció fuerte y sano durante cinco años, durante los cuales creció como cualquier niño normal excepto que en sueños es visitado por cuatro personajes que en este mundo son adorados como dioses, estos son Tanatos, Samedi, Osiris y Caronte. Durante todo ese tiempo y durante varios años le enseñaron a manejar las habilidades mágicas inherentes a la clase con la que nació.
En este mundo todos los individuos de cualquier raza nacen con una clase al azar -aunque influye hasta cierto punto las clases de los padres-, las más importantes son oficios vitales para la supervivencia tales como cazador, agricultor, leñador, ganadero, granjero, apicultor y un largo etcétera; le siguen trabajos no tan indispensables para que una comunidad sobreviva pero aún así son importantes como comerciante, regente y por último las clases de aventureros, las cuales se basan en cinco clases: guerrero, mago, ladrón, monje y artista. De esas cinco se derivan decenas de clases. Cómo en cualquier cosa hay clases más comunes que otras, como las clases dedicadas a cultivar o proveer alimentos; en comparación las clases cómo noble o regente sus usuarios son escasos; también hay clases super raras. El caso más curioso es la clase segador, en toda la historia solo ha existido un usuario de esa clase; existe la leyenda que dice que el siguiente segador aparecerá cuando las tres lunas se encuentren en la posición en el cielo que tenían cuando apareció por primera y única vez.
El pequeño César se despierta de un sueño algo raro, por reflejo voltea a su izquierda y ve su tocador como siempre junto a su cama, lo que busca se encuentra al alcance de su infantil brazo, un calendario donde aparecen en una sola hoja los trece meses del año, el niño contempla el papel notando que los días y semanas ya transcurridos fueron tachados -seguramente fue su madre o alguna sirvienta-, sigue con la vista la serie de taches hasta llegar a lo que busco desde un principio la fecha, hoy es el décimo día del mes doce; comúnmente llamado el mes del lobo, tarda un poco el niño en recordar que acontecimiento importante paso ese día para que su madre encerrara en un círculo hecho con tinta púrpura ese día, aún no se le ocurría nada a su pequeña mente cuando escucha que alguien abre la puerta de su habitación, se trata de su madre, el niño la observa con detenimiento; pese a haberlo traído al mundo y, según sus abuelos, haber ganado varios kilos de peso en el proceso los perdió con dietas y demás trucos femeninos, "¡Que estupidez más grande es la vanidad femenina!" Pensó el pequeño. Noto que la mujer se acerca a su cama y la puede observar mejor, tiene los rasgos finos y elegantes como podría esperarse de una mujer de su posición y linaje, aunque la piel se le nota algo maltratada, seguramente las inclemencias del tiempo son las responsables. El niño es sacado por la melodiosa voz de su madre
—Vamos mi pequeño, hoy es un día muy importante.
—¿A qué te refieres mamá?
—Ay por los dioses hijo mío, ¿Aún estás atontado por el sueño? Es tu cumpleaños mi pequeño querubín. Mientras habla su madre entran algunas sirvientas con un par de pantalones, camisas, chaquetas, chalecos, sombreros y zapatos hechos con materiales de muy alta calidad.
—¿Por qué tanta ropa mamá? ¿A dónde iremos?
—Es tu sexto cumpleaños tesorito, te llevaremos a la iglesia de la ciudad; tu padre se muere por saber cuál es tu clase. Entonces recuerda vagamente haber leído al respecto en un libro y también escucho a su padre hablar del tema hace tiempo, pese a no interesarle ni en ese momento ni ahora es cierto que los niños sin importar su clase social son llevados ante "el profeta", un rarísimo sombrero encantado presente en todas las iglesias del mundo; todo con tal de asegurar que todos sepan la clase con la que nacieron de forma totalmente gratuíta. El pequeño se demora al vestirse pues su madre no puede decidirse entre vestirlo con un traje café oscuro, con otro color violeta oscuro o un tercero negro con bordes de hilo dorado. La mujer demoró cuarenta minutos en decidirse por el traje negro, las sirvientas vistieron al niño con el pantalón de tirantes hecho de algodón negro con patrones a los costados bordados en hilo de oro, su torso lo cubrieron con una camisa de mangas largas hecha de seda cuyos puños también están decorados con bordados de oro, el chaleco y los calcetines igualmente están hechos de algodón y están decorados también con hilo de oro, el abrigo es ligeramente diferente pues la tela es de terciopelo de altísima calidad. La familia tomo un almuerzo rápido consistente en leche, huevos fritos, salchichas asadas y queso asado; inmediatamente después de almorzar subieron a su carruaje, el cuál estaba preparado desde el amanecer. Durante el trayecto el niño pregunto a sus padres lo referente a la leyenda del misterioso sombrero encantado, su bella madre le contó una vez más la historia con una sonrisa
Cuentan que una vez terminaron los conflictos entre las muchas razas que habitan nuestro mundo, los trece héroes finalmente pudieron respirar paz; pero un nuevo problema surgió, muchos mostraron su preocupación por el futuro ¿Como saber en el futuro si surgirán personajes tan formidables como los trece héroes? Fue entonces que los cuatro magos se juntaron en círculo, extendieron los cuatro la mano derecha hacia el centro del círculo e invocaron su magia mas poderosa; entonces todos los presentes vieron surgir una poderosa luz violeta, tan intensa que tuvieron que cerrar los ojos a riesgo de perder su vista, cuando abrieron los ojos vieron que los cuatro magos sostenían un extraño sombrero, este fue solemnemente colocado en medio de la primer iglesia de la muerte ese mismo día, todos hicieron fila por horas para averiguar su clase; quienes fueron bendecidos con la misma clase que los héroes formaron grupos alrededor del respectivo personaje y al final del día partieron juntos a tierras lejanas, dicen que cada héroe construyó una escuela donde enseñaron a los elegidos a dominar su don pero otros alegan que fueron los propios pupilos quienes erigieron dichas escuelas. Tiempo después cuando las razas partieron a sus respectivos territorios se vieron unos a otros preocupados pues una nueva generación de sus congéneres se aproxima y no sabían cómo harían ellos para saber su clase. Demostrado está que el viaje a la iglesia era muy peligroso, unos dicen que el segador, el último héroe, fue quien replicó de algun modo el sombrero y le dio a cada raza uno para realizar tranquilamente el ritual sin riesgo para su gente y el heroe solitario fue aclamado por todos quiénes viven y vivirán, otros pocos dicen que fue un poderoso mago desconocido pero nadie les cree a esos pocos.
—Increíble mamá. Exclama el pequeño niño con estrellas en los ojos, su madre solo le sonríe y acaricia su carita con ternura, pero entonces su padre habla por primera vez en todo el día
—Ya vamos a llegar mujer, prepara al niño. Dijo con frialdad.
El niño asoma su cabecita fuera del carruaje y divisa sin esfuerzo el edificio a dónde se dirigen, se trata de una estructura de varios cientos de metros cuadrados de área; no era un edificio muy alto, apenas es un metro más alto que el habitante más alto del ducado, unos tres metros y veinte centímetros, nada comparado con los cinco metros y medio que mide de alto la gran iglesia en la capital real. Desde la distancia se ve afuera de la iglesia mucha gente reunida, cuando su carruaje llegó al frente del lugar todos los presentes inclinaron la cabeza en señal de respeto, cuando los tres ocupantes descendieron del vehículo, este partió para dejar que el cochero y los caballos descansen. El padre y líder de la familia -ademas de duque y gobernador del territorio- con un simple gesto de su mano hizo que todos levantase su cabeza y siguieran en sus asuntos. La madre y el niño contemplan mientras tanto a la muchedumbre, la vista general es de hombres conversando unos con otros en grupos y señoras acicalando a niños vestidos con las mejores ropas que sus padres pudieron conseguir, rápidamente la mujer y el pequeño César se unieron a la gente; la señora empezó a charlar con otras señoras, seguramente esposas de nobles subordinados de su marido, mientras César ve con cierto alivio que no es el único que sufrió un calvario esa mañana. Cómo el niño no suele congeniar con los otros niños hijos de nobles observa algo tímido a un grupo de niños que juegan en una animada multitud
—Hola ¿Que juegan?
—A "valhala o hel", ¿Quieres unirte? Pregunta otro niño, detrás de él aferrada a sus pantalones una pequeña niña rubia que apenas puede mantenerse de pie lo observa de reojo con una mezcla de miedo y curiosidad; César finge no darse cuenta y contesta que si pero que no sabe las reglas, una niña de cabello trenzado color rojo cobrizo se las explica encantada
—Es simple, todos los jugadores ponen una o dos canicas -son unas pequeñas esferas del tamaño de la uña de un adulto hechas de vidrio transparente o a veces mezcladas con franjas de colores- en el centro de ese círculo, luego por turnos lanzamos otra canica a las que están dentro del círculo, buscamos sacar del círculo la mayor cantidad posible de canicas; gana el que saque más canicas del círculo al terminar la ronda. A César las reglas le parecieron muy sencillas, la niña que antes le explicó el juego gustosa le cedió sus canicas al pequeño, pasaron un rato bastante divertido hasta que un hombre desde el pórtico de la iglesia llamo a los padres, estos acudieron prestos y sin demora, les fue explicado que debían formar a los niños de acuerdo a su hora de nacimiento, de esa manera los pequeños serían atendidos rápidamente.
Tardaron cerca de cuarenta minutos las mujeres en formar a sus hijos según lo pedido, el principal problema fue que algunas señoras confundieron los lugares creando un caos; el duque Vladimir padre de César puso el órden en ese caos en cuestión de minutos. Ya el astro rey se acerca a su cénit y la fila avanza con rapidez tal como se prometió. Vladimir y su esposa Miroslava esperan ansiosos el turno de su hijo, el cuál está cada vez más cerca. Observan como todos los niños salen del recinto de la mano de sus orgullosos padres, algunas de las madres sostienen un papel entre sus manos con todas sus fuerzas. Miroslava intenta discernir que es ese papel pero sus pensamientos son cortados pues su esposo le avisa que su muchacho está por pasar.
El pequeño niño es el siguiente en pasar, de reojo mira en la puerta a sus padres abrazados observándolo, no puede pensar en más pues es su turno, un hombre con túnica color púrpura con bordes rosa lo saluda con mucha amabilidad y le indica que se siente, él obedece y en cuanto se sienta el hombre coloca sobre su pequeña cabeza ese extraño sombrero, en un momento el sombrero parece cobrar vida, parece que los pliegues que simulan ser sus ojos parpadearon un par de veces; hizo el ademán de ver a su alrededor en dos ocasiones y finalmente hablo con una voz profunda pero amable
—Clase espadachin, magia de oscuridad, magia de nigromante... El duque Vladimir sólo estuvo presente hasta que el sombrero dijo la primer clase del niño, ignorando completamente las demás. Solo su madre Miroslava escucho lo que decía el artefacto mágico de principio a fin, le preocupó un poco el papel que le entrego el hombre con túnica, en especial la recomendación de visitar la teocracia para un análisis completo. La mujer al fin comprendió en parte porque las otras mujeres sostenían con tanto recelo un papel similar al que ella tiene ahora entre sus manos. Ningún mortal supo jamás que la mujer escondió con recelo aquel papel ni tampoco nadie supo jamás que su hijo tiene una clase secreta, cuyo nombre jamás quiso ella averiguar. Un siglo después una de las nuevas sacerdotisas deshecha viejos registros entre los cuales está el del pequeño César
César Serdtse Zavodnye
Nacimiento 10/12/4000 hora 20:00
Clase(s)
Espadachín
Nigromante
Mago oscuro
Invocador
Clase especial
Héroe
Segador
Comerciante
La fecha de muerte estaba en blanco.
Madre e hijo volvieron a casa en un silencio de cierto modo cómodo, la mujer debatió dentro de su mente desde que salieron de la iglesia hasta el día siguiente; había tomado una decisión, dejaría que su marido creyera enseñar a su hijo la clase de la familia, pero ella aprovechará todo espacio ocioso para cultivar las otras clases de su hijo, por supuesto no podía saber tres cosas que solo un psíquico podría saber: 1.- desde su nacimiento el niño ha entrenado sus magias, 2.- algo dentro de su mente despertó, basta verlo a los ojos antes y después de la ceremonia y 3.- el niño creará su propio camino sin dejarse dirigir por nadie.
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