Un día después...

Dreifus estaba visiblemente nervioso mientras se ajustaba el cuello de su traje frente al espejo. No todos los días tenía la oportunidad de invitar a alguien como Isary a una cita, y mucho menos después de su reciente confesión.

Toby: "¡Papi Dreifus, tienes que verte bien! Mamá siempre dice que los hombres elegantes son guapos."
El pequeño Toby se reía mientras señalaba las manchas inexistentes en el traje de Dreifus.

Dreifus: "Gracias por el consejo, pequeño."

Por su parte, Isary, en su habitación, también estaba algo ansiosa. Después de años de reprimir sus sentimientos, finalmente había permitido que alguien entrara en su corazón. Mientras miraba su reflejo en un delicado vestido negro que acentuaba su figura, se sintió vulnerable, pero también emocionada.

Isary: "¿Así me veré bien? Es solo una cena, nada más... Pero, ¿y si espera algo más?"

Antes de que pudiera seguir con su nerviosismo, Dreifus llegó a recogerla con un ramo de rosas rojas.

Dreifus: "Señorita Isary... se ve hermosa esta noche."
Isary: (sonrojada) "Tú también luces bien, Dreifus."

Ambos se dirigieron a un restaurante ubicado en la cima de una colina. La vista era impresionante, con las luces de la ciudad brillando como estrellas. Dreifus había elegido el lugar cuidadosamente, deseando ofrecerle algo especial.

Durante la cena:

Dreifus: "¿Sabes? Nunca imaginé que tendría la oportunidad de compartir algo así contigo. Siempre pensé que estabas fuera de mi alcance."
Isary: (sonriendo suavemente) "Tonto. Si fuera por eso, nunca me habría atrevido a abrir mi corazón."

Los dos se miraron a los ojos, una conexión intensa brillando entre ellos. Pero justo cuando el ambiente se volvía más íntimo, el camarero interrumpió con el postre.

Camarero: "Perdón la interrupción, aquí tienen su pastel de chocolate."

Ambos soltaron una risa nerviosa, rompiendo el momento.

Al finalizar la cena, decidieron dar un paseo bajo las estrellas. Mientras caminaban por un pequeño sendero iluminado por luciérnagas, Dreifus tomó la mano de Isary.

Dreifus: "Sé que esto es solo el comienzo, pero prometo estar a tu lado en cada paso."
Isary: "Y yo prometo no volver a cerrarme al amor. Me diste una razón para intentarlo."

Sus palabras sellaron el momento. Dreifus inclinó su rostro hacia ella, dándole un beso suave y lleno de ternura. Esta vez, no había prisa, solo la certeza de que ambos estaban donde debían estar.

Desde un arbusto cercano:
Toby: "¡Mami y papi se están besando otra vez! ¡Qué lindo!"

Ambos adultos se separaron rápidamente, ahora acostumbrados a las interrupciones del pequeño.

Isary: (suspirando) "Creo que deberíamos contratar a una niñera para la próxima vez."

Ambos rieron mientras Toby corría hacia ellos, asegurándose de que su nueva familia estuviera más unida que nunca.

Fin del capítulo.