〔 73 〕
-¡Meravigliosa! -exclama Aro, con una mirada iluminada en curiosidad y diversión- Hermanos míos, pronto tendremos dos visitas.
Caius lo mira con una de sus cejas castañas, enarcada, y sin poder evitar, pregunta:
-¿Quiénes vendrán?
-El Alfa Ginonix, y nuestro Querido Carlisle han anunciado sus visitas. -comenta con tanto glamour que se percibe a leguas el desinterés. -Es curioso que ambos deban charlar de tema similares, ¿Habrán tenido sus diferencias al fin?
Caius sonríe por esa sugerencia, hace bastante tiempo lo estaba esperando, tener una oportunidad de poder debilidad una de esas dos partes pordioseras que daban ganas de extingir, por la mediocre realidad que profedaban con tanta libertad.
-Recuerda que ese Alfa es intocable, Aro, el Yang no es algo con el cual poder involucrarse, sin ser derrocado. -susurra Marco, con aquella tristeza ahogada en su mirada.
-Calla, tal vez haya mas oportunidades de poder derrocar a esa extraña Mujer. -contrarió Caius, quería ver caos.
-No, no, Marco tiene razón, por un momento olvidé ese detalle, pero si tuviera una debilidad podríamos hacernos con el poder de asesinar a nuestros enemigos. -Aro comenta pensativo, planeando su siguiente paso.
Caius comparte una mirada de diversión al igual que Aro, ambos eran muy avariciosos con el poder. Pronto tal vez, estás visitas le darían motivos para conseguir su ansiado poder.
Marco era un peón más, su vida se había pausado eternamente luego de la muerte final de su esposa Didime.
[...]
Por otro lado, Yiara y Luca estaban siendo informados de un hecho que había hecho tensar en alerta sus hombros, al igual que sus expresiones serias y preocupadas.
Habían sido reunidos en la sala de la casona del Alfa, este parecía no estar en el lugar, lo cual aliviaba un poco su preocupación. El humor que tenía el Alfa en dirección de ambos, no era la mejor en estos momentos.
-Sé que este viaje en particular, no era una sorpresa, para ustedes... Pero no hay forma de evitarse. Ella ya lo ha decidido, no hay vuelta atrás. -comenta Jonas, observando a ambos guardianes. Mientras se encontraba recostado contra el borde de uno de los sillones centrales.
-Luca deberás proteger a la Luna, sin ella, el Alfa no tendrá la postura que se necesita para la ocasión, lo sabes. -dice Yiara volteando el rostro hacia su mate. Su expresión era seria pero no era su tema de preocupación.
La joven albina de cabellos cortos, y posición corporal taciturna, se encontraba sentada compartiendo un sillón ancho, con su compañero que se encontraba frente al del Beta Jonas.
-Mierda. ¿Porqué justo esta semana? Creí que tendríamos tiempo para evitar esta presentación y los dramas que vienen con esto. -expone Luca, tras estirar sus cabellos negros, ya estresandose por lo que la Luna comenzaría a entorpecer el plan. Si recién la estaban involucrando en este mundo de manera oficial.
-Es sencillo, quiero presentarla a la Manada Ginonix, pero primero debo exponer los problemas que el Clan Cullen ha ocasionado en Forks, de acuerdo a sus decisiones, tendré la libertad de hacer lo que desee con el cobrizo. -contesta la misma Leongina, con el rictus serio, recostada en brazos cruzados en el marco de la puerta de la sala de reuniones.
-¿Y ahora cuál es tu fijación en ese ingrato?-pregunta Jonas, odiaba la mención de quién había lastimado a su Alfa y mejor amiga.
-No tengo porque contar mis planes. -admite con un tono monótono, mientras fija la mirada en la parejita.
Estos se ponen rectos en el sillón, la relación de ambos estaba alerta, habían tocado un hilo muy delgado y delicado. Yiara estaba demasiado tensa debido a que temía que su protegido no fuera lo suficiente valiente para aceptar la misión del Elegido, mientras que Lucas se sentía preocupado por haber ofendido a su Alfa.
Ambos tomaron la decisión fija de mantener la mirada sin titubear ante su Alfa, aunque el ambiente estuviera tenso cuando estaban en un mismo lugar. No sabían como lograrían destensar ese ambiente.
-Marchelo, no expongas nuestras debilidades a través de tus preocupaciones. Nuestra Luna no se expondrá como piensas. -comenta con una mirada tan tormentosa, que intimida al joven.
-Pero, es muy joven para conocerlos. ¡Sabes que esto es una locura!-exclama Luca, no pudiendo acallar su inquietud. Levantándose del sillón.
Pero Yiara se levanta al mismo par, y lo detiene a su lado, con su mano aferrada en el antebrazo de su compañero.
-No siempre puedo manejar todo a mi conveniencia, Joven Marchelo, y la situación es esta. Los Vulturi no dan segundas oportunidades, y no deseo tener otro Clan en nuestra contra, no tengo ganas de desperdiciar mi día de esa forma. -dice Leongina con una expresión taciturna.
-¡Pero Leo...! -expresa Luca en coraje por la fría actitud que ha recibido.
La mirada bicolor no se hizo esperar, tras un gruñido proveniente de la albina. Quién iba a dar un paso hacia aquel hombre. Sin embargo, la vista de la albina fue interrumpida por la cabeza de Yiara ocultando a su compañero, protegiéndolo.
-Leongina, contrólate. No puedes estar cediendo a Maxam solo para discutir, tu eres mucho más que ésto. -pide la protectora del Elegido, Yiara.
-Querida Yiara, no asumas saberlo todo por simples instrucciones o entrenamiento, no creo que sea oportuno confundir personalidades, mi querida Yin no es tan fácil en cederme el poder absoluto. -contesta entredientes Maxam, mientras se voltea hacia la puerta, tomando sus llaves del auto-No me interesa pelear, ni hacer caos, solo lo necesito mi propio espacio personal, ¿Es difícil de entender acaso?
Yiara gruñe por lo bajo, pero ya ante eso, el Alfa se retira de la casona, y poco después sus pisadas se escuchan lejanas. Molesta la rubia platinada de cabellos corto, observa a su compañero y lo abraza buscando paz interior.
-Tal vez no nos confería hablar de aquel tema, es muy asunto suyo, cariño. -dice Luca, con un pesar en su estomago y garganta.
-Soy su protectora, debo ser capaz de guiarla en la incertidumbre, se supone que en esta vida soy la mayor. -expresa llena de coraje, Yiara.
Luca no sabía como reconfortarla, solo prefiero callar. Sin embargo, ambos se olvidaron de la presencia de alguien en la sala, por lo que la sonrisa ahogada y carente de sentido rompió su nube de amor.
Luca y Yiara se estremecen no por haberse olvidado de la presencia, sino por la mirada de tristeza al igual de carencia de coherencia en la risa.
-¿Qué pasa Jonas, porqué te ríes?
-Por que ya no sabéis hablar con ella, ¿Desde cuando se han creído que ella es igual a nosotros?¿ Desde cuando ha creído usted que por ser menor físicamente en edad, le dará respeto y hará caso a sus palabras? Yin no es así, Maxam solo le hace caso a ella, pero ella nunca pidió de nosotros que nos entrometieramos, si pide ayuda o se desmorona frente a alguno, así tal vez podemos involucrarnos. Pero si no, ¿Porqué hacer este alboroto? Cuándo terminaron siendo así? -preguntó el pelirrojo, mientras se levanta del sillón donde no había movido ni pie antes.
-¿Cómo?-pregunta sintiendo molestia Yiara. Sus palabras no parecían tener sentido ni aunque las hubiera escuchado.
-Yin no respeta por edad a las personas, ella respeta si realmente nota tu esencia verdadera. Llegaste creyendo haber terminado tu entrenamiento, creyendo que a través de conocimiento de otros podrías ayudarla, lo que nunca pudiste entender y complementar con lo que ya sabías, es que: Si fueras la misma, tal vez podrías entenderla, porque ahora solo escuchó en cada oración que dices..."soy su guardiana, soy esto, soy aquello" pero no la escuchas, yo la escucho peor que antes con tu llegada.
-Beta Jonas, usted no esta comprendiendo que mi misión, no es solo ser una amiga sino que...-trata de defenderse Yiara.
-No es que no comprenda. El punto es qué se mete donde no la llaman, a usted la obligaron a serlo, usted eligió serlo. Leongina no ha deseado nunca volver a renacer, ella no es libre y no lo será hasta que salve a los demás. ¿No eres capaz de comprenderlo? Ella se siente ahogada y no haces mas que aprisionarla, ¡Faltan años para que se enfrente a su misión, pero están aquí intentando que las confronte antes de tiempo! Eso no es ser amigos, eso es ser... ¡Ni siquiera me viene a la mente como llaman a ser personas! Pero ni amistad ni guía eres ahora. -gruñe con los ojos rojos cual fenix, y se escapa por la ventana abierta de la sala.
Luca y Yiara no sabían que tan reales eran esas palabras, pero parecía que Jonas podía ver más allá de la fachada que ellos podían ver.
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