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—Ese día jueves, no hubo inconvenientes alguno con el Alfa Saint, me explicó como intervendría con el tema. —empieza a decir Harry recordando como había ocurrido aquel día—Dijo que se quedaría como invitado en mi hogar, que no se la llevaría de inmediato como es el derecho. Le di la bienvenida con buena gratitud y agradecimiento.
—Prosiga por favor, Señor. —dice el beta Jonas al escuchar la pausa en las palabras de Harry.
—Está bien. Compartió un buen momento con mi familia, sin embargo, en cuanto mi esposa explicó la situación delicada por la que mi hija pasó anteriormente, se puso como un lobo errante. —acusó Harry al recordar como el Alfa Rock había reaccionado ante la información de que el primer Alfa de esta generación había dejado destrozada sentimentalmente a su hija, por encontrar a su verdadera impronta.
«—Antes de que puedas seguir con la educación, debo comentarte que mi hija antes estuvo comprometida con el alfa de esta generación, pero no era la impronta. Lamentablemente mi hija no se lo tomó bien y no confía en los hombres por el daño que se tejió.
—Mi sobrina Emily Young, vino de visita y con solo una mirada la magia y enlace de impronta con el alfa nació. Mi hija ha sufrido mucho, y siento mucho... Pero sufrirá, mi hija no lo aceptará. Ya no confía en nadie más. —conmocionada Sue admite, mientras que Harry rapidamente abraza a su mujer con suma dulzura y comprensión.
—Ya veo.
El beta Jonas, se acercó a su alfa por reflejo al ver como el señor Clearwater esquivaba la mirada hacia ellos, por lo que, se inclinó a su alfa. Y tras la conexión mental dijo: «Oculta una parte de verdad, Alfa».
La mujer albina deja salir el aroma de Maxam, quien toma parte de su lugar ante ese permiso. Después de todo, Leongina sabía perfectamente que sí no estaba juntos en esto, ninguno estaba completamente satisfecho en la selección de la orden. Dejando en vista, los ojos heterocromaticos en ella, el celeste en el izquierdo, derecho de color ámbar. Alertando no sólo a los del concejo Quileute, sino que también tanto a Elay y el Alfa Rock, aunque ambos fueran cercanos al Alfa Hembra nunca podrían predecir las decisiones que este pudiese tener.
—Dígame sinceramente, Señor Clearwater. ¿Es en referencia acaso del tema que ronda por rumor. De la descontinuada propuesta de matrimonio de la señorita aquí presente?, he escuchado algo pero desearía saber las versiones correspondientes, de obtener solo el silencio de vuestra parte, admitiré como única verdad la versión del Alfa Rock. —interviene pasivamente serio.
El senior Quil Ateara se tensa ante la voz mezclada del Alfa Hembra, aunque nota como la joven Bella tan solo se encontraba atenta pero sin ninguna incomodidad ante la presencia de ambos seres, por lo que, empezaba a comprender que no era la primera vez que fuera testigo de este fenómeno natural en dejarse ver.
—Permiso, quisiera ser yo quien le comentara como fue, después de todo soy yo quien sufrió las consecuencias de ese idiota. —interviene Leah con mucho resentimiento pero con educación pasiva.
Harry le manda enseguida una mirada de reproche, Sue se tensa ante la intervención de su hija, pero sabe que encubrir por mucho más tiempo las elección del concejo Quileute, traerán peores consecuencias.
—Leah. —intenta callar Harry a su hija. —Deja que relate primero mi conocimiento, luego será tu turno.
—Eso es muy machista de su parte. Deje turno a su hija, es lo correcto, según mi parecer. —dice Bella al sentir molestia ante la forma en que el mayor se dirige a su hija, aun más cuando puede ver la molestia en la nativa al ver sus manos empuñadas en su regazo.
—¡No te incumbe decidir por lo que hago o no, con mi hija! —levanta la voz a la defensiva Harry.
Primer error, a la vista.
Elay se tensa al sentir el ambiente cálido de la cabaña, cambiar a un ligero frío que va en aumento.
—Cállese, y dé lugar a la víctima. Su hija tiene más derecho de explicar la situación que usted. Ya tendrá su tiempo luego. —gruñe Maxam aguantando las ganas de decapitar al señor de la casa.
Mientras que Leongina mantiene la postura de ambos inquebrantable, totalmente imperturbable, y era así como Jonas(el beta) sabía que si no se calmaba el padre de la nativa, las cosas podrían pasar a caos.
Harry al escuchar la voz y carácter oscuro del Alfa, se calló inmediatamente por reflejo. Leah por el rabillo de su mirada pudo ver cómo la voz ronca de aquella mirada combinada ocasionaba en su padre, admirable y peligroso eran las sensaciones que sentía hacia esa mujer, por lo que una vez tragó saliva, prosiguió:
—Sam Uley, fue mi pareja durante bastante tiempo. Nos íbamos... A casar, ya estaba haciendo los preparativos para ello, sin embargo, unos días desapareció y regresó a la semana muy cambiado. Ni siquiera un mes pasó de su ausencia y distante actitud hacia mí, que en cuanto mi prima Emily Young llegó, él cortó conmigo sin importarle nada, ni nuestros años juntos, nada. Me dejó para meterse entre las piernas de ella. Soy la ex-despechada en toda la tribu, me humilló enfrente de todos, no esperó siquiera a que aceptará que desde siempre me fue infiel... —explicó Leah con la voz contenida en ira, dolor, despecho y tristeza. Los músculos y venas que iban tensas en el cuello de la joven mujer, podían ser las claras evidencias de un dolor sin anestesia, sin justificación adecuada.
Leongina al escuchar aquello, por un momento se sintió reflejada en los ojos de la joven nativa, conectaron miradas y de entre tanta angustia, pudo conectar con la historia dicha en brevedad por ella, sintiendo la angustia y tristeza, la decepción en vida. Por lo que no pudo evitar preguntar:
—¿Y tu padre, que hizo?
—Dijo que... era lo mejor, q-que no podía hacer nada. Q-que era el destino de mi prima, estar a lado de Sam. ¡¿Cómo carajos él apoya más a ella que a mí!? —se queja Leah sin querer cediendo al dolor de aquel recuerdo.
Solo podía ver el dolor y compasión en su madre, pero ni su madre había hecho algo al respecto por ella. El Alfa Rock al verla romperse, quiso levantarse a limpiar las lágrimas, pero tan sólo se dedicó a pasar un pañuelo para aquellas lágrimas.
—Ten... La necesitas más que yo. —susurra respetuoso el Alfa.
Leah al ver aquello, acepta solo por reflejo pero aún no es del todo consciente como su cuerpo reacciona cuando ese Alfa está cerca suyo.
Bella mira bastante incrédula al escuchar como aquel padre había reaccionado ante tal desdicha de su hija, si por su lado le pasara algo similar, sabía perfectamente que Charlie agarraría el rifle y dejaba sin hijos al poco hombre que la hiriera con tal caradurez.
—Entonces no te explicaron nada. Ni siquiera una justificación necesaria para ti. —confirma sus sospechas Leongina, empezando a perder los estribos al sentir como su temperatura corporal empezaba a bajar. Se estaba empezando a enojar por la poca defensa familiar que los Quileute tenían, el egoísmo no era ni por asomo sano. —No le dijeron porque no ha despertado la magia, ¿verdad?
—Ella no lo despertará. Las mujeres de la tribu nunca lo han hecho. Y solo las que están en relación con nuestros guerreros son dignos y necesario de saber, la verdad. —dijo con tanta simpleza Harry, tanta tranquilidad que parecía empeorar la situación con la aparente tranquilidad en el Alfa Hembra.
—Segunda vez, segundo comentário machista. ¿Qué le hace creer que ella no será parte de ellos? Sólo porque no ha habido antes, no quiere decir que no habrá pronto. —defiende Bella empezando a sentirse incomoda ante los comentarios tan molestos.
Harry al sentirse nuevamente amenazado por Bella, que parece muy terça en proteger y velar por los derechos de la mujer, se encuentra cada vez más incomoda por cada palabra. Mientras que por su parte, también empieza a tener poca paciencia ante la Swan.
—He dicho lo que mis ancestros me han transferido en conocimiento. Las mujeres no lo despiertas, solo son buenas para ser amas de casa, dar hijos y... —dictamina Harry.
Sue Baja la cabeza avergonzada por la actitud de su esposo, pero no podía hacer nada porque estaba bajo su yugo, y era el padre de su familia. Mientras que Bella se siente bastante molesta con la sensación de impotencia al ver aquella escena.
Bella prefirió callarse, porque realmente no sabía cómo encarar la situación, pero le daba bastante coraje ver cómo aquella familia parecía tener como culto máximo al machismo, al menos así lo sentía, capaz que no lo fuera.
—Senior Quil Ateara, explíqueme que pasó realmente con el caso de Sam Uley, es hora que la señorita Leah sepa la verdad, es parte nosotros. —ordena pasivamente el Alfa Hembra.
—Sam Uley a próximas semanas de su propuesta de matrimonio con Leah, despertó el gen de nuestros protectores. Una semana después, encontró a su impronta en Emily Young, su Unión fue instantánea debido a que, el hijo de Billy Black debería haber sido el primero en despertar gen por su sangre Black. Pero aún es joven, y para que tenga mejor rendimiento, exigimos a nuestro Alfa tener a su impronta. Nuestros lobos no pueden estar alejados de su impronta una vez que las encuentran. —explica el viejo de cabellera grisacea blanca.
—Artículo 25. Leyes de la manada Ginonix, en Forks. Todo Alfa que encuentre su impronta no deberá instantáneamente contraer unión, si ya antes ha contraído relaciones sin esperar a su pareja destinada. —recitó el beta Jonas con ferviente lealtad. —Han infligido la ley, no por ser nativos Quileute, serán exentos del castigo, son descendientes de los lobos y por ende, están bajo nuestras reglas.
Bella al escuchar aquello se sorprende, e inconscientemente se pregunta a sí misma: «¿Leona la habrá esperado también así a ella? ¿O... Tal vez ya ha tenido relación con alguien mas antes de ella?» le dolió pensar que así fuera, que su albina ya habría tenido con alguien relación de cualquier índole, ella seguía siendo virgen y su amor sabía que no era cualquier juego juvenil de cualquier humano común y corriente.
Elay al escuchar aquello tragó saliva, por algo existían las leyes, y el había roto esta con ella hace unas noches. Por lo que, temió por su vida al ser consciente de ello, sin embargo, Maxam no parecía estar con miedo ante el posible castigo.
—Disculpe... Pero que es: ¿impronta? —pregunta Leah bastante desorientada.
—Cómo verás, todos aquí hablan bastante de las leyendas de tu tribu. Por consiguiente, estás son reales, creeme es difícil de concebir pero es real, y los lobos guerreros existen. Por ende, el término que has escuchado es como esos se refieren a su alma gemela, su otra mitad, su pareja durante toda su vida, aunque... El término que me dijeron a mi es Luna, no impronta. —responde Bella tratando de ser útil.
—No nos quieras comparar, nosotros no somos como los lobos de invierno. —gruñe creyéndose mejor Harry. Logrando que Leah lo mire con confusión al ver aquello en su padre.
—Usted no es más que ellos, todos son iguales. No entiendo porque se cree con el valor máximo... —empieza a encarar ya cansada Bella ante las palabras del Señor Clearwater.
Sin embargo, Leongina interfiere, su mano se acomoda en el hombro de su castaña favorita.
—Tranquila, querida Luna. Impronta se refiere a otros términos para la Reserva Quileute, así tal como: es la persona que está enlazada a un metamorfo de lobo, está puede elegir que quiere que le otorgue el lobo. Para la impronta el lobo puede ser: un amigo o confidente, un hermano, un protector, una pareja amorosa. —explica para ambas jóvenes dicha palabra con suma tranquilidad.
Entonces es allí cuando Leah se levanta como si alguien le hubiera pinchado en alguna parte del cuerpo, como un resorte encara a su padre.
—Quiere decir que... Todo este tiempo Sam era parte de aquel culto mítico, Emily es su impronta... Y decidieron por encima de ella y mi felicidad, que Sam fuera su pareja y no la mía. ¡SOIS UNOS EGOISTAS DE MIERDA! —reclama Leah totalmente enfurecida, enojada y molesta, sintiendo la sangre engullir bajo su piel.
Harry intenta volver a tener el poder sobre su hija levantándose también pero está vez para hacer entrar en razón a su hija, pero retrocede en cuanto ve cómo los humos salen de ella, y tras suyo nota como la albina lleva tras suyo a la joven Swan, protegiendola, todo tras una mirada de diversión digna del Rey del caos.
—¡Tú...! —iba a reclamar al Alfa, Harry, sin embargo, Leah le gruñó fuera de sí.
—¡Tú nunca me protegiste! ¡SIEMPRE PENSASTE EN LA TRIBU Y NO EN TU FAMILIA! ¡¿QUE CLASE DE PADRE ERES?! —le gruñe sintiendo la fiebre consumirla a tal grado que por un momento su pulso cardíaco vuela.
—¡Saint, llevala de aquí, ahora!—ordena el Alfa hembra.
El Alfa Saint sin mediar ni una frase en contra, agarra a su luna entre sus brazos llevándola fuera de la cabaña y poco después de salir a penas por la puerta se escucha el rompimiento de ropa y gruñidos totalmente irracionales. El enojo, decepción y molestia de Leah habían sido suficientes para marcar la conversión.
Sin embargo, tras aquello, el Alfa Rock Saint también se convirtió tras ella, para poder guiarla, importando le muy poco los que pudieran observarlos cerca. Solo le importaba su Luna y la calma de ella, sin importar que, ambos habían decidido sus caminos en ese extraño desenlace porque Leah Clearwater se había imprimado en Rock Saint, y el Alfa la había reconocido y aceptado en su manada tal y como deseaba.
—Usted sabía lo que pasaría, ¿verdad? —pregunta totalmente intranquilo Harry, al haber perdido completamente a su hija tras aquello. Así como también tan incrédulo tras la conversión.
Después de todo, su hija ya no estaba en la edad para despertar al gen, pero aún así había hecho la transformación.
—Mi querida Yin lo supondría, después de todo. Un dolor de traición, decepción no se pasa desapercibido y mucho menos si ustedes despiertan el gen tras los nervios a punta de piel. Por mi lado, solo le di más motivos para despertarlo. —afirma sin ningún remordimiento ni pena, Maxam.
Haciendo que Harry se tire encima para atacarlo perdiendo los estribos. Sin embargo, Jonas en un cerrar y abrir de ojos lo tiene acorralado al suelo, no le era conveniente que un nativo de la reserva despertara el enojo y sed de guerra del caos.
—¡Por favor, no lo lastimen! —súplica Sue, totalmente preocupada. Sabía que su marido estaba mal, pero aún lo quería pero nunca lo había amado como tal.
—Si vuelve a intentarlo, no los detendré. Se merece eso y más. —anuncia Bella totalmente seria. Ese señor que toda la vida había sido amigo de su padre, había querido atacar a su Leona, era obvio que no lo apoyaría con todo lo ya soportado.
—Creo que el tema principal ya está solucionado. Aunque me temo que haya más de un tema por arreglar con el Alfa Sam Uley, en cuanto, el Alfa Rock y su luna se recompongan, los estaré esperando a él, la impronta y todo el concejo en mi despacho. Le encantará debatir a mi concejo este tema, se que será así. Los veré el miércoles a mas tardar. —anuncia Leongina con total diplomacia.
Bella al escuchar aquello levanta la mirada para ver a su Leona que parecía bastante relajada a pesar que en todo el tiempo sentía que se estaba aguantando las ganas de atacar al señor de la cabaña.
—¿Leona?
—Ya nos iremos, querida Luna. Tenemos mucho por el cual descansar. Mas aún cuando ya hemos pasado todo el tiempo necesario aquí. —explica Leongina atrayendola a ella, mientras que nota como Elay se acerca a ambas.
Bella enseguida se apega a su albina, reclamando distancia por reflejo.
—Yo... De verdad te quiero pedir unas disculpas, Isabella. —dice Elay trás acercarse, aun cuando la mirada no estaba del todo enfocado a ella, sino que en Leona.
—Mirala a los ojos si vas a hacerlo bien, mocoso. —ordena Maxam.
Elay se tensa y a regañadientes lo hace, mirando a Bella, quien se incomoda ante la altura de 1,80 del rubio oxigenado.
—Lo siento. Siento haberte hecho tanto daño. Por favor, perdoneme. —dice Elay bajando la cabeza en sumisión.
Estaba claro que para Leongina no era un placer verlo así ante Bella, debido a que tenía sentimientos encontrados, el era su niño, su amante en otra vida pero era su soulmate en esta, mas no su pareja individual.
—Bien. Pero que no se repita. —acepta por llevar la fiesta por la paz, Bella. No quería decir que lo perdonaba totalmente, pero al menos por no hacer más drama a este asunto, se lo concedería por esta vez.
—Gracias Isabella. —dice Elay con alivio, sin embargo, en sus ojos una diversión oculta yace. —Por cierto, Querida Luna.
Bella lo ve con cierta confusión sin entender porque su humor cambió tan repentino tanto como para mirarla a los ojos.
—¿Que?
—Así como eres la Luna. ¿Te molesta si beso a Leongina en los labios por ti? Porque realmente es una lástima que aún no le hayas robado mil besos. —bromea a posta Elay, acercándose a Leongina fingiendo de que en realidad lo va a hacer.
Sin embargo, Bella se adelante, deshace del agarre de Leongina y empuja al rubio oxigenado lejos de los labios que por derecho son suyos, muy a pesar que no lo diga en voz alta. O los reclame como tal por vergüenza.
—Aléjate. —encara seria, Bella.
—Ulala, Nena, si que tienes agallas —sonríe encantado Elay.
Aunque era claro que, aquel empujón ni a una mosca hubiera hecho daño, pero hubiera sido lo suficiente con una acción para demostrar que las provocaciones harían efecto, y Elay hubiera seguido molestando a la Luna, sino fuera por la mirada de Maxam que lo martillaba.
—Avisad al alfa Rock de la reunión en cuanto se pueda. Ya nos marchamos. —dice Maxam sin ningún deseo más de estar allí, alzando a su luna entre sus brazos como si fuera una princesa. Logrando que Bella se siente sorprendida y avergonzada.
Y sin mas Elay queda varado en una especie de sujeta velas.
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━━━━━━hellou
¿Que les pareció el capítulo? Se lo esperaban esto?? Que creen que les pase a Sam y Emily? ¿Cómo creen que Leah reaccione ante todo este mundo nuevo?
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