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Al final de la clase de História, el profesor había dado la información acerca de la que sería la tutora de enseñarle la historia que cada residente del pueblo de Forks tenía inculcado desde pequeños niños, en la primaria y en la secundaria. Grande fue su sorpresa cuando el contacto y tarjeta que había obtenido del profesor, era el nombre de Yiara Klinsmann, nada más ni menos que su amiga desaparecida o bien de quien estaba desconectada desde lo que había pasado el sábado hasta este lunes, no había sido tanto pero si que se había sentido como una eternidad o tal vez de meses sin estar en contacto. Pensaba que era porque en un pequeño y corto período de tiempo le pasaban muchas cosas que debía reflexionar, y aceptar que estaban pasando. Después de todo era una simple humana sin ningún superpoder ni supernaturaleza.
//Para: Yiara K.
Hey... El profesor de Historia me encomendó a ti como tutora de un proyecto. Perdón por haber estado ausente...
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De: Yiara K.//
Hey tu. Descuida, en breve pasaré por tu clase, ya me avisaron.
★★★
Tras aquella corta conversación, ni bien pasaron 10 minutos en el que guardó su cuaderno y bolígrafos a la mochila, como también su celular en el bolsillo de su chamarra, al igual que haber salido de la ya deshabitada sala de clases, en el pasillo del lado izquierdo pudo ver como la albina de cabellos cortos venía despreocupada, y aparentemente no venía acompañada en esta situación de su actual pareja que, si bien hacía reflexión de este mundo, sentía curiosidad de saber si esa mujer que era su amiga actual también estaba metida en este mundo sobrenatural, la verdad que lo sospechaba desde que el mismo profesor la había puesto como tutora de la historia y proyecto que debía hacer para esa materia.
—Tienes suerte que estaba cerca, Bella. Dime... ¿En qué exactamente de la historia pareces no saber? —pregunta una vez llega a su lado, Yiara estaba casualmente bien vestida con una chaleco de cuero corto que solo llegaba hasta sus costilla dejando a ver su ajustada camiseta de mangas largas y cuello de cisne holgado color blanco, acompañado de unos jeans ajustados azul rasgado con unas botas de nieve color negro.
—Eh... Recientemente conseguí acceder al libro pero no me he leído toda la historia. Hoy comenzamos a profundizar los temas de las categorías de rango en el pueblo, o como era que lo habían dicho...—expresa Bella, algo confundida aún.
—¿Manada? Porque eso es lo que se envuelve la leyenda de los lobos del invierno, protectores de Forks. Porque entre lobos hay distintos tipos de manada, los exiliados, los solitarios y las manadas. Para comprender mejor los conceptos de la historia te recomiendo que averigües primero como es la naturaleza de un lobo, para así poder ir del concepto o conocimiento científico natural a lo antinatural. —comentó Yiara mientras caminaba ciertamente tensa cada vez se acercaba con Bella al final del pasillo principal para salir del Instituto al estacionamiento.
—Ah... Bueno, tiene lógica. —corresponde con ligera vergüenza, Bella no lo había pensado ni un momento en acudir a aquello. Solo había ido por la curiosidad directo al nido de lo sobrenatural. Pero eso es lo que siempre había visto tanto en libros, películas o situaciones de vida cotidiana de un ser humano, solo iban sin mucha información a buscar respuestas de manera imprudente, no todos claro, pero era un gran porcentaje de personas que eran imprudentes por la curiosidad las que iban directo a la duda sin investigar las bases lógicas del mismo. —¿Que tal... Tu fin de semana? —pregunta para aminorar su incomodidad ante el consejo de su 'tutora'.
Yiara de estar mirando al frente con cierta tensión en sus hombros, se gira ligeramente a ver a la castaña con una sonrisa burlona, además de la ceja alzada ante la pregunta casual.
—He estado con mi pareja, vagando. Esperando un mensaje de cierta señorita para buscar a la dichosa Leona, pero al parecer no fui requerida. Puesto que mi querida aqui amiga, presente y dispuesta lo consiguió de buenas a primeras o... ¿Me equivoco? —ladea la cabeza divertida Yiara.
El rubor sube rápidamente a las mejillas de la castaña. Bella al escuchar cada palabra, y de cierta forma dándole un empujón indirecto o bien, aceptación encubierta de poder preguntarle la duda que la invadía acerca de su amiga que ahora se estaba burlando de ella, no de mala forma pero que lograba avergonzar la por ser tan boba.
—Yo... Si. —titubeó sin poder evitarlo, mientras reforzada su agarre en la cuerda de su mochila colgada en su espalda. Sin embargo al empujar un poco la puerta de la salida, se aventuró a preguntar:— ¿Eres una protectora del invierno... También?
Yiara se detuvo a la misma par de la pregunta como la de la acción de empujar la puerta. Tanto porque había sentido la molestia y aroma fuerte de su alfa incrementar tras las puertas, dando a conocer que alguien había incomodado a Maxam en un período corto de tiempo e impacientado a Leongina. Por lo que debía prepararse para proteger de cualquier amenaza a la Luna, por si las dudas.
—Si. Pero tengo un rango diferente y poco conocido públicamente. Soy la guardiana del Alfa Hembra. Y Luca es mi compañero, mi mate. —explica tranquilamente, pero seria por la situación de afuera— Espero no te moleste que no haya podido ser sincera contigo, pero ya sabes, no era algo que podíamos revelar sin el permiso del Concejo.
Bella al escuchar aquello mucho antes de sentirse incomoda, dolida o enojada, se sintió reconfortada. Su amiga en verdad tenía una amistad con ella, la manera en la que se había justificado le era totalmente justo y necesario, porque después de todo empezaba a entender que cualquier secreto que el mundo sobrenatural fuera involucrado debía pasar por la obtención de un permiso abierto del Concejo secundario al poder. Le habían explicado y fueron muy cautelosos, tanto como para evitar tener tantos complejos inseguros en ella, le confesaban los motivos de porque ocultaban dicha información, era lógico y visto tan directamente los motivos de porqué el mundo sobrenatural se ocultaba de un mundo normal y corriente del que era la mortalidad humana.
Los chismes, la necesidad de contar y ser el centro de atención del mundo era el riesgo más peligroso ante todo quien pudiera escuchar y tener plan malévolo para usar en contra de cada quien que lo pudiera realizar. Después de todo, la curiosidad, la envidia y los celos, el poder, aveces hacían más habitual la pérdida de cordura y juicio en los humanos.
—Entonces... —empieza a decir Bella, tras un suspiro al salir de sus pensamientos encrucijados. — ¿que procede realizar? No entiendo bien porque quieren que sepa toda la historia. ¿Para que más me están preparando, Yia? —preguntó.
La albina de cabellos cortos la ve ahora directamente a los ojos, suavizando la mirada seria a una compasiva.
—Es simple. Para que te puedas desenvolver, agrupar, sentir parte de todo esto, para romper los secretos, para que puedas tener conocimiento y contacto con todos sin sentirte como un intruso al subir al lugar que te corresponde reclamar. Eres la próxima salvación de nuestro Alfa, y eres muy importante para que el mundo no caiga en una destrucción de la madre Tierra. Estamos en 2005, en 18 años se estipula por los ancestros que la Tierra traerá muertes incrementadas sin remedio alguno, todo por el descuido mundial de no haberla cuidado. No estamos muy seguros de que tipo de escarmiento vayamos a desatar pero tu Leona, mi Alfa tiene una misión muy importante que llevar a cabo. —explica con total sinceridad Yiara. —Es decir, formas parte de este mundo sobrenatural, de la vida del Alfa hembra, para que todos juntos evitemos el caos sobrenatural que se aproxima, mi querida amiga. —finaliza.
Bella se queda totalmente estupefacta al escuchar aquello, aquel número "18 años" parecían pocos pero también muchos, mucho tiempo como para preocuparse de lo que podría venir. Pero entendía que el miedo de todo ser, era extinguirse sin haber vivido lo que tanto deseaba. No sabía exactamente cuando años tendría en ese momento, ni que podría suceder para ser tan caótico como para que un peso tan pesado cayera en su mejor amiga y crush de niña. Pero ayudaría a todos lo mejor que ella pudiera hacer, después de todo no tenía ni cabeza ni fuerzas sobrenaturales capaces de saber si podría prometer la paz mundial. Nadie podía, o eso lo que creía.
Su cabeza estaba tan reflexiva que en cuanto salió por las puertas no se dio mi percató del ambiente tenso y sepulcral que había en el estacionamiento, a corde los demás alumnos salían de las salas de clases.
—¿Nos reunimos en casa para seguir con la tutoría? —pregunta Bella.
Yiara alza la ceja al ver cómo la Luna seguía siendo muy despreocupada por la vida como para sentir el ambiente, se notaba la juventud de los años. Más aún cuando, aquello le preguntaba la joven, y a unos metros se notaba perfectamente como la mujer albina de cabellos largos estaba ahorcando a uno de los Cullen, de manera muy amenazadora mente. Pero claro, para la castaña pasaba desapercibido aquello debido a que estaba totalmente centrada en Yiara.
—Eh. Si. Iré para seguir, aunque deberías ser menos despreocupada. —aconsejó Yiara.
Bella frunció el ceño, ante aquel comentario, despertandola del momento de reflexión que su cabeza empezaba a engullir. Empezando a sentir un ambiente pesado ceñirse encima de su cómoda respiración.
—¿Eh? —pregunta confundida—¿A qué te refieres?
—Mira a la Jefa. Y descúbrelo.
La castaña al escuchar el consejo corto y directo, baja las escaleras sin poder ver muy bien donde había dejado su viejo coche. Pero en cuanto se acerca puede ver y notar el ambiente tenso que hay entre su Leona y uno de los Cullen, si mal no recordaba según la presentación de Jessica, era... Alice Cullen.
Por lo que apresuró sus pasos, preocupada por su Leona, aunque al acercarse recién pudo sentir el ahogo de un malestar subir desde su pecho hasta la garganta, una sensación que ya la había envuelto la primera vez que Maxam se había incordiado con alguien, y ese alguien era el dichoso Elay. «¿qué había hecho, uno de los Cullen para molestarlo?» pensó fugazmente.
Sin embargo, apenas se acercó con la intención de preguntar qué estaba pasando, su Leongina la abrazó tan posesiva y llena de necesidad, viendo muy de reojo los ojos absolutamente puesto en el color dorado, confirmando que Maxam estaba totalmente al mando.
—¿Qué... pasó? —preguntó primeramente al sentir la respiración de la albina en el cuello, logrando causarle escalofrios en la piel.
Sin embargo, ninguno parecía responder, por lo que fue por lo más seguro. Preguntar a quien era la portadora del cuerpo físico. Su Leona. Porque al parecer Maxam aún estaba tratando de calmarse de algo que lo había alterado bastante.
—¿Q-que pasó Leona? —preguntó aturdida Bella.
—Empiezo a odiar haber accedido a que otras especies tengan clases presenciales en el instituto. —consigue la respuesta de la voz femenina, la cual denotaba totalmente la inquietud, sentía los latidos del corazón de su leona através de la garganta que estaba rozando su cuerpo en aquella posición íntima.
—¿Que ha pasado, Leona? Explicame mejor... —vuelve a pedir Bella.
Sin embargo, por un momento ve que del celeste que había vuelto por momentos se torna totalmente dorada y la voz que sale después deja totalmente atontada y aturdida a Bella con su pregunta:
—Si existiera la especie de vampiros inmortales. ¿Los elegirías a ellos antes que a nosotros? —dice Maxam con total miedo e inquietud, deseaba por lo que más quisiera escuchar una respuesta tan sólida y única provenir de aquellos labios que amaba a cada instante que pasara viéndolos.
La vergüenza, el aturdimiento ante el repetido escrutinio de pregunta no le dejaron siquiera responder debido al vacío mental que aquella pregunta realizó en su cabeza. Empezaba a creer que ninguno en este momento recorda-se que ella era una humana que si recibía mucha información de sopetón quedaría knock-out en mente. Por lo que, tras la mente en blanco, conectar su mente, recordar la pregunta y sentir como su corazón palpitaba ante un frenesí de preocupación ante el miedo e inquietud que la invadieron al ver tan pequeño al imponente Maxam, la devolvieron en sintonia tras unos 15 minutos.
Momento suficiente para torturar a ambos lados sobrenaturales, pero momento justo para romper de un tajo los problemas que estaban creandole a su lobo feroz.
—Eh... No. —dijo tras los minutos, aun aturdida pero abrazándola mientras le acaricia dulcemente el cabello y luego la mejilla a modo de consuelo para ambos—¿Porqué lo preguntas?
Maxam al escuchar aquello gruñó/ronroneó fuertemente desde el pecho que recorrió por toda la garganta haciendo temblar de una manera tan placentera al cuerpo de Bella que ante la sensación de excitacion desprevenida nunca antes sentida ni la sensación de felicidad que la embriagó a tal punto de ruborizarla por la mirada feliz de ambos en aquel cuerpo, fue tan grande que Bella pudo sentirse envuelta en un manto donde nadie estaba cerca y sólo estaban ellos dos. A tal punto que, no supo cómo enfrentarse a la sensación cálida, temblada y cosquilleante que la embargó en sus labios al mismo tiempo que pudo sentir el roce de la nariz de la albina contra la suya, como también las manos frescas pero cálidas de aquella mujer pálida en sus mejillas. La sensación tan feliz, pasional e infantilmente amoroso, que Maxam había decidido tener en aquel arrebato de un beso sin vuelta atrás, sin remedio ni daño alguno.
Solo los lobos pudieron ser capaces que del Clan Cullen un gruñido del cobrizo repercutió en molestia, agarrado por sus hermanos. Mientras que Alice se quedó estática mirando como su visión era más compleja y difícil para su hermano de sobrellevar. Había hecho que la vida de su hermano empeorase más de lo que él mismo hubiera podido hacer si se involucraba.
Porque el beso que la albina había dado a Isabella Swan daba varios resultados al público.
Por parte de los lobos: que su Alfa había reclamado a su Luna.
Por parte de los humanos: que Isabella Swan, la nueva era lesbiana.
Y por parte de los Cullen: que Isabella Swan había decidido su lado correcto al cual pertenecer.
Felicidad y regocijo invadió a Rosalie. Aquello lo sintió Jasper. Mientras que el resto estaba lidiando con un molesto Edward Cullen, la maldita albina había arruinado todos sus planes con Bella.
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