
III
Primera cita
Calum caminaba descalzo por el piso de madera, su espalda desnuda viajaba de aquí para allá por todo su departamento. Había pasado más de media hora desde que había enviado ese ridículo mensaje. Lo había releído mil veces, pero no fue hasta que lo dió a enter, que le pareció lo más estúpido que alguna vez había escrito.
El pobre había pasado días pensando en cómo conseguir una cita con esa chica que lo rechazaba una y otra vez. Le hubiera encantado mandarle un correo antes, pero en un error tonto había puesto a lavar el post it junto a su pantalón, y ahora el mail de la chica no era más que un borrón de tinta sobre un papelito rosa arrugado.
Así que ahora, enloquecía a su compañero de piso, que inútilmente le daba palabras de apoyo que solo enloquecían más y más a Calum.
— Hermano, por favor relájate. O tendré que calmarte de un golpe.
— Es que fue una idiotez Ash. La amenacé con su trabajo, por la calentura de una noche. Fue una estupidez. — Cal estaba alterado, avergonzado y arrepentido.
— Lo único estúpido aquí, eres tú. Es verdad, no tendrías que haber puesto en jaque su trabajo, peeero, lo que tienes por _____ (tn) no es una calentura de una noche. Nunca insistirías tanto en algo así. — Ashton habló con diversión, solo tenía ganas de picarlo un poco, molestarlo un rato.
— Cierra la boca, tú no entiendes nada. Solo es atractiva y me llama la atención. ¿No me digas que no es interesante? Pasar una noche con ella, cenar y eso, puede ser increíble.
— Repítelo una vez más, quizás te crea la próxima
— Eres un idiota Irwin. — El chico, sin pensarlo dos veces salió dando zancadas de la habitación, murmurando por lo bajo y dejando su móvil en el sofá.
— HEY! CALUM, TIENES UN MAIL NUEVO - Y con toda la velocidad que le permitía su cuerpo, Calum llegó hasta su amigo.
Corrió con sus dedos por la pantalla y con emoción abrió su casilla de correos e inició su lectura. Para el final del email, en sus labios había pintada una sonrisa. Ashton no tuvo que preguntar qué había ocurrido, con observar cómo se iluminaron los oscuros ojos de su amigo, supo que la chica había aceptado.
La noche siguiente Calum tenía cada detalle de la ciata planeado, pero ese control en su cronograma era lo opuesto al desorden de su mente. Llevaba minutos frente al espejo, cambiando de ropa una y otra vez, eligiendo algo decente de su closet.
— Amigo, ponte la estúpida camisa blanca y sal ahora mismo. O llegaras tarde — Dijo Ashton apareciendo por el marco de la puerta con una bolsa de frituras en la mano y una sonrisa burlona en el rostro.
— ¿La blanca, seguro? ¿la negra no es más informal? — Calum preguntó distraído con los botones de sus puños.
— Hey ¿qué ocurre, no íbamos a pedir pizza? — Luke pasaba por el pasillo y se unió a la conversación. — Hermano, ¿por qué tan formal?
— Saldrá con _______ (tn)
— WOW No puedo creer que haya aceptado — Le respondió Luke con sorpresa .
— Gracias por la confianza, Hemmings. — Escupió con furia el chico que aún decidía qué ponerse.
— No lo tomes a mal, solo creí que ______ (tn) era de las que se toman las cosas en serio. Sólo me sorprendió, no parece de las que follan a la primera. — Se defendió Luke con burla. — Además sería raro verla en su trabajo si la dejas mañana por la mañana
— Solo es una cena, Luke. No me veas como una mierda de persona, yo no voy a hacer nada que ella no quiera. — Calum salió indignado del lugar con la camisa negra y una cadenita dorada decorando su cuello.
— ¿Por qué dijistes eso, Luke? — Ashton susurró mientras veía la espalda de Cal desaparecer por el pasillo.
— _____ (tn) me cae bien. No quiero esté nerviosa cada vez que vea a Calum. Vamos a pasar tiempo con ella, y me agrada.
— Luke, creo que Calum va a ser quien se ponga nervioso la próxima vez que veamos a _____.
Y con ese último susurro a sus espaldas, Cal salió por la puerta en silenció, y en un suspiro se replanteó qué mierda estaba haciendo.
Condujo por la calles de la ciudad, nervioso y pensando qué decir y cómo actuar, pensando mil y un veces sus chistes. La idea era sencilla, ir a un restaurante en la zona alejada de la ciudad; un lugar exclusivo, donde sus empleados mantendrían la situación confidencial y donde la cena la haría deleitarse. Quería encontrarla y verla reír, recomendarle su plato favorito mientras hablan de tonterías sin sentido, verla con las mejillas enrojecidas por el alcohol y sentir su aliento cálido sobre sus labios. Pero al llegar, todos sus planes se arruinaron.
______(tn) estaba parada en la acera, cerca de la esquina, con un vestido floreado y una fina chaqueta de jean cubriendola del frío. El cabello sobre su rostro era su única defensa contra la orda de fotógrafos y periodistas que invadían la puerta del lugar y estaban desesperados por conseguir una foto de la gente sentada en las mesas. Calum maldijo cada reflejo de los flashes y la desesperación de los paparazzis.
Él sabía muy bien que no podría salir a verla así, sería exponerla frente al mundo y recibir un regaño de su manager. Sin dudarlo tomó su móvil y escribió un nuevo mensaje con su número de teléfono. Calum estaba sentado en su carro, con la mirada fija en la figura de la chica y tamborileando sus dedos en el tablero, desesperado porque ella lea la notificación.
Del otro lado de la calle, _______(tn) sintió que su bolsillo vibraba. Por fin, luego de diez minutos de espera, recibía una noticias de su cita, así que no dudó ni un segundo en agendar el contacto y en llamar a Calum.
— Hola, Hood. ¿todo bien? — Habló ella sobre el micrófono.
— Hey, lamento decirte que no. — Calum se sintió horrible al ver cómo la chica se decepcionaba. La desilusión era obvia en su rostro y cuerpo.
— Está bien, no te preocupes. Nos vemos en la oficina. — La chica comenzó a caminar hacia el final de la calle mientras suspiraba y escaneaba el lugar con su vista para encontrar un taxi que la lleve de nuevo a su casa.
— No, no. No quiero que te vayas. — Cal avanzó con su carro y pisó el freno justo frente a ella. Él bajó su ventanilla y la observó con dulzura para invitarla a subir. — Quiero salir contigo, pero no puedo meterme en ese lugar con tantos periodistas cerca. Si quieres, podemos hacer algo más.
Ambos cortaron la llamada y rieron por la patética escena.
— Tienes un plan B, Hood? — Dijo ella mientras se subía lentamente en el espacio del acompañante.
— Walsh, debo admitir que no... Mierda, siento tanto esto, en este lugar casi nunca permiten prensa, pero debe haber alguien que quiere ser visto.
— Hey, no te preocupes. Si quieres podemos buscar algún lugar diferente para ir. — Se atrevió a decir ella, mientras veía al pobre sufrir.
— ¿Tu departamento o el mío, son una opción? — La voz de Cal sonó burlona y atrevida
— Hood, estás haciendo que quiera bajarme y correr a la prensa solo para joderte... — En cambio la voz de ella fue amenazadora y seria.
— Entendí, Wlash. No te pongas así — El motor sonó y ocultó la risita divertida de ambos.
Recorrieron las calles, pero ningún lugar parecía una buena opción. Los bares dejaron de ser una opción por las multitudes, muchos restaurantes parecían demasiado familiares y en los que no había mucha gente, dudaban en en entrar por las medidas higiene de sus cocinas. Llevaban largos minutos gastando el tanque de gasolina y sin tener un plan en mente, hasta que la mirada de _______ (tn) se cruzó con el cartel iluminado de la cadena de comida rápida.
— Ok, me aburrí, detente ahora mismo — Cal se volteó sorprendido por la repentina intromisión de su acompañante y dejó el auto en medio de la calle con las luces intermitentes prendidas. — Estoy muriendo de hambre y las hamburguesas de este lugar, aunque puedan causar hipertensión y fomente la producción cancerígena de mis células, son comestibles y tienen un sabor adictivo. Voy a pedir dos hamburguesas, me esperas aquí y nos vemos en quince minutos. ¿Te parece bien?
Calum soltó un suspiro entre dientes y asintió con la cabeza, se movió sobre el asiento, para sacar su cartera, pero antes de poder extender el dinero, la chica corría entre las personas.
Estaba distraído, viendo cómo la falda de su vestido rebotaba dulcemente con el movimiento su trasero, cuando una bocina llamó su atención y lo obligó a volver a poner el auto en marcha nuevamente.
Dio un par de vueltas por las calles, cuando una gasolinera se cruzó en su camino y recordó la promesa de un vino y una noche ideal, así que como la segunda propuesta se le había escapado de las manos, entró al mercado para ir a comprar una botella de licor. No había ninguna de renombre, así que solo tomó la más cara y pasando su tarjeta por la maquinita, salió hacía su auto para buscar su cita.
Frente al local, volvió a encontrarse con ______ (tn). Ella estaba con la bolsita de cartón medio engrasada y con las bebidas en sus manos, intentando hacer equilibrio para buscar su móvil, pero la bocina de Calum, la salvó de tener que hacer la llamada.
Una vez que ambos estaban resguardados en la comodidad de los asientos del auto, tuvieron que pensar nuevamente en qué hacer.
— Yo solucioné la cena, llévanos a algún lugar para comer.
— Creí que lo haríamos aquí dentro.
— Por favor, Hood. Soy una chica con clase, llévame a algún lado, estaciona el auto y comamos sobre el capot de tu auto. Es nuestra primera cita, por favor, esfuérzate un poco. — Ambos rieron tontamente con diversión y cariño
— Me agrada tu idea, pero creo que prefiero cuando me llamas Calum...
— Solo cierra la boca y conduce, HOOD — Con el énfasis en su apellido, volvieron a recorrer la ciudad.
Minutos más tarde llegaron a un claro en medio del camino, con la vista de la ciudad a sus pies, pero con cientos de personas cerca.
— Creo que esta tampoco es una opción. — Dijo ella entre risas. Una risa dulce que hizo que Calum comenzara a sentir mucho más remordimiento por la desastrosa cita. — ¡Espera, allí, detrás de todo hay un camino, vamos!
En segundos llegaron a un lugar, increíblemente horrible. Las lucecitas doradas de la rutina nocturna de la ciudad ya no estaban cerca de ellos, y ahora debían conformarse con un farolito triste que tintineaba y una pared llena de grafitis, con insultos y dibujos sugerentes.
— Espero que no seas un artista de día y un asesino de mujeres por la noche... Porque realmente este es el mejor escenario. — La diversión bailaba en sus cuerdas vocales.
— Ahora que sabes mi plan, voy a tener que cancelar tu asesinato.
Entre risas salieron del auto, con la bolsa sucia y los vasos desacartables con el hielo casi derretido. Con la ayuda de Cal, _____ (tn) logró sentarse sobre el motor del auto. Así fue que entre mordiscos, servilletas y sorbitos, la conversación entre ellos se dió con completa naturalidad. Compartieron comentarios tontos, risas y algunos toques de manos tímidos.
— Ok, entiendo, eres de perros. ¿Pero no tienes mascotas? — Calum la observó divertido y bajó la mirada
— No, pero quiero adoptar a uno. Un perrito...
— ¿Tienes un nombre? — Cal la observó nervioso, dándole la razón con su mirada — ¡Obvio que tienes un nombre! Eres de los que piensa todo mil veces ¿no? — Ella jugueteaba con él, y adoraba verlo así de divertido
— Soy culpable, tienes razón, pienso siempre en él. Se llamará Duke. Y quiero que sea uno de esos perritos chiquitos, que los puedes llevar a todos lado... Pero necesito más tiempo libre, o una rutina más estable ¿Y tú piensas en mascotas?
— Quiero una gatita, pero para eso necesito mudarme. Ah y le pondría Isabella.
— ¿Isabella? ¿No es... demasiado formal para un gato?
— ¿Muy humano? — Cal asientió con vergüenza ante la pregunta de la chica. — Tienes razón, pero amo ese nombre, incluso se lo pondría a mi hija. Quizás es demasiado ¿no?
— No, es tierno. ¿Piensas en tener hijos y eso?
— Si, pero no. Algún día, pero ahora mismo o en los próximos años NO.
—¿Muchas responsabilidades? — Habla Cal mirando al cielo y empatizando con el sentimiento de ella.
— Es una parte, pero no es todo. Tengo muchos más planes a futuro y un niño lo arruinaría. Quiero viajar, seguir escribiendo, ya sabes.
Calum, recostado sobre su brazo y observando a la chica con dulzura, la invita a seguir hablando. La mirada tierna y oscura de él la llena de emociones, y juguetea con sus papas fritas y el ketchup.
— Bueno, ya sabes, Black Dot, la empresa para la que trabajo... Tiene más que la sección de entretenimiento y por más que ame trabajar para Ofelia, quiero unirme a otra sección, me urge salir de la prensa rosa
— ¿Por qué te metiste en el entretenimiento?
— Es algo extenso, pero long story short. Cuando apliqué para la pasantía en la revista, me aceptó Ofelia, la sección de deportes y la de economía. Y realmente entre mis opciones, la más divertida era hablar de los problemas de la gente rica. Sin embargo, siempre quise pertenecer a la sección de cultura, pero no aceptaban pasantes... Así que corrí a los brazos de Ofelia
Calum la observa, verla hablar con tanta esperanza e ilusión de su trabajo lo hipnotizaba. Para él se veía hermosa bajo la luz cálida del foco fúnebre, y con la mirada titilante. Así que motivado por conocer más de ella, siguió preguntando.
— ¿Qué estás esperando para cambiar a cultura?
— Primero, tengo que terminar la pasantía, recibir mi diploma y, finalmente, rogar por ser la empleada más joven de la sección. Ah y ni hablar de que Ofelia debería aceptar mi cambio, y me tengo que animar a dejarla.
— Parece que te quiere demasiado como para dejarte ir.
— No sé a quién le dolería más. En cuanto Leo tome la sucursal de Italia, Ofelia se quedará sola y eso me duele a mí. Sé que Ofelia quiere que tome el rol de Leonardo, pero quiero más de la vida, quiero conocer y aprender más. — _____ (tn) se sonrojó al ver cómo la mirada de Calum se clavaba en la suya. Feliz e incómoda por la situación, cambió de tema. — Es mi turno de interrogarte. ¿Qué se siente haber cumplido tus sueños antes de los 22?
—¿ Lo preguntas como periodista?
— No, cómo una chica que invitaste a salir y quiere conocerte. — Algo dentro de Cal se movió, fue una sensación incómoda, aterradora, pero extrañamente reconfortante.
— En ese caso.. Creo que es increíble, pero no esperaba toda lo que llegaría con la fama. Todo el mundo sabe cada cosa sobre ti, no tienes nada de privacidad, la gente no piensa que eres una persona y se acercan por su beneficio propio... Y sé que suena cómo un niño rico que se queja, pero ya ni sé qué es real.
Junto a la ráfaga de viento que removió sus cabellos, llegó la incomodidad. El dolor en la voz de Calum bailó en el viento.
— Peeero, debo admitir que también hay cosas buenas, como conocer a ardientes periodistas de revistas y salir con ellas porque las amenazas con su trabajo.
El comentario divertido de Cal rompió la tensión y los hizo reír a ambos.
— Por cierto, Hood. Yo cumplí mi parte de la promesa, y mi trabajo está salvado. Pero ... aunque haya tenido una comida inolvidable, te faltó el vino y eso es imperdonable Hood.
— Casi lo olvido. — Calum bajó del auto y corrió a buscar la botella. — Lo compré en una gasolinera mientras te esperaba, no sé qué tan bueno sea, pero al menos es un vino.
— Aww es un detalle hermoso. — Ella con risa y falsa ternura aceptó la botella y leyó la etiqueta. — No quiero ser pesimista, intento no serlo en general. ¿Pero cómo piensas abrirla en medio de la nada? Si tienes un destapador ahí dentro, Calum Hood, voy a jurarte mi amor eterno, pero si no, voy a burlarme de ti el resto de tu vida...
— Mierda... — El susurro de él fue lo único que se escuchó antes de que la risa de ella los rodeara y que ambos corearan la mala decisión de Calum. — Por dios, sabía que algo me faltaba.
— No te preocupes, Hood. La intención es lo que importa. — Lo consoló ella con unas palmaditas en el hombro.
— No, espera internet debe tener alguna respuesta — Calum miraba atento la pantalla de su celular hasta que encontró un tutorial que podría funcionar. — Okey, deja que me saque el zapato y... — Él saltó en un pie hasta el poste de luz y con la botella dentro esa caras zapatillas Nike, comenzó a golpear la madera con la suela para hacer salir el corcho.
— Hood, deja eso. Vas a causar un accidente.
— Por favor, _____ (tn), confía en mí. Está funcionando.
Y era verdad, el corcho estaba prácticamente afuera, con un tirón débil lo podrían haber quitado finalmente. Pero Calum tentó al destino dando un último golpe, que expulsó el tapón y empapo de vino a la chica.
— Mierda, ______ (tn) lo siento tanto. Mierda.
— Tranquilo Hood. Es la señal que necesitábamos para saber que esa botella de vino está de más. — Se carcajeó ella con delicadeza. — Quizás sea hora de volver, ¿no crees?
Para ella la propuesta era coherente. Al volver a su departamento, dejaría de tener ese asqueroso olor a uvas fermentadas sobre ella, pero para Calum esa idea se traducía a "metiste la pata, muy profundo y no tienes oportunidad de solucionarlo, la cagaste aún más."
— Hey, realmente lo siento. — La voz de Calum sonaba ronca.
— No te preocupes, solo quiero llegar a casa y sacarme esta cosa sucia. — Unas sonrisas incómodas y ambos volvieron al auto.
El trayecto estuvo lleno de comentarios cortos, susurros de la radio y el zumbido de la ventanilla baja. La incomodidad se sentó como otra pasajera más, pero ambos intentaban echarla, sin embargo todo sonaba tan falso y forzado que el ambiente solo empeoraba más y más. Minutos más tarde, las luces del auto iluminaron la puerta del edificio de _____ (tn) y ambos supieron que era la hora de la despedida.
— Hood...
— Deja de llamarme así, por favor. — Él sonó cansado
— Lo lamento Calum. Pero quería preguntarte si... Algún otro día podrías cumplir con la promesa del vino. Digo este lucía bien, pero ...
— Si! Digo, claro que sí. Me enseñaron a cumplir lo que prometo... Si
— Entonces, ¿En la semana te envío un mail?
— Ese solo lo uso con fines laborales, señorita Walsh. Creo que ya puede usar mi número personal... — El tono juguetón y sugestivo hizo sonrojar a la chica, que agradeció infinitamente la oscuridad del auto.
— En ese caso Cal, nos vemos. Recuerda el destapador. — Y con ese aviso y una sonrisa, corrió a su departamento. Dejando al chico alegre y entusiasmado en su auto.
_____
Hey! Esta parte sin duda está dedicado a la dulce Star, Una hermosa persona que me sigue y apoya en cada uno de mis escritos.
Y a ustedes que están leyendo ¡GRACIAS! Hay errores y cositas por mejorar, así que les agradezco que sigan por acá y lamento desde ya haberlos confundido con la mención de Rebecca en el primer capítulo. Ya está solucionado y espero no volver a cagarla.
- Lxs quiero, un beso enorme y muchos abrazos molestos
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