Capítulo 29
Después de terminar con toda la cosa de los exámenes ya estoy más relajada, la escuela sigue bien, pero mi vida es una completa mierda, estoy igual que con Nicolás, lo veía todos los malditos días. Así era ahora, solo que mucho peor, porque Nicolás no me buscó más hasta que me vio con Marcos, pero ahora a este último no lo entiendo, su actitud me está volviendo medio loca.
Sigo preguntándole a Liam como él sigue y me dice que ya hablo con sus padres, no sé si sea por eso el cambio, pero volvió a sentarse a mi lado en clase, yo que me había cambiado para no molestarlo y él lo hizo, traté de irme de nuevo, pensando que era que no quedaba vacío, pero él no me dejó, me dijo que me quedara.
Antes había agradecido las clases en las que estamos juntos, ya no, me duele verlo, se ha integrado, a veces hasta se sienta con nosotros, todos lo tratan cordial, porque yo se los pedí, ellos no lo hacían por mí, pero les dije que lo hicieran, él necesitaba compañía, algunas veces más lo vi con Ariadna, al parecer él ya se había olvidado por completo de mí, o a lo mejor no sentía tanto como yo por él, hubo una vez que me vio pero no me detuve seguí mi camino ya me había acostumbrado a verlos juntos.
Ahora estábamos todos en el comedor en un silencio casi aterrador, Saúl y Sofía de vez en cuando cruzaban miradas, ella las desviaba, no se la sostenía, esos aún no habían hablado, debería de dejar de lamentarme por mis cosas y ayudar a mis amigos, qué lo de ellos si tiene solución. Vi a Vero sentada junto a Liam, son una pareja hermosa, no le he contado aún lo del plan de aquel día que nos encontramos, ya se lo diré, alguien interrumpe mis pensamientos, y cuando veo es Marcos. Todos a mi lado me miran.
—Isabella—me llama Marcos.
—Dime—le respondo algo sorprendida.
— ¿Me puedes acompañar afuera? Necesito hablar contigo. —Dice y me sorprendo. Entre nosotros todo está dicho, me lo dejó muy claro, tanto que sus palabras las tengo grabadas en mi mente una por una.
—Ella no tiene nada que hablar contigo—dice Leo, por primera vez, sorprendiéndonos a todo.
—Sé que si ustedes me hablan, es porque ella se los pidió, pasé por un momento difícil que aunque lo sobrellevo y estoy mejor, tome decisiones de las cuales hoy me arrepiento— habla mientras me mira fijamente y en ese momento lo detengo.
—Vamos hablar Marcos, aquí nadie sabe nada, y quiero que así siga siendo—digo muy segura y levantándome de mi asiento.
El sigue detrás de mí, lo guio lejos de la multitud para que no nos molesten, cuando llegamos, me giro para verlo de frente.
—Te escucho.
— Gracias, de seguro no debe ser fácil esto, para mí tampoco lo es— lo interrumpo.
—Claro que no lo es, tú eras la persona que creí que duraría, pero ya veo que no, me dejaste, usando las peores palabras que salieron de tu boca, yo quería apoyarte en todo esto Marcos, pero tú no me dejaste, quería estar contigo en ese momento porque yo te quiero—hago una pausa—la persona que está junto a ti es en el malos y buenos momentos y tú no me dejaste hacerlo, me apartaste, veo que no sentiste mucho por mí, ¿Verdad?—Digo con dolor, las lágrimas están por salir, bajo mi cabeza y lo logro, cuando vuelvo a verlo, está sorprendido—tú seguiste y con quien, Ariadna, muy buena elección, ella es lo que yo nunca seré, me cambiaste rápido a solo tres semanas de haberme dejado, ¿Qué es lo quieres realmente?—Termine diciéndole.
—Pedirte perdón, lo siento, estaba tan dolido por todo lo que pasó, que me olvidé de todo, incluso de que estuviste ahí conmigo, que solo me abrazaste, me dejaste dormir sobre tu pecho—dice llorando, él si no hizo lo que yo.
—Te perdono— él me ve con los ojos abiertos—si lo sé, no creías que lo hiciera, te perdoné desde el primer momento, yo no sé guardar rencor, sólo una vez he albergado odio en mi corazón y no me llevo a nada bueno, dije que no lo haría de nuevo, yo te perdono, solo quiero saber si tú ya estás bien.
—En eso estoy, pronto lo estaré. — Dice.
—Me alegro por ti.
— Isabella yo quiero tener otra oportunidad—dice y ahora la sorprendida soy yo.
—¿ Qué?—digo, no yo debo de haber escuchado mal.— ¡Te has vuelto loco!, lo único que te puedo ofrecer es un trato cordial, porque ni siquiera amigos, —digo y me mira como si no se lo pudiera creer—yo no puedo ser amiga del chico que me gusta, y aunque arda de celos al verte con otras, sigue con tu vida, como hasta ahora lo has hecho, yo ya me cansé de sufrir, no permitiré que me vuelvan a lastimar, ya es la segunda y no pienso ir por la tercera, pensé que esto, —digo señalándonos—duraría, pensé que este sería mi vivieron felices por siempre, sé que fue ridículo de mi parte pensar algo como eso, pero veo que no, eso para mí no existe,—él niega con su cabeza— así que no me busques, si ya me olvidaste, puedes hacer lo que te pido.
Salgo corriendo, no me dirijo al comedor sino a cualquier otro lugar, y me echo a llorar, debo sacarlo todo ahora, veo mi reloj y faltan 15 minutos para entrar a clase, me calmo y voy a la mesa allí todos me ven con tristeza.
—Ustedes son mis amigos, les pido por favor que no me tengan lástima de nuevo, es lo único que necesito.
—Te apoyaremos—dice Leo.
—No lo necesito, esta vez no—digo y todos se sorprenden, —no seré más aquella chica del verano pasado. —Mire a Verónica y tenía lágrimas en sus ojos, me acerque a ella—Tranquila que yo estoy bien.
—No me mientas, que sé cuándo lo haces, —dice—esto es culpa de ese idiota. — Dice refiriéndose a Marcos.
—No lo es, todo terminó en bueno términos, no hagas nada contra él, pasa por un mal momento.
—Y tú qué, ¿Acaso no lo estás pasando peor? —Dice y niego.
—Cómo mismo supere a Nicolás, lo superare a él, solo que esta vez, no me tiraré a llorar a una cama, no lo haré—ella asintió no muy convencida—prométeme que no harás nada contra él, ni le dirás nada,—ella niega—por favor es lo único que te pido— suspira pero asiente.
Liam se levanta de la mesa, es normal, está en medio de todo por un lado la chica que es su novia y por otro su mejor amigo.
—Escúchame bien lo que te voy a decir Verónica.—Digo muy seria esta vez. No permitiré que eso pase—No quiero que pelees con Liam por mí, está en medio de esto por ti que eres mi amiga y por él que es su mejor amigo, no le hagas decidir, no quiero que tengas problemas, júramelo—ella sabe que nuestros juramentos no se pueden romper, es algo muy importante para nosotras, hacemos eso ridículo con las manos bajo la mirada de todos.
La tarde se fue relativamente rápido, más de lo que imaginé y realmente lo agradezco.
Llego a mi casa y todo está en silencio subo a mi cuarto y estoy tan cansada que tan pronto como toco mi cama me quedo dormida.
PVO Marcos.
No puedo creerlo, ¡¡ Soy un estúpido!! Con todas sus letras perdí a mi chica por idiota, estaba tan mal con lo de mis padres que no medí las consecuencias de lo que hice, ahora lo veo más claro que nunca, ¡Me pasé de la raya!
Estaba en mi cuarto y tocan a mi puerta, digo que pasen y cuando veo es mi madre, sí, a pesar de todo ella es mi madre y la amo.
—Hola mi amor, —me dice con cariño— ¿Cómo estás?
—Ahí voy ma—digo pensando en todo lo que está pasando con Isabella. No creí que las cosas con ellas terminaran así, yo la quiero, tuve que darme cuenta cuando la perdí.
—Hay algo que no me estas contando Marcos, dime ¿Qué es? Quiero que vuelvas a confiar en mí, mi vida— la abrazo, lo necesito, necesito saber que todo estará bien, que todo esto tiene solución y que no la perdí para siempre.
—Madre es Isabella—digo.
—Justamente te quería preguntar por ella, desde ese día no la he visto y me juro que vendría a verte todos los días. Esta chica no se parece a tu ex, dime que pasó para no sacar conclusiones precipitadas.
—Le prohibí la entrada a la casa. — Mi madre me ve con los ojos abiertos y eso hace que me sienta peor de lo que ya me siento.
— ¡Por Dios Marcos! ¡¿Por qué hiciste eso hijo mío?!
—No lo sé, yo estaba mal, aunque eso no me justifica, pero ahí no termina mamá, — hice una pausa, ella esperaba a que yo le dijera—la dejé, le dije que no la necesitaba.
— ¡Pero hijo! —Dice mi madre abriendo los ojos sin creerse lo que digo— ¡Por dios como le dices eso a esa niña! —Termina diciendo.
—Yo la quiero mamá y tuve que darme cuenta cuando la perdí. —Digo cabizbajo.
— ¿Cómo reaccionó? —Dice mi madre.
— Eso es lo que más me desconcierta, no me gritó, no me dijo nada cuando volví, se separó de mí en clase porque pensaba que me molestaba, ¿Puedes creerlo? Se burlaron de ella cuando supieron que la dejé por una cosa que le paso con otro chico, ella ha sufrido y vengo yo y hago lo mismo—digo jalándome del pelo al darme cuenta el daño que le hecho— ¿Sabes que es lo peor? Ella no me guarda rencor, fui a pedirle perdón y una oportunidad, me dijo que ella me había perdonado, me preguntó como estaba, ¿Puedes creerlo?, ¿Quién después de que le hacen lo que yo le hice pregunta si estoy bien?
—Esa chica tiene un corazón gigante mi amor, no la dejes ir, haz lo que nunca has hecho por una chica y ella volverá a ti—me dice mi madre.
— ¿Segura? —Digo con algo de esperanza.
—Completamente, —asegura mi madre— esa niña te quiere tanto o más que tú a ella. —Es entonces, cuando algo cruza por mi cabeza y sonrío, le encantará.
Después de un rato ya tengo la idea de lo que haré. Oigo la puerta de mi cuarto abrirse y veo a Liam molesto.
—Liam, ¿Qué pasa? —Digo al ver su cara. Tiene una mezcla de enojo y preocupación.
— ¡Y me preguntas! Hoy en la tarde no sé cómo verle la cara a Verónica, ¡Eso pasa! Está molesta contigo, su amiga está sufriendo por ti y yo me siento perdido. —Dice sentándose en la silla mirando a la nada.
—Tranquilo Liam, hablaré con ella. — Digo tratando de calmarlo.
— ¿Por qué hiciste eso con Isabella, Marcos? Porque de verdad que no puedo entenderte. Esa chica es increíble, no sé qué pasó por tu cabeza para dejarla como lo hiciste.
—Lo siento amigo, pero quiero recuperarla, espero que funcione, ¿Crees que todavía me quiere? —Liam se empieza a reír como si le estuviera haciendo una maldita broma y eso me molesta— ¿De qué te ríes idiota?
—Aquí el único idiota eres tú Marcos, ¿Sabes? Isabella desde ese día que la dejaste como lo hiciste ¿Sabes qué hizo? —Me pregunta y niego—Me llamó todos los días, para preguntarme como estabas, ella a pesar de toda la mierda que le echaste seguía preocupándose por ti, así que no dudes ni por un segundo que ella te quiere.
No me lo puedo creer, estoy sorprendido, aunque no debería, ella siempre lo hace, no pararé hasta que vuelva a mí.
QUE LES PARECIÓ EL CAPÍTULO,QUE CREEN QUE HARÁ MARCOS,A LO MEJOR NO TODOS ESTÁN DE ACUERDO CON QUE SEA ASÍ DE PACÍFICA Y SIN RENCORES,PERO ELLA ES ASÍ,ES SU PERSONALIDAD.VEREMOS QUE PASA.
BESITOS KYA.😘❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro