Capítulo 27
Cuando alzo la vista para ver con quien choqué me esperé a cualquiera, menos a esta persona que tenía ante mí.
—Isabella—me dice sin poder creerse que soy yo.
—La misma— digo desanimada.
— ¿Pasa algo? —Dice.
— No— digo al tiempo que río, no sé si es el karma, el destino o quien sabe, pero precisamente él tenía que aparecer, cuando fue él quien dijo que con Marcos no resultaría, aunque de forma indirecta.
— Me estas mintiendo, lo sé, suéltalo.
— No tengo ganas de hablar— digo.
— ¿Qué quieres hacer entonces? — Me dice.
— Perderme—es lo único que digo.
— ¿A dónde?
— A un lugar donde deje de sentirme como me siento—digo.
— ¿Puedo ayudarte en algo?
—No, gracias—digo sonriéndole.
— ¿Por qué sonríes? —Dice.
— Es raro creí que cuando volviera a cruzar palabra contigo seria en otro contexto, tengo mucho que hablar contigo, pero ahora no tengo mente mi fuerza para ello.
— No pasa nada, otro día. Me dejas llevarte a tu casa, solo asentí, no tenía ganas de nada.
Llegamos a mi casa y antes de bajarme, hablé.
— Gracias, eres la última persona que creí que me encontraría, gracias por todo Saúl— le digo con toda la sinceridad del mundo. Él me sonríe.
— Pienso igual, pero no te preocupes, todo estará bien—dice él.
—Sé que no es el momento, pero espero que este haya sido el inicio para recuperar nuestra amistad, eres mi amigo y yo soy la tuya, aunque tu creas...— pone un dedo sobre mis labios sabiendo lo que iba a decir.
— No te preocupes ya ese tiempo pasó, me di cuenta que tenías razón, estaba confundiendo mis sentimientos por ti, solo quería pedirte perdón por todo lo que pasó ese día. — Me dice y sé que es sincero, me alegra que se haya dado cuenta por sí mismo de su error, y aunque no sea el momento tendré la pequeña charla con él ahora.
— ¿Te parece que vayamos algún lugar tranquilo? Quiero hablar seriamente contigo,— él me mira sin entenderme, al parecer para él, ya todo está en su sitio y está muy equivocado y finalmente digo—Sofía—en cuanto menciono su nombre él parece asombrado, de seguro no se imagina que lo sé todo, pero bueno, vamos al punto—vamos. — Asiente sin decir una palabra.
Llegamos a una cafetería que está bastante vacía escogemos una de las mesas más alejadas del resto y de la barra, pedimos y cuando nos llegó el pedido a la mesa Saúl me miraba esperando que comenzará la hablar y así lo hice.
—Sé todo lo que paso con ella—quiso interrumpirme pero no se lo permití y seguí—déjame hablar después lo harás tú, aunque no sé qué justificación me vas a dar para explicarme por qué la trataste como lo hiciste— el asintió sin estar del todo seguro— no te voy a relatar los hechos, porque sé que los conoces al pie de la letra, lo que quiero es que respondas a mi preguntas, una a una, y sin mentirme, porque sé cuándo lo haces— suspiro pero asintió nuevamente—bien la primera, ¿Por qué mierdas actuaste como todo un troglodita en esa fiestas cuando la viste con el otro bailando?—A pesar de que le dije que lo es todo no me creyó, pero ya lo hará a medida que le haga las preguntas.
—No lo sé,—lo miro como diciéndole a otro con ese cuento, se da cuenta y continúa— no es serio, ni idea, cuando nos besamos la primera vez sentí algo— me veía como esperando sorpresa de mi parte y al no encontrarla suspiró y siguió— pues creo que me molestó verla con otro— y ahí está la respuesta que yo estaba esperando. Sonrió vamos avanzando, pero despacito, pasito a pasito como la canción, aunque ya paso a la historia. — ¿Por qué te ríes? —Me pregunta.
— Porque las respuestas a mis preguntas yo me las sé, te conozco bien Saúl, pero sigamos— me mira, pero digo mi siguiente pregunta. —¿Por qué después de que le formaste todo el espectáculo que hiciste? — Me mira haciéndose el desentendido—quieres que te cuente a lujo de detalles desde que la separaste del chico cuando dijiste que era tu novia, ¿Quieres que siga? — Él niega— ¿Por qué la volviste a besar si habías dicho que el primer beso fue un error?
— Un impulso, me dio en ese momento, me puse...— Hace una pausa y aprieta el puño, pude verlo.
— Te pusiste celoso—termino la frase por él— no lo niegues, que lo sé, estas celoso, porque a ti la que te gusta es Sofía, no yo. — Digo muy segura de lo que estoy diciendo.
— Yo, yo...No sé, estoy confundido, pero tienes razón estoy celoso, no soporto verla con otro. —Dice suspirando.
— ¿Por qué la ofendiste de esa manera Saúl?, Tú no eres de eso, ¿Tienes una maldita idea de cómo se sintió cuando la llamaste como lo hiciste? — Dije.
— Cuando desperté no lo podía creer lo que había pasado, y no pensé en nada de eso, no me arrepentía, pero no quería que fuera así— lo mire esta vez yo sin entender, él suspiro y dijo— nuestra primera vez, no debió ser así, yo no recuerdo nada de lo que paso, nada lo único que sé es que estaba allí y la vi, de ahí todo está en blanco, después de eso desperté con ella a mi lado, puedes creer que no recuerde nada de ese momento, esta fue la primera vez que quería que algo se quedara en mi memoria y no fue así.
— ¿Por qué te alejaste de ella?, No la dejaste decirte al menos hasta donde ella recuerda— le preguntó.
— Tenía rabia,—le mire como diciéndole y eso que mierda importa— no por ella si no por mí, no sabía cómo mirarle a la cara, hasta que ella se apartó de mí, lo más seguro es que me odie— dice y aunque no sea así no se lo diré, llámenme mala y todo lo que quieran, pero ahora le toca a él sufrir un poquito y beber de su propia medicina.
—Fíjate si estuvo mal, todo, que ella tuvo un retraso— abrió los ojos como platos sin podérselo creer.
— ¿Qué estás diciendo? Maldita sea— dice al tiempo que da en la mesa con el puño cerrado causando que la dependienta lo regañe, me disculpo por él y todo su mano, para controlarlo. — ¿Qué paso?¡¡Dime todo Isabella!
— Tranquilo, solo se quedó en el susto, solo fue eso un retraso, pero oigan, que calentura la de ustedes que se les olvido el jodido condón, — él me mira y comienza a reír al tiempo que niega, venga vamos una bromita para eliminar un poco la tensión —pero bueno, aquí viene la pregunta más importante— vuelve su atención a mí— ¿Qué es lo quieres hacer ahora con respecto a ella?
—No lo sé. — Lo miro molesta—Ella me gusta, tuve que darme cuentas muy tarde, aunque en el fondo creo que sabía, solo no quería aceptarlo, eso me decía Leo— ahora la sorprendida soy yo, él me ve entendiendo lo que pienso—sí, aquel día, cuando ella fue por su comida ella misma, él sabía que pasaba algo y le conté, me dijo lo mismo que tú que no debía de haberla tratado así, ¿Qué hago ahora?— Dice y me echo a reír bajito, joder nunca creí escuchar esto de mi querido amigo Saúl aquí presente—¡¡No te burles de mí!!,¡Maldición Isabella!—Dijo molesto, la mujer en la barra nos volvió a mirar, otra y nos sacan del local.
—Hey, ya cálmate que con tu actitud nos van a sacar a patadas de aquí—digo seria.
— ¿Me vas a echar una mano? —Dice y sonrió para mí, puf esto va a estar buenísimo, y así menos olvido un poco de mí, ayudando a mis amigos a tener su vivieron felices y comieron perdices, que yo, por desgracia para mí, no lo voy a tener.
— Si Saúl, primero que nada y muy importante, no la puedes tratar como a las chicas que te tiras cada semana, porque eso la va a hacer sentirse una más y tú no quieres eso ¿Verdad? — Me mira y asiente— esta demás decir que se acabó eso de una cada semana, tiene que ser la única que este aquí-digo señalando con mi dedo su mente—y aquí—digo dando una palmada en su corazón.
—No te preocupes, desde esa noche, no he estado con nadie más— vaya ese si no me la esperaba.
— ¿Estás en abstinencia? — Le pregunto y él ríe, ¿Por qué le da tanta gracia?
—No, pero después de eso, cada vez que quería...—Hace una pausa como si le costara— cuando estaba a solas con una chica, me acordaba de ella y no podía, pensaba que la estaba traicionando— esto si me sorprende, o mi querida amiga se pondrá feliz cuando lo sepa, venga que los voy a ayudar a los dos, pero más a Sofí, Saúl tiene que sufrir un poquito.
—Ponte a ver películas románticas, —lo deje mudo, hombres, no entienden un carajo, —para que aprendas a cortejarla— él abre los ojos—pues si machote, ya sabes las flores, los bombones, la cartita romántica.
— ¿De veras tengo que hacer eso? —Dice y asiento como diciéndole que es la única salida, oh, mierda que bueno va a estar esto. — Bueno de acuerdo.
Hablamos un poco más del tema, yo mientras lo hacía maquine un poquito en mi cabeza, venga que los voy ayudar a los dos, pero no lo sabrán, será divertido.
POR HOY CREO QUE NO SUBIRÉ NINGÚN CAPÍTULO MÁS. PIDO DISCULPAS PARA LOS QUE SE QUEDARON A MEDIA EN LA LECTURA PERO LES ASEGURO QUE LA DISFRUTARÁN MÁS GRACIAS A LOS ARREGLOS. QUIZÁ EN LA NOCHE SUBA DOS MÁS PERO NO PROMETO NADA.
BESITOS KYA
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