Luego de haber pasado un día maravilloso con él, sin contar el momento tan desagradable con Saúl el resto estuvo perfecto, luego de eso montamos el resto de las atracciones y ya cuando estaba entrando la noche me llevo a cenar al mismo restaurante que llevamos a cabo el plan me dijo que le gustaba la comida de ahí.

Tras la cena, me dejo en mi casa, se nos hizo bastante tarde eran pasadas de las 11pm, pero eso no tiene importancia a nadie le importa nada en lo que a mi refiere, y no es por ser dramática es la verdad, hace mucho que no cruzo palabra con mis padres y si a ellos yo no les intereso a mí tampoco me va a importar nada y mi hermano últimamente anda perdido.

Cuando se estaciona me abre la puerta del auto para ayudarme a bajar y ninguno de los dos sabe que decir.

— ¿Puede haber segunda vez? —Me dice.

— Claro que sí, estoy ansiosa por conocer ese lugar que me dijiste que no me llevaste hoy— le digo con total sinceridad.

— Que curiosa eres Bella, — me dice y en ese momento me recuerdo de su último mensaje y no se lo pregunte durante el día.

— Se me olvido volvértelo a preguntar hoy, me acabo de acordar porque me llamaste Bella, ¿Por qué solo me llamas así cuando estamos solos? —Le digo.

— Porque sé que hay alguna razón para que se lo hayas prohibidos a tus amigos y a mí me lo permitas, aún no me lo has dicho y espero pacientemente a que ese momento llegue— vaya que considerado de su parte.

—Yo también espero algún día poder contártelo— le digo sinceramente, porque la verdad si quiero decírselo.

Nos miramos durante un rato que se me hace una eternidad porque mi mira de una manera tan profunda como si quisiera atravesarme con la mirada, como  si quisiera ver lo que escondo por dentro solo con una mirada y sentir lo que estoy sintiendo, es algo que no puedo explicar, no lo sé, quisiera que su mirada lo pudiera ver todo para así evitar tener que contarle una historia que no tuvo el "felices para siempre", levanto mi vista que no me había dado cuenta que estaba en el suelo y nuestras miradas se conectan en ese instante.

Lo veo que se va acercando a mi cada vez más y más cerca y creo que me va a besaron dios si, bésame, y en eso me acuerdo de la canción del cangrejo de Ariel para que el príncipe la besara será igual ahora que algo en su cabeza le está diciendo que me bese, vamos bésame veo que se sigue acercando y cierro mis ojos y entonces que pasa.

Pues que me besa, pero en la mejilla y yo abro mis ojos decepcionada, si bastante, pero bueno todo pasa por algo y si no pasó ahora pues por algo será ¿No creen?

El me ve y sonríe y yo pues que voy hacer más que responderle de la misma manera.

— Nos vemos en clase Bella— me dice y se va.

Luego de que mi príncipe no azul se vaya en su noble corcel— el sarcasmo presente— la princesa Bella se retira a sus aposentos, rebusco mi bolso mis llaves hasta que logro encontrarlas, al abrir la puerta todo está oscuro, pero una vez que pongo un pie en la sala para ir directo a mi cuarto la luz se enciende y dos pares de ojos me están mirando, y cuando veo son mis padres, estoy sorprendida realmente hace tiempo que no les veía la cara.

— ¿Qué horas son estas de llegar a la casa Isabella? —Me dice mi adorada madre y yo que hago pues suelto una carcajada, pero con que moral se le ocurre ponerse a pedirme explicaciones.

— ¿De qué te ríes Bella? —Esta vez habla mi padre, pero en tono de que está enfadado y me vale y sigo riendo ellos me ven con cara de que me pasa.

— ¿Quiénes se creen ustedes para pedirme explicaciones? Hace mucho tiempo deje de darlas, hace tiempo, cuando mi familia dejo de interesarse por mí, así que no vengan ahora a pedirme cuentas, que para que lo sepan, no les voy a dar. —Digo al tiempo que volteo para ir hacia mi cuarto pero mi madre me toma del brazo para evitar que me vaya.

—Pero, ¿Qué te pasa? ¡Suéltame! —Le digo al tiempo que me suelto abruptamente de su agarre.

—No nos faltes al respeto somos tus padres y claro que nos debes todas y cuantas explicaciones queramos.— Dice mi padre, pero ellos se están escuchando la verdad es que están perdiendo el poco sentido común que les queda.

— ¡¡Me vale que sean mis padres solo cuando les conviene serlo!! ¿Acaso han sido mis padres el curso pasado cuando más te necesitaba mamá?, —Digo al tiempo que la miro — ¿O cuando necesitaba tus palabras de aliento papá? —Lo miro— ¿Creen que han estado para mí cuando los he necesitado? ¡No! Hace dos años y medio, que mis padres se olvidaron de mi existencia para preocuparse más por cuál sería el motivo de una nueva pelea cada día, no les importo nada más que eso, ¿Acaso se pusieron a pensar en mi cuando se gritaban toda clase de estupideces? Cada pelea era por una estupidez distinta, cuantas veces les dije, cuando comenzó todo este problema que se separaran, me dolería, claro que sí, nadie quiere ver a sus padres separados, pero es preferible verlos por separado que escuchar todos los días sus discusiones sin sentido, alguna vez se pararon a pensar como me sentía escuchándolos o como se sentía Axel que además también se alejó de mí en ese momento—y como si lo hubiera invocado aparece con el semblante oscuro, me acerco y a él y huele a alcohol, ¡Es en serio!  De nuevo volvimos a las andadas—ven, — les digo a mis padres —tampoco estuvieron para él en el momento que la estúpida de Miriam lo destrozo cuando los encontró con su amigo— volteo a ver a mi hermano que parece alma en pena y no sé por qué.

— Axel, ¿Qué ocurre?,¿Por qué estas así? — Le pregunto quiero saber el motivo de todo esto.

—Ya se la verdad ¿Porque me ocultaste Isabella? Joder eres mi hermanita pequeña, —pero, ¿De qué habla ahora? Esta como una cabra.

—Pero nene ¿De que estas hablando, Axel? —Le reitero nuevamente.

— De lo que te hizo el imbécil de tu ex-novio Isabella, — mi rostro se vuelve pálido— como no me dijiste que ese imbécil se burló de ti frente a todo el instituto y mi novia, MÍ NOVIA, también se burló de ti, ¿Por qué no me lo dijiste nena? Debió ser horrible para ti verla conmigo Isabella, me siento tan culpable.

— Ya, ya callate, por amor de dios, no sigas— digo con lágrimas en mis ojos ahora mis padres han escuchado todo esto ¿Por qué? Dios mío no quería que lo supieran no quería que supieran que fui el hazmerreír del instituto por casi un mes que jugaron conmigo y todos lo sabían menos yo, no se puede ser esto no me está ocurriendo a mí.

— Axel deberías subir a descansar estas muy tomado, mañana hablas con tu hermana— le dice mi madre con algunas lágrimas en sus ojos, siempre fue su príncipe sé que no le gusta verlo así con tanto dolor.

—No Isabella, hermanita,  perdóname—dice cuando mi padre lo agarra para llevárselo a su cuarto a darse una ducha y a dormir.

—No tengo nada que perdonarte Axel, nada de lo que ocurrió fue tu culpa hermano. Mañana hablamos— le digo y me quedo a solas con mi madre.

— Hija, yo...— la paro, no quiero su lástima ya tuve suficiente.

— No quiero tu lástima madre, suficiente ya tuve durante ese tiempo. Haz de cuenta que no sabes nada— me voy a mi cuarto, dios ¿Por qué un día tan bonito tiene que terminar así?

A la mañana siguiente me levanto con un dolor de cabeza descomunal, eso es de llorar.

Me hago persona y salgo de mi cuarto al de mi hermano necesito que hablemos debe de haber dejado a Luciana.

Pero cuando llego él no está solo mis padres están sentados junto a él y mi madre lo abraza cuantas veces necesite algo como eso, me giro con la intención de salir, pero mi padre me agarra y me pega a su pecho para abrazarme y ahí rompo a llorar de nuevo, le correspondo a su abrazo cuanto lo necesitaba. Él me carga y va hacia la cama y como hacia cuando era niña y me daba me puso en su regazo esta vez más fuerte para que lo sintiera, para que supiera que no estaba sola.

— Ya mi niña, todo estará bien— me dice mientras pasa su mano por mi cabello, cuanto extrañaba todo esto.

Luego de un rato que los cuatro estamos más calmados, soy la primera en hablar.

—Axel— digo llamando su atención—nene, tranquilo, no te dije nada precisamente por esto, no quería que te pusieras así ¿Que paso con Luciana? — Le pregunto.

— ¿Cómo me preguntas por ella?, por supuesto que la mande a volar, esa chica que yo conozco no es más queda una falsedad. —Dice y mis ojos se abren ante la frialdad de sus palabras.

—Axel, yo no le guardo rencor a Luciana, ella y yo ahora nos llevamos bien ella me pidió— no sigo porque me interrumpe.

— No quiero volver a escuchar su nombre en donde yo este— dice con mucha seguridad.

— Axel, entra en razón hermano, tú quieres a esa chica no la dejes ir por esas tonterías, ella no es Miriam— le digo.

— ¿Tonterías? —Dice sorprendido por como he catalogado lo que me hicieron— ¿Cómo me dices que son tonterías? Por supuesto que no y sí, es idéntica a Miriam que supo engañarme también.

—No, ella no te ha engañado— le digo.

— Me da igual, no pienso volver con ella.

— Te arrepentirás de lo que estás haciendo Axel— le digo.

Me levanto, salgo corriendo y solo cojo el móvil que está recién cargado, aún no lo prendo, en cuanto lo hago, me sorprende ver que tengo más de 10 llamadas perdidas de Verónica ,2 mensajes de voz una de Vero y otra de Beth, en mi vida he tenido tantos.

Entonces como si mis manos tuvieran vida propia van directamente hacia ese número, no busca otro.

Da tres timbres y responde.

—Te necesito por favor, ¿Puedes pasar por mí a mi casa?  No sé qué me llevó a llamarlo, solo sabía que lo necesitaba para que me hiciera olvidar durante un tiempo todo esto.

—Tranquila Isabella en cinco minutos estoy allí, tranquila nena— cuelga. Como dijo llegó en cinco minutos y me subí sin esperar a que se bajara.

— Llévame a donde sea, un lugar que me haga olvidar. —  solo arranca el auto.

Oh, que capítulo más duro, pronto el agua volverá a su cauce en esta familia, pero eso será poquito a poco, que les parece, les está gustando la historia
Besitos kya ❤😘