La jornada del viernes ha terminado, y tengo que admitir que estoy malditamente nerviosa, no sé qué esperar de mañana, Vero me ha notado bien extraña durante el día, pero no ha dicho nada, sabe que algo me pasa, pero lo bueno es que no me ha preguntado nada, y es mejor así porque no sabría que decirle, no creo que sea conveniente decirle lo de mi cita con Marcos porque entonces no se calla y que si esto o lo otro y no.

Esta tarde íbamos camino a mi casa junto a Vero que la voy ayudar con una tarea de ciencias que esta sencilla, pero la niña de exagerada que es dice esta dificilísima, al llegar en mi casa no hay nadie y eso últimamente es muy normal, además de extraño, este último mes no sé qué pasa con mis padres, los he visto llegar juntos bastante tarde en dos ocasiones y eso me está llevando a pensar muchas cosas y cada una más imposible que la anterior, pero bueno llegando Vero sube directo a mi cuarto y yo voy a la cocina y sirvo unos jugos y tostadas con Nutella.

Subo la bandeja y Verónica esta en mi escritorio y me ve de forma muy extraña.

—¿Por qué me estás viendo así? —Le digo.

—Porque tú y yo tenemos una conversación pendiente, que tendremos ahora mismo— pero ahora ¿De qué está hablando?

— ¿De qué hablas? — No entiendo nada—No lo pillo nena, así que dime.

— Hablo de lo que vimos el otro día, quiero que ahora mismo me expliques que diablos hace la estúpida de Luciana con tu hermano y más de la mano, acaso haz olvidado que ella era una de...

—Lo sé, lo sé, Verónica no tienes que recordarme que ella es una de las que se burló de mi cuando Nicolás termino conmigo y me grito todo lo que me dijo que todo fue mentira que solo fue un juego, sé muy bien cada una de las personas que estaban ahí, no necesito que me lo recuerdes— digo interrumpiéndola y algunas lágrimas resbalan por mi mejilla, ella al verme,  cambia el semblante, ahora es más relajado.

— Perdón, perdón, no quería que te pusieras así perdónameles que no entiendo, ¿Tú hermano sabe lo que te hizo? — Me pregunta.

— Claro que no lo sabe, ni lo sabrá por mí tampoco, quiero evitarle ese dolor Vero, la primera vez que los vi—digo al tiempo que me acuerdo de ese día que vergüenza— no lo podía creer, pero después de que me contara como se sentía, está feliz Verónica, después de lo que le hizo estúpida de Miriam él se vino abajo y esta chica lo hizo sonreír de nuevo, le dio todo lo que necesitaba, amor, le dio el amor que aquí le ha faltado a raíz de eso él y yo hemos vuelto a tener una relación de hermanos.

— ¿Y si se entera Isabella? ¿Sabes cómo se va a poner cuando se entere que se lo ocultaste? —Lo sé, por eso quiero evitarlo a toda costa.

—Lo sé, sé que pondrá el grito en el cielo, pero tratare de evitarlo tanto como me sea posible.

Luego de esa conversación tan atormentante para mí, la ayude hacer su trabajo el cual resuelto que lo hizo sola en cuanto me di cuenta me dijo que solo me dijo que la ayudara para hablar sobre Axel y Luciana.

Tras terminar se va a casa y yo sigo sola Axel no llego a cenar, cosa que me extraño ya que desde que volvimos hablarnos siempre venía acompañarme a cenar, de mis padres no me extraña, pero termino cenando sola.

Cuando ya estoy en mi cuarto me es imposible dormir pensando en Marcos, ¿A dónde me llevará?, y en ese instante como si lo hubiera invocado mi celular suena indicándome un mensaje.

Te puedo recoger mañana a las 11am.Marcos

Si a esa hora me parece bien, qué duermas bien. Isabella

Eso lo dudo mucho. Marcos

No te entiendo, ¿Qué quieres decir? Isabella.

Dudo que pueda dormir. Marcos

Bien y ahora qué le digo eso no me lo esperaba y que le respondo.

¿Te puedo hacer una pregunta? Isabella

Le pongo porque no se me ocurre nada más que decir y mejor dejamos el tema hasta ahí. Su respuesta no se hace esperar.

Claro, dime que quieres saber. Marcos.

Pues estuve pensando y me di cuenta de que frente a todo el mundo me llamas Isabella y solamente cuando estamos a solas me dices Bella, ¿Por qué? Isabella

Realmente tenía mucha curiosidad de saber por qué lo hace.

Te lo diré mañana, sueña con los angelitos Bella😇.Marcos

Y eso fue todo bueno veamos que pasa mañana solo espero que sea un buen día.

A la mañana siguiente me despierto demasiado temprano para mi gusto joder que son las 8am, eso de seguro es que estas nerviosa—me dice mi subconsciente, y la muy...tiene toda la razón, me la pase dando vueltas de aquí para allá toda la maldita noche.

Me levanto de la cama y abro mi armario, lo miro por más de cinco minutos sin sacar nada, de verdad que yo hoy estoy muy mal, ¿Cuándo yo me he tardado tanto en escoger que ropa ponerme? Nunca, esa es la respuesta, siempre agarro lo primero que veo, ahora mismo me parezco a Verónica, cuando no sabe que ponerse.

Luego de haber revuelto mi armario lo suficiente decido ponerme algo informal unos pantalones ajustados, con una camiseta sencilla un poquito ancha, no suelo vestirme muy ajustado, ya saben la pena que, si estas así que, si estas de esta otra forma y para evitarme esa situación me pongo ropa que no marque mucho el cuerpo, aunque muchas veces, Verónica me ha dicho que debería mostrar un poco más que estoy joven y que cuando sea vieja no podré.

Me meto a la ducha luego de haber escogido que ponerme. Luego de salir me visto y me calzo mis converse negros al igual que el pantalón, me hago una trenza tejida, es mi favorita, fue la primera que aprendí hacerme, porque un día de las vacaciones que estaba bien aburrida intente aprender hacerme esos peinados hermoso que he visto en tutoriales, sí los veo y me encanta, aunque no sepa hacerlo me gusta verlo. Bueno que me desvío del tema me aprendí hacer esa trenza y otras, pero la única que me quedo bien fue esta. Cuando he terminado me veo en el espejo y aunque lo diga yo misma me gusta lo que refleja el espejo.

Bajo y no hay nadie, desayuno algo rápido y subo a cepillarme los dientes. Justo a los cinco minutos mi móvil suena y es Marcos que dice que me espera abajo,cuando veo mi teléfono tiene 40% de carga, olvide ponerlo en la noche en menos de tres horas estaré en cero, pero no importa si nadie me llama.

Bajo para no hacerlo esperar, no me gusta como a mí no le gusta que lo hagan pues yo tampoco lo hago.

Cuando llego a la calle él esta recostado a su carro se ve bien guapo, él al notarme frente a él, levanta la vista y sin disimulo alguno me escanea de pies a cabeza, ¿Sera que me veo mal? Lo oigo decirme algo haciendo que yo salga de mi pequeño trance.

—Estas hermosa— me dice ah ¡¡Dios!!¡Que me derrite toda!

— Eh, gracias— le digo sin saber que más decir, tú también te ves guapo —pienso y cuando lo veo él se echa a reír.

—Gracias,— oh, oh, me ha escuchado, pero ¡Que tonta que soy! ¿Lo he dicho en voz alta? Siento que mis mejillas arden. — ¿Vamos? —Dice al tiempo que me abre la puerta del auto.

Luego de algunos minutos manejando, se detiene frente al parque de diversiones, ustedes dirán, ¡¡Puf no había otro lugar!! Pero para mi niña interior, está perfecto.

Sacamos las entradas y los tickets para las atracciones.

— ¿Te ha gustado que te trajera aquí? —Me pregunta.

—Sí, me encanta mi niña interior está brincando de alegría, — digo y el ríe.

— Me alegro, no tenía idea a donde ir y esto se me ha ocurrido porque lo que pensé en un principio lo descarté.

— ¿Que habías pensado? —Le pregunto curiosa.

— Quizás la próxima vez te lleve allí—oh abra próxima vez eso es bueno.

— ¿La próxima vez? —Digo.

—Espero que la haya—dice mirándome.

Llegamos a la primera atracción y luego otra y otra. Me la he pasado muy bien con él, cada día me encanta más. Ahora estamos en la cafetería comiendo pizza, es delicioso, todo lo que sea italiano me gusta mucho.

—Oh— suelto como si fuera un jadeo— y cuando me doy cuenta veo a Marcos mirarme con los ojos abiertos y yo hago lo mismo.

—Oh, lo siento, perdón, es que me encanta la pizza— digo un poco nerviosa, miro a mi alrededor y al parecer nadie se ha dado cuenta.

—No pasa nada— dice.

—Ok— sé que miente, entonces veo que él se mueve un poco raro en su asiento yo lo miro alzando una ceja, pero él no dice nada.

Entonces cuando ya estamos terminando tres personas se paran frente a nosotros y al levantar los dos la vista vemos a Leo, Beth y Saúl, este último con cara de enfadado, y estoy empezando a creer que Marcos tiene razón con lo que me dijo el otro día.

— Hola Isa— me dice Beth.

— Hola Beth, ¿Qué tal chicos?,¿Qué hacen por aquí? — Digo.

— ¿Es que no podemos venir al parque de diversiones? —Me dice Saúl.

— ¿Pero ¿qué te pasa idiota? Solo preguntaba— le digo enojada por su tono de voz, que no me ha gustado nada, él se sorprende nunca he hablado así siempre he sido una chica pacífica pero una me tiene sin razón.

Entonces Leo lo jala del brazo y se van junto con Beth sin decir nada, busco mi pequeña cartera y saco mi móvil, en cuanto lo veo sé que se ha quedado sin carga porque no prende, ¡Genial! Ahora no puedo llamar a Beth para saber que pasa y por qué se fueron así sin decir palabra.

HAY SAUL SAULITO...