¡Qué rápido que pasa el tiempo! Ya llevamos un mes de clases que ha sido muy interesante.

Por un lado, está mi querida mejor amiga Verónica que ha tenido dos citas con su bombón Liam, joder que aún me acuerdo que luego de la primera estuvo dos días enteros hablando de lo mismo, qué si le gusta, que si le encanta, que si esto, que si aquello, la quiero a montones, pero me exaspera en ocasiones, luego en la segunda fue peor ¡Por dios! Quieren saber por qué pues porque se dieron su primer beso, si y fue igual que si besa como los dioses y de nuevo con el mismo rollo, pero al final todos estamos felices por ella, ya que se lo dijimos al resto, porque de una forma u otra lo iban a saber y ya la sopa se estaba cocinando desde lo del restaurante y simplemente era cuestión de tiempo.

Saúl está con una pésima actitud, trata a Marcos muy borde y grosero, pero este no se queda atrás y bien que le responde, los he tenido que mandar a callar varias veces y siempre quedo yo en medio de ellos.

Sofía por más que he intentado persuadirla de mil maneras para que me diga que pasa con ella se ha negado, pero esta que está aquí es una chica que no se rinde y hasta que no sepa todo no voy a parar de insistir.

Con Beth y Leo todo está bien lo mismo de siempre.

Y la última que falta soy yo, les puedo contar que entre mi amigo Marcos y yo ha surgido una gran amistad—nótese el sarcasmo— y ¿Por qué?, porque simplemente yo no quiero ser su amiga, quiero más que eso, quiero significar para él algo más que una amistad, pero, siempre hay un, pero, él no me quiere de esa manera y pues me tengo que conformar con su amistad que es todo lo que puede darme. En el receso siempre hablamos de cualquier tema, nunca nos quedamos sin tema de conversación.

Pero como nada es digamos color de rosa hace como tres días Verónica y yo estábamos en la calle de camino a casa y Verónica vio a Axel con Luciana, estuvo a punto de lanzársele si yo no la detengo, esto ya se me estaba saliendo de las manos y debía decírselo cuanto antes, tuve que decirle que se lo explicaría todo y quedamos que el fin de semana se lo diría todo.

Estábamos a jueves ya había terminado mi última clase cuando estoy por llamar a Vero para ver si termino esta se me adelanta y me manda un mensaje que dice que se va con Liam, yo sonrió porque además me pide disculpas por dejarme sola, que tontería, está con su galán.
Salgo al estacionamiento y cuando voy caminando me agarran del brazo y veo a Marcos.

— ¿Para dónde vas? —Me dice.

—A mi casa, —le digo y el levanta una ceja, está acostumbrado a verme ir a casa con Verónica todos los días y prosigo—es que mi amiga me ha cambiado por tu amigo— digo con una sonrisa y él me acompaña entendiendo todo.

— Vale, por eso también me dijo que estaría ocupado— dice mientras niega.

— Yo te puedo llevar a casa— me dice Marcos.

— ¿Estás seguro? —Digo— ¿No estas ocupado? No quiero que te desvíe por mí.

— No tengo nada que hacer, así que no se supone ningún problema ¿Vamos? — Veo que extiende su mano y eso me hace abrir mis ojos exageradamente, pero aun así la tomo.

Caminamos por el estacionamiento hasta llegar a su auto y él abre la puerta de copiloto sin soltar nuestras manos entrelazadas, se siente tan bien sentir sus manos junto a la mía, dios estoy loca, pero para psiquiatra.

Cuando voy a subir veo que gritan mi nombre, veo a Saúl caminar hacia donde estamos.

— ¿A dónde vas? —Me dice serio. Estoy un poco cansada de esa actitud sin razón, me tiene hasta los cuernos.

—Marcos me va a llevar a casa— le digo, aunque no tendría por qué darle explicaciones, pero bueno.

— ¿Y Verónica? —Dice.

— Está ocupada con otras cosas — respondo.

—Yo te llevo— dice.

— No, me voy con Marcos, nos vemos después Saúl— veo que iba a decir algo, pero cierra sus ojos, aprieta los puños y se va.

Me subí al auto, y Marcos no ha dicho palabra desde que salimos del instituto y no sé por qué esta tan callado.

— ¿Qué te pasa? ¿Por qué tan callado? No has dicho nada desde que salimos—le digo.

—Nada, solo pienso en algo—y cuando veo hemos llegado el estaciona frente a mi casa y se voltea a verme.

— Le gustas— me dice y no entiendo de que mierda está hablando.

— ¿Que? Marcos ¿De qué estás hablando? —Lo miro asombrada.

—Saúl— dice y mis ojos deben parecer orbitas gigantes, pero, ¿Cómo ha llegado a pensar eso?

— Pero ¿De dónde sacas eso? Marcos—le pregunto, quiero saber.

— Bella, no es normal su comportamiento contigo, eso sin contar que no me soporta ni me quiere cerca de ti, — vaya es observador el niño— esta celoso de nuestra relación— y entonces yo de tonta que hago me echó a reír.

— Pero, estás loco Marcos, eso es imposible— aunque su teoría no está del todo mal, pero ¡Diablos! ¡No puede ser cierto! ¡Claro no!

— Si tú lo dices, y bueno ahora me va a odiar más todavía, pero estoy dispuesto a correr el riesgo que también digas que no—  no entiendo de que carajos está hablando ahorita.

— Bien, ya me brincaste de una cosa para otra,— digo y el ríe — ¿Me puedes explicar ahora que estás diciendo?

— Bueno yo...yo quería.... Pues invitarte a salir— noto como se relaja después de haber soltado ese BOMBAZO, me va a dar, ¿Me está invitando a salir? Estoy soñando y no quiero despertar, por dios cuanto espere algo así y ahora que me lo dice no sé qué diablos decirle digo que sí que no porque solo tiene dos respuestas posibles, el me mira esperando su respuesta expectante y lo noto un poco nervioso por Dios desde que lo conozco no lo había visto así y por una vez en mi vida voy a responder sin pensármelo tanto porque si no, no le digo nunca mi cabeza es un lío ahorita mismo y necesito pensar con claridad y con este personaje a mi lado frente de mi o donde sea no me permite hacerlo con claridad .

—Sí, sí quiero— digo sin poder creérmelo, le he dicho que si estoy segura que me arrepentiré.

— ¿De verdad? —Dice como si estuviera sorprendido ¿Realmente pensaba que le iba a decir que no? ¿Por qué?

— ¿Pensaste que te diría que no? —Le pregunto más directa imposible.

— La verdad si lo pensé Bella, no eres igual que las otras chicas de la escuela, esas no lo hubieran pensado, y....—se calla, no sabe que decir— eres diferente y especial que cualquier otra. ¿Podría ser este sábado?

— Sí, no tengo ningún problema. Nos vemos mañana en la escuela — digo y sin que se lo espere le doy un beso en la mejilla y automáticamente me bajo del carro para entrar en mi casa.

Entro corriendo como niña pequeña realmente estoy feliz como una lombriz, pero, ¡¡¡Qué estoy diciendo!!! Estoy eufórica ahora entiendo a  Verónica estoy igualita o quizás peor que ella, yo pensé que después del mequetrefe de Nicolás no me sentiría así de nuevo, pero estoy segura que con Marcos será diferente, cualquier cosa que sea lo que tengamos se ha forjado pasito a pasito, no como con Nicolás con él todo fue muy rápido y esta vez no será así, pero espera, ahora que lo pienso, si me invito a una cita es porque le intereso ¿No?,oh oh, ahora no sé qué pensar, a ver Isabella respira, no te comas la cabeza con eso, dejemos que el tiempo me de las respuestas que estamos esperando.

AL FIN LLEGAMOS A LA PARTE DE LA CITAAAAAA.