•CAPÍTULO XX•
"Media Noche"
"La gente normal, común, no piensa como un asesino en serie. No tienen idea de lo que está pasando en la mente de un asesino, ni cómo opera."
—Richard Ramirez.
ISABELLA
—¡¿Qué le hiciste?! — Grité al escuchar como un gran peso chocaba con el suelo.
—Solo es para tener un momento a solas, no lo necesito aquí, luego ya vemos que hacemos con él — Suspiré de tranquilidad al escuchar que todavía seguía vivo — De paso, quería entregarte esto — Tomó mi mano, para luego dejar un tipo de pulsera, por el tacto me di cuenta que era la que me había dado Scar, y que se me perdió cuando Nicholas y yo fuimos a la casa de Blair.
—Ya no tiene importancia para mi — La halé rompiéndola por completo — Hay muchas cosas que no me has dicho aún, y por lo menos, si vas a matarme merezco saberlas.
—Yo quiero hacerte muchas cosas linda — Percibí como acercaba su boca a mi oreja, donde sentí un cálido aliento — Y te aseguro que matarte no está entre ellas — Cuando terminó sentí un escalofrió que me recorrió toda la espalda dorsal., y como si lo hubiera hecho a propósito, todas las dudas que se crearon en mi cabeza a lo largo de los años volvieron, todas esas personas que me habían herido...Se suponía que era mi propia familia, se suponía que debían protegerme, pero la verdad era una muy diferente, así que solo faltaban dos.
— ¿Qué tiene que ver Blair y Marcus en todo esto?, ¿Cuál es el acuerdo que tiene el que se hacía pasar por mi padre con ustedes? — Pregunté directamente, y es que estaba cansada de sus rodeos.
—Wow — Exclamó alejándose — Tranquila mi amor, empecemos poco a poco — Una extraña carcajada salió de su garganta — Blair solo era una estúpida mujer que por piedad dejé vivir luego del ritual, pero que como ves cometí un error.
—¿Sigue viva?
—Por supuesto que no, luego de que la fueran a ver me encargué yo mismo de acabar con su vida.
—¿Y Marcus? – Me sorprendía mi propia frialdad, pero ya estaba agotada de que siempre fuera la victima, me habían hecho muchas cosas como para a estas alturas irme por ese lado, así que la única meta que tenía era descubrir en definitiva toda la verdad y con suerte poder escapar junto a Christian.
—Esta era la Isabella que quería ver, nos vamos entendiendo muy bien — Exclamó animado — Respecto a lo de Marcus, él fue uno de los fundadores, uno de los antiguos de hecho, pero decidió traicionarnos al no saber controlarse, así que amenazó a tu padre con decir toda la verdad y destruirnos, además de ser un maldito pervertido que comenzó a follarse a Scarlett — Cada vez que me enteraba de más cosas, el desprecio hacia mi hermana falsa aumentaba, porque luego de todo lo que hice por ella, solo me enteraba de la traición que cometió conmigo.
—Y no te olvides que me hizo lo mismo — Dije sin ocultar mi resentimiento.
—Eso lo sé muy bien, y no te preocupes, sus horas de vida están contadas, y antes de que sigas con tú interrogatorio, me aburrí de estar así, ya después de todo este tiempo es hora de que me conozcas — Al instante, sentí como me movía hacia otro lado luego haberme desatado, y aunque pensaba intentar soltarme para golpearlo, me di cuenta que era inútil y lo único que haría sería afectarme, por lo que me quedé esperando hasta llegar al lugar para que de sorpresa me quitaran la venda de los ojos, donde mi vista tardó en adaptarse pero pudo enfocar a un hombre.
—Necesitaba mirarte — No podía dejar de verlo, y es que...luego de haber hablado hace unos minutos me resultaba imposible que fuera la misma persona, porque era un hombre joven, con un extraño atractivo y que al percatarme bien, era la misma persona que había estado en mi último sueño.
—No puede ser... — Susurré —Ya nos habíamos visto — Mi afirmación de alguna manera lo sorprendió.
—¿De qué hablas?
— "Mi querida bella, no vuelvas a desaparecerte así como así, no les hagas caso a ellos, estos lugares son muy peligrosos para las almas tan puras como la tuya, ven" — Dije citando el sueño que había tenido hace pocos días con él — Eso lo dijiste tú, ¿Cierto?
—No esperé que fueras a recordarme — Exclamó — Y sí, soy la misma persona, mucho gusto...Naim
—¿Cuál ha sido tú plan?, ¿Cómo es que nos conocemos hace años? — La confusión invadía mi mente.
—Tú vivías en el pueblo donde fundamos el culto, o bueno llamémoslo como es, ya que estamos hablando sin filtros...Vivías en España, cuando todos los fundadores llegamos a crear el negocio, y de alguna manera, a pesar de tu corta edad llamaste mi atención, porque siempre fuiste muy hermosa, aún lo sigues siendo, hasta mucho más que antes, pero como dije, eras una niña, y la verdad no me servías de ese modo, te necesitaba como un complemento, tenías que ser esa mujer que me ayudara, así que para construirte, sabía que la mejor manera era que vivieras algo similar a lo que yo había vivido — Tomó una pausa antes de centrar sus ojos en mi — Mi padre violaba a mamá casi siempre, y él me obligaba a presenciarlo, a ver como se reía y disfrutaba mientras mi madre sollozaba...La vida fue una mierda para mi, hasta que conocí a mi socio, y decidimos crear un negocio de trata de blancas, pero para que la policía no nos arruinaran los planes, decidimos convertirlo en un culto, o mejor, disfrazarlo...Aunque todo iba bien en un principio, unos fundadores se dieron cuenta de lo que de verdad hacíamos, y por supuesto no querían quedarse callados, así que tomamos la iniciativa de matarlos a todos, incluyendo tus padres...Pero claro, no quería que fueras una trastornada, así que decidí sacarte de tu casa para el día de su asesinato, y les pedí a dos de los fundadores que decidieron acompañarnos que te cuidaran...Fueron unos imbéciles, eso lo sé, y por esa misma razón, cuando partamos de este pueblo tampoco seguirán con vida.
—¿Cómo es que no lo recuerdo? — Pregunté impactada, porque no podía creer que mis padres hubieran muerto, y peor aún, que él asesino estuviera justo en frente de mi.
—Por que a pesar de que pensaba ocultártelo, sabia que debías olvidar muchas cosas para poder realizar mi plan, así que tú misma viste y te enteraste de la muerte de ellos, lo que provocó que tu mente creara un trastorno de ansiedad, de ahí viene que olvidaras esa fase traumática de tu vida. — El asco que sentía era intenso, y es que quería acabar con la persona que había hecho de mi vida una desgracia, pero antes de todo tenía una última duda
—¿Qué tiene que ver Scarlett?
—El día del ritual íbamos a venderla...Pero fue mucho más inteligente, y decidió negociar contigo, el punto era que trataría de acercarte más a mi, y así yo ganaría tu aprecio — rodó los ojos — Pero hizo todo lo contrario, así que cuando le di el poder a Nicholas de que se convirtiera líder de los oscuros luego de haber matado al líder real. Él no pudo cumplir con su parte, y hasta ahora no sé dónde está. — Suspiró — Pero dejemos de hablar del pasado mi Bella, ahora que ya te tengo, solo hay una cosa que me falta hacer para convertirte por completo mía... Y que gracias a Dios — Dijo este último en tono de burla — Nadie te ha tocado, pues ese puesto es para mí. Aunque para aumentar la diversión, Christian va a presenciar este hermoso hecho. — En ese momento vi como lo amarraban a unas barras, mientras una soga estaba en su boca, fue entonces cuando nuestras miradas se encontraron, y en ese momento me di cuenta de la desesperación que sentía, porque yo sabia que nadie más estaría en mi vida como él, pero para mi desgracia, había alguien lo suficientemente jodido de la cabeza como para arrebatarme eso también.
Cuando Christian comenzó a gritar, me di cuenta que él se había acercado a mi, y estaba bajando la cremallera del vestido negro que tenia, y en pocos segundos, ya estaba solo con mi escasa ropa interior. El hombre solo sonreía, pues sus ojos pasaban de arriba hacia abajo por mi cuerpo.
—Ya eres toda una mujer mi amor — Suspiró — Me voy a disfrutar esto — Sus frías manos recorrieron mi cadera, para en un movimiento brusco rompiera por completo mi sostén, y me empujara hacia una mesa. Los gritos ahogados por la soga que llevaba Christian en la boca se escuchaban, y pude ver que de tanto halar las cadenas con las que habían asegurando sus muñecas a una barra, ya estaban sangrando...
Sabia que viviría ese momento otra vez, así que sin más solo cerré los ojos para que las cosas pasaran más rápido...Pero en ese momento un disparo se escuchó a mis espaldas, y cuando creí que impactó contra mi, me di cuenta que la bala había atravesado la cabeza de Naim, y este con una expresión de sorpresa, terminó cayendo al suelo justo al lado de mi, y cuando vi a la persona que disparó me di cuenta que era Nicholas.
—¿Qué... — Comencé a preguntar pero las palabras no salían de mi boca, entonces él se acercó para quitarse su camisa y pasármela con el propósito de cubrir mi desnudez.
—Estoy seguro que ya me recuerdas — Susurró — Siempre intenté alejarte de ellos mi vida, pero nunca pude lograrlo, si no era Naim, era él otro...Pero me alegra haberte salvado de mi hermano — Mis ojos se abrieron de sorpresa luego de enterarme de la relación que tenía con el asesino — Ellos vienen a matarme, y por alguna razón debo acabar con mi sufrimiento también, lamento haberte mentido amor...Yo también contribuí a lo que hizo Naim, yo...estuve de acuerdo en que te hiciera todo eso, pero cuando me di cuenta del error que cometí ya era muy tarde, para ese momento llegaste a mi oficina y seguías siendo la misma, la misma niña de la que me enamoré...Porque tú siempre fuiste el amor de mi vida Bella, prometí protegerte y eso pienso hacer — Suspiró — Ahora vete, sálvate que muy pronto vendrán los fundadores.
—No voy a dejarte — Dije — Podemos irnos los tres...
—Ya no hay salvación para mi Bella — Desató a Christian mientras se acercó a mi con un abrazo — Fuiste y siempre serás el amor de mi vida — Lentamente rozó mis labios para dejar un pequeño beso antes de voltearse y con una señal le indicara a Christian que me sacara de ahí.
—¡Suéltame! — Grité mientras nos alejábamos del lugar, y no podía dejar de ver la extraña expresión de Nicholas en su boca, para que luego levantara el arma y en un solo segundo se disparara a la cabeza, así que emití un grito desgarrador, porque a pesar de todo lo que había hecho, me ayudó, logró arrepentirse y evitó que me hicieran algo de lo que quizás no me recuperaría jamás.— Christian, por favor...Llevémoslo con nosotros — Dije cuando de alguna forma, él pudo encontrar una camioneta y nos habíamos subido a ella.
—Tú lo escuchaste muy bien Bella, debemos irnos — Y sin más aceleró mientras un extraño señor aparecía en la puerta de la iglesia apuntándonos, por lo que Christian fue más rápido y con un disparo certero, logró herirlo en la parte del cuello para dejarlo desangrándose, aunque por alguna extraña razón estaba sonriendo al momento en que retomaba el control del volante para luego mirarme.
—Duerme — Susurró mientras de alguna forma aplicaba una jeringa en mi cuello que a los pocos segundos los parpados comenzaron a pesarme — Mía — Escuché antes de perderme por completo en la oscuridad.
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