•CAPÍTULO XVIII•
"El Ritual"
"Sí, tengo remordimientos, pero ni siquiera estoy seguro de si es tan profundo como debería ser. Siempre me he preguntado por qué no siento más remordimiento"
—Jeffrey Dahmer.
ISABELLA
Mi cabeza seguía siendo todo un dilema de suposiciones y teorías, porque Nicholas me había dejado más confundida que antes, sobre todo luego de que los fieles entraran como si nada a la mansión, teniendo en cuenta lo precavidos que éramos, por lo que la única cosa que me llegaba a la cabeza lógica, era que el guía siempre había sabido la existencia de los oscuros, y quizás por eso era que descubrían a los miembros, aunque claro está, no castigaban a todos... ¿Por qué?
Luego de salir, sabia que tenía que despedirme de Christian porque ya estaba a punto de comenzar mi preparación para el ritual, y es que tenía miedo, yo sabia muy bien todo lo que contenía el ritual aunque claro estaba que seguía siendo un misterio lo que hacían exactamente en él, solo que los gritos de la chica esa noche, siempre estaban en mi mente, y ahora, mi presentimiento era que esos gritos serían los míos.
—Creo que desde aquí ya puedo caminar hacia mi...
—No voy a dejarte sola Bella — Me interrumpió — ¿Y si nos vamos? — Preguntó sorprendiéndome
—¿Irnos?, Christian no podemos irnos así como así, sabes que hay muchas cosas inconclusas, además...No has encontrado a los asesinos de tus padres.
—Pero eso puede pasar a un segundo plano si estamos hablando de ti — Dijo con preocupación en los ojos, lo que en cierto modo eliminó todos los miedos que tenía en ese momento, porque nadie me le había dado esa importancia, así que me acerqué con mi vista puesta en sus labios, unos labios que en definitiva me había dejado loca.
—¿Quién dijo que este era el final? — Sonreí mientras rozaba sus labios, y cuando me separé, el me acercó nuevamente rodeando sus brazos en mi cintura para profundizar el beso, que en definitiva era muy diferente a los demás, porque en este además de la pasión que siempre había entre nosotros, sentía amor.... — Volveré — Susurré intentando creerme esas palabras mientras daba media vuelta para seguir mi camino.
—Te aseguro que así será — Susurró Christian a mis espaldas.
El camino a mi casa fue muy corto, y la razón principal, es que estaba sumida en mis pensamientos cuando de repente ya había llegado al porche, así que con un suspiro abrí la puerta que para mi sorpresa estaba sin seguro, para que mis padres estuvieran sentados en la sala junto con Marcus.
—Hasta que por fin llegas — Exclamó ella — Bella, Marcus quería hablar contigo antes del ritual, luego de que terminen de conversar vienes a mi habitación para prepararte, por lo que los dos se levantaron dejándome sola junto a él.
Mis nervios que habían sido apaciguados por Christian volvieron a aparecer, por lo que me senté al otro extremo de la silla, ya que su sola presencia me incomodaba demasiado como para producirme asco.
—Mi Bella — Dijo orgulloso — Ya estás a punto del ritual, pero antes que todo quiero que te acerques — Siguiendo su petición en contra de toda voluntad, me acerqué con cierta distancia, que por supuesto fue reducida cuando tomó mi brazo para acercarme más — No sabes cuánto siento que tengas que hacerlo.
—Espera..¿Qué? — Pregunté confundida.
—De alguna manera te ganaste mi aprecio más que tu hermana, y es por eso que quizás esté haciendo esto ahora — Empezó a rozar su mano por mis piernas — Soy un viejo pervertido, eso lo sé, pero a pesar de todo supiste muy bien complacerme — Como si fuera una muñeca, me levantó la camisa para quedar solo con el sostén, donde él no se demoró en posar sus manos — Además que eres hermosa, cada parte de tu cuerpo, y me sorprendió desde la primera vez como superaste a tú hermana en absolutamente todo, supongo que por eso ella hizo lo que hizo, aunque en definitivo fue muy perra como para entregar a su hermana de esa forma.
—¿Entregar?, ¿A qué te refieres con eso? – Pregunté apartando sus manos de mi cuerpo.
—Bella, tú hermana te vendió, no puedo creer que no lo sepas, aunque bueno sería mejor como tú hermanastra — Dijo dejándome helada mientras él se acercaba cada vez más a mi, por lo que de nuevo perdí toda noción de la realidad, era increíble que me dijeran una cosa así, y en definitiva no quería creerlo, no podía ser cierto, Scarlett fue una muy buena hermana conmigo, ella no me haría una traición como esas, además de que era imposible eso de hermanastra, ella era mi hermana, los sueños que he tenido me lo confirman.
De repente el ruido de cristales rompiéndose me despertaron, por lo que volví a la realidad donde de alguna manera ya estaba semidesnuda y Marcus había comenzado a tocarse, pero por alguna razón no me sentía excitada ni nada por el estilo, no solo porque no me había dado la droga de siempre, si no que en el instante en que Christian me tocó, mi cuerpo ya no podía excitarse de cualquier forma. Marcus maldijo al instante, y a lo lejos pude distinguir un pequeño metal, así que mientras me vestía con rapidez y él hablaba con mi madre que evitaba verme, recogí lo que al parecer era una pequeña pulsera...era la pulsera que tenía Christian antes de irnos, y él solo hecho de que él evitara que Marcus me tocara, provocó una sonrisa en mi rostro que de nuevo oculté cuando mi madre me hizo una señal de que la siguiera a du habitación, pero antes de ir un brazo me detuvo.
—Scarlett no es tu hermana, esa mujer que llamas madre no es nada tuyo, y por supuesto el imbécil de Conall no es ni de cerca tú padre, solo es una fachada, no confíes en nadie, porque déjame decirte que estás en peligro — Terminó cerrando la puerta mientras mis manos comenzaban a temblar, porque el hecho de que Marcus lo dijera con tal convicción me hizo crearme una duda que comenzó a atormentarme.
Cuando llegué a la habitación, mi madre se sentó a mi espera donde me indicó que la imitara.
—Isabella, sabes muy bien que tú ritual es mañana — Suspiró — Necesito que por favor te comportes, esto es muy importante.
—¿Así como lo fue para Scarlett? — Pregunté
—Ya me tienes cansada con ese tema, sabes muy bien que tu hermana está en paz, no entiendo como es que no lo superas — Dijo estresada — Ahora solo tienes que concentrarte en hacer las cosas bien.
—¿Para darte orgullo? — La ironía en mi voz era tan palpable que hasta a mi me sorprendía.
—Pues sí — Replicó — después de tantos años sigues siendo la misma idiota de siempre, no puedo creer que me dieran a una niña como tú.
—Entonces es cierto, tú no res mi madre — detrás de todo, había cierta emoción al saber que no compartía sangre con la persona que me hizo tanto daño.
—Claro que es cierto, ya no veo porqué ocultarlo, de hecho, en este momento podremos hablar con total honestidad, te contaré parte de la historia, pues no me corresponde a mi decir ciertas partes, el caso es que él nos dijo que te cuidáramos, quizás lo hicimos al principio, pero luego Scarlett comenzó ha recaer porque todos te amaban mucho más que a ella, y eso por supuesto que era molesto, todos se preguntaban de donde habías sacado tanta belleza si ni Conall ni yo éramos lo suficiente apuestos, por lo que empecé a cogerte odio, y bueno cuando Marcus dejó de ser un fiel y descubrió todo, amenazó con acabarnos, es por eso que llegamos al acuerdo, ya que todos sabíamos lo pervertido que era, yo tenía en mente venderle tú cuerpo, pero de repente Scarlett se ofreció y le dio por ser buena contigo, un muy buen papel claro, porque siempre te odió, eras como esa envidia tóxica que ella tenía por ti. Así que luego, cuando ella se fue al ritual, y no volvió quedaste tú, no me dolió en absoluto entregarte a Marcus, solo le dije que fuera precavido y ya — La rabia me estaba invadiendo por completo, porque lo demás me lo esperaba, pero la actitud inesperada de Scarlett me transmitió una decepción tan profunda que solo quería preguntarle el porqué de sus celos cuando yo la admiraba a ella — Y si te preguntas porqué Conall te tocó, pues nada, simplemente también cayó en tus extraños encantos, aunque dime Isabella ¿Qué se siente haber sido violada casi toda tu vida?
Me abalancé para estampar mi mano en su mejilla pero ella fue mucho más rápida que yo, y me cogió el cabello de un puñado mientras me tiraba al suelo bruscamente, por lo que el golpe me dejó aturdida.
—Me das lástima, nunca vas a tener la oportunidad de tener a una pareja que realmente te quiera, solo será tu cuerpo el importante aquí, aunque claro, ya te han tocado muchas veces, y cualquiera diría que hasta pareces prostituta, no niego que rechacé ciertas ofertas por orden de él, si no te juro que me habría hecho millonaria, pero bueno esta conversación ha sido increíble — Suspiró — Duérmete que en serio no quiero más problemas, dulces sueños — Exclamó entre risas mientras recibía un último golpe dejándome inconsciente.
*
Me encontraba en un bonito río, donde el agua era pura, y podías ver los peces pasando a través de ella mientras los rayos del sol iluminaban el lugar, entonces una voz habló a mis espaldas.
—Bella, ¿Cierto que es lindo? — Preguntó el mismo niño de los demás sueños.
—Me siento extraña, se supone que no debemos irnos tan lejos, además somos muy pequeños como para salir así como así, debimos hacerle caso a Nicholas.
—Claro que no, sabes que él solo quiere molestarnos, además mi Bella, dime que en serio no estás disfrutando esto y nos devolveremos.
—Está bien, no voy a negarlo, me gusta mucho — Sonreí mientras él tomaba mi mano — Yo...
—¿Qué hacen aquí? — Dijo una voz que a pesar de ser infantil reconocí de inmediato, era Nicholas — Les dije que no debían irse lejos, ahora voy a acusarte con ellos por exponer a Bella.
—Ella está conmigo, nada le iba a pasar — Dijo el niño a mi lado — En un momento vamos.
—No, ya, si quieres quédate, pero Isabella se va conmigo — Exclamó mientras me halaba con mi mano libre.
—¡No!, ya te dije que...
—Con que eso estaban haciendo — Habló alguien sorprendiéndome, y es que al mirar el lugar donde provenía, una versión casi igual a Nicholas pero mucho mayor era la que en ese momento me estaba mirando. — Ustedes dos, lárguense — Dijo serio, por lo que Nicholas y el otro niño se fueron corriendo, aunque este último me dio un apretón de manos y una última mirada antes de desaparecer entre la maleza — Mi querida bella, no vuelvas a desaparecerte así como así, no les hagas caso a ellos, estos lugares son muy peligrosos para las almas tan puras como la tuya, ven —Me llevó en su espalda mientras tarareaba una extraña canción.
¿Quién era la versión mayor de Nicholas, y sobre todo, quien era el niño con el que siempre soñaba?, además de la extraña presencia del mismo Nicholas en mi sueño, todo era una confusión, porque ahora no sabia si lo que tenía eran simples sueños, o tenían que ver con recuerdos pasados, pero si era así...
¿Cómo es que no recuerdo lo que parece ser otra vida?
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El final se aproxima !! ;(
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