•CAPÍTULO XIX•
"Purificación"
"Para mí, este mundo no es más que maldad, y mi propio mal acaba de brotar"
—Aileen Wuornos.
CHRISTIAN
Luego de despedirme de Bella, volví nuevamente a mi casa con el propósito de por primera vez descansar, porque sabía que el día que se avecinaba iba a ser muy importante y la verdad tenía en cuenta que no iba a desistir hasta atrapar al asesino de mi familia, porque es claro que era el guía, o los miembros de ese culto.
Aunque había un aspecto que no me dejaba dormirme, y ese era ella, Isabella de alguna manera se había instalado en mi mente con el propósito de no salir jamás...Era algo que no me molestaba, pero sí que era algo por completo nuevo para mí, porque en mis planes no estaba enamorarme de alguien, en mis planes nunca había considerado sentir algo tan normal como el amor, porque desde que era un niño, mi vida, dejó de ser común, y en mi mente todo pasó a un segundo plano mientras que mi propósito principal era encontrar a la personas que me arrebató a mis padres.
Intenté muchas veces cerrar los ojos, pero la verdad no sabía distinguir que era peor, sí el hecho de que soñara con un final en el que Bella moría y de ninguna manera podía salvarla, que iba a fallar de nuevo, que cometería el mismo error dos veces, o la realidad envuelta por una peligrosa incertidumbre e ansiedad.
*
Cuando el sol comenzó a salir, tomé la decisión de vestirme lo más rápido posible para llegar a la casa de Bella antes del ritual, no tenía un plan exacto, pero en sí no pensaba dejarla un minuto a solas con esas personas, entonces simplemente me llevé lo más importante, y de alguna manera me sentí como si estuviera haciendo un trabajo, al final conllevaba la misma preparación, vestirme por completo de negro, armarme con municiones y un silenciador, mientras ubicaba distintas navajas por mi pierna y espalda, tenía cierto instinto que me decía que las iba a necesitar, así que no dudé en ir lo más seguro posible, para emprender mi camino antes de que el cielo.
De alguna extraña forma, había un silencio fantasmórico por los alrededores al llegar, no esperaba que hubieran personas celebrando o cosas así, pero ese silencio me comprobaba aún más que existía cierto peligro que estaba ignorando, así que me subí sutilmente por la ventana hasta entrar por completo a su habitación, pero para mi sorpresa no había nadie en el lugar, y de inmediato sabía que todo iba mal haciendo que mis nervios aumentaran, porque la había descuidado, yo no debí irme.
Levanté la vista para inspeccionar el suelo, cuando unas pequeñas gotas de sangre llamaron mi atención, y por supuesto no me tomó mucho tiempo para salir de la casa casi saltando por la ventana para correr hacía la iglesia.
El camino de alguna manera se alargó, por más zancadas largas que diera, no veía una disminución en la distancia, y luego de ver a lo lejos los padres Bella despedirse de lo que eran los fieles, de alguna manera me motivó a acelerar mi ritmo para llegar por la misma parte trasera por la que días antes había estado con ella.
—Es increíble que por fin llegara este día —Exclamó la voz que habíamos escuchando la anterior vez — Vamos Bella que sabías muy bien mi interés por mí.
—Pero nunca quisiste decírmelo — Dijo ella con una voz débil, y al acercarme un poco más pude ver su esbelto cuerpo sentado en el espaldar de una silla mientras el hombre la ataba a los brazos de la silla, pero estaba vendada y un pequeño hilo de sangre salía de la sien lo que me alarmó.
Lentamente me adentré al lugar, pues el hombre estaba tan concentrado en Bella que no notó en lo más mínimo mi presencia, así que solo me aseguré de ubicarme en una posición estratégica con el propósito de que en el momento en que llegara la ocasión de intervenir las cosas se pusieran fáciles para por lo menos sacarla de ahí.
—Estaba esperando para que tuviéramos la oportunidad de hacerlo en este momento, y es que como te dije, siempre has despertado un interés sorprenderte, que hasta me sorprendo de la pequeña emoción que siento al tenerte por fin en mi poder...De nuevo — Sonrió orgulloso mientras le acariciaba la mejilla.
—Así que es cierto... — Susurró — Ya nos conocíamos.
—Pues al parecer de alguna manera tú lo olvidaste, pero sí es cierto, aunque lo mejor es no hablar de eso, ya habrá tiempo, por ahora concentrémonos en ti, antes de que llegue el jefe de nuevo, quiero hacerte unas preguntas, ¿Qué fue lo que le hiciste a Nicholas como para que cambiara de ideas tan rápido?
— ¿A qué te refieres? — Preguntó confundida
—Se suponía que él tenía que hacer ciertos trabajos, y los abandonó todos luego de que permitiéramos que te conociera, el plan era jugar con tu mente — Su sonrisa se ensanchó — Pero como supuse, fue mucho más difícil, aunque para Scarlett al parecer no le costó mucho, ¿Cómo es que se volvió tan importante para ti luego de lo perra que fue?
— ¿Por qué les creería? — Dijo mientras la voz le temblaba
—Suponiendo que me dirías eso — Sacó una pequeña grabadora del bolsillo de su traje — Su último día de vida lo grabé, así que lo escucharás de sus propias palabras — Cuando el la activó, en un principio solo se escuchaban risas lejanas, pero luego unos gritos fueron reemplazados y se confundía un cierto forcejeo.
*
—No te hagas la sorprendida Scarlett, tenemos que irnos — Dijo la voz de la misma persona con la que ella estaba.
—Está bien — Esta vez era una voz femenina un poco aniñada — ¿Ella vendrá con nosotros? — Preguntó con un tono amargo.
—Esa es la idea.
—Lo mejor sería que la mataran como a todos aquí — Suspiró — Ya todos estos años me ha costado hacer el papel de hermana inocente.
—Lo siento pero aquí no puedes hacer lo que quieras, además ella ahora tiene que estar llorando como loca luego de la nota que le dejaste — Una risa seca se escuchó por lo que supuse era de ella.
—¿Crees que me importa alguna cosa relacionada con ella?, sabes muy bien el desprecio y odio que le tengo, así que no me interesa.
—Sea lo que sea, ¿Ya sabes a donde tienes que ir?.
—Pues según la información que tengo, mi destino es Los Ángeles — Su tono había cambiado de manera muy repentina a uno alegre — No sabes lo emocionada que estoy por vivir en esa ciudad, y dejar toda esta mierda, además de tener un pago extra....Wow, no puedo creer que con solo vender a Isabella haya obtenido todo esto.
—A diferencia de ti, ella vale mucho — Respondió la voz del hombre, y al instante se escuchó un arma ser recargada — Estoy segura que él te hubiera dejado ir, pero como sabes, no puedo dejar que una persona como tú, se capaz de hacerle una traición tan insensata como la tuya a Bella...No mereces vivir.
—¿Quién eres tú para decidir eso? — Preguntó retadora — Ambos aquí sabemos que no es solo "la misión" — Enfatizó en esta última palabra — Tú has cometido el grave error de enamo...— Se vio interrumpida por un fuerte golpe, que al parecer la dejó en el piso.
—No eres quien para juzgarme por eso, igualmente, nadie más lo sabrá — Suspiró mientras los sonidos de unos pasos se acercaba a ella — Nos vemos en el infierno Scar — Replicó con burla, para que luego un disparo se escuchara en el lugar, y a los segundos después la grabación fuera interrumpida por este.
*
Cuando la grabación se terminó, me permití despertar otra vez de mi concentración para volver a la realidad, y es que Bella tenía una expresión muy extraña en su rostro, había llorado, sus mejillas estaban rojas, pero esta vez estaba neutra, sus labios era una fina línea aunque algo me dijo que por dentro una destrucción amenazaba con salir.
—¿Cuál es tú propósito con todo esto?, es que te juro que no entiendo como es que me volví tan primordial para que primero, mataras a alguien de esa forma, y segundo, hicieras todo lo posible porque mi ritual se realizara. — La incredulidad en su voz me sorprendió porque estaba siendo muy valiente para la situación.
—Contigo inició todo, y por esa misma razón con tu ritual va a finalizar — Se acercó a ella para acariciar su cuello — Nos conocimos en España, cuando el culto apenas estaba comenzando, tus padres eran muy influyentes, pero ellos murieron y te quedaste huérfana, por lo que mi tarea siempre fue cuidarte, y de alguna manera que sigo preguntándome como, tú lograste que me...que me enamorara de ti, porque desde el primer momento fuiste mía, tuve que soltarte porque teníamos a la interpol detrás de nosotros — Suspiró — Y por suerte, luego encontramos este pequeño pueblo, un tanto olvidado, pero que era el lugar perfecto para recuperarnos y para terminar de recuperarte. La verdad pensé que recordarías tú pasado, pero lo olvidaste, y además de reestablecernos, tenía que volver a tenerte.
—Ya es muy tarde para eso — Dijo Bella — No tienes el derecho de reclamarme, sea lo que sea, es pasado.
—No es algo que puedas cambiar — Sonrió acercándose a ella, de alguna manera sabia las intenciones que tenía, y dejando toda mi parte objetiva me acerqué a él para apuntarle con mi arma.
—Le tocas un solo cabello y te destruyo el cerebro — Susurré.
—¡Pero miren a quien tenemos aquí! — Dijo animado — El famoso asesino a pago — Una fría carcajada salió de su boca — Que lástima que se haya demorado y cometiera el error más estúpido que puede cometer alguien de su profesión....Descuidar sus espaldas — Cuando reaccioné era muy tarde, pues un objeto golpeó violentamente mi cabeza, tirándome al suelo.
Mi vista era nublada, casi todo el espacio estaba dando vueltas y no sabía lo que realmente pasaba, era impactante estar en ese lugar, de por sí el ambiente torna a ser sofocante por lo que, aunque mi cuerpo comenzaba a dolerme por la posición en la que me encontraba, no podía permitirme moverme o si quiera respirar, él no podía verme.
Muchas preguntas invadían mi cabeza, quizás si me hubiera dado cuenta antes podría haber evitado todo esto, podría haber evitado sus muertes, podría haber destruido toda la mierda en la que estaba envuelta este pueblo, era mi misión encontrarlo y he fallado.
Pero en ese momento lamentaba lo tarde que me había enterado de todo, y que hasta ese instante ya era imposible salvarnos, y él ya estaba ganando.
—Es bueno verte así — Murmura mientras se retira los guantes de las manos — al mirarte haces que me arrepienta menos de todo lo que hice, la verdad valía la pena.
—Cobarde — Era imposible no mirar hacia sus ojos que por primera vez estaban al descubierto — simplemente la suerte te dio la mano, no te creas triunfante, porque no estas ni cerca de lo que significa esa palabra
—Dime lo que quieras, eso no cambiará el hecho de que ahora no puedes hacer nada, no cambiará el hecho de que no puedas salvarte — Se escuchó su fría carcajada — la esperanza es algo muy peligroso, debes aprenderlo, pero ahora concentrémonos en lo importante, he ganado la partida y no tienes fichas para derribarme.
Puse mis manos en el suelo para lograr levantarme, pero mi cuerpo ya había perdido la poca fuerza que disponía, entonces a diferencia de lo que tenía de propósito en un principio, me derrumbé teniendo vista hacia las viejas tejas de la iglesia, su rostro apareció justo en el centro de la cúpula sonriendo y esa fue la última imagen que pude captar antes de perder completamente la conciencia.
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