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•CAPÍTULO XII•


"Ruleta Rusa"

"Mi lujuria dominante era experimentar sus cuerpos. Los veía como objetos, como extraños. Para mí es difícil creer que un ser humano podría haber hecho lo que he hecho".

—Jeffrey Dahmer

ISABELLA

—Hace poco descubrí algo de lo que no estoy muy seguro si es verídico — Dijo Christian mientras me ofrecía un vaso de agua. De hecho, luego de la discusión con Nicholas, él me llamó con la excusa de que me necesitaba urgente, así que en pro de no ver a mi madre, cambié de camino para llegar a su extraña mansión — Y como tú has vivido toda tu vida en este lugar quizás podrías ayudarme.

—No te preocupes — Debido al agotamiento de mi cuerpo, me recosté mientras intentaba organizar mi cabeza luego de la extraña actitud de Nicholas.

—Se supone que este tipo de culto no es nuevo, ellos ya existían desde hace mucho tiempo, el punto es que se han ido movilizando alrededor de pequeños pueblos, quizás para preservarse o solo como diversión, lo que es interesante, ya que sí bien es cierto que muchas victimas han desaparecido, en ningún momento las autoridades nacionales, o la interpol, han transmitido alguna información de búsqueda — Exclamó frunciendo el seño — Es como si fueran fantasmas.

—Entonces ¿Cómo es que no los han atrapado? — Me sorprendía como es que habían arrebatado tantas vidas, durante mucho tiempo, y aún siguieran inmunes.

—No sé exactamente donde se creó, pero sí que han estado por el mundo, pues en un pequeño pueblo en España que era donde nací, ellos llegaron, estuvieron un tiempo, y luego asesinaron a los líderes de esa comunidad, entre ellos mis padres — Tomó una pausa como si le estuviera costando hablar — Así que supongo cada vez que alguien los descubre, deciden matar a las personas importantes del lugar y luego desaparecer como si nunca hubieran existido, es por eso que la información en internet es casi nula.

—¿Cuánto tiempo exactamente llevan haciendo esto? — Pregunté luego de toda la información que había recibido — ¿Cuántas mujeres han desaparecido en sus rituales?

—Pues lo que he encontrado es el año 1997 — El miedo me invadió, pues ese año era el de mi nacimiento, y como no recordaba cosas de mi infancia me era muy complicado entender que hacia yo luego de ese año donde el culto tomaba fuerza. — Es muy probable que ya estén planeando irse de este pueblo, por lo que supongo están esperando algo en concreto debido al tiempo que se han quedado, que ha comparación de los anteriores lugares, incluyendo mi pueblo, ha sido demasiado.

—Pero hay muchas cosas que no cuadran — Dije mientras Christian salía de la ducha, lo que me dejó perdida, porque no me di cuenta en que momento lo hizo ya que al parecer me había perdido en mis propios pensamientos, pero cerré los ojos para volver a concentrarme en la conversación e ignorar el atlético abdomen que la toalla no alcanzaba a ocultar — Entre todos los lugares de Canadá, ¿Por qué LakesVillage?, ¿Qué tiene de especial este lugar?.

—Esa es una muy buena pregunta, pero la respuesta aún no la he encontrado — Ya vestido se sentó a mi lado emanando la deliciosa fragancia que llevaba desde el día que lo conocí, y seguía sin entender como era que me fijaba en ese tipo de detalles, me sentía como cuando Scarlett me hablaba de los chicos que le gustaban — Y justo hoy podemos encontrar algunas respuestas.

—¿Cómo?

—Mientras investigaba, me enteré que hoy habrá un ritual, por lo que deberíamos espiar a ver que tanto podemos ver — Pequeñas gotas de agua caían de su cabello, y justo cuando una de ellas resbaló en su nariz, concentró su mirada en mi.

—Pero no se sabe la habitación exacta donde ellos hacen eso, y es que muy pocos conocen la iglesia como tal, además es muy complicado entrar debido a que justo esos días, los fieles rodean toda la iglesia. — Dije insultándome por haberme quedado como una estúpida, pero la verdad es que algo en él me transmitía tanta confianza que aún no comprendía sí la razón era porque me estaba comenzando a gustar, pero sabia que era imposible, no estábamos en una historia de amor, aquí no habían finales felices.

—Pero para tu suerte, tienes a uno de los mejores asesinos a paga, así que eso no será problema, pero quiero que entiendas el riesgo que igual tendremos, aún así, ¿Vendrías conmigo?, porque quiero que me acompañes a hacer esto, aunque entiendo si no quieres — La respuesta racional y lógica era negarme, era no arriesgarme más y simplemente concentrarme en encontrar la verdad sobre Scarlett, pero había una parte de mi que me decía lo importante que sería esto, y que algo saldría a la luz, quizás para favorecerme, o en su defecto destruirme, pero lo importante es que tendríamos la oportunidad de saber que es lo que hacen exactamente en esos rituales, me enteraría de lo que dentro de unos semanas me harían.

—Si — Respondí mientras una sonrisa se formaba en su rostro — ¿Estás seguro?

—Nada pasará, y en el caso de que sí, sabes que voy a protegerte — Estaba vestido por completo de negro, un color que resaltaba sus ojos de ese color azul que en muchas ocasiones podían dejarme ver dolor, porque sabia muy bien que él había sufrido, que en absoluto había algo que lo mataba por dentro, y estaba segura que no solo era la muerte de sus padres.

—No soy una damisela que necesita un príncipe — Dije rodando los ojos ante su insistencia de protegerme.

—Y yo en ningún momento dije que lo sería — Refutó con su sonrisa intacta, lo que me hizo reír — Bella tienes que entender que no vengo a ser tu príncipe azul, nunca he buscado ser alguien así, mis propósitos son muy diferentes, tómalo como un asesino que busca proteger a su rosa.

—¿Por qué rosa?

—Las rosas al tener espinas se protegen de ser arrancadas, y cada persona que lo intente saldrá herida, pero no matan, solo lastiman, entonces ahí estaré yo para completar el trabajo y no permitirlo — Terminó dejándome sorprendida mientras me dejaba una ropa de cambio para salir.

***

Luego de que Christian y yo termináramos de prepararnos, salimos a la mitad de la noche, donde según él apenas estaban comenzando el ritual, por lo que atravesamos la silenciosa ciudad donde literalmente no había ni una sola alma, esa ciudad que estaba destruida, esa ciudad que estaba siendo dominada, porque éramos unos títeres para ellos, éramos unos puntos extras para alcanzar su objetivo.

Al llegar a la iglesia, efectivamente todas las luces estaban encendidas y un grupo de fieles conversaba en la entrada principal, lo que provocó que mis manos temblaran levemente.

—¿Qué hacemos ahora? — Susurré mientras nos acercábamos

—He estado observando este lugar durante los días que llevo aquí, y al parecer hay un punto donde los fieles no se fijan ya que de hecho, ellos también lo desconocen — Dijo deteniéndose justo a unos pasos de ellos.

—¿Dónde?

—En la parte de atrás — Dijo tomándome la mano para que lo siguiera — Es como un tipo de armario lo suficiente antiguo como para que ignoraran su existencia. — Caminamos para que luego Christian abriera una puerta que chirrió llamando la atención de uno de los fieles, pero por suerte siguieron con su conversación indiferentes a nosotros.

El lugar era pequeño, donde solo había espacio para Christian y yo a poca distancia entre nosotros, al parecer, antes había sido un tipo de escondite con una puerta secreta hacia el exterior... El momento me recordó al día en que lo conocí donde Katherine había intentado matarnos. Esperamos un momento mientras el único ruido que se escuchaba era nuestras respiraciones, por lo que iba a hablar cuando una bombilla se iluminó dejando a la vista la sangre seca que estaba en todo el armario, al parecer, era reciente porque de repente empecé a percibir su fuerte olor.

—Tranquila — Susurró en mi oído — Quizás no sea lo que estemos pensando.

—Es muy obvio para ignorarlo — Repliqué — Aquí pudo haber estado mi hermana, yo...

—Lo sé — Apretó mi mano — Pero necesito que te concentres, es probable que esto nos diga alguna pista para saber que le pasó a tu hermana.

Miles de imágenes pasaron por mi cabeza, ya que en este lugar había muerto alguien, o había sido herido, por lo que ellos eran aún más crueles de lo que creía, entonces el rostro de mi hermana apareció en mi mente donde el pánico me invadió y a pesar de que estaba rezando para controlar mi pánico, los brazos de Christian me rodearon mientras me susurraba al oído "estoy aquí Bella". Pero sabia que a pesar de sus esfuerzo por tranquilizarme iba a explotar, porque no esperaba encontrarme con ese ambiente, no esperaba ver lo que había visto y mucho menos, responder una de esas tantas preguntas que me hacia en mi cabeza y ahora deseaba no haberla respondido, ahora deseaba no haber entrado en ese lugar, pero lo hice y ese fue el inicio de una hecatombe.

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