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•CAPÍTULO XI•


"Suposiciones"

"Quiero dominar la vida y la muerte."

—Ted Bundy

ISABELLA

—Ha enloquecido — Dijo Ian luego de que me llamara con urgencia para que me presentara en la mansión de los oscuros nuevamente — De repente empezó a destruir su oficina y como puedes escuchar está gritando, yo intenté calmarlo pero es imposible, así que creo que eres la única que va a tranquilizarlo.

— ¿Por qué crees eso?, lo conozco hace poco

—Porque desde que te conoció ha estado un poco diferente, y seamos sinceros, ambos sabemos que están juntos — Una sonrisa apareció en su rostro, y cuando iba a refutarlo, se escuchó un gran estruendo.

—Está bien — Suspiré mientras me dirigía hacia Nicholas ignorando la sorpresa en el rostro de Ian debido a que no lo refuté.

No había tenido mucho tiempo para pensar en las cosas que se desencadenaron desde el momento en que conocí a Nicholas y Christian, porque ellos habían sido el detonante. No era las que había pensado en el amor o por lo menos darme el lujo de sentirlo, porque a pesar de estar ya en la etapa de la universidad, nada de lo considerado "normal" en una sociedad me había pasado, y lo sabía por una simple razón, y es que en la época en la que Scarlett y yo éramos niñas tuvimos la oportunidad de experimentar por un periodo de tiempo muy corto lo que era tener una vida, lo que era jugar, lo que era tener un familia.

No tengo muchos recuerdos, pero sabía que mis padres habían sido cariñosos, que había tenido amigas, que me había gustado un niño, de hecho, que en un pasado había vivido, pero luego todo cambió. Una ola de desastres me arrebató mi vida, porque empezaron las violaciones, empezaron a morir esos padres que tanto había amado para que en reemplazo, se quedaran personas sin corazón, sin alma, personas que decían ser nuestros padres, que decían buscar nuestra protección, pero que solo nos lastimaban, que solo nos conducían a un camino de destrucción donde solo una de nosotras salió viva, aunque llevándose una parte de la otra, y es peor aún cuando sigo sin respuestas, cuando sigo en ese mar de incógnitas donde ningún salvavidas ha podido ayudarme a salir de ahí.

Caminé por el largo pasillo, hasta llegar al fondo donde estaba la oficina de Nicholas, y cada paso que me acercaba, escuchaba nuevos estruendos y cristales rotos, lo que empezó a preocuparme porque hasta donde lo conocía no era de esas personas violentas, de hecho, cuando lo conocí su amabilidad me sorprendió porque casi nadie me había tratado de esa forma.

Al entrar, la inminente destrucción del lugar me impactó, pues su escritorio estaba volcado, el gran ventanal roto, los estantes de los libros en el suelo junto a diversas hojas arrancadas y Nicholas tenía las mejillas sonrojadas, sus puños estaban blancos y se notaba la fuerza con la que apretaba la mandíbula, estaba irreconocible, él no era la persona que me había prometido ayudarme, él no era la persona que había amado a mi hermana, él era alguien muy diferente al Nicholas que creía conocer.

— ¿Sabes cuál es tú problema? — Preguntó al teléfono gritando sin darse cuenta de mi presencia — Que tú solo piensas en ti, y no sabes todo lo que he sufrido, porque a pesar de que no lo creas me costó mucho, y todavía me cuesta, así que no creas que son idioteces porque la verdad es otra, como también sabes que nunca estuve de acuerdo con esto, siempre supiste que al final yo me había enamorado, pero no fuiste capaz de entenderme, solo tú enfermiza adicción estaba encima de todos, pero ahora las cosas no son así — Se volteó justo para que su mirada se encontrara con la mía y todo su cuerpo se tensara —  Luego hablamos — Terminó la llamada sin despegar su vista de la mía.

— ¿Estás bien? — Pregunté aunque sabía que era lo más estúpido que podía salir de mi boca en este momento ya que estaba de todo menos bien.

— ¿Qué haces aquí Bella? — Sonrió, lo que me pareció lo suficiente tétrico como para que un escalofrío recorriera toda mi espina dorsal.

—Nicholas... ¿Qué pasó? — Me mantuve en la misma posición mientras él intentaba volver en sí luego de caer en cuenta del desastre que había hecho..

—Nada de qué preocuparse Bella — Caminó para quedar de espaldas a mi dónde estaban los restos de cristal de lo que antes había sido un bonito ventanal — Respóndeme.

—Pues me llamaron debido a que estabas destruyendo tu oficina, a ver... — Tomé un largo suspiro — ¿Vas a decirme la verdad?

—Esa es la verdad, solo pequeños problemas con mi pasado, no te preocupes, por otra parte, Bella tenemos que hablar respecto a lo que ha pasado entre nosotros — Me tomé un momento antes de responder por el cambio de tema tan repentino que tuvo — Hay cosas que necesito decirte.

— ¿De qué hablas? — Él se volteó mientras enderezaba la silla que estaba en el suelo.

—Verás Bella, sé muy bien tu incomodad hacia mí, pero no te entiendo, no comprendo como es que en un inicio me empezaste a dar señales y de repente, luego del beso, te distanciaras, porque no te he visto desde ese día — Caminó justo hacia el lugar donde estaba para quedar frente a frente — ¿Qué cambio?

—Nada — Pero la verdad era que muchas cosas habían cambiado, entre esas, Christian, y no voy a decir que estoy enamorada ni nada, pero hay una confianza y seguridad de mi parte cuando estoy junto a él que...Nunca había sentido, porque cuando él me besó, hizo justo lo que le pedía, porque era la primera vez que lo hacía por decisión propia. Toda mi vida me había sido arrebatada, y con la llegada de Christian empecé a sentir que la recuperaba a diferencia de Nicholas, porque él me recordaba a ese pasado del que quería escapar, porque él había sido un amor de mi hermana, y no pensaba robárselo así ella estuviera desaparecida, no era ético, la estaba traicionando y no iba a permitirlo a pesar de haber creado un cuento de hadas en mi cabeza cuando lo conocí. — Es solo que tú estuviste con Scar, no es como si fueras ahora a meterte con su hermana, es incorrecto.

— ¿Por qué es incorrecto? — Preguntó acariciando mi mejilla como si fuera porcelana — De alguna forma, lograste enamorarme justo como lo hizo tu hermana, entonces no veo la parte incorrecta cuando quiero estar junto a la persona que amo.

— ¿Amar? — Mis nervios aumentaron cuando pronunció esa palabra, porque para mí era un tipo de sentimiento lo suficiente único como para sentirlo por una persona que has conocido en un largo tiempo, por una persona que te ha conocido hasta los peores demonios que habitan en tu alma y aún así, te sigue queriendo, aún así, sigue a tu lado, el amor son experiencias, no solo un físico o unos valores, el amor lo es todo en una persona.

—Aunque no me creas, yo te amo Bella, y es que tú eres perfecta — Se acercó lentamente con su vista puesta en mis labios —Y porque sabemos que los dos debemos estar juntos — Estuvo a punto de besarme pero fui más rápida que él a pesar del entumecimiento que sentía y giré mi rostro, entonces Nicholas puso una mano en la puerta mientras que una fría carcajada salió de su boca — Algún día te darás cuenta del error que cometes, porque cuando me necesites tendrás que arrastrarte para que acceda a ayudarte — Susurró.

— ¿Qué te hace pensar que me arrastraré a ti? — Pregunté mientras la rabia crecía en mí debido a su actitud. — ¿Tan poca cosa me crees?

—Bella, ambos sabemos que no tienes a nadie más y que soy el único, que te ha tratado bien, el único al que realmente le importas, porque siempre he estado a tu lado, aunque sigo sin entender porque no me correspondes.

—Porque las cosas no son como las crees Nicholas, y esta extraña actitud que tienes hace que te desconozca, porque no eras el chico que estaba dispuesto a ayudarme con mi hermana, no eras el chico que se preocupó por mí en ese almuerzo de semana santa, no eres esa persona y estoy empezando a pensar si lo llegaste a ser alguna vez o fue solo una fachada — Me dolía el hecho de que la única persona que podía considerar como un amigo, se comportara de esa forma, así que cuando terminé de hablar, me dispuse a salir no sin antes aclararle lo que pensaba — Y no olvides que a pesar de que amo a mi hermana, y de que la extraño como a nada en el mundo, yo soy muy diferente a ella, por lo que no voy a permitir que me uses para olvidarla o si quiera tener un recuerdo vivo.

Y sin más que decir, salí dando un portazo mientras ignoraba los estruendosos gritos de Nicholas, él no podía pretender que le rogara su compañía por más vital que fuera para mí, no estaba sola, tenía a Christian conmigo.

*

DESCONOCIDO

Había recorrido gran parte del pueblo en busca de Isabella, pues al parecer los inútiles de sus padres no me habían dado una razón exacta, así que cansado me acerqué a la pequeña iglesia, espantando a todos los fieles que hacían un intento vago de acercarse hacia mi, pues la verdad en ese momento no estaba para soportarlos, en ese momento no estaba para soportar nada en absoluto.

—Pero miren a quien tenemos aquí — Exclamó el único hombre que soportaba — ¿Terminaste tú búsqueda de Dora la exploradora?

—Muy cómico de tú parte — Dije mientras lanzaba varios vasos contra la pared.

—Tienes que tranquilizarte — Habló mientras la rabia empezaba a crecer en mi interior — Dale tiempo al tiempo, además sabes que su ritual está muy cerca, no te desesperes.

— ¡La quiero ya! — Grité sobresaltando a los lava perros que estaban junto a él escuchando nuestra conversación — Ella es mía y lo sabes muy bien, por lo que no pienso esperar para tenerla a mi lado donde pertenece.

—Que no se haya presentado a su casa no quiere decir que desaparezca de la faz de la tierra, tiene que estar en la mansión de los oscuros, quizás con Nicholas, sabes cómo es él — Suspiró mientras daba un largo sorbo a la botella de vodka.

— ¿Cuándo iremos por él? — Pregunté intentando controlarme de mis ganas de asesinarlo ante la sola idea de que tuviera sentimientos por ella — ¿Crees que ya la haya tocado?

—No te precipites, además Nicholas tampoco es un desesperado, así que dudo que haya pasado más que un beso, eso sí, tienes que recordar que es tan imbécil que dejó que ella lo viera con otra — Dijo riendo — Es muy probable que no le guste el idiota ese.

—Pero es la única ayuda que tiene para su obsesionado plan con saber lo que le pasó a Scarlett, por lo tanto no va a abandonarlo así como así.

—Tienes un punto, y hay que seguir investigando, pero no puedes arriesgarte mientras la espías, sabes que puede descubrirte y a pesar de todo lo que le ha ocurrido ella no es estúpida — Se levantó para ofrecerme la botella de licor la cuál acabé en un solo trago.

—Está bien, pero la paciencia se me agota y sabes que no soporto si quiera que la miren.

—Todo a su momento, y en poco tiempo del que crees ya estará ella a tu poder — Sonreí ante la escena que se creaba en mi cabeza. Bella de alguna forma, había desaparecido de mi vista estos últimos días, me estresaba el hecho de no tener un control sobre ella, así que a pesar de ir en contra de cualquier instinto agresivo que mi cerebro me ordenaba, decidí hacerle caso al hombre que me hablaba, debía esperar, porque en sí, muy pronto las cosas vendrían a mi, muy pronto ella vendría a mi.

<<Muy pronto podré tenerte a mi lado mi Bella, porque no sabes cuánto deseo poder probar esos labios que me han matado desde hace mucho tiempo>> — Pensé mientras me dirigía a la habitación donde estruendosos gritos salían de la puerta.

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