•CAPÍTULO VII•
Parte II
"Christian"
"¿Por qué no puedo matar? Si de todas formas todos vamos a morir."
—Mary Bell
ISABELLA
La extraña actitud que había tenido Blair luego de básicamente casi matar a Nicholas y drogarme era desconcertante, me había revelado ciertas cosas, como que en el ritual están presentes más que dos personas que era lo que se creía, pero lo más importante es que conocía a Scarlett.
"Sálvate, tienes que lograrlo, Scarlett ya falló, y solo espero que no cometas su mismo error"
¿A qué se refería con que Scar había fallado?, porque se suponía que solo ella y yo sabíamos de los planes que habíamos construido juntas, pero el hecho de que una persona externa y completamente desconocida para mí estuviera al tanto me sorpendía, se suponía que era un secreto entonces ¿Por qué lo sabía?
En el momento en que desperté me encontraba en una de las camas de la mansión de los oscuros, para encontrarme a un Nicholas rodeado de una gran venda en la cabeza, estaba preocupado pues se culpaba por llevarnos donde una completa loca, pero para mí había valido la pena, quizás estaba más confundía que antes, pero tenía más fichas que en un principio, solo tenía que unirlas, y claro esa era la tarea más difícil.
—No puedo creer que hayan sido tan idiotas — Murmuró Ian pues estábamos los tres reunidos en la oficina de Nicholas ya que él era médico y nos estaba curando.
—Ian, entiende que era importante, y además valió la pena — Repliqué ya cansada de lo mismo.
—Pues casi no salen vivos — Tenía un tono molesto mientras curaba la herida que Nicholas se había hecho al golpearse con una piedra.
—Isabella — Me llamó Nicholas mientras hacía muecas de dolor cada vez que Ian lo suturaba.
—Bella — Lo corté, pues sabía que solo cuando mis padres iban a usar algo contra mí, me llamaban por mi nombre completo
—Bella, si quieres puedes quedarte aquí mientras pasa todo eso, podrías decirles a tus padres que estás haciendo un trabajo de la universidad
—Gracias, de verdad, pero no puedo desaparecer así como así, mis padres no son idiotas, pero te aseguró que mañana vengo, ya sabes que tenemos que unir muchas piezas
—Está bien — Suspiró derrotado —pero por lo menos avísame cuando llegues, después de lo que te dijo Blair, realmente estás en peligro
—Vale — Me acerqué para despedirme con un abrazo y cuando lo rodeé, la verdad me sentí protegida, sentí que por fin alguien no buscaba dañarme o alejarse, Nicholas era especial —no sabes lo importante que es tu apoyo, y lo bien que me he sentido ahora que no estoy sola en la búsqueda de mi hermana.
—Y te prometo que vamos a encontrarla, — Me acarició lentamente la espalda —todo esto tiene que acabar Bella.
—Yo sé que sí —Me separé a mi pesar pues me encontraba muy cómoda en sus brazos para despedirme de un curioso Ian, que por supuesto ignoré su mirada llena de interrogantes porque ni yo misma sabía que estaba pasando.
Cuando salí de la mansión, noté el gélido frio de la noche, que a pesar del escalofrió que recorrió mi cuerpo, me ayudó a aclarar mi mente, muchas cosas estaban distorsionadas, y aunque quería evitar pensar en esa posibilidad Scarlett no había sido del todo sincera conmigo, por lo que eso dejaba una gran pregunta en mi cabeza.
¿Por qué tuvo la necesidad de mentirme y aún peor, de ocultarme cosas?
¿Se estaba escondiendo o me estaba escondiendo?
La verdad lo último que quería era volver a casa, así que utilicé como excusa la idea que me había dado Nicholas, y es que en un inicio no quería quedarme con ellos, necesitaba estar sola, necesitaba pensar en todo el dilema en el que me estaba metiendo o en el que ya estaba metida y apenas me enteraba de ello.
Por lo que desde hace muchos años, me escapaba con Scar a una mansión vieja casi al otro lado del pueblo, donde desde que la conocía estaba en venta y sabía muy bien que las probabilidades de que la vendieran eran pocas por no decir nulas.
Era un lugar privilegiado por el agua cristalina del río que pasa cerca de ahí, por lo que me senté en una vieja y podrida grada del porche de la mansión para admirarlo a pesar de la oscuridad.
Mi vida no había sido la mejor, de hecho muchas veces me preguntaba cómo sería si no estuviera rodeada de la extraña religión que siguen en el pueblo, eran esclavos de sus propias creencias, y para mí era muy claro que esa era la forma de dominación del guía, así era como los tenía en su poder.
—Me gustaría que empezaras diciendo tus razones para invadir mi casa — Susurró una voz masculina mientras el seguro de un arma se desactivaba, y sí me estaban apuntando directo a la cabeza.
—Ninguna, pero si quieres matarme, adelante.
— ¿Tanto desprecias tu vida como para dejarte morir en este lugar? — Preguntó en un tono un tanto asombrado
—De hecho, estoy haciendo lo mejor que puedo — Me volteé sin importarme que siguiera apuntándome y sin un signo de duda para enfrentarme a un completo extraño, porque a pesar de que tenía una lona cubriendo su cara y estaba vestido de negro por completo, tuve la sensación que no era de este pueblo.
—Vaya que eres más valiente y un poco estúpida de lo que pareces — Aseguró nuevamente el arma para guardársela en el abdomen y luego se sentó a mi lado — Me intriga saber que hace una niña como tú a las afueras de un pueblo casi en la madrugada.
—Huir — Susurré más para mi misma que para él pero igual me escuchó
—Al parecer si es como parecía
— ¿El qué? — Pregunté mientras me esforzaba por captar algún rasgo de él
—Este lugar, ya sabía muy bien que era un tato terrorífico, por no decir que esta mansión es una completa mierda, pero me lo has comprobado — Suspiró mientras mantenía su mirada en el horizonte.
— ¿Quién eres — Me atreví a preguntarle luego de un corto silencio
— ¿Por qué debería responderte?
—Porqué sé muy bien que no eres de este lugar, como tan bien que tratas de pasar desapercibido, o ¿Me equivoco? — Su cuerpo se tensó confirmando mis sospechas, pero ¿Qué hacia él aquí intentando ser invisible?
—Solo puedo decirte que vengo por trabajo, ¿Tú?
—Bella y para estar en iguales condiciones deberías quitarte eso, déjame verte
— ¿Qué me asegura que no vienes a matarme? — Preguntó sonriendo mientras me miraba directamente a pesar de la oscuridad en la que estábamos
—Nada, pero debido a que tú sí puedes verme y a diferencia de ti yo sí dije mi nombre es lo justo
Nos sumimos nuevamente en un silencio y para cuando creí que no iba a hacerlo, se quitó la lona y dejándome sorprendida porque justo en ese momento la luna lo iluminaba revelándome su rostro. Su labio se curvó suprimiendo otra sonrisa, y es que quizás no estaba disimulando la profunda mirada de inspección qué le esteba dirigiendo pero no podía dejar de hacerlo, eran tan apuesto que me dejó pasmada.
—Nunca me habían visto de esa forma — Apartó la mirada hacia el lago — Así que debo interpretarlo como una buena señal
—Yo... — Respire pausadamente antes de soltar alguna estupidez de mi boca — Solo que eres un rostro nuevo para mi
—Christian, o mejor conocido en el mundo de la muerte como "Mr. Zack" — Me ofreció la mano por lo que le correspondí, no sé si él esperaba que apenas soltó la palabra asesino yo corriera, pues se iba a decepcionar, no me provocaba el mínimo signo de miedo.
—Con que asesino... — Me interrumpí pues a lo lejos vi una sombra aproximarse, se notaba que esa persona no se había dado cuneta de nuestra presencia, y Christian al darse cuenta, me haló al interior de la vieja mansión, donde quedamos tan cerca que podía percibir su lenta respiración en mi oreja.
— ¿Viniste con alguien más?
—No, de hecho nadie sabe que venía a este lugar.
— ¿Hay más mansiones o casas cerca de aquí? — Preguntó susurrando al sentir la sombra cada vez más cerca de nosotros
—Esta es la más lejana, por esa razón está abandonada... — Él susurró que hiciera silencio cuando sentimos a alguien subir por el porche de la casa.
Debido a la oscuridad no podía ver muy bien el interior de ese lugar, pero la leve luz que entraba por la ventana nos mostraba el movimiento de la persona en el exterior que se quedó estática, su figura era reflejada en la pared húmeda que antes había sido una bonita repisa, Christian estaba al lado del gran portón y mi espalda pegada a su abdomen. La figura caminó hacia la puerta he hizo un leve intento de abrirla, y esa fue la señal para que nos moviéramos, por lo que él me tomó de la mano y subimos a paso rápido pero evitado generar algún ruido con nuestros pasos al segundo piso, donde estaba un largo pasillo, y decidimos ir a la última habitación que era la más grande, luego nos adentramos al viejo closet limitándonos a esperar.
Se escuchó un fuerte estruendo, y luego pasos acelerados, primero en la planta de abajo, pero el lugar se volvió a sumir en un largo y peligroso silencio, por lo que me permití creer que ya se había ido, pero luego no sé de qué forma escuchamos sus pasos en la segunda planta, ahora eran más cautelosos mientras abría las desgastadas puertas de las habitaciones, estaba buscando algo, o peor aún, alguien.
Finalmente llegó a la habitación donde estábamos, entonces por el pequeño hueco me esforcé por ver quién era la persona detrás de todos esto, al inicio solo era una sombra negra en el marco de la puerta, pero luego el brillo de algo que tenía en la mano me llamó la atención, y cuando pude reconocer que objeto tenia me di cuenta que era un cuchillo, no sé porque en ese momento mi cabeza dejó de ser racional. No sé si fue el miedo que creció en mi interior que empecé a sentir que el aire no estaba entrando a mis pulmones, la cabeza me daba vueltas y mis manos empezaron a temblar.
"Pequeña necesito que te quites toda la ropa, tu madre no está, y nadie te va a escuchar, así que no te preocupes no te hare daño, solo quiero disfrutar, y tú tendrás que complacerme, tendrás que complacer a tu padre..."
Los recuerdos de esa noche aparecieron consecutivamente en mi mente, hace mucho tiempo no me pasaba esto, no solía tener ataques de pánico, pero no podía controlarlo y estaba haciendo todo lo posible por no gritar aunque me faltara el aire, porque no quería que nos descubrieran, y sentí como el cuerpo de Christian se tensó.
Cuando pensé que ya me había calmado, las puertas del closet se abrieron revelando a una persona completamente de negro, solo sus ojos podían verse, y eran de un color verde profundo, por lo que al mirarlo a los ojos su mirada me transmitió una energía tan oscura, que empecé a temblar el doble, todo estaba en cámara lenta.
— ¡No hagas eso papá! — Grité siendo transportada nuevamente a esa noche, sentí mis piernas caer al suelo mientras mi voz sonaba desgarradora, había perdido el sentido de la realidad, y lo único que me despertó otra vez a esa mansión fue el sonido de un disparo.
Christian le había disparado a la figura con un arma que por la forma se notaba lo fina qué era, de hecho hasta tenia silenciador, y en ese momento me di cuenta que no estaba mintiendo, de hecho, por posición y la expresión neutra de su rostro me lo confirmo, mientras el cuerpo caía provocando un golpe seco.
Me quedé estática abrazando mis piernas mientras veía el charco de sangre crecer, Christian se acercó a mí con una mueca de preocupación, así que a pesar de que pensé me iba a abandonar, me abrazó.
—Respira Bella, tranquila ya pasó — Susurró en mi oído mientras me acariciaba con su mano en mi espalda, y de repente obedeciendo a sus palabras empecé a calmarme.
—Lo siento yo no quería...
—No es tu culpa — Me interrumpió mientras nos levantábamos minutos después de que logré controlar mi respiración— Los ataques de pánico son muy espontáneos
— ¿Cómo lograste calmarme?, las veces que me ha pasado no me recupero tan rápido
—Yo también los tengo, según el médico tengo un estrés post-traumático, así que intenté lo que me ayudaba a mí — Se guardó el arma en su abdomen para agacharse y retirar la máscara del desconocido — ¿Sabes quién era?
Mis ojos se abrieron y si no hubiera era sido porque Christian sostenía mi mano me habría desmayado, ese rostro era imposible de no reconocer, era Katherine, una de las muchas que desaparecieron luego del ritual...
—Era una chica que vivía cerca de mi casa, pero que no la había vuelto a ver después del ritual...
—Así que es cierto... — Dijo para sí mismo
— ¿El ritual de purificación? — Pregunté mientras observaba el cuerpo inerte de Katherine.
—Me había enterado de algo muy mínimo antes de venir a este pueblo, pero al inicio creía qué eran mentiras para alejar a turistas — Me observó mientras mi mente quedaba en blanco, porque si ella estaba viva, eso significaba la mínima posibilidad de que Scar también lo estuviera. Christian iba a hablar pero otro sonido nos alertó e inmediatamente apunto con su arma, pero al final solo era un gato.
—Que estupidez, al parecer ya empecé a alucinar — Dijo Christian un tanto nervioso — Isabella, ¿Estás bien?
—Sí, gracias por haberme salvado — Susurré al notar que todavía tenía mi mano agarrada a la suya, pero no me molesté en retirarla porque él me había ayudado a salir de ese shock al que había entrado, me sentí muy segura a su lado a pesar de conocerlo hace unos momentos.
—Un caballero tiene que proteger a la dama en apuros — Dijo sonriendo mientras se acercaba.
—Pues entonces agradezco por haberme salvado caballero — Me reí
—Me debes una Bella, pero por ahora larguémonos de este lugar, porque si ella está aquí solo tengo dos respuestas para eso, un que me buscaba a mí, o que te seguía — Un escalofrío recorrió mi cuerpo e instintivamente Christian me dio un leve apretón de manos — Pero no te preocupes, por ahora te llevare a casa y luego buscaré otro lugar donde quedarme
—No es necesario...
—Podré ser un asesino Bella, pero luego de esto me siento en el deber de acompañarte, este pueblo es más peligroso de lo que creía...
<<Y eso que esto es la punta del iceberg>> — Pensé mientras salíamos de la mansión...
*****
¿Un asesino? :)
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