Parte I

"LakesVillage "

"No me importa si vivo o muero. Adelante, mátame"

—Jeffrey Dahmer

ISABELLA

El día estaba nublado, era claro que muy pronto la lluvia iba a hacer su aparición, LakesVillage, un pequeño pueblo en Canadá, que gracias a su tamaño casi todos resultaban un tipo de familia, pero algo que era muy conocido de aquí, eran nuestras creencias, "El Guía " , que es el líder de nuestro culto, no tiene un nombre en específico, según él no era necesario, pues no es de su agrado llevarse el crédito, ya que no nos diferenciamos de las otras religiones, pero claro está que si lo hacemos, creemos en Dios como poder principal, pero nuestro guía es el que nos redacta la biblia, pues no tenemos acceso a ella ni a ningún libro respecto a la religión como tal...excepto los educativos enfocándose en la universidad o el instituto y están solo a la supervisión de él.

Las reuniones son en la noche, un poco raro, eso era claro, pero así era como se concentraba más nuestro "guía", qué era un tipo de mesías para todo el pueblo, aunque cabe destacar que nadie lo ha visto, solo conocemos su voz, pues cuando empieza a hablarnos se escucha un tipo de voz muy extraña, que no se parece a la de ningún hombre en todo el pueblo y lo digo con toda seguridad porque no es la primera vez que investigo cual es la identidad del guía.

Para todos, el guía, tiene siempre la razón por lo tanto no se debe dudar de él, menos para mí, quizás no estaba siendo racional como decía mamá, pero es que cuando tienes la capacidad de ver el mundo exterior te das cuenta de lo escalofriante que es nuestra situación, de las reglas que se nos imponen, y de lo ciego que esta todo el pueblo al creer en alguien como el guía.

Siempre tuve curiosidad respecto a los misterios que tenía nuestro culto, íbamos todos los días a la pequeña iglesia con una gran cúpula que la resaltaba de todo el pueblo, pero lo extraño es que no podíamos verla, ya que en la entrada era obligatorio tomar un tipo de sustancia de color carmesí en una copa de plata, ellos, llamados "los fieles", decían que básicamente era para recibir la sangre de Cristo, pero en dos minutos perdías el sentido de la vista por completo, era momentáneo, refiriéndome a que duraba un hora , pero esos 60 minutos eran un infierno y a esa sustancia le pusieron el nombre de "Elixir", lo que suena aún peor.

Los fieles son un pequeño grupo de discípulos del guía, que se reúnen con él, pero igualmente no pueden verlo, aunque dudo que no tengan alguna información importante, pero si antes había mencionado el evidente cambio en las mujeres del ritual, ellos realmente parecían irreales, sus miradas eran tan frías, que hasta lograban paralizarte, son hombres de edad, eso siempre es lo que se ve, pero es lo único evidente, porque, así como el guía es un interrogante, ellos también lo son.

Como cada día, todo el pueblo se vestía de blanco menos las mujeres que todavía no tenían 20 años de edad, pues no se les consideraban "puras", así que nuestra vestimenta era negra, lo cual era muy tétrico teniendo en cuenta el significado del color para la iglesia. Nos obligaban a utilizar esa tonalidad por ser mujeres que no han recibido el espíritu de los ángeles, así que no teníamos acceso a ese color, que para mi suerte era mi favorito.

El ritual, era un tema que casi nadie sabía al respecto, ni siquiera las mujeres que ya habían pasado por eso, pues cada vez que se lo preguntabas a alguien , era una ofensa ya que se consideraba uno de esos tipos de secretos muy privados de la iglesia que solo el guía tiene derecho de hablar, pero todo no quedaba ahí, era un interrogante para mi ver como chicas que eran mis amigas en un pasado porque durante mi infancia jugaba con ellas, cambiaban, dejaban de sonreír, dejaban de verte a los ojos, dejaban de creer en algo además del guía, ella dejaban de vivir, en otras palabras, era como hablar con alguien sin alma, con alguien sin expectativas, con alguien sin corazón.

Siempre habían dos resultados, uno era que la purificada salía con vida y volvía con su familia "sana y salva" pero el otro resultado, era que estaban en la gloria de los ángeles según lo que te decían al preguntar por ellas, para mí era obvio que estaban muertas, pero decirlo en voz alta era un pecado que te llevaba a tener una conversación con los fieles y el guía lo cual no dejaba de ser peor, de hecho, cuando se cometía cualquier infracción te llevaban con ellos, simplemente no podía hablar de mis preguntas, no podía expresar lo extraño que resultaba ese ritual, muy similar a una ruleta rusa, unas salen vivas físicamente porque mental era muy obvio que no, pero otras desaparecen como si nunca hubieran existido, esas mujeres se quedan en el olvido porque todo aquel que haya sido cercano a ellas está en la obligación de aceptar el destino que le ha deparado el guía.

Cuando las mujeres salían del ritual, pasaban años hasta que comenzaran a retomar su vida como lo había sido en un pasado, pero era difícil darte cuenta que no volverían a ser las mismas, y por obvias razones yo no quería seguir su camino, porque estaba próxima a cumplir los 20 años, además de recibir toda la presión de mi familia, tengo mi ansiedad de saber qué es lo que realmente pasa en ese ritual, es imposible que solo por "purificarlas" terminen cambiándolas completamente.

—Tienes que arreglarte Bella, sabes que el guía nos recalca la buena presentación, y sobre todo tú que estás próxima al ritual — Replicó mamá en el borde de la puerta.

Lily Roberts, en otras palabras, mi madre, una de las más influyentes respecto al guía, Lily era una mujer que en su juventud había sido muy atractiva, me costaba entender como de una persona radiante pasó a ser alguien estricta y ciega, ciega por creer en un idealismo sin comprobar lo verídico que es.

Mi familia siempre ha sido muy creyente respecto a Dios, y al guía, todas las mujeres ya han pasado por el ritual de purificación sin contarme, solo que nunca tuve la oportunidad de evidenciar el cambio en mis tías luego de haberlo hecho ya que no había nacido, pero justo, cuando mi hermana, teniendo en cuenta que la verdad ella era la persona en la que más confiaba, y me cuesta decir que era, porque yo sabía que no quería hacer el ritual, sabía lo extrañas que salían las mujeres luego de eso, y es que no tuvimos ninguna oportunidad de evitarlo, mis padres estaban cegados por tener la "satisfacción" de que su hija pasara por el ritual, no era justo, yo debí evitarlo, pero no lo pude hacer, recuerdo muy bien ese día, pues al cerrar mis ojos, las escenas se vuelven repetitivas en mi mente.

*

— ¿Estás segura? — Pregunté mientras observaba cómo se maquillaba frente al espejo.

Hoy era el ritual, el miedo invadía mi cuerpo provocando temblor en mis manos, porque la verdad no quería perderla, no quería que cambiara, pero era triste saber que incluso antes del ritual, ya no era la misma, estos días me había estado evitando, y si no hubiera sido por la sorpresa de que justo se estaba preparando cuando llegué a mi habitación, nunca la habría vuelto a ver antes de que accediera. 

—Estoy perfectamente, no le metas misterio a esto Bella — Su tono era seco, lo que obviamente no era una buena señal ya que siempre estaba muy activa, de hecho, era la hermana linda y popular entre las dos.

—No es misterio, sabes que lo haces obligada, y además no quiero que te pase nada.

—Nada me va a pasar, "El Guía", sabe lo que hace, así que no hay de que preocuparnos, eso lo sabes, todo estará perfecto, yo viviré — Susurró al quebrarse su voz —nada me pasará

—No, no es verdad — Retire el espejo para verla directamente, y me fije en que lágrimas caían de sus ojos — Te extraño hermana, extraño hablarte de las cosas que me pasan en la preparatoria, en el día a día de mi vida, no entiendo que te pasó, y no puedes pedirme que no me preocupe, porque eres lo único sano que tengo y que no cree en ese culto de mierda.

—Bella — Tomó un largo suspiro, para luego, juntar mis manos —tienes que cuidarte, tienes que hacer lo posible para que no se den cuenta que eres una de las que no creen, porque será tu final, sabes que eres mi hermana, y que yo no puedo hacer nada para evitarlo, pero tú sí, tu sí puedes hacerlo, tienes que irte, tienes que escaparte, tienes que salvarnos porque...— Fue interrumpida cuando la puerta se abrió abruptamente

—Scarlett, debemos irnos, el guía te espera — Dijo mamá luego de ver la escena en la que estábamos

—Ella no irá, no lo permitiré — Repliqué al ver la tristeza en los ojos de Scar.

—Bella...no — Susurró mientras se levantaba y salía de la habitación, pero me fije en que dejaba una pequeña nota en el cesto de basura para luego hacer una seña de que la leyera pasando su mirada del cesto a mi —luego nos vemos linda — Curvó sus labios en una sonrisa triste para luego desaparecer.

En el momento en que la puerta se cerró y la casa quedara en completo silencio, me levanté hacia el cesto de basura y tome el pequeño papel que Scarlett había dejado minutos antes

"Bella, no tengo la capacidad de decirte esto en persona porque ellos lo saben, se enteraron de que pertenecía a  "los oscuros", y es por esa razón es que adelantaron el ritual, traté de evitarlo, pero como sabes ellos creen demasiado en el guía, solo que hay algo que no cuadra, eso siempre lo has sabido, estuve investigando y el ritual de purificación no es lo que parece, algo pasa en esa sala Bella, algo las cambia, algo las controla, algo las desaparece de la faz de la tierra, no terminé mi investigación, solo descubrí que unas pocas sobreviven, pero tú puedes hacerlo, te faltan tres años para cumplir los veinte, sálvanos de este infierno."

Con lágrimas invadiendo mis ojos, me fijé en que había un número en la parte inferior de la hoja, lo que me indico que era mi forma de comunicarme con los oscuros, que era mi oportunidad de cumplir mi promesa con Scarlett, porque iba a descubrirlo, iba a descubrir en que estábamos metidos, pues sabía muy bien que esa era la última vez que la vería.

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Estamos en la posición #3 en la categoría culto, la verdad es increíble el apoyo, gracias a todos los lectores y bueno, ¿Se atreven a purificarse?