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—¡Por favor! —Hoseok exclama una vez más mientras caminaba al lado de Taehyung por el pasillo de la escuela.
—¿¿Por qué insistes tanto?? ¿Y si no es lo que estás esperando? La culpa la voy a cargar yo —Taehyung le explica tratando de no salirse de sus cabales, Hoseok seguía insistiendo sobre que quería saber quién era la persona destinada de Yoongi.
Taehyung se preguntaba el porqué Hoseok deseaba saberlo, ¿Sería correcto decirle? Eso iba contra las reglas, pero, ver los hilos, para el no era un pecado de todos modos, tenía el don de hacerlo.
Dio un largo suspiro antes de hablar.—Bien, veré su hilo —Taehyung finalmente cedió recibiendo un abrazo por parte de Hoseok agradeciéndole.
Y es que Taehyung no quería ver a su amigo con el corazón roto, pero eso no es algo que podamos evitar, al menos una vez en la vida a las personas les rompían el corazón, ¿no?
Llegando a su salón, descuelga su mochila sobre sus hombros y se recuesta sobre su asiento para así evitar escuchar a su amigo parlanchin.
Terminando todas las aburridas clases, incluyendo química en dónde tenía varios desacuerdos con Jungkook, finalmente llegó la hora de ir al club.
Hoseok se pasó por su salón para recordarle que tenia que ver el hilo rojo de Yoongi.
Taehyung no tenía tantas ganas de hacerlo, pero activó su visión de los hilos y se despidió de su amigo, no espero a Jungkook y caminó tan rápido como pudo hasta llegar al gimnasio, justo como lo imaginó, Seokjin ya estaba ahí conversando con un par de chicos.
Después de abrir la puerta, respiró con dificultad antes de adentrarse al gimnasio.
Se sentó en las gradas, Seokjin lo notó y se acercó a él sin dudarlo, el corazón de Taehyung latió con fuerza al verle tan cerca.
—Taehyung —Para rematar, Seokjin se sentó justamente a su lado.
—Seokjin —Le saludó con una sonrisa tratando de mantener de la mirada en alto.
—¿Puedo preguntar algo? —Seokjin dijo mientras acomodaba su cabello, Taehyung no pudo evitar mirarle.
—Bueno, ya lo estas haciendo —Ríe nervioso.
—¿Jungkook trató de intimidarte ayer o algo parecido? No se le veía muy contento... —Seokjin comentó con obvia curiosidad.
Taehyung se detuvo un segundo para pensar, ¿Por qué Seokjin preguntaba sobre eso? ¿Acaso le interesaba? ¿Estaba celoso?
—Ehm no... —Hizo una pausa para pensar en su respuesta, ¿Exactamente que debía decirle? ¿Qué le pidió su número? No era algo digno de decir en voz alta de todas formas.—Solo... hablamos, como amigos —Taehyung se lamentó al decir eso, no eran amigos e incluso el día de ayer se lo había recalcado.
—Oh... —Seokjin hace una mueca con los labios sin evitarlo, Taehyung se arrepentía de sus palabras pero no era como si debía explicarle todos los detalles, ¿no?
La puerta del gimnasio se abrió y capta su atención al ver a Yoongi entrar, iba a seguir su hilo, tal vez su persona estaba del otro lado de la escuela, no sabía a ciencia exacta, iba a intentarlo.
Pero...
Taehyung se levantó de su lugar enarcando las cejas, siguió con la mirada aquel hilo, apuntaba justo a dónde el y los demás chicos se sentaban.
Su corazón latió con mucha fuerza.
No.
No podía ser.
Era imposible.
Tragó saliva al darse cuenta de dónde terminaba aquel hilo del destino.
En Kim Seokjin.
¿Pero que mierda?
Lo que tanto anhelaba no saber ahora estaba frente a sus ojos.
Y le dolió la cabeza.
Y no podía respirar.
Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, la voz de Seokjin le llamó diciendo algo cómo, "Taehyung, ¿Estás bien?" Pero el no le escuchaba en lo absoluto.
Necesitaba salir de ahí.
Yoongi se acercó y le miró con curiosidad, Taehyung quedó totalmente pálido.
Seokjin se levantó de su lugar tratando de descifrar lo que le sucedía.
El rubio se apartó de las manos curiosas del chico sobre sus hombros y salió, prácticamente corriendo del gimnasio.
Chocó contra los hombros de Jungkook, quién apenas ingresaba al gran gimnasio. Taehyung ignoró los reproches qué el chico lanzaba al aire y se dirigió a los vestidores.
Joder, era su culpa, lo sabía perfectamente, jamás debió volver a activar su maldita visión.
Si, era una total maldición.
Recargó sus manos sobre el lavabo mirando su reflejo en el espejo, su rostro estaba pálido, tanto que incluso pensó que iba a desmayarse ahí mismo. Trató de respirar mejor aunque eso era imposible de hacer.
Apretó sus labios con bastante fuerza tratando de que su mente olvidara a Seokjin.
Pero, ¿A quién engañaba? Si el chico vivía ahí, en sus pensamientos y no iba a irse tan fácilmente. Se culpó a si mismo por la curiosidad, jamás debió voltear, jamás debió hacerle caso a su amigo.
Era mejor antes, verle desde lejos ignorando su dedo meñique izquierdo.
Porque, si te limitas a observar una persona de lejos, no tendrás que preocuparte a que te duela demasiado y te rompa el corazón.
Pero ahora que era cercano a él, dolía el doble, pensó que una flecha directo al pecho dolería menos que lo que estaba sintiendo en ese momento.
—¿Taehyung? —Genial, la voz de Jungkook se hizo presente detrás de él en la puerta de los vestidores.
—¿Qué crees que haces aquí? El entrenamiento ya comenzó, vamos —Jungkook intentó ordenarle.
—¿Estás llorando? ¿Estás bien?—Agregó viendo el reflejo del chico en el espejo.
Taehyung se movió rápidamente para mojar su rostro y su cabello y voltearse hacia el chico curioso que nunca le dejaba en paz..
—M-me estaba lavando el rostro, adelantate, en un momento voy —Su voz apagada decía todo lo contrario.
—Taehyung... —Susurró no convencido de las palabras del chico.
—¡Qué estoy bien! —Gritó para luego desviar su mirada debido a la vergüenza.
¿Iba a llorar enfrente de él? Si, tenía la certeza de que no podía aguantar más sus lágrimas, así que tuvo la mínima esperanza de poder evadir a Jungkook y salir de ahí. Pero en cuánto trató de rodearle, el pelinegro le tomó de la muñeca para evitar que saliera de los vestidores.
Taehyung logró safarse, estaba a punto de huir, pero luego esa mano volvió a atraparle con más fuerza haciendo que volteara y ambos quedarán cara a cara. Taehyung se sintió muy pequeño ante la mirada de Jungkook. Lo único que quería era salir huyendo como siempre hacia.
Al no poder hacerlo, bajó la mirada sintiendo esas lágrimas qué le traicionaban sobre su rostro. Jungkook abrió los ojos de más suavizando su mirada al ver que el chico se rompía frente a él sin poder evitarlo.
Taehyung ya no intentó apartarse de él, colapsó no pensando en lo que pasaría después, solo quería llorar y llorar y luego llorar otra vez.
Jungkook le soltó, tratando de adivinar la razón por la que estaba llorando, pero no tenía la capacidad de leer su mente.
—¿Seokjin te hizo llorar? —Fue lo único que pensó, por la reacción de Taehyung al escuchar ese nombre pudo saber que tenía algo que ver en los sollozos del pobre chico.
Jungkook no sabía que hacer. Su cerebro hizo un click, pues era lo que todas las personas hacían cuándo veían a una persona llorar.
Rompió con la pequeña distancia que les separaba y le abrazó, un abrazo no tan fuerte sino... tratando de ser cálido.
Taehyung se pasmó al ver que el chico le abrazaba. No iba a decirlo en voz alta pero, realmente lo necesitaba.
Así que no tuvo otra opción más que abrazarle de vuelta y aferrarse a él reposando su mandíbula sobre el hombro del contrario, dejando lágrimas calientes en su uniforme.
¿Qué si eso era una humillación? Si, lo sabía, pero no iba a pensar en eso ahora, su corazón necesitaba apoyarse en alguien, tal vez después de todo, Jungkook no era una mala persona.
Se permitió llorar, porque estaba bien hacerlo, porque tenía que sacarlo todo para que duela menos.
Justamente esa mañana pensó sobre el corazón destrozado que su amigo tendría. La vida es ironíca al igual que le odiaba tanto porque el que tuvo el corazón roto fue él y no Hoseok.
Y Jungkook permanecía ahí, apoyandole a pesar de todas las diferencias que tenían, a pesar de que Taehyung fue muy grosero, a pesar de esa rivalidad que había entre ambos.
De alguna u otra forma, siempre lo supo, Seokjin no sería su destino ni en un millón de años.
Aún desconocía a la persona a la que estaba atado por el resto de su vida, pero en esos momentos, era en lo último que quería pensar.
Intentó calmarse a si mismo, encontró un poco de consuelo en Jungkook, en sus brazos, así que las lágrimas finalmente cesaron, sorbio por su nariz antes de separarse del chico.
—Taehyung... —Jungkook dijo en casi un murmuró.
—No le digas a nadie sobre esto —Taehyung volvió a la vida real, recordando que odiaba con su alma al chico egocéntrico frente a él.
—No diré nada, pero hay una condición —Jungkook alzó ambas cejas.
Taehyung debió saberlo, como siempre, un abrazo tampoco era gratis.
Al igual que su silencio.
—¿Cuál es tu condición? —Taehyung preguntó, pero Jungkook le dejo sin palabras cuando se acercó, le tomó del rostro y limpió las lagrimas qué sobraban en sus mejillas con sus manos.
Taehyung se fijó en que Jungkook tenía muchos lunares que apenas se percibian, pero el que más le dio curiosidad era el que se encontraba debajo de sus labios, tan pequeño pero notable.
¿Por qué pensaba en eso?
Alejó su mirada de él una vez que el chico alejó sus manos de su rostro.
—Vayamos a comer, después del club —Jungkook habló sobre su condición, haciendo que Taehyung le mirará desconcertado.
—¿Es eso?
—Sí, Tómalo o le digo a todos que-
—Sí, de acuerdo, iré a comer contigo —Taehyung le interrumpió antes de que terminada la oración.
—Bien —Jungkook salió de los vestidores para ir nuevamente al gimnasio.
Taehyung tardó un poco en aclarar su mente, pero finalmente volvió para lo que quedaba del entrenamiento. Trató de no ver mucho a Seokjin, pero era imposible.
Su corazón seguía diciendo a gritos su nombre.
Justo como prometió, espero a Jungkook para que ambos se fueran juntos, tratando de evitar que Hoseok le viera, pues iba a preguntar sobre el tema que trataba de evadir.
—Hay un restaurante por aquí cerca, es nuevo, me gustaría probar lo que venden ahí —Jungkook caminó junto a Taehyung, ambos ya fuera de la escuela se dirigieron hacia el restaurante.
Taehyung se preguntaba el porqué había aceptado ir a comer con el, se supone que lo odia y no aguanta su presencia. Suspiró diciéndose a si mismo que solo será una vez.
—Supongo que no quieres hablar del tema —Jungkook giró a verle.
—No es algo que quiera conversar contigo.
—Wow, ya volvió el Kim Taehyung de antes, te había extrañado —Jungkook bufó divertido.
—Ja, ja que gracioso —Su cara se constorcionó.
Finalmente llegaron al restaurante de comida rápida, Jungkook se sentó en una de las mesas del fondo, Taehyung le siguió sin rechistar, era comida gratis, tampoco se iba a negar.
Luego de que ambos ordenaron, Taehyung desvía su mirada del chico, seguía apenado, a pesar del odio mutuo.
—Kim Taehyung, ¿Qué viste en Seokjin? —Jungkook rompió con el silencio, la curiosidad le mataba, necesitaba saber lo que realmente todos ven en ese chico.
El mencionado no quería hablar sobre el tema, mucho menos quería escuchar ese nombre.
—Yo... —Pensó un poco en la pregunta que Jungkook le estaba haciendo, dejando ir esos pensamientos de que no era su persona destinada.
La primera vez que vio a Seokjin en primer grado, supo que era amor en cuanto su corazón se agitó solo por verle de lejos. No había interactuado con él hasta ahora, lo cuál se arrepentía demasiado.
Y es que no se podía imaginar a Yoongi y a Seokjin siendo cariñosos mutuamente. Ahora no era cercanos y apenas se dirigían la palabra pero, el hilo permanecerá ahí, hasta que el destino quiera que ambos se volteen a ver de otra forma. Con ojos de amor.
—Supongo que fue su amabilidad y la manera de tratar a los demás aunque antes no había interactuado con él —Soltó con voz monótona.
—No quiero hablar más sobre esto —Taehyung agregó sintiendo sus ojos picar.
Jungkook le miró con comprensión, así que dijo lo siguiente.—De acuerdo... ¿Sabes? Cuando me dijiste sobre que mis padres cumplían mis "caprichos" —Hizo las comillas con sus dedos.—Pensé mucho sobre eso, porque no es verdad, Kim Taehyung.—Sí, Jungkook iba a hablar sobre él.
—En Francia... no me la pasé muy bien, quizás pienses que porque mi familia tiene dinero soy feliz, cuando es todo lo contrario, me siento tan... solo —Confesó.
Taehyung le miró con atención.
—¿Sabes porque me mandaron a Francia? Porque ya no me soportaban —Jungkook soltó una risa amarga.
—¿Fue por eso?
—Sí... me di cuenta de que el dinero no da la felicidad.
Y Taehyung fue el que le miró con comprensión ahora. Había estado juzgando sin siquiera conocer un poco de la historia de Jungkook. Su familia era unida debido a los secretos, pero lo importante es que todos se apoyaban entre sí.
En cambio, Jungkook se sentía tan solo aún teniendo una mansión por casa.
Luego de que estuvieron conversando de tonterías y tener un par de desacuerdos, Taehyung se olvidó completamente de que hace un rato estaba llorando y sufriendo por Seokjin.
La presencia de Jungkook era agradable, pero eso no quitaba el hecho de que de vez en cuando se porte muy insoportable.
𖦹
𖦹
𖦹
𖦹
𖦹
holaa yo d nuevo JAJAJA
¿Les esta gustando? espero que si c:
el siguiente capitulo será épico vvs 🙊
tae se identifica mucho con la canción "Moral of the story" 😔
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