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✧ 50 ✧ (Final)

Jungkook tocó la puerta, esperando a que su amado fuera quién abriera, ¿que dirían sus padres al ver que llegó con un ramo de flores? ¿lo juzgarian? ¿por qué piensa en lo que pensarían sus suegros?

La puerta se abrió 10 segundos después, pero no se imaginó que estuviera esa persona ahí.

—¿Yoongi? ¿Qué haces aquí?

—Lo siento, Jungkook.

—¿Qué?

Yoongi pasó a su lado, con rapidez, le tomó del cuello y clavó una aguja, lo del sarten tal vez era pésima idea así que decidió que era mejor inyectarle lo mismo que a la familia Kim.

—Mierda... Yoongi, ¿Qué te pasa? —Jungkook se quejó de dolor, agarrándose el cuello, pero su vista se nubló, aún así, pudo entrar a la casa y ver a la familia Kim y a Taehyung desmayados fue lo que menos se imaginó. —¿Qué carajos...? —Soltó el ramo de flores y cayó sobre sus rodillas antes de estar completamente en el suelo.

—Lo siento... —Yoongi músito. Si se sentía de la mierda al tratarlos así, claramente la culpa lo invadía por completo, pero no es como si se pudiera echar para atrás en esos momentos, ¿cierto?

Yoongi caminó hacia la habitación de Taehyung, toco antes de entrar, ciertamente le tenía un poco de miedo a Namjoon, deseaba dejar todo atrás, pero, para su mala suerte, ahora estaba tan involucrado en la situación.

La puerta se abrió poco después y Namjoon le jaló del brazo para qué entre con rapidez y cerrar la puerta detrás de si. —¿Qué pasa? Escuché ruidos afuera —Namjoon pregunta.

—Sobre eso... Jungkook vino y ahora está desmayado sobre el suelo.

—Buen chico —Namjoon sonríe orgulloso, pero Yoongi solamente quería salir corriendo de ahí. —Ayúdame con esto —señaló unas botellas con un líquido color azul eléctrico.

Mientras tanto, Deok-hwa preparó el sedante que estaba sobre la pequeña mesa de centro, es que no podían ser más estúpidos como para dejarlo cerca de las víctimas, ah, las faltaba mucho por aprender.

Con sumo cuidado, sostuvo la segunda jeringa para poner el otro líquido que era con el que despertaría a su nieto y probablemente también a Jungkook.
Trató de no hacer tanto ruido; se acercó con cautela hasta su nieto que reposaba sobre la silla, desató un poco sus muñecas y sus pies sujetados para continuar con la jeringa y clavarla directo a su cuello, nunca lo dijo pero, era un total experto inyectando.

Escuchó ruidos provenientes de la habitación de su nieto y volvió rápidamente hacia Jungkook, tomando una tercera jeringa para poner el líquido, no perdió el tiempo e hizo lo mismo, le inyectó directo al cuello, aquel líquido era un tipo de... ¿droga? ¿quizás? Para mantener despierto a alguien que está a punto de desmayarse.

—Oh... mierda —Taehyung se removió incómodo sintiendo un fuerte dolor de cabeza, en el momento en el que iba a maldecir, los dedos de su abuelo taparon su boca con precisión, abrió los ojos de más, pero lo que llamó su atención, fue Jungkook tirado en el suelo.

—Hey, tranquilo... relájate, vamos a salir de todo esto, solo necesitas hacer silencio y Jungkook... llegó para llevarte al baile —La sola mención del baile hizo que su corazón doliera, Jungkook ansiaba mucho bailar con él ese día.

Y su propio primo iba a arrebatarle un momento importante como ese.

Malditos hijos de puta.

Jungkook no tardó en despertar poco después de que el abuelo fuera hacia la puerta, intentándo abrirla sin hacer tanto ruido, pero algo le habían hecho como para que no se abriera.

—¿Taehyung? —Jungkook arqueó las cejas al ver a su chico amarrado en aquella silla.

Taehyung niega con la cabeza, pronunciando en voz baja un «No hagas ruido»

—Jungkook... perdóname —Taehyung sintió que sus manos se liberaron del fuerte agarre al igual que sus pies, fue gracias a su abuelo, lo pudo saber al instante, verle intentando abrir la puerta sin conseguirlo le partió el alma.

Nunca debió dejar que Namjoon entrara a su vida.

No sabia sus verdaderas intenciones, todo ese tiempo estuvo confiando en él, pero es que, ¿como no lo haría? Es el primo de Jungkook, se suponía que era alguien de fiar, tanto que le contó cosas que no merecía saber, el ritual que hicieron para entrar a su propia mente y comunicarse con su tío, por ejemplo.

—No puedo abrirla pero aún hay una solución —El abuelo se acercó con cautela.

—Voy a matar a ese hijo de-

—Jungkook, no, porfavor no vayas ahí —Taehyung le suplicó al ver que el chico se levantaba del suelo con los puños cerrados.

Sabía lo peligroso que era aquel libro, no quería que algo le pasara a Jungkook ni a nadie de su familia.

—Literalmente te tienen atado a una puta silla, ¿como quieres que me calme? —Jungkook trata de hablar en voz baja.

—E-esto es mi culpa, me quieren a mi, así que no te acerques ahí, tienen todo el maldito poder en sus manos.

—¿Por qué hablas en plural? ¿Hay alguien más? ¿No es solo Yoongi?

—Lo hay... —Taehyung se calla, no quiere decirle que es su primo porque estaba seguro de que iba a colapsar y no le escucharía.

—Escuchen los dos —El abuelo llama la atención de ambos. —Él va a entrar a tu mente y dejarás que lo haga —apunta hacia Taehyung. —Trata de distraerlo, Tae, para que ganemos tiempo para quitarle el maldito libro-

—¿Qué? ¿Por qué? —interrumpe Jungkook sin entender nada.

—Taehyung, hay una solución, simplemente debemos quitarle el libro a Namjoon —Deok-hwa ignora por completo a Jungkook.

—¡¿Namjoon?!

—Shh, pueden escucharnos —Taehyung intenta calmarle.

—No, no, no lo puedo creer, ¿pero que mierda? —Jungkook se calla al escuchar ruidos de la habitación.

—Rápido, hagan como si no se hubieran despertado —El abuelo se apura a llevar las agujas utilizadas al bote de basura y regresa rápidamente al sillón. Jungkook opta por hacerle caso y se coloca en el suelo, cerrando los ojos, sintiéndose muy inútil por no poder hacer nada porque ni siquiera entendía la situación.

Yoongi es el único que sale, cuando está lo suficientemente cerca, sacude a Taehyung por los hombros. —Hey, despierta —El chico lo hace 10 segundos después, sintiendo como su cabeza comenzaba a dar vueltas.

—¿Qué...?

—Es hora, vamos —El abuelo se maldice mentalmente al haber dejado las cuerdas flojas de su nieto, Yoongi frunce el ceño al verlo así, pero ignora el hecho y obliga a caminar al pobre muchacho hacia la habitación.

Jungkook se levanta al escuchar la puerta cerrarse, si fuera el Jeon Jungkook de hace un año, seguramente ya hubiera roto una ventana y hubiese salido por ahí, pero esta vez él era diferente, no era egoísta porque le importaba más la vida de Taehyung qué la suya, fue por eso que camina hacia la cocina, decidido de lo que va a hacer, toma un cuchillo y sale de ahí, pensando que iba a ser ignorado por el abuelo, pero no fue así.

—Jungkook, no, no, ven aqui —El abuelo le arrebata el cuchillo de sus manos y lo coloca sobre dónde el pelinegro lo había agarrado. —No vamos a matar a alguien —Deok-hwa le toma del hombro regresar a la sala.

Vio a Young-woo, su hijo y a su esposa, no iba a despertarlos porque Namjoon no los quería a ellos y tan solo hacerlo iba a detener el plan que tenía el mente, así que por ahora, ignora por completo a los dos desmayados en el suelo y se sienta en el sillón con Jungkook mirándole curioso.

—¿Entonces que haremos? ¿Qué le harán a Taehyung? Dios, jamás creí que mi primo hiciera algo para dañar a Taehyung, mierda, él sabe lo mucho que significa para mi —Jungkook tiene una brillante idea e intwnta abrir la puerta para buscar su jodido celular y llamar a la policía, pero esta simplemente no se abre. —Mierda, mierda, mierda —Jungkook regresa y se sienta junto al abuelo, lleva sus manos a su cabeza porque siente impotencia.

Quiere salvar a Taehyung de lo que sea que le fueran a hacer.

—Escúchame, ahora Namjoon seguramente ya está haciendo el ritual pero, con tu ayuda, podremos salvar a Taehyung.

—¿P-pero que le va a hacer?

—Namjoon... quiere entrar a la mente de Taehyung para que éste le ceda su hilo rojo, pero para eso, dejarían sin energía alguna a Taehyung y...

—¡¿Y?!

—Morirá, Jungkook, y tú... vivirás pero... no lo recordarás.

Jungkook traga saliva de todo lo que acaba de escuchar, ¿pero como mierda iba a hacer eso Namjoon? ¿Por qué lo haría?

—¿Hilo rojo? ¿Qué?

—Ya veo que Taehyung no te lo dijo, él puede ver los hilos rojos de las personas y Namjoon también, hace un rato nos contó la razón por la que está haciendo esto y es por su hilo rojo, la chica que murió.

—¿Jisoo? ¿Por ella quiere matar a Taehyung?

—No lo matará como tal pero, al quitarle toda su energía, por ende también está acabando con su vida.

—Carajo... porfavor, dígame que es lo que debo de hacer para evitar que haga eso —Jungkook pide, tratando de ignorar las lágrimas que corrían por sus mejillas.

El abuelo suspira con pesar... él sabe exactamente como hacer para que Namjoon no pueda acceder a la mente de su nieto, porque alguna vez tuvo una experiencia igual.

Quizás salvar a su nieto iba a costarle la vida pero... lo haría, así que se acercó a Jungkook para susurrarle todo lo que iba a hacer y las consecuencias que vendrían.

🌹🌹🌹

—Recuéstate bien —Namjoon vociferó con molestia al ver que Taehyung no se hundía por completo en la bañera.

—No quiero ahogarme —Taehyung dice con tosquedad.

—No lo harás, solo... hazlo por Jungkook, piensa en él —Namjoon sabía a la perfección el punto débil tanto de su primo como el de Taehyung.

—Namjoon... hay otras formas de-

—¡No! No hay otra forma para traerla devuelta conmigo, l-la extraño y tú... vas a traérmela de nuevo.

—¿No te das cuenta? Estas quitándole el destino de su hilo rojo a alguien más solo por tu egoísmo —Taehyung intenta distraerle como su abuelo dijo.

No, Taehyung, no entiendes como funciona esto, no sabes lo feliz que fui al saber que existía una posibilidad de traerla devuelta-

—¡Murió! Acéptalo, quitame el hilo rojo, matame o haz lo que quieras, aunque ella regrese a la vida, ella no será tu chica, ella tendrá mi personalidad —Sonríe con sorna. —Será como yo y cada que la veas es como si estuvieras viéndome ahí.

—Mierda, Taehyung, eres un idiota, jamás podía pensar así de ella.

—Es porque ella no será la chica de la que te enamoraste, entra en razón, estas quitando mi hilo con el de Jungkook, joder.

Namjoon apretó los labios, Taehyung sabía que había tocado una fibra delicada en él.

Yoongi observaba la situación desde en el marco de la puerta del baño que daba con la habitación de Taehyung. Se sentía culpable, más que eso: enfermo.

¿Era posible llegar hasta esos extremos solo por querer devuelta a la persona que más amaste? Si, y Namjoon se lo confirmaba.

Lo cierto era que, no dudaba que Jungkook hiciera algo como eso por Taehyung, incluso él mismo haría una locura por querer recuperar a Seokjin.

Las personas se volvían estúpidas cada que se enamoraban. No pensaban con claridad y se cegaban a ver la puta realidad, Namjoon era un claro ejemplo.

—Cállate de una puta vez —Namjoon hundió la cabeza del chico, dejando su nariz y sus ojos libres del agua para que no se ahogara y comenzó a decir lo que estaba escrito en el libro.

Palabras en latín, era extraño, su estómago comenzaba a sentirse raro cada que repetía cada palabra y sus ojos se sentían pesados.

Taehyung cerró los ojos, rezando al cielo para que alguien le salvara, para que lo que sea que su abuelo planeara resultara para bien.

Yoongi se exaltó al ver que Namjoon comenzaba a: literalmente levitar y sus pies dejaron de tocar el suelo, soltó el libro, pero éste cayó al suelo con la misma página abierta de par en par.

Yoongi se alejó un poco, escucho que la puerta se abrió detrás de él, pero su sorpresa era más grande que lo que sea que estuviera tras él. Lo esperó, claro que lo hizo, una aguja se clavó en su cuello, la sujetó quitandola con sumo cuidado, pero su vista comenzó a tornarse borrosa y finalmente cayó al suelo.

—Ven, apresúrate —El abuelo jaló del brazo q Jungkook y entraron al baño, Taehyung estaba en la bañera con la cara fuera y Namjoon levitaba frente a él, sus ojos eran totalmente blancos que a Jungkook le causó escalofríos.


—Sujeta su mano, no tenemos mucho tiempo —Jungkook hizo caso a las indicaciones y entrelazó sus dedos a los de Taehyung qué estaban mojados pero eso no fue de mucha importancia.

Le miró con el corazón en la mano, deseando que todo saliera bien.

El abuelo comenzó a decir las mismas palabras que Namjoon. Y Jungkook cerró los ojos con fuerza al sentir que su cuerpo le abandonaba.

De un momento a otro, despertó y todo estaba sumido en oscuridad total, pero un montón de puertas a su alrededor fue lo que más intriga le causó.

Con que ese lugar era la mente de Taehyung, hipotéticamente hablando, ¿no?

Una puerta blanca que parpadeaba llamó su atención y supo que era a donde debía ir.

Quién lo diría, tal vez su padre si había causado más problemas para ambos si nada de eso hubiera pasado, tal vez enfrentarian más complicaciones en su relación, pero ahora, estaban ahí, luchando contra su primo.

Que irónica era la vida, la persona que menos se imaginó que causaría estragos en su relación fue la que más involucrada estaba.

Suspiró antes de tomar el pomo de la puerta y abrirla un poco solo para asomarse. Notó a Taehyung charlando con Namjoon, al parecer discutían sobre algo.

—Dime ya de una vez, ¿cual es la de tu hilo? —Namjoon se refería a una de las millones de puertas que habían alrededor, y es que Taehyung le había mentido un par de veces sobre las supuesta verdadera puerta de su hilo rojo, pero ni siquiera él lo sabía y necesitaba ganar tiempo.

Jungkook ve con detenimiento la escena, ¿sería prudente interrumpir? Por supuesto que si.

Por eso mueve un poco la puerta haciendo que esta rechine, rezando para que únicamente lo escuche Taehyung y se haga una idea de quien está detrás.

Para su buena suerte, Taehyung lo nota, pero aun así sigue hablando con Namjoon para que no se de cuenta de que Jungkook está ahí.

—Bien... te he dicho que no se cual es pero... hay una puerta en particular que no hemos visto, salgamos —Taehyung dice la última palabra alzando la voz, tenía una idea de lo que su abuelo planeaba, en el fondo, quería estar equivocado.

Jungkook lo escuchó y rápidamente abre una puerta cualquiera y entra para no ser pillado. Lo que ve a continuación le sorprende, era Taehyung llorando en la cama de su habitación mientras veía una película, se acerca un poco, tratando de tocarle, pero éste no le hace caso alguno.

«Estás en su mente, no seas idiota» se repitió.

Mira con curiosidad lo que sea que estaba viendo y no puede evitar sonreír al ver la última escena de la película La La Land, dónde los protagonistas se miran por última vez.

No sabía que Taehyung era tan sentimental como para llorar con una película romántica, es decir, él también había visto aquella película y no había causado efecto alguno.

La puerta se abrió y Taehyung entra apretando los labios sin importar verse a si mismo llorando y abraza a Jungkook con todas sus fuerzas.

—Joder, ¿que haces aquí? —Taehyung se aferraba más a él, sintiéndose como un niño pequeño.

—No se, pero verte llorar por una película romántica hizo que recordara el porqué estoy aquí —Jungkook le devuelve el abrazo. —¿Dónde esta el hijo de puta?

—Dije que revisaría en algunas puertas y ahora está lejos de aquí o eso creo.

—Taehyung... tú abuelo me explicó todo, sobre los hilos rojos y lo que pasara cuando logremos salir de aquí —Jungkook gira a verle con
seriedad.

—¿Q-qué pasará? —Taehyung tragó saliva con miedo.

Jungkook se permitió acariciar su cabello, sabiendo que queda poco tiempo y que deberían enfrentar a Namjoon de una vez por todas pero, no puede evitar derramar algunas lágrimas sobre sus mejillas, sintiéndose tan impotente.

Había forma de salvarlo, si que lo había, si eso requería olvidarlo, entonces admiraría sus ojos el poco tiempo que les quedaba.

—Dime... —Taehyung insistió y posó una mano sobre la mejilla del chico roto frente a él.

—Salgamos de aquí —Jungkook toma su mano y salen de ahí, el lugar estaba oscuro únicamente iluminado por las puertas. —Lo que pasa es que... —Ladeó la cabeza pensando si era prudente decirle.

—No dejaré que mueras Taehyung, pero... en cambio de eso... tú y yo-

—Vaya, vaya, debí suponer que Kim Deok-hwa haría algo como esto —Namjoon camina con loa brazos cruzados hacia a ellos.

—Namjoon... nunca creí que fueras capaz de hacer esto —Jungkook se aferró más a la mano de Taehyung, no quería soltarle, ni por un maldito segundo.

—Pues lo soy, haría cualquier locura solo para recuperar a mi chica, creo que harías lo mismo con Taehyung o, ¿me equivoco? —Namjoon ríe con sarcasmo.

—Namjoon, porfavor, hagamos esto a las buenas-

—¿Qué creíste? ¿Que yo iba a cambiar de opinión? No, maldita sea —Namjoon interrumpe a Taehyung, quién aun tiene esperanzas de que todo fuera como antes.

Pero no sería así.

Estaba jodido.

Los dos estaban jodidos, mierda.

—No lo harás... no permitiré que me quites a lo que más amo en este jodido mundo —Taehyung le encara.

Namjoon intenta reír para demostrar confianza en sí mismo, pero lo cierto era que tenía tantos celos de que, Taehyung tenía a alguien en quien apoyarse cuando él estaba tan solo.

Su madre le ignoraba siempre, su padre estaba muerto y el amor se su vida también.

—Bien, entiendo, solo dime cual es la maldita puerta y acabemos con esto de una vez.

—Namjoon, creí que eras diferente, resultaste ser igual que todos —Jungkook enarca las cejas cansado. —No me vas a quitar a Taehyung, nunca lo harás —Y fue entonces cuando Jungkook saca algo de su bolsillo y lo tira hacia Namjoon, cayendo en el suelo oscuro.

Namjoon comienza a negar con la cabeza repetidas veces, ¿pólvora? ¿eso era lo que le iba a joder?

—Eres un idiota, los dos son unos idiotas —Cae sobre sus rodillas, su cabeza dolía demasiado. —¿No saben que haciendo esto también Jungkook saldrá de tu mente? ¡¿No sabes que todos tus recuerdos con Jungkook se borraran de tu estúpida mente?! —Namjoon exclama.

«Debí saberlo» Taehyung piensa y abraza a Jungkook con todas sus fuerzas.

Hunde su rostro en el cuello de su chico y se permite llorar como nunca, era extraño estar llorando en su propia mente, puede notar que algunas puertas se abren, pero no tardan en comenzar a quemarse.

—Te estás condenando, Kim Taehyung —Namjoon masculló desde el suelo, sus pies se comenzaban a desintegrar. —Ambos se olvidarán, no sabrán de la existencia del otro, era mejor que murieras, al menos yo sería feliz —Namjoon dice un par de cosas más, pero ni Jungkook ni Taehyung le escuchan.

—P-por qué no me dijiste... no quiero, no puedo vivir sin ti, Jungkook —Taehyung vuelve a abrazarle, aún puede sentirlo, se aferró a esos recuerdos tanto como pudo, pero cada uno iba desapareciendo.

—Taehyung, viviste sin mi durante 17 años de tu vida —sonríe con dulzura ante la situación. —Se que nos encontraremos de nuevo... tú y yo estamos destinados, ¿lo recuerdas? Estamos entrelazados, de alguna u otra forma volveremos a coincidir —Jungkook sujeta las dos manos de Taehyung y las besa porque sería la última vez que lo haría.

—Eres mi destino, ahora entiendo porque me hiciste tan feliz, pero tranquilo, se que muy en el fondo, no me olvidaré de ti —Jungkook promete con lágrimas en los ojos.

Para Taehyung, cada maldita palabra dolía más que una bala en el corazón, no podía soportarlo, así que sostuvo su rostro entre sus manos y le beso por una última vez, estaba consciente de que Jungkook también estaba desapareciendo de su mente.

—Yo tampoco quiero olvidarme de ti... hiciste que mi vida sea diferente y no lo digo de mala forma —sorbió por la nariz. —El capitán del equipo de basquetbol, pensé que eras un chico presumido cuando no dejabas de hablar de tus logros, creí que eras egocéntrico y arrogante pero, entonces te conocí de verdad y... eras todo lo contrario —Taehyung besó su mejilla con cariño, viendo como el chico estaba desapareciendo.

—Te amo, Taehyung, siempre lo haré, incluso si ya no te recuerdo, prometeré buscarte aunque no sepa con certeza lo que esté buscando pero, volveré a enamorarme de ti y volverás a ser... —su voz se quebró. —volverás a ser mío.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo, joder, incluso cuando lloras te ves lindo.

Taehyung le abrazó porque todas las puertas de derrumbaban, Namjoon ya había despertado en el mundo real.

Todo cambiaría a partir de ese momento, Namjoon no despertaría en el baño de los Kim, lo haría en su casa, pero, por toda la energía que había utilizado para entrar a la mente de Taehyung y querer apoderarse de sus hilos, hizo que se debilitara y, habían probabilidades de que no sobrevivirá.

Todo el entorno de Taehyung olvidaría que alguna vez él conoció a Jungkook.

Al igual que, todo el entorno de Jungkook olvidará que alguna vez él conoció a Taehyung.

Era simplemente injusto, cierto, pero no siempre las almas gemelas permanecian juntas hasta la muerte. Incluso habían algunas personas destinadas que se conocían justo un día antes de morir.

La vida daba vueltas y nunca se quedaba estática en un solo lugar, eso fue algo que Taehyung pudo comprobar al enamorarse del chico que anteriormente odiaba.

Era la sola prueba de que, no servía para nada odiar a una persona sin conocerle realmente y ahora que lo conocía a la perfección, no podía soportar el hecho de que estaba olvidandolo.

Era por eso que Jungkook iba a renunciar a Taehyung, era mejor olvidarse mutuamente a que él chico muera y quedara desolado, convirtiéndose temporalmente en Namjoon.

Lo entendía de alguna forma, él también haría cualquier cosa para recuperar al chico rubio de ojos bonitos que siempre estaba molesto.

Porque de alguna forma o circunstancia, tarde o temprano, iban a reencontrarse, porque un amor así no podía acabar de una forma tan trágica como estaba a punto de ser.

Cada momento junto a Jungkook fue maravilloso, disfrutaron al máximo el tiempo que la vida les pudo dar.

Exactamente 4 estaciones casi completas.

Nosotros, los seres humanos, somos la melodía silente qué solo nuestros corazones escuchan.

Era verano, se suponía que ya debían estar de camino al baile de graduación como todo adolescente sueña, se besarías mientras Jungkook colocaba sus manos sobre la cintura de Taehyung y éste sobre su nuca, acercándose más a su cuerpo porque estar lejos de él era como un tortura.

Se podría decir que, Jungkook lo salvo, de todas las maneras posibles en las que el universo pondría obstáculos en su vida.

Porque, a pesar de terceras personas, un padre ignorante y dificultades que tuvieron durante el proceso de su relación, al final, Taehyung siempre volvió a los brazos de un Jungkook qué quería simplemente desaparecer.

Porque gracias a Kim Taehyung, Jungkook pudo creer que; vivir no es tan malo, si tienes a alguien a tu lado.

Namjoon moriría intentando buscar una forma para traer devuelta a la chica que amó con todo su ser, si, tal vez la forma en la que lo trato de hacer no fue la correcta, porque literalmente iba a quitarle la felicidad a sus dos primos.

Era egoísta, pero nadie lo culparía, era solo un pobre chico enamorado que nunca jamás volvería a ver a la chica que le hizo sentir vivo.

Taehyung sintió que el cuerpo de Jumgkook se desvanecía en sus brazos, sollozó tanto que sintió que se quedaría sin garganta, sus lágrimas no paraban de salir, sus manos lo buscaban, su sonrisa fue lo último que sus ojos pudieron ver.

—No, no, no, no, no puede ser, ¡quédate conmigo! —se abrazó a si mismo porque era demasiado tarde como para sentir a Jungkook entre sus brazos.

—¡¡¡Jungkook!!! —Gritó su nombre tanto como pudo al no poder encontrarlo, corrió hacia las puertas que estaban desapareciendo.

Intentó entrar pero no pudo, intentó mantener la imagen de su chico en su mente, trató de recordar la primera vez que lo conoció y lo mucho que lo detestaba, recordar cada uno de sus lunares en su precioso rostro, recordar su suave cabello oscuro, recordar cada vez que sus manos tomaban las suyas repentinamente.

Recordar cada uno de sus besos y su sonrisa pura que hacia que quisiera vivir cada día al máximo solo porque él estaba a su lado.

Ahora, no tenía nada de eso.

Estaba solo.

Dejó de sollozar porque no recordaba que era lo que hacía ahí.

Sorbió por la nariz tallando sus ojos y apartando algunas lágrimas, miró con curiosidad aquel lugar.

En su mente ya nunca más habría una persona con el nombre de Jeon Jungkook.

Pero, en su corazón, siempre estaría.

🌹🌹🌹

Despertó y volvió al mundo real sintiéndose desorientado y con un fuerte dolor de cabeza.

Su abuelo sonrió y lo ayudó a salir de la bañera, Taehyung le llenó de cuestionamientos del porqué estaba ahí, pero el abuelo no dejaba de repetir qué iba a llegar tarde al baile de graduación.

—Es cierto, dios, ¿Por qué iba a bañarme con uniforme? Soy tan idiota —trato de sonreír para su abuelo.

Deok-hwa si despidió para dejarle solo para que pudiera vestirse.

Caminó con dificultad hasta la sala, viendo a los dos adultos mirándose entre sí y cuestionándome de lo que sea que haya ocurrido.

El abuelo recordaba todo porque estaba a punto de morir.

—Hijo, dile a Taehyung que se apure para que vaya al baile —El abuelo se sentó en el sillón.

—¿¿Papá?? ¿Qué fue lo que pasó? —Young-woo le pregunta.

—Nada, es solo que Taehyung debe llegar a ese baile —Sonríe genuinamente.

—¿Por qué eso es importante ahora?

—Hablaremos cuando Taehyung se vaya, Sun no saldrá de su habitación, está jugando video juegos —El abuelo afirmó.

La pareja se miró entre sí.

Platicaron un rato hasta que Taehyung salió de su habitación con un elegante traje que su madre había conseguido para él, únicamente para el baile de graduación.

—No se si quiero ir... ni tengo pareja —Taehyung hizo un pequeño puchero con decepción.

—¡No te preocupes hijo! Tu disfrútalo —Deok-hwa sonrió y se levantó, ignorando el dolor de su cuerpo, acompañó a su nieto hasta la salida y se despidió de él.

Una vez que Taehyung llegó a la parada de autobuses, el abuelo se permitió caer sobre el sillón.

—¿Papá? ¿Qué tienes? —Young-woo, su hijo, se acerca a él con preocupación.

—No se preocupen... el tiempo llegó.

—¿De qué está hablando? —Su nuera dijo.

—Voy a morir hoy, Taehyung ya no puede ver más los hijos rojos, ni siquiera se acuerda de que alguna vez tuvo ese don, ni ustedes lo recuerdan pero, yo... usé toda mi energía para hacer el ritual para que Jungkook entrara a la mente de Taehyung y... ahora ya no puedo vivir más —Comenzó a toser desesperadamente.

—Llamaré a la ambulancia —Young-woo agarró su teléfono.

—No, no, no hagas eso, hijo... —le detuvo. —Hice algo bien después de todo, se que alguna vez se volverán a enamorar, estoy seguro de eso...

Los padres de Taehyung no tenían ni idea de lo que el abuelo decía.

Suspiró una última vez antes de que su hora llegara y cerró los ojos al sentirlo, dejando caer ambas manos, dibujó una última sonrisa porque estaba orgulloso de si mismo y de su nieto.

🌹🌹🌹

—¡Taehyung! —Hoseok exclama desde la distancia al ver a su amigo entrar al gimnasio. —Hombre, pensé que no vendrías.

—Lo hice pero aun así ya tengo ganas de irme.

—Esto era aburrido sin ti —Hoseok le toma del brazo para caminar hacia adentro.

—¡Chicos! Vaya, Taehyung, te ves muy guapo, si no conociera a Soobin, definitivamente estuviera flechado por ti Yeonjun le guiñó el ojo y Taehyung —bufó en respuesta.

—Ah, ya, vete con Soobin.

—¡Es lo que haré! Nos vemos —Yeonjun desparece entre la gente.

—Es increíble, ¿no? Somos los únicos que vienen sin pareja al jodido baile-Hoseok se queja.

—Sí...

—¡Oh! Mira quien está ahí —Hoseok apunta hacia la puerta qué apenas se abría.

Taehyung no se lo podía creer.

Seokjin ingresó al gimnasio con una gran sonrisa y un par de amigos a su lado mientras charlaban.

—Mierda... fue mi culpa, debí hablarle cuando me dijiste, ahora probablemente nunca lo vuelva a ver —Taehyung se inunda en tristeza, porque aun no superaba a su gran amor platónico que tuvo con Seokjin por más de dos años.

Y es que sabía que Seokjin optó por irse a una universidad deportiva o algo así, ya que iba a dedicarse a ser un jugador profesional de basquetbol.

Iba a extrañar verlo en los partidos de basquetbol.

Muy a diferencia de él, Hoseok, su mejor amigo, si había podido superar el enamoramiento que tuvo con Min Yoongi poco después de que comenzaron los rumores de que él y Hoseok estaban saliendo.

Era irónico, si, el chico que a él le gusta y el de su mejor amigo salían, que locura, ¿no?

Pero Kim Taehyung no quiso creerlo, él seguía aferrado a la idea que tenía de Seokjin desde que lo conoció.

Pero... al verlo hablar con Yoongi con su linda sonrisa y esos ojos mirando únicamente al chico más bajo, hizo que algo en su estómago se revolviera. —Ya, vamos por aquí —Hoseok lo notó y le jaló del brazo hasta llegar al primer escalón de las gradas y se sentaron ahí.

—Iré a ver a alguien, no me tardaré mucho, quédate aquí, ¿si? —Hoseok le dice sonriendo y le deja completamente solo.

«Debí saberlo, Hoseok también va a abandonarme, nunca debí venir»
Piensa ladeando la cabeza cansado de todo.

Por alguna extraña razón, tuvo repentinas ganas de ir, quizás solo haya sido porque su abuelo le dijo, pero eso también fue algo raro, el abuelo casi nunca opinaba sobre a los lugares qué iría.

Y para su mala suerte, una estúpida canción de Taylor Swift comenzó a sonar inundando todo el gimnasio, las parejitas no tardaron mucho en ir al centro de la pista y comenzar a bailar como idiotas.

Si, tal vez estaba dolido porque nunca en su vida le habían hecho caso por las dos únicas personas que llegaron a gustarle.

La canción terminó y una muy característica comenzó a sonar.

Every Breath You Take de The Police.

Se burló mentalmente de si mismo, esa era su maldita canción favorita y la primera que escuchaba cada que se colocaba los audífonos.

Justo cuando pensó que su día no podía empeorar, sus ojos se posaron en Seokjin y Yoongi, quienes bailaban y se miraban con amor no muy lejos de ahí.

Todos tenían pareja y bailaban entre sí, mientras él se mantenía solo en las gradas.

Su mirada captó a alguien que le miraba en medio de la pista, estaba solo entre tanta gente y comenzó a acercarse, Taehyung bajó la mirada porque había estado mirándolo por unos segundos y justo ahora sentía tanta vergüenza de que alguien le viera totalmente solo.

El chico no tardó en llegar y se sentó a su lado a una distancia obviamente prudente.

—También solo, ¿Verdad? —El chico dijo sin mirarle.

Taehyung se permite alzar la mirada al ver que se dirigía a él, tenía un Smoking negro y un peinado demasiado elegante, pero su mirada parecía vaga y perdida, tal vez era otro pobre tonto sin pareja.

—Sí... —Susurró más para si mismo.

El chico asintió con la cabeza y se levantó para salir del gimnasio, dejándolo con muchas preguntas y dudas.

Ni él mismo supo el porqué lo hizo pero, se levantó igualmente y caminó hacia la salida del gimnasio, notó la espalda del chico dirigiéndose a la salida, así que lo siguió con sumo cuidado de no ser descubierto.

El chico salió de la escuela y se apoyó en una pared, comenzando a sacar algo de su bolsillo.

Taehyung se oculta entre los casilleros para verle con curiosidad, era el capitán del equipo de basquetbol, el que reemplazó a Seokjin poco después de empezar el año escolar.

Nunca habían cruzado palabras y Taehyung estaba demasiado ocupado pensando en Seokjin como para notarlo.

Every move you make
And every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you —El chico tararea un poco la canción, su voz era preciosa, más que eso, maravillosa.

Taehyung no puede evitar sonrojarse ante la voz del chico, pero lo que más le sorprendió fue que llevó un cigarrillo a sus labios y poco después saco el humo de ellos.

¿Fumaba y cantaba bien? ¿Eso era algo posible?

Oh, can't you see
You belong to me?

Como Kim Taehyung era un chico muy estúpido, su torpeza hizo que hiciera ruido con la suela de su zapato, su corazón comenzó a latir con rapidez al ver que el chico dejó de cantar, lo había escuchado.

Apresuró el paso y entró nuevamente a la escuela, caminó con lentitud para no ser sospechoso, después de todo, no había porque esconderse.

Jungkook tira la colilla del cigarro y entra a la escuela luego de escuchar un ruido extraño detrás de los casilleros pero, fue hacia ellos y no había absolutamente nadie, así que supuso que era efecto de la nicotina, ya debería haber dejado el vicio por fumar, pero lo cierto era que desde que llegó a Corea luego de estar tanto tiempo en Francia, descubrió que fumar hacia que se olvidara de todos sus malditos problemas.

Suspiró con pesar y se dirigió al pasillo, un chico quién le daba la espalda captó toda su atención, tenía el cabello rubio y un traje negro, era solo un poco más bajo que él.

Claro, debía ser el mismo chico que estaba sólo en las gradas mientras todos bailaban.

Tragó saliva al sentir cierta familiaridad con él, es decir, como si antes ya hubiese convivido con él.

Era alguien de la escuela, seguramente lo había visto por ahí.

Pero lo cierto era que, si hubiesen cruzado palabras anteriormente, no lo olvidaría.

Porque era un chico muy atractivo.

Porque de alguna forma, le recordaba a esa canción de Billie Elish.

Como si la hubiesen bailado en algún momento de su vida.

Jungkook avanza dispuesto a alcanzar al muchacho rubio, pero éste entra al gimnasio.

Jungkook logra llegar al gimnasio y su mirada va de un lado a otro, intentado encontrar al chico rubio que llamó su atención, no tarda mucho en darse cuenta de que habla con otro chico y con Yeonjun, el novio de su amigo Soobin.

I'll be watching you...

Aunque las luces estuvieran apagadas y la música retumba sus oídos, lo único en lo que se podía fijar era en la bonita sonrisa cuadrada del chico, era resplandeciente incluso en la distancia.

—Kim Taehyung... —Murmuró para si mismo y sonríe ampliamente al recordarlo.


5 de Julio, Verano.

«Creo que encontré a mi destino, tú, Kim Taehyung, eres mi destino»





«Cada respiro que tomes
Y cada movimiento que haces
Cada paso que des
Te estaré observando...»

Every Breath You Take

The Police.

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

𖦹

Estoy muy triste ayuda.

Esta historia aún no ha terminado.

Epílogo muy pronto. 🌹

Gracias por leer. 💗

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