5.
Habíamos llegado de estar fuera un buen rato y adivinen qué cierto rubio de ojos azules ha estado evitándome.
Sólo a mí de hecho, porque a Jason y a Kirk les ha estado hablando como siempre, será por algo, ¿no es así?
Es porque ellos no saben que esconde que no nació con un pene, ¿no es así?
Ok, ese comentario sobraba.
Fuera de eso, igual me ha dolido bastante, pero era de esperar. Si no le avergonzase, nos lo habría dicho de primeras, y viendo la forma en cómo me ha tratado cuando le he descubierto, está claro que él no lo ocultaba porque sí.
Y con las palabras tan para sí mismo que se le escapaban constantemente, para no darse cuenta de que acabo de liarla un poco muchísimo.
A ver cómo lo resuelvo ahora, fock.
Menos pensar en mí mismo, tendré que hablar con él, ¿cómo se sentirá ahora que yo sé que él no es un hombre realmente? Mal, fatal, terrible, sólo había que mirar su cara.
Durante la cena, a pesar de que ha aparentado normalidad, esos silencios incómodos mientras hablábamos de nuestras cosas daba por entendido que ni debería estar en ese momento con nosotros.
He aprovechado a que estos dos están ya en el quinto sueño para levantarme e intentar arreglar las cosas. Sé que está despierto, llevo escuchándole murmurar unos minutos, al mismo tiempo que los otros comenzaron a roncar.
Toqué la puerta, sabía que me iba a responder mal porque no es tonto, los idiotas estos roncan y mucho, duermen en el piso de abajo y se les escucha.
-¿Sí?-Escuché desde dentro.
-James, ¿tienes un momento?-Empecé con normalidad, no quería asustarle que suficiente la he cagado ya.
-¿Qué quieres?-Me respondió con naturalidad.
-Hablar contigo, por favor-intenté ser obvio con un tono un tanto deprimido, he estado hablando y pensando para mis adentros con este tono desde que lo he visto sin camiseta.
-¿De qué se trata?-No sabía a ciencia cierta si se estaba haciendo el loco o si realmente no sabía el motivo por el que he tocado la puerta.
-Ya sabes, lo de esta tarde...-Supuse que lo había entendido tras escuchar ese suspiro escaparse de sus labios.
-Lo de esta tarde, ¿eh?-Definitivo, se intentaba hacer el idiota repitiéndose y haciendo preguntas absurdas y obvias.
-Sabes perfectamente a lo que me refiero-se me acaba la paciencia, fock, Lars, relájate un poco.
-Sí, por desgracia-.
Confirmamos: He abierto una caja con contenido prohibido.
-James... Entiendo si no quieres hablar de ello, pero yo ya lo he visto-sonaba muy arrogante de mi parte, tal vez, me encontraba muy nervioso y sólo se me ocurría comenzar de esa forma.
Cerré la boca cuando la puerta se abrió y reveló al muchacho que, desde las 19:45 de la tarde no veo de la misma manera.
-Pasa, los chicos están durmiendo-más que una oferta, casi parecía más una orden, aunque lo que es razón no le faltaba.
Me senté a un lado de la cama, él se sentó a mi lado y noté cómo se frotaba los ojos con algo de nerviosismo y cansancio, esto último era comprensible, pues eran las casi 3 de la madrugada.
-En serio, si no quieres hablar, yo me levanto y me voy a dormir. No te quiero presionar-le hablé con una voz que expresase confianza, se dejó caer en la cama sin dejar de suspirar.
-¿Por qué me ibas a presionar?-A pesar de que le veía algo apático, este pobrecito no sabe mentir, o si sabe, lo hace de pena.
-Si no te presionase, nos lo habrías comentado desde el primer día, incluso en las audiciones, pero te he descubierto de pura sorpresa y me has evitado esta tarde. Es evidente que no es un tema que te dé igual-ya dije que no quería sonar arrogante, en fin, tendré que darle un empujón si realmente quiere profundizar en ello.
-No sabía qué decirte, lamento si te lancé tu camiseta y te eché de la habitación-trató de usar esa última excusa, a mí ya se me acababa el tiempo, sólo me quedaba mirarle a los ojos y ser muy directo.
-No sigas mintiendo, es obvio que he echado sal a una herida abierta y sangrante. Las cosas claras, y el chocolate espeso-tampoco alcé mucho la voz, no eran ni horas para estar gritando ni mucho menos estábamos en el lugar indicado.
Rodó un poco los ojos y desvió su mirada hacia la izquierda, juntando sus dos manos en su abdomen y sin establecer contacto visual conmigo.
O yo estaba siendo demasiado egocéntrico o simplemente no sabía qué decir.
Yo, por mi parte, me dediqué a mirar mis pies dejando que el ambiente callado se posase encima nuestro. Ni los ronquidos de nuestros colegas se podían escuchar, sólo nuestras respiraciones y los grillos de la noche, ya que su ventana estaba abierta.
Tragaba saliva una y otra vez, esto comenzaba a ser incómodo y tenía ganas de irme. Casi tuve que arrepentirme de ello porque volví a escuchar su voz.
-Me llamo Daniella-declaró causando que girara mi cabeza, él aún seguía sin mirar a ningún punto en concreto más que a su lado izquierdo-mejor dicho, me llamaba, hace como un mes que me cambié de sexo-hizo una breve ''presentación'', mis ojos ya se habían centrado en él.
-Ya veo...-Fue todo lo que supe decir en aquel instante, debía dejar que hablase él, pero a lo mejor si no le contestaba, sentía que no me interesaba el tema y que había venido por pena, o no sé, paranoias mías.
Otra vez sin percibir ni una mosca entrar, qué ambiente más pesado teníamos encima. Yo sin saber qué coño soltar por la boca y él ansiando que la tierra le tragase, en realidad, ambos lo deseábamos, solamente que él se sentía peor.
Intentó defender una postura indiferente con esto, mas yo sé muy bien que no es una tontería y seguramente suponga algo realmente serio tener que confesar que era una mujer, tampoco tengo respuesta para eso.
Una segunda vez que estuve por levantarme de la que antes era mi cama y largarme a mi nuevo cuarto, y una segunda vez que no resultó.
-Tienes razón en que miento mal-soltó una de sus características risas, obviamente, falsa-siempre intento hacer que no me afecta y me sigue quemando por dentro, aún habiendo dejado ese asqueroso cuerpo que nunca me agradó atrás-explicaba-creo que sigo sintiendo una constante angustia y que no termino de encajar, realmente no estoy conforme conmigo mismo aún habiendo realizado este cambio que tanto ansiaba-mis labios, sellados en todo momento.
Mi mente, asimilando varias cosas.
Esto supongo que es un problema de un calibre más extenso de lo que a simple vista aparenta. ¿Ha cumplido su, posiblemente, mayor sueño y sigue sin verse del todo feliz? Um... Esto no me gusta cómo huele.
Me acabo de dar cuenta de que no conozco de nada a este chico. Ya de por sí sé que le conozco poco porque hace como dos semanas que se unió a nuestra banda, pero ya sabéis, a veces la vida te da muchas sorpresas.
Desde luego, me acababa de dar una muy grande, y no en el sentido positivo.
Alcé la vista y es cuando di con el botiquín que tenía en el mueble de los cajones de en frente de la cama. Las vendas mal enrolladas, las tijeras fuera de la cajita y el betadine pegado a ésta, claramente era señal de que se seguía curando las cicatrices que le han quedado de la operación, si se operó hace un mes.
Aunque no creo que en un mes no haya cicatrizado eso, pero bueno, tampoco me quiero meter en ello, con suerte me sé poner una tirita y aplicarme pomada.
Justo cuando volteé a verle, a los pocos segundos volvimos a establecer contacto visual. Nos estuvimos mirando un poco antes de empezar a apartar la vista poco a poco.
-No sé qué decirte...-Llevé mi mano a la frente, realmente mentir se le daba mal, pero aparentar que todo estaba bien ya cambiaba.
Escuché esa risa que tanto me gustaba una vez más. Lo admito, es una risa que me encanta escuchar, y más ahora notando que no estaba fingida, pero tampoco era una risa alegre.
-No tiene que decir nada-confesó-con que me aceptes y me veas como lo que toda mi vida he soñado ser, me basta y me sobra-se sinceró.
Me estaba sintiendo pequeño, y no por físico ya que me saca 20 centímetros, si no... Me sentía como una mierdecilla de persona en esos instantes.
Puedo notar la madurez en sus palabras y a la vez la inmensa carga que arrastra. Que, como ha dicho, le sigue lastimando por dentro, camuflando sonrisas y alegría para evitar que nos preocupemos por él, sin caer en el cliché de ahora aislarse de todo el mundo y comportase como un completo inmaduro pagándola con los demás.
Más que agradarme como cantante, me fascina como persona.
Dejé escapar otra bocanada de aire y, definitivamente, me levanté. No tenía nada más que decir.
Miento, sí.
-Por mi parte, estás más que aceptado-le respondí a su petición mientras nuestros ojos se encontraban.
Su sonrisa era todo lo que podía dejar en un momento tan melancólico y poco ligero como estaba siendo esta conversación.
-Se lo diré a los chicos, pero necesito tiempo-creo que esto último lo dijo no sólo para mí si no para sí mismo, o no sé, a lo mejor sí lo dice por complacer, es muy difícil leerle.
-El que sea necesario, no te fuerces. Y... Si algún día coges confianza, me gustaría conocerte-sonreí amablemente, sus hoyuelos eran algo realmente encantador de ver.
Sin decir nada más, tomé el picaporte de la puerta y salí de allí, ya era tarde y creo que suficiente ha confesado en contra de su voluntad esta noche.
Más que en contra de su voluntad, sin comerlo ni beberlo.
Me acosté en la cama con una maleta menos que cargar, de verdad que he estado muy estresado y sé que él también, nos merecíamos un descanso.
Cada vez me alegro más de haber echado a Mustaine a patadas con perdón al susodicho porque tampoco es que me encantase tomar decisión.
Pero con personas así, lo único que quiero hacer es conocerla más y más y estar siempre para ella... No, para él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro