YoonGi no sabía dónde se encontraba, pero podía percibir que estaba dentro de un sueño, pues realmente no recordaba haber ido a un bosque después de acostarse a dormir.

Observaba todo a su alrededor, los grandes árboles, la luz del sol iluminando gran parte de estos y el creciente pasto en la tierra.

El olor natural del bosque lo envolvía por completo, haciendo más agradable el sueño. Caminó por aquel lugar esquivando ramas cruzadas por el suelo y grandes piedras, no sabía que clase de sueño era este, que se sentía tan real, pero quería averiguar por qué estaba soñando algo como eso.

Hace mucho tiempo que dejó de soñar con bosques, la mayoría del tiempo sus sueños siempre eran así, pero desde que JiMin llegó a su vida, no había vuelto a soñar con esto.

Cuando llegó al final del camino, quitando varias ramas de árboles de su vista, se llevó la gran sorpresa de encontrar un enorme durazno en el suelo, y luego otro más allá, y luego otro y otro, había cuatro duraznos en el suelo.

Se acercó a ellos, observando su gran tamaño, tomó el primero entre sus manos y lo observó, aún seguía algo verde, pero era muy bonito, después tomó el segundo más cercano, dándose cuenta que estaba mordido de un lado. Luego tomó el tercero, era un durazno enorme casi como los otros, pero al contrario de ellos, este estaba maduro, la textura era suave y si lo presionaba un poco se sentía lo blandito que estaba.

YoonGi cargó el durazno con ambas manos, acomodándolo con cuidado contra su pecho, probablemente eso sea un sueño, pero quería mostrárselo a JiMin, jamás había soñado con duraznos, pero quería llevarle a su omega este bonito y enorme durazno maduro.

Sin embargo, cuando despegó su vista de él, buscando por todos lados un nuevo camino que lo llevará a casa. Sintió una suave patita sobre su mandíbula, abrió los ojos en grande cuando bajó la mirada rápidamente, y casi da un grito cuando vio sobre sus brazos a un pequeño lobo bebé de ojos azules y pelaje blanco.

¡Imposible! hace unos segundos tenía un durazno enorme y maduro entre sus brazos, ¿y ahora tenía un cachorro?

Pero antes de pudiera decir algo, el pequeño lobo se removió en sus brazos y saltó de su lado, no sin antes dejar una suave lamida sobre la mejilla del mayor. YoonGi sólo observó como el pequeño cachorro desaparecía de su vista, perdiéndose en el bosque, y luego, todos los duraznos ya no estaban, sólo quedaba uno a sus pies.

Era el mismo durazno que antes había agarrado.

Un beso sobre sus labios fue suficiente para que YoonGi abriera los ojos, dejando de lado el mundo de los sueños. Abrió sus ojos con algo de dificultad, adaptándose a la luz del día que entraba por las ventanas.

—Ya era hora de que despertarás, incluso hice el desayuno y tu sigues medio inconsciente — el omega soltó una leve risita, dejando otro beso, está vez sobre su mejilla —, buenos días, alfa.

—Demasiado amor tan temprano.

YoonGi sonrió, envolviendo su brazo alrededor de la cintura de JiMin, dejando que el omega le llenará de mimos por unos minutos, amaba tanto ser consentido por su pareja, y aunque se viera muy poco varonil, no le importaba, él despertaba feliz así.

—Mejor bajemos a desayunar, ya casi es medio día — el omega bostezó un poco contagiado por YoonGi —, no sé como puedes dormir tanto.

—Me gusta dormir, además, tu eres el joven de la relación, por supuesto que no te pega el cansancio tanto como a mí. — replicó el mayor, cerrando sus ojos unos segundos, mientras se acomodaba sobre la cabecera de la cama.

JiMin se levantó de la cama, buscando algo de ropa en el armario de la habitación.

—Es increíble que a pesar de que tengas 46 años, tengas tanta energía en las noches. — JiMin soltó una risa, burlándose un poco de su alfa.

Escuchó un gruñido por parte del mayor, y mientras terminaba de buscar la ropa que ocuparía para ese día, sintió como YoonGi lo tomaba de las caderas y lo cargaba de regreso a la cama.

—¡N-no! Yoonie... ¡no podemos regresar a la cama!— se quejó el menor en voz alta —, no llegaremos a la boda de Hobi a tiempo, tenemos que estar ahí en dos horas.

—Hoseok y su noviecito pueden esperar, pero yo no... — respondió YoonGi, JiMin rodó los ojos y negó con diversión.

—Lo siento, pero no podemos hacerlo ahora — el omega suspiró —, me siento algo cansado y además, prometimos llegar temprano, recuerda que soy su mejor amigo, y su acompañante en el altar, así que tengo que estar ahí en dos horas sí o sí.

El alfa hizo un puchero, suspirando algo frustrado por no poder tener un momento con su omega. Hace una semana que ambos habían decidido tomar vacaciones de sus respectivos trabajos, querían viajar y tener tiempo para ellos.

No obstante, nunca imaginaron que dos días después de tomar sus vacaciones, les llegaría la invitación por parte de Hoseok para que asistieran a su boda. JiMin había sido el más feliz de todos, saber que su mejor amigo estaba por casarse con su predestinado, después de tanto tiempo que pasaron tratando de estar juntos, le hacía sumamente feliz.

Además, le gustaban las fiestas por la comida y los postres.

—Bien, bien, voy a bañarme entonces. — se quejó el mayor, dejando un rápido beso sobre los labios de su omega, dejando libre al menor para irse a la cocina.

Cuando JiMin desapareció de la habitación, el alfa se quedó pensando acerca del sueño que había tenido, sabía un poco sobre el significado, pero necesitaba estar seguro antes de ponerse como loco.

Además, JiMin sería quien le afirmara eso.

Mientras tanto, sólo sería un sueño como cualquier otro.

Cuando se arreglaron completamente y desayunaron algo, tomaron sus pertenencias y una pequeña maleta en donde guardaron ropa para ambos y sus cosas de aseo personal. La fiesta sería hecha en un hotel un poco alejado de la zona, por supuesto que se quedarían en aquel lugar, ya que la celebración sería entre amigos y familiares, tendrían que convivir todos juntos y conocerse con la familia del omega de Hobi.

El hotel era bonito, algo rústico y natural para ser de la gran ciudad, pero era el ambiente perfecto para una boda.

JiMin sonrió en grande al ver a su amigo sentado sobre uno de los sillones, mientras este hablaba con Namjoon. Hoseok vio a la pareja desde lejos y se levantó rápidamente, para poder abrazar al omega.

—¿Se permite llorar?— preguntó el omega, escuchando como Hoseok reía.

—Sí, está permitido, pero de preferencia no lo hagas, sino tu alfa me someterá a golpes. — respondió el alfa, alejándose de JiMin.

—Vaya, ya era hora, creí que nunca vendrían — Seokjin llamó su atención —, Yeonjun ya estaba entrando en pánico de no ver a su hyung favorito. — rió en voz baja el omega.

JiMin correspondió a su risa, escuchando como Namjoon se quejaba. Por alguna extraña razón, Namjoon se sentía resentido porque su hijo, Yeonjun, prefería mil veces más a JiMin que a sus dos padres, aunque a Seokjin sólo le causaba risa.

—¡Hyung! lo extrañe tanto — el alfa menor se acercó a abrazar al omega, Yeonjun era alto para su edad, pues le llegaba a la altura de los hombros de JiMin, pero era una ternura de persona a pesar de ser un alfa —, ¿por qué huele raro?

JiMin frunció el ceño algo confundido. —No lo sé, según yo huelo normal.

—No, no, tiene un aroma un poco diferente... — Yeonjun se alzó de hombros al darse cuenta que no podía captar más de ese aroma.

Namjoon soltó una risita guardando sus palabras, pues él también se había percatado del ligero cambio de aroma en JiMin. Y él ya sabía a qué se debía ese aroma, sobre todo porque era el mismo que había percibido en Seokjin cuando estaba embarazado de Yeonjun.

—Muy bien, pueden dejar de olfatear a mí omega, ¿ya podemos ir a la boda?— YoonGi habló, apartando un poco a Yeonjun de JiMin, escuchando como el alfa menor reía y se abrazaba ahora a su cuerpo.

—¡También lo extrañé a usted, YoonGi hyung!

El alfa rodó los ojos pero correspondió el abrazo del niño, dejando leves palmadas en su espalda.

La boda comenzó poco tiempo después, a pesar de que sólo estaba la madre de Hoseok y ellos, sus amigos, Taehyung y Jungkook llegaron un poco tarde, y ahora, el alfa llevaba en sus brazos a dos par de gemelos. Los pequeños gemelos Jeon habían nacido hace dos años, un poco tarde pero a la edad perfecta para dejar disfrutar a sus padres de la mayor parte de su vida.

La familia del omega de Hobi era sumamente agradable, al inicio los padres de Kai se habían vistos reacios con la idea de que Hoseok fuera la pareja de su hijo, y es que, aunque se llevaban solamente 3 años de diferencia, no podían pasar por alto que Lea y Hoseok habían sido pareja, se habían gustado y tenían muchas cosas en común, y que de pronto se enteren que Hoseok y su hijo menor sean predestinados, habían sido algo duro para todos, pero con el tiempo comenzaron a tomarlo con calma.

Y ahora que habían tomado la decisión de casarse, no habían puesto objeciones, pues todos parecían estar felices, incluso Lea, quién en aquel tiempo había salido más lastimada emocionalmente que Hoseok, ya había aceptado la relación de su hermanito con su ex pareja.

La ceremonia era preciosa, y lo hubiera sido más, si no fuera porque JiMin comenzó a sentirse un poco mareado estando parado a lado de Hoseok. Al final, tuvo que pedirles disculpas a su amigo y retirarse a sentar en las sillas que estaban ahí. YoonGi ahora se encontraba sentado a su lado, tomando su mano mientras acariciaba de esta.

La ceremonia seguía su curso y estaba por finalizar, y aunque JiMin se sentía un poco mejor ahora que estaba a lado de su alfa, no pudo evitar desviar su atención de la pareja en el altar, para posar su mirada sobre el perfil del mayor.

Suspiró, sintiendo un nudo en su garganta y los nervios se apoderaron de él por unos segundos.

Se acercó un poco, susurrando cerca del mayor para no interrumpir las palabras de ambos chicos, quienes decían sus votos matrimoniales.

—Yoonie... — llamó la atención del alfa, quien musitó un pequeño sonido, haciéndole entender que lo escuchaba —, tengo algo que decirte, y perdón por decirlo ahora y en este momento, pero no creo que pueda aguantar otro segundo más.

El pelinegro desvío su mirada hasta el omega, dándole una ligera sonrisa y asintió.

JiMin cerró un momento sus ojos, recopilando sus fuerzas para poder decirle lo siguiente.

—Estoy encinta — murmuró, sintiendo sus mejillas calientes —, tenía mis dudas hace dos días, pero hoy me hice una prueba. Y bueno, estoy esperando un bebé.

El mayor abrió los ojos algo sorprendido, pero después de unos segundos recordó el sueño que había tenido ese día. Sonrió, viéndose como un idiota con una gran sonrisa de oreja a oreja, se aferró un poco más a la mano de su omega y la llevó hasta sus labios, para dejar un beso sobre esta.

—Está bien, si no quieres tener al bebé podemos buscar a alguien que nos ayude, no te voy a presionar si aún no te sientes listo para formar una-

—Sí quiero tenerlo — el omega cortó sus palabras rápidamente, tratando de no alzar tanto la voz —, probablemente aún sea algo joven, y aunque me haz apoyado siempre, y nos hemos cuidado para no tener un bebé a lo largo de los años. La verdad es que, fui yo quien decidió no tomar las pastillas para así quedar encinta.

YoonGi ahora sí estaba sorprendido por su confesión, siempre le dio a JiMin la oportunidad de tomar las pastillas necesarias para no quedar embarazado, claro, sólo de vez en cuando, por ejemplo cuando no tenían condones o simplemente decidían hacerlo así. Muchas de las veces se cuidaban con protección, por esa razón le sorprendió saber que su omega, era quien había decidido quedar en estado.

—Espero que eso no te haya molestado, quedamos en que tomaría las pastillas para evitar esto, y tomé la decisión sin avisarte, entonces, entenderé si tu no quieres-

—Omega tontito — YoonGi lo calló, dejando un beso sobre sus labios después de haber dicho eso, se separó y lo abrazó por los hombros, dándole el cariño que su omega merecía —, tú y yo seremos los mejores padres que puedan existir para este bebé.

JiMin sonrió, sintiendo sus ojitos llenarse de lágrimas por la felicidad. Asintió, dejando un cortó beso sobre los labios de su alfa, quién después volvió a dejar otro beso, está vez en la punta de su nariz.

Y así, su pequeña familia estaba por comenzar.

Muchas gracias por leer esta historia. ♡