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🌼 27: Malentendidos



YoonGi sabía que las cosas se saldrían de control con lo que había pasado en la empresa. Y es que se salieron aun peor del carril, cuando al llegar al departamento de Saeon encontraron a más reporteros en aquel lugar.

Claro que no los dejarían en paz, pero YoonGi tampoco podía dejar a su suerte al pobre omega.

Así que tuvo que fingir demencia y llevarlo hasta dentro de su edificio, entrar en el elevador de aquel lugar y perderse en el tercer piso del edificio.

Sabía que las cosas irían muy muy mal, y tenía miedo de que JiMin fuera el más afectado de todos. Y es que, no hubiera sido un problema si no fuera porque publicaron sus fotografías en todos lados.

YoonGi se sentía sumamente mal.

Ahora, los rumores corrían de aquí para allá. Decían que ellos eran pareja, que seguramente YoonGi había aprovechado el celo de su omega para marcarlo, o que tal vez ya hasta estaban esperando un hijo, lo cual era muy estúpido.

No habían dejado de perseguirlo y preguntarle sobre su relación con el chico, y tampoco al omega. YoonGi había tenido que negar todas las veces que le fueran posible, a veces ni siquiera respondía nada.

Pero el mayor problema que tenía era con JiMin.

El omega se había enterado hace algunos días, y aunque no le había cuestionado acerca de eso, podía sentir el leve cambio de actitud del menor cuando hablaban por celular o videollamada.

JiMin no quería aceptarlo, pero se sentía disgustado. Pero quería ocultarlo, realmente hacía su mayor esfuerzo por no sentirse mal, confiaba en YoonGi, pero ver esas imágenes tan comprometedoras en donde llevaba a otro omega, un omega en celo, en sus brazos, le había hecho sentir una punzada en su pecho.

Que peor que haber tenido una pelea por eso.

Cuando JiMin y YoonGi volvieron a tener una llamada, el menor ya no había podido ocultar su inconformidad por eso. YoonGi explotó diciéndole que era su culpa por haberse ido, y JiMin solamente pudo sentirse culpable realmente.

El alfa no había querido insinuar eso, se sintió tan idiota al haber dicho algo así, porque realmente no era culpa de JiMin. No había pensando en sus palabras, no estaba pensando con claridad porque estaba harto, harto de la situación en la que se había metido sólo por ser amable con un omega, por no querer dejarlo sufriendo su celo en el elevador.

Maldición, y ahora JiMin y él estaban tan apartados.

Porque desde luego, el pelirosa no volvió a atender ninguna de sus llamadas después de esa discusión. Y YoonGi sentía que se lo merecía, había estado tan enojado porque JiMin se sentía mal, porque JiMin le había hecho jurarle que no había pasado nada más, y cuando sintió que el omega desconfiaba de él, solamente pudo responder echándole la culpa de eso a JiMin.

Otra cosa peor, ya no tenía a quien recurrir para pedir ayuda.

Su madre estaba muerta, la mujer que siempre le aconsejaba sobre sus errores, sobre lo mal que había hecho, ya no estaba ahí para reprenderlo y hacerle tener un examen de conciencia.

Sus amigos también se habían enterado de la situación con Saeon, y sobre todo, se habían enterado de la pelea con JiMin, ya que Seokjin quiso llamar al menor para preguntarle cómo estaba tomando las cosas. Fue ahí cuando el omega se había soltado a llorar diciéndole que todo era culpa suya por haberse ido, aceptando la culpa que YoonGi había echado sobre sus hombros, y sintiéndose el peor omega del mundo por haber dejado a su alfa.

Seokjin no le había hecho drama a YoonGi, pero el alfa ya sabía que sus amigos estaban igual de molestos que él.

La diferencia es que YoonGi se sentía más triste que molesto.

Fue un miércoles en la tarde cuando estando en su oficina, recibió una llamada a su celular. Sin fijarse en quién lo llamaba, contestó.

-Min YoonGi, ¿diga?- dijo, tratando de sonar tranquilo.

-Hola Yoonie - la suave voz de su omega se escuchó al otro lado del celular -, n-no he llamado en días, lo siento.

YoonGi trató de abrir la boca para decir algo, pero nada salía de ahí, sobre todo porque estaba demasiado conmocionado por estar escuchando a su omega de nuevo.

-Seguramente sigues enojado conmigo por todo...- JiMin tragó el nudo que se formó en su garganta para poder continuar -, quería hablar contigo p-pero... tenía muchas cosas que hacer, ya terminé de entregar mis exámenes y bueno, todas mis calificaciones fueron aprobatorias. E-espero que estés orgulloso de mí cuando veas mi boleta.

-J-JiMin... - la voz de alfa tembló al decir su nombre -, mierda mi amor, l-lo siento tanto, perdón, perdón. Yo no debí haber dicho eso, no debí echarte la culpa como si nada, soy un idiota. No cuido mis palabras y soy tan explosivo cuando ya estoy estresado, no era cierto lo que dije, perdóname.

No se dio cuenta de que estaba llorando, hasta que su vista se puso completamente borrosa por las lágrimas.

Un alfa estaba llorando cual niño pequeño en su oficina.

Y sabía aceptar sus errores, porque entendía que la situación no había sido la mejor, que JiMin no tenía culpa de nada y él tampoco, nadie tenía la culpa en este momento sobre lo que había pasado con Saeon, solamente él se había creado sus propios problemas al abrir la boca demás, al no medir sus palabras y soltar su suciedad contra el omega que tenía de pareja.

No era correcto, no quería ser la clase de alfa que cada vez que se enojara, explotara contra todo mundo. No quería ser la clase de alfa que hiciera sentir mal a su omega cada vez que abriera la boca.

Porque no sería feliz así, ni JiMin tampoco.

Aunque había querido arreglar las cosas, JiMin nunca le respondió el celular, ni sus mensajes, ni sus llamadas, nada. Había pensado viajar a Reino Unido para verlo y hablar, pero el trabajo lo estaba matando y no podía lidiar con una bola de reporteros detrás de él, un trabajo inconcluso y querer arreglar su mierda al mismo tiempo.

-Yo también lo siento - JiMin respondió, y por la forma tan bajita en la que habló supuso que estaba llorando -, debí haber confiado en que no había pasado nada, no debí amortiguarme por eso cuando sé que no eres esa clase de alfa. Pero créeme que es como un instinto, no de mi lobo, sino de mí mismo, la inseguridad es algo con lo que estoy lidiando al estar lejos de ti, y supongo que tu también lo tienes. Así que lo siento, te presioné en un mal momento y lo entiendo, estabas cargando con la presión de otras cosas.

-No, sé que todos tienen sus inseguridades y el estrés, eso no justifica que te haya dicho algo malo, hacerte sentir culpable no está bien.

-Supongo que ambos estamos aprendiendo a lidiar con esto.

YoonGi suspiró. -Nos vimos metidos en este problema, sólo porque yo decidí ser amable y ayudar a un omega.

El alfa sabía que esto no sólo le afectaba a ellos dos, si no también a Lee Saeon, ya que el omega tenía a su alfa, no lo conocía, pues muchos pensaban que ocultaba su relación, lo cual probablemente había desencadenado una gran pelea entre ellos.

-Es bueno de tu parte que lo hayas ayudado - el omega dijo en voz bajita -, tengo que colgar, ya es muy noche y debo dormir para levantarme temprano.

-Está bien.

JiMin fue quien colgó la llamada antes de que YoonGi dijera algo más, el alfa sintió un peso menos de encima al haber escuchado la voz de su omega por fin. Aunque sentía que aún no habían arreglado del todo las cosas, al menos eso ya era un paso.

Necesitaba quitarse de encima a la prensa y viajar inmediatamente a Reino Unido.

Sin embargo, justo cuando estuvo por levantarse de su lugar, la puerta de su oficina se abrió rápidamente.

-S-Señor Min - la voz agitada de Jihyo se escuchó por la oficina -, los representantes de Saeon están aquí, tienen que hablar con usted urgentemente, dicen que es muy importante y que les conviene a ambos.

YoonGi asintió ante sus palabras, le indicó que se fuera y ella obedeció. No sabía a qué se refería con que le convenía, pero estaba por descubrirlo. Si es que habían encontrado la forma de arreglar las cosas, entonces haría eso antes de irse.

Lo que no esperaba era que la gran idea que tenían ellos, fuera dar una pequeña conferencia de prensa en la cual aclararan los rumores de aquella vez, y así deshacerse por fin de todos los problemas que tenían.

YoonGi no pudo negarse.

Quería acabar con todo esto ahora mismo, necesitaba terminarlo todo y simplemente decirle a las personas que estaba enamorado, que ya tenía a su pareja, que ya estaba profundamente enamorado de un increíble omega.

Y que éste era su predestinado.

Cuando llegaron a la pequeña conferencia, no pudo creer que por más que Saeon dijo que no tenían ninguna relación, uno de tantos reporteros volvió a insistir con que probablemente estaban tratando de ocultar su relación.

-El señor Min YoonGi y yo no estamos tratando de ocultar nada, yo... - el chico se quedó en silencio, como si quisiera decirle a todos ellos que tenía pareja, pero no podía.

YoonGi suspiró, se levantó de su lugar y apartó al omega del micrófono, el chico se hizo a un lado, dándole el paso al mayor.

-Yo tengo algo que decir también - cuando habló, todos los reporteros se quedaron callados, el ruido se esfumó rápidamente al tener a Min YoonGi en el micrófono -, Lee Saeon es un buen chico, pero él y yo no somos pareja, ni lo seremos. Ese día había llegado su celo, estábamos en el mismo elevador-

-¿Por qué estaban en el mismo elevador si no tienen ninguna relación?- interrumpió uno de los periodistas.

-Porque los elevadores son usados para todas las personas en mi empresa, así que sí, sí él quería bajar y yo también, debimos haber tomado el único elevador que tiene mi empresa - YoonGi contestó tan rápido como pudo -, soy la clase de alfa que fue educado para ayudar a los omegas en cualquier situación, Lee Saeon estaba en un problema, yo sólo quise ayudarlo.

Todos se quedaron callados, ninguno preguntó nada al respecto.

Por lo que sabía, debían estar transmitiendo esto en redes sociales, o al menos varias personas lo verían.

Tal vez era el momento perfecto para hacer lo correcto.

-Lo cierto es que... yo ya tengo un omega - dijo, después de varios segundos tratando de convencerse de que era lo correcto -, mi predestinado llegó a mi vida desde hace 20 años, cuando lo conocí, él era un bebé en ese entonces, sus padres murieron y yo me encargué de cuidarlo. Quienes son lo suficientemente entrometidos sabrán de esta historia, quienes no, entonces pónganse cómodos.

YoonGi carraspeó, tratando de liberar sus nervios.

-Mi predestinado es un chico mucho menor que yo, nos llevamos años de diferencia, he cuidado de él desde que era un bebé, por eso muchas personas ven de mala manera nuestra relación. Pero él no es mi hijo, ni mi amigo, es mi pareja, mi omega - YoonGi suspiró con pesadez, sus manos sudaban demasiado -, no les interesa saber su nombre, pero sólo diré que cuando me vean con el omega más precioso y cautivador de todo el mundo, sabrán quién es.

Fue todo lo que dijo, antes de darse media vuelta y salir de ahí, ignorando todas las preguntas que comenzaron a hacerle.

No pasaron ni cinco minutos desde que se fue aquella conferencia, cuando al estar ya un poco lejos de aquel salón, sintió unos brazos rodearlo por detrás, y agradable aroma albaricoque, fresas y café se hizo presente, logrando hacer que su corazón se acelerará y que su lobo comenzará a mover su cola de felicidad.

-Gracias haber dicho eso, Yoonie.

El mayor tardó en reaccionar, creyendo que tal vez estaba en alguna especie de sueño o algo así. Con cuidado se dio la vuelta, abrazando al menor de regreso, hundiendo su rostro entre sus cabellos y aspirando su rico aroma.

-E-eres... ¿cómo es que...? no entiendo - murmuró el alfa con dificultad, al estar abrazando al menor.

-Yo... - JiMin se alejó un poco, para poder mirarlo a los ojos -, viaje tan rápido como pude, quería arreglar las cosas contigo de frente, así que creí que al llamarte podría decir que estaba aquí, pero, no me sentía del todo bien todavía.

YoonGi sonrió, sintiendo su corazón llenarse de amor y su cuerpo se sintió cálido ante la presencia del omega. Su bonito y dulce omega estaba de regreso en aquel lugar.

-¿Qué pasó con la escuela?- preguntó.

-Bueno, digamos que a los alumnos que entregan trabajos sin atrasos, siempre le dan vacaciones antes de tiempo. - comentó el menor, dándole una gran sonrisa, haciendo que una vez más su corazón se acelerará.

YoonGi correspondió a su sonrisa, no sin antes dejarle un beso sobre su nariz.

-Ahh, Park JiMin. Eres todo lo que un alfa necesita en su vida, omega bonito.

JiMin casi soltó un gritito, pero lo retuvo al haberse abalanzado en busca de los labios de YoonGi. Al menos ahora tenía mes y medio para quedarse a lado del alfa.

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