Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌼 25: No más besos

JiMin casi tropieza con sus propios pies cuando abre la puerta de su departamento, venía llegando de hacer sus compras después de un día tan agitado en la universidad. Ya había desayunado y comido en su facultad, pero quería preparar algo calientito para él mismo.

Además, ya era casi la hora de su videollamada con el mayor.

Todos los días, a las 4 o 5 de la tarde JiMin se desocupaba unos minutos para poder atender la videollamada con su alfa. Debido a que el mayor llegaba tarde del trabajo, podía hablarle aunque sea unos minutos, a veces él se quedaba hasta tarde en la madrugada haciendo tareas, mientras que YoonGi recién se despertaba en Corea, así hablaban un poco más.

Ya habían pasado casi dos meses desde que JiMin se había ido de Corea, YoonGi ya había apartado una fecha de viaje para ir a verlo durante esa semana, sin embargo,  pasaron ciertas cosas en la empresa de YoonGi que tuvo que cancelar su vuelo y cambiar todo de nuevo.

JiMin no podía quejarse, sabía que su mayor hacía todo lo posible por llevar el puesto al mando en la empresa, además de que tenía muchas cosas más que arreglar al abrir nuevas sucursales.

Ambos trataban de adaptarse, y aunque resultaba agotador de vez en cuando, nunca estaban dispuestos a negarse unos minutos de su tiempo para hablar, ya sea por videollamada o una simple llamada normal.

El omega había pasado por bastantes cosas durante esos meses, y aunque recién comenzaba a conocer a nuevas personas, la verdad es que se sentía muy incluido en su grupo de amigos. No tenía específicamente un mejor amigo o amiga, pero sí se llevaba con la mayoría de los chicos con quienes compartía curso.

Ellos eran agradables, en su mayoría eran alfas, solamente tenía una amiga omega, la cual era sumamente divertida y extraña, era como una combinación de Hoseok y YoonGi, lo cual le hacía sentir aún más cómodo con ella. Su nombre es Blair, los otros tres alfas que tenía de amigos eran muy sobreprotectores con él, ellos eran Nick, Fern y Thomas, y aunque al inicio fue algo extraño hacer amistad con esos tres alfas, al final fueron ellos quienes terminaron por ser tan apegados a JiMin.

Desde que había llegado le habían preguntado sobre su país, sobre él mismo y por supuesto, sobre su alfa, ya que al sacar tema de conversación con él terminaron por enterarse de su pequeña historia con el alfa que tiene como pareja.

Thomas es más de llorar su relación a larga distancia, como si realmente él fuera quien estaba a tantos kilómetros lejos de su predestinado. YoonGi ya había conocido a los tres alfas, incluso los había intimidado en más de una ocasión a través de la pantalla, lo cual le resultaba muy gracioso a JiMin.

Pero lo sabía, nadie podía contra el aura dominante de un alfa pura sangre como YoonGi.

A menos que fuera alguien de su mismo porte.

Su celular sonó, lo cual le hizo pegar un salto en su lugar, dejó lo que estaba haciendo de cenar y se apresuró a contestar.

—Hola Yoonie. — saludó con un suave tono de voz.

—Hola precioso, ¿ya estas en tu departamento?— preguntó el alfa.

—Sí, hace unos minutos llegué, ¿por qué la pregunta?— dijo, mientras ponía en altavoz la llamada —, creí que haríamos videollamada, ¿o acaso estas muy ocupado?

—De hecho sí, algo así — YoonGi soltó una risita —, creí que era buena idea llamarte un rato.

—Sí lo es — el pelirosa hizo un leve puchero, sabiendo que hoy no podría hablar con su mayor a través de una videollamada —, pero también quería verte y mostrarte lo que estoy haciendo de cenar, es la primera vez desde que llegué que cocino algo por mí mismo. Quería que me acompañaras en el proceso.

YoonGi suspiró. —Oh, cariño.

JiMin se sentía algo decaído, pero no tenía que mostrarse así ante el mayor, o darle la impresión de que la estaba pasando mal en esos momentos. Así que trató de pensar positivamente al menos lo que durará la llamada.

—No importa, ¿tienes mucho trabajo?— preguntó el pelirosa, tratando de desviar el tema.

—JiMin — el alfa llamó su atención —, ¿por qué no mejor me muestras la comida que estas preparando? ¿eh?

El omega formó un puchero con sus labios, el cual borró enseguida. Suspiró algo cansado y tomó el celular en sus manos.

—Ya es tarde allá en casa, mejor termina tu trabajo a tiempo, otro día te mostraré lo que hice de cenar. — respondió, ahogando un quejido de dolor.

—JiMin, no estoy en casa — respondió tan rápido como pudo —, estoy fuera de tu apartamento, abre la puerta, niño.

De pronto, el omega sintió aquélla pizca de emoción recorrer su cuerpo, su lobo pareció plenamente feliz ante sus palabras y comenzó a mover su cola cual animal consentido. Ni siquiera se tomó el tiempo de pensar si era una broma por parte del alfa, pues sus pies se movieron más rápido que su razonamiento y abrió la puerta.

Frente a él se encontraba aquel hombre que tanto quería, JiMin soltó un grito de la emoción, soltando su celular por error y abrazándose a los hombros del mayor mientras se restregaba contra su cuerpo, tratando de obtener tanto como pudiera de su aroma.

—¡Yoonie! ¡estás aquí! ¡estás aquí!— JiMin se veía completamente feliz, sus brazos alrededor del alfa y la fuerza que utilizaba eran indicaciones de lo complacido que estaba —, ¡te extrañé tanto!

El pelinegro sonrió de lado, devolviendo el abrazo tan pronto como pudo, adentrándose adentrándose el departamento de su chico mientras cerraba con su pie la puerta detrás de ellos. Sus juguetonas manos bajaron hasta los muslos del menor y lo alzó en el aire para hacer que JiMin lo rodeará con sus piernas. Mientras lo cargaba al interior del departamento, su rostro era estimulado con demasiados besos dados por su omega.

—Cuanto amor — YoonGi suspiró ante sus caricias —, yo también te extrañé.

El pelirosa bajó de un salto, aún con aquélla gran sonrisa en su rostro. YoonGi podía ver los destellos de lágrimas en sus ojos, y se sintió algo apenado por haberle dando una sorpresa como esa.

—Que bueno estás aquí, creí que no podríamos vernos hasta las vacaciones — dijo, mirando directamente al mayor —, pero estoy tan feliz.

—Sí, es muy evidente. — respondió, haciendo sentir a JiMin avergonzado, pues de la emoción sus feromonas saltaron como una lluvia de alegría por todos lados.

No podía evitarlo, su reacción era normal ante la presencia de YoonGi en su departamento.

El alfa tomó entre sus manos el rostro del omega y se acercó para dejar varios besos sobre sus esponjosos labios, para terminar por dejar un beso sobre la punta de su nariz. El omega se aferró con fuerza a los hombros del mayor, soltando suaves risitas al demostrar su felicidad.

—¡Ah! Cierto, yo estaba cocinando — el pelirosa se alejó del mayor, caminando rápidamente hasta la cocina de su departamento —, realmente no soy bueno haciendo esto, pero he mejorado.

—¿Seguro? La primera vez que cocinaste la comida salió muy salada. — se burló el mayor, haciendo que el omega le dirigiera una mirada para nada amigable.

—Eso fue porque tenía 16 años en ese entonces, no sabía que tanto ponerle de sal a las cosas — dijo, formando una leve mueca —, además, está vez medí correctamente la cantidad de sal.

—Bueno, pues entonces probemos esa comida.

El omega rodó los ojos. —No, hyung. Nada de probemos, mejor ayúdame a cortar las verduras.

—Genial, llego a ver a mi omega después de tanto tiempo y me pone a cocinar. — fingió hacer un drama ante el menor.

—Lastimosamente a tu omega le gusta más cuando tu cocinas. — le sacó la lengua en forma de burla, logrando hacer que el alfa soltará una risa.

El pelinegro se levantó de su lugar y se acercó rápidamente al omega, envolvió sus brazos alrededor de su cintura por detrás y dejó bastantes besos desde su hombro hasta su mejilla, haciendo que el color carmesí se apoderara de su rostro.

El resto de la tarde se la pasaron preparando la comida que JiMin tenía pensado mostrarle. YoonGi se sentía algo cansado por haber viajado de tarde y haber llegado en la tarde al otro lado, aunque la diferencia de horario era de 8 horas, la verdad es que era agotador viajar de imprevisto. No se podía dormir bien en los aviones.

Después de haber cenado algo, YoonGi le contó al menor como fue que decidió viajar tan repentinamente para sorprenderlo, JiMin estaba secretamente incómodo porque en su anécdota YoonGi había mencionado de nueva cuenta a Serim, lo cual aún no le agradaba.

Serim era una chica agradable, y aunque era una alfa, la verdad es que le incomodaba que después de tantos años siguiera detrás del mayor para insistir algo que nunca pasaría.

—Nos podríamos evitar muchas cosas si tan sólo alguien hubiera considerado la marca temporal. —le dijo el menor, rodando con gracia los ojos.

YoonGi sonrió divertido y negó.

—JiMin, ya hablamos de esto.

—¡P-pero...! Entiendo tu punto, sé que no está bien porque aún soy menor, pero por favor...

—Por favor nada, ¿no es suficiente ser pareja predestinada?— inquirió el alfa, sacando varios balbuceos del menor, quien se veía un poco molesto.

—Es suficiente, por ahora — murmuró JiMin, el alfa rompió en carcajadas al notar el mal humor que se cargaba —, ¡no te rías! ¡no es gracioso!

—¡Perdón! — el alfa intentó cesar su risa —, p-pero es que... JiMin por dios, somos pareja predestinada, es suficiente con serlo, no podemos intentar nada todavía, no algo como una marca temporal ni una de verdad.

El omega frunció sus labios, logrando que estos se abultaran de más.

—Soy mayor de edad aquí. — respondió, fingiendo demencia tras haber dicho esas palabras.

—Aquí, pero tú no eres de aquí, eres de Corea, mi cielo. Y mientras sigas siendo Coreano tendrás que esperar hasta los 20 años. — le dijo, tomando entre sus dedos su mejilla y apretando de ella descuidadamente.

—Auch — el menor se quejó ante el tacto del alfa —, bien, bien, ya lo entendí. Entonces, nada de besos hasta que tenga los 20 años.

—¡Increíble!— YoonGi se quejó —, no puedes hacerme eso.

—Claro que puedo, es lo correcto — le respondió, sonriéndole con burla.

—Bien, pase casi 18 años de mi vida sin besarte, puedo esperar 2 años más. — dijo, cruzándose de brazos con aires de superioridad reflejado en su rostro.

—¿Estás seguro? — JiMin alzó una ceja, y aprovechando que el mayor tenía los ojos cerrados, se inclinó un poco sobre el, tocando con la punta de su nariz los labios de YoonGi.

El alfa abrió lentamente los ojos, encontrándose con los labios de JiMin a escasos centímetros de los suyos. JiMin sonrió de lado, tratando de lucir algo coqueto, logrando su cometido perfectamente bien al ver la mirada perdida del alfa.

El omega abrió la boca y sacó la punta de su lengua para dejar una rápida lamida sobre los labios del alfa, corriendo inmediatamente lejos de su alcance después de haber hecho eso.

—¡Eso es jugar sucio, omega!— gritó el mayor, levantándose de donde estaba para salir en busca de su chico, escuchando las estruendosas carcajadas que soltaba el pelirosa.








Este fin de semana terminaré de subir toda la historia. ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro