🌼 24: La despedida
18 años de su vida con JiMin, 18 años en los que estuvo desvelándose para cuidarlo, en donde tuvo que partirse la espalda con doble trabajo para darle de comer y mantenerlos a ambos. 18 años en los que cambió su vida llena de libertades, por encerrarse a cuidar de un bebé que con el tiempo se convirtió en un niño, luego en un adolescente, y ahora estaba por convertirse en un adulto al irse del país y comenzar su vida de universitario en una de las mejores escuelas del mundo.
YoonGi está orgulloso de él, no puede mentir porque la verdad es que siempre ha estado orgulloso de las persona en que JiMin se convirtió.
Pero también está triste, porque si bien puede ir a visitarlo, puede quedarse algunas semanas con él, no será lo mismo. JiMin estaba emocionado, era muy fácil para el alfa darse cuenta de que su pequeño omega estaba feliz de ir a una excelente universidad.
Pero había algo que JiMin no podía disfrazar con sonrisas y carcajadas. Su lobo podía sentir la tristeza del de JiMin, y aunque el menor no lo demostrará tanto como su lobo, YoonGi sabía que JiMin trataba de no pensar mucho en su separación.
Era viernes por la tarde cuando decidió que era suficiente trabajo por hoy, quería ir a casa y pasar el resto del día con el omega antes de que se fuera mañana.
Hace algunos meses que ya habían arreglado todo, papeles, pasaporte, boletos de avión, el departamento en dónde se quedaría y etc.
Lo bueno era que JiMin había aceptado rentar en un departamento sumamente espacioso solo para él justo frente a la universidad. YoonGi estaba siendo paranoico tal vez, pero prefería que su omega se quedara en una residencia privada en lugar de las habitaciones de la universidad y compartiendo cuarto con alguien nuevo. Porque Oxford en realidad no tenía secciones separadas, solamente separaban a las omegas, alfas y betas mujeres de los hombres. Y lo que menos quería era tener a JiMin compartiendo habitación con tres alfas o betas desconocidos.
No podía evitar ser protector con su omega, quería cuidarlo, y aunque no estuvieran en el mismo país, siempre se mantendría al tanto de él.
Cuando el elevador se abrió en el primer piso, lo primero que vio fue al omega que tenía como pareja, sentado sobre una de las sillas de espera, mirando por la ventana y abrazando sus piernas a su pecho.
YoonGi sonrió inconscientemente al verlo. Su omega es hermoso, tiene unos bonitos ojos avellana que lo atrapan, una sonrisa preciosa que hace desaparecer sus ojitos, unas mejillas algo rellenitas que muere por besar todos los días, y mierda, el nuevo color de cabello que JiMin había elegido era lo que le daba aún más brillo a su belleza.
El bonito omega que antes era rubio, ahora tenía un alegre color rosado.
—¿Qué haces aquí? Creí que estarías en casa preparando tus cosas — YoonGi llamó su atención al estar más cerca de él —, ¿qué sucede?— volvió a preguntar, cuando al levantar la mirada lo primero que vio fue el brillo de lágrimas en los ojos de su omega.
El alfa dejó de lado su maletín y su abrigo, se inclinó en suelo frente a JiMin para poder verlo desde abajo. El omega sonrió tímidamente al ver lo preocupado que estaba el alfa, así que, sin decir nada y sin importarle que alguien más lo viera, se aferró a su cuerpo, abrazándolo por el cuello mientras soltaba algunas lágrimas.
JiMin estaba terriblemente mal ahora mismo, quiso ignorar el sentimiento para no poner las cosas más difíciles, pero todo se complicó cuando ese día su lobo le hizo sentir una extraña enredadera de sentimientos. Estaba feliz por ir a estudiar a Oxford, pero también extrañaría mucho a su alfa, ya no compartiría todos los días a lado de YoonGi, ahora solamente se verían cada que pudieran.
YoonGi pudo percibir la tristeza en su omega, así que sin quejarse, recibió el abrazo del menor y correspondió con el mismo sentimiento.
—Mi amor, tranquilo por favor — YoonGi suspiró, tratando de apaciguar el dolor en su pecho —, solamente serán unos meses, yo iré cuando sea necesario y me quedaré contigo algunas semanas, vendrás de vacaciones cada tres meses y hablaremos todos los días.
JiMin se aferró aún más al mayor, conteniendo con fuerza el llanto, pero sus lagrimas ya lo habían empapado casi por completo.
—Ya sé... — el omega trató de hablar —, s-sé que fue mi decisión querer irme... p-pero... eso no significa que n-no me duela estar lejos de ti.
YoonGi sonrió, besando sus mejillas y limpiando sus lágrimas con su saco, acarició los cabellos rosados de su omega y trató de calmarlo poco a poco soltando sus feromonas.
—Escucha, príncipe — YoonGi agarró la palma de su mano con fuerza, dejando un casto beso sobre ella —, sé que fue tu decisión en primer lugar, pero también es algo a lo que yo accedí, porque entendí que no puedo privarte de lo deseas, ¿sabes por qué? porque no somos familia JiMin, no eres mi hijo a pesar de lo que piensen los demás, a pesar de que cuidé de ti desde cachorro. Ahora somos una pareja, eres mi omega y yo soy tu alfa, no tengo el derecho de prohibirte cosas ni cuando estemos casados.
El omega formó un puchero con sus labios, el cual fue besado con rapidez.
—Te quiero tanto, eres todo lo que quiero en la vida — murmuró el alfa sobre sus labios —, irás a esa universidad, te convertirás en el mejor ingeniero aeronáutico de todos y luego harás una fortuna, ¿no te parece genial? seremos una familia económicamente estable, que tendremos casas por todas partes del mundo y nos la viviremos viajando cuando ya seamos viejos.
JiMin soltó una risita y secó el resto de sus lágrimas rápidamente.
—YoonGi, tu ya estas envejeciendo — JiMin dijo, tratando de no reír a carcajadas cuando el mayor rodó los ojos —, perdón, no puedo evitar pensar en que... es una desgracia que tu omega sea 20 años menor que tu, no puedo darte lo que tu quieres, no todavía, y lo siento.
El alfa sintió una punzada en su pecho al escuchar las palabras de JiMin. Nunca culparía a su omega por ser menor que él, no era algo de lo que pudiera culpar a alguien, o enojarse sólo porque sí.
El destino lo quiso así.
Y si hace 18 años no hubiera ido a esa fiesta, si hace 18 años no hubiera tenido ese accidente, probablemente otra persona se hubiera accidentado con la familia de JiMin en lugar de él, o seguramente, todos hubieran muerto, incluyendo a JiMin.
No, no podía imaginar lo horrible que hubiese sido el no tener a su omega.
—JiMin, ya me has dado todo. Con el simple hecho de tenerte conmigo durante estos 18 años, ha sido realmente suficiente — el alfa se abrazó de nuevo al omega —, más adelante habrá tiempo para lo que falta.
Por el resto del día, se la pasaron paseando un poco en las calles, comprando costillas de cerdo y pan de queso para comer, JiMin estaba feliz, se había calmado un poco y estaba mejor ahora que ya había liberado un poco de sus emociones con el mayor.
Cuando llegaron a casa, lo único que hicieron fue cenar lo poco que habían comprado y decidieron pasar su última noche juntos viendo una serie, terminando por dormirse abrazados hasta la madrugada.
La mañana era fría, y YoonGi no sabía si así lo sentía porque su omega se iría hoy, o porque ya estaba lo suficiente viejo para que le dolieran los huesos con el frío.
Probablemente eran las dos cosas.
—Siento que Namjoon será el más feliz de todos al irme. — JiMin dijo, soltando una risita al recordar las veces en las que Namjoon parecía despreciarlo.
—Namjoon es un idiota, no le hagas caso a nada de lo que diga — habló YoonGi, porque él ya se podía imaginar las cosas que dirían su amigo.
JiMin asintió, desde que era un niño, siempre había sido consciente de que Namjoon tenía alguna clase de conflicto con su situación, tal vez porque para el alfa si era realmente extraño que un bebé se haya convertido en el predestinado de su amigo con los años.
Aún así, JiMin realmente nunca le tomó tanta importancia a lo que Namjoon dijera.
—Ahora ten, tenemos que irnos o perderás el vuelo. — dijo, dándole un sobre en donde llevaba un pequeño contenedor con frutas y un jugo de durazno dentro.
JiMin subió las escaleras para guardar todo lo necesario en un bolso de mano, el cual llevaría en el avión, checando que tuviera todo lo necesario para las horas de viaje, su pasaporte y los boletos. Bajó tan rápido como pudo para comenzar a llevar sus maletas al auto y partir hacia el aeropuerto, tenía que estar una hora antes para poder pasar rápido.
Sin embargo, antes de subir al auto, recordó que tenía que despedirse de otra persona antes de partir. Corrió de nuevo dentro de la casa, dejando al mayor confundido. JiMin entró en aquel lugar donde su alfa tenía sobre la pared, un retrato de su madre con unas cuantas velas prendidas. JiMin encendió un poco de incienso de los cuales ocupaban a veces, se inclinó ante la imagen de la madre de su alfa dos veces, y se despidió de ella.
Cuando llegaron al aeropuerto, no fue una sorpresa para ellos ver a dos omegas y tres alfas esperándolos, emocionados y sentimentales por despedir a JiMin.
El pelirosa contuvo un quejido de tristeza al ver a su mejor amigo, corrió directamente hasta él para poder abrazarlo. Hoseok lo rodeó por completo con sus brazos, abrazándolo con dolor en su pecho, habían compartido muchos momentos juntos desde que se hicieron amigo, y aunque al inicio su amistad comenzó de una forma algo peculiar, se habían convertido en muy buenos amigos a pesar de sus diferencias y sentimientos.
Hoseok siempre estuvo ahí para él, incluso en sus momentos de duelo consigo mismo.
—Sí te consigues otro mejor amigo, será mejor que sea un omega, porque sólo yo puedo ser el único mejor amigo alfa que tengas. — sentenció el pelinaranja.
JiMin sonrió, asintió ante sus palabras y volvió a abrazarlo.
—¿Qué se siente saber que tu omega se irá para siempre?— Namjoon habló, recibiendo un golpe por parte de Seokjin en la nuca, el alfa ahogó un quejido y se llevó la mano a la zona afectada.
—Deja de decir tonterías — le reclamó el omega, Seokjin rodó los ojos —, YoonGi está feliz porque su omega irá a estudiar lo que quiere y a la universidad que desea.
El alfa suspiró, no podía evitar sentirse nervioso y feliz, pero su lobo también estaba algo triste, aún así, ya habían tenido esta platica desde el momento en que decidieron dejar ir a JiMin.
—¡Ah! Mi pequeño bebé ya no es un bebé — Taehyung dramatizó cuando estuvo apretando entre sus brazos el cuerpo del omega —, y pensar que parece que fue ayer la primera vez que te rescate de casi ser aplastado por un carro.
JiMin soltó una carcajada cuando Taehyung volvió a recordarle el tema, aún recuerda la primera vez que su mayor le contó eso, pues con el paso de los años ya tenía muy pocos recuerdos de su infancia.
YoonGi esperó a que todos los demás terminaran de despedirse de su omega, él solamente quería ver y admirar por el momento a su pequeño chico antes de irse.
Debido a que tenían que abordar media hora antes el avión, JiMin tuvo que registrar sus maletas y prepararse para poder subir al avión. Su lobo estaba inquieto, no quería irse sin antes recibir mimos por parte de su alfa.
Así que antes de que comenzarán a llamar los pasajeros para su vuelo, se aferró al cuerpo del mayor tanto como pudo, aspirando todo su aroma tanto como pudo, con su corazón latiendo sumamente rápido y el chillido de sus labios por estarse separando. A pesar de que sabían que se volverían a ver, que seguirían en contacto, era la primera vez en mucho años que permanecerían lejos.
—YoonGi — llamó su nombre entre el abrazo, se separó un poco del alfa y con algo de pena alzó la mirada para hacer contacto visual — te amo, alfa.
El pelinegro sintió a su lobo saltar de la emoción, y juró que él también quería hacerlo al escuchar esas palabras. Sonrió en grande y rodeó por la fina cintura al omega, primero dejó besos por todo su rostro, escuchando los suaves suspiros que el omega dejaba salir.
Y después lo besó, lo besó por última vez antes de dejar ir a su omega a vivir una nueva experiencia de vida. Pero este beso fue diferente, esta vez no fue un beso tímido, ni un beso de piquito. No, está vez el mayor se encargó de profundizar el contacto, abriendo su boca para chocar la punta de su lengua en los labios del menor, delineando su labio y pidiendo permiso para entrar en su boca, JiMin jadeó, pero dejó que el mayor continuará el beso, abriendo de esta para tomar todo del Alfa en ese momento.
Sus bocas se enlazaron y no pudieron evitar sentirse felices, sólo era el primer paso para todo lo que estaba por venir.
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