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🌼 23: Tener hijos



JiMin pegó un salto asustado cuando el grito de una mujer se escuchó debido a la película que se estaba reproduciendo en el televisor. Ya era de noche y había decidido esperar a YoonGi despierto viendo una película para entretenerse.

El alfa seguía trabajando, le llamó hace algunas horas diciéndole que no llegaría a casa temprano, JiMin tuvo que resignarse a pasar una tarde con el mayor. No obstante, decidió que era buena idea esperarlo.

Las cosas con su alfa habían tomado un mejor rumbo, JiMin era la clase de omega al que le gustaba permanecer cerca del mayor, le gustaba sentir su presencia todo el tiempo tanto como le gustaba restregarse en sus brazos y esperar ansioso sus mimos. No era la clase de omega al que le gustaba ser sumiso y empalagoso, pero el simple hecho de ver a su pareja destinada llegar a casa, sentir su calor corporal al tenerlo cerca, percibir su rico aroma, era suficiente para hacerle volverse loco.

Y YoonGi parecía no quejarse de querer tener su atención todo el tiempo que fuera posible.

La puerta de la casa se abrió, JiMin pegó un salto al escuchar unos quejidos de sorpresa, la película seguía reproduciéndose en la televisión.

—¿Sigues despierto?— YoonGi habló, viendo al menor sentado en el sofá de la sala —, te dije que llegaría muy tarde.

JiMin lo observó, analizando el cómo lucía el mayor, negó lentamente al percibir el aroma a alcohol que desprendía el alfa. Sabía que debía quedarse a una cena de la empresa, una pequeña reunión que quisieron hacer entre todos, y JiMin nunca había tenido problema con ver a YoonGi tomando, incluso a veces el aroma del alcohol le gustaba.

—Quería esperarte, simplemente. — le sonrió.

YoonGi suspiró, cansado se quitó el saco y los zapatos, tirando de su corbata y desabrochando los primeros botones de su camisa. Se dejó caer en el sofá a lado de JiMin, sintiendo besos por todo su rostro una vez estuvo en su sitio.

YoonGi soltó una ligera risita al sentir los besitos por parte de su omega, le gustaba tener a alguien que lo esperara en casa tan tarde. Pero también quería que su menor durmiera a sus horas, muy pronto JiMin se iría a Reino Unido y por ende, ya nada sería igual, así que en algunas ocasiones, cómo esta, no se quejaba de tenerlo esperando.

—¿Qué tal estuvo tu día?— JiMin preguntó, recargándose de nuevo contra el respaldo del sofá mientras reposaba su mejilla contra el hombro del alfa.

El mayor contuvo una queja al recordar que aún tenía mucho trabajo qué hacer, se supone que debería estar haciendo eso al llegar a casa, pero le agradaba más el sentarse sobre el sofá y quedarse con su omega.

—Bien, como siempre, aunque la cena fue buena — dijo, cerrando los ojos un momento para poder descansar la vista —, aunque lamentablemente el gusto me duró muy poco, ya que Se Rim hizo aparición de nuevo, como siempre.

—Ella de verdad quiere que estés con su hermano. — JiMin murmuró, un ligero puchero se formó en sus labios al recordar la situación.

—Pero es imposible, me enteré por su hermano, que él ya tiene una pareja, pero Se Rim no está feliz con la noticia porque la pareja de su hermano no es un alfa de un linaje puro.

JiMin soltó un quejido. —Debe ser horrible para él tener a una hermana así.

YoonGi asintió, aunque las cosas ya se habían calmado desde hace algún tiempo, aquella alfa parecía no querer rendirse con la idea de que YoonGi fuera el creador de una vida para su conveniencia. JiMin admitía que aquélla mujer le daba algo de miedo, pero se sentía bien saber que su alfa no estaba dispuesto a aceptar nada de lo que ella pidiera.

JiMin guardó silencio durante varios minutos, observando la televisión enfrente de ellos, la película seguía avanzando y JiMin podía sentir la respiración del mayor descender poco a poco. Fue entonces cuando el omega soltó en dudas, aquéllas que ya venían paseándose por su cabeza desde hace algún tiempo.

YoonGi era mayor que él, por muchos años, él ya estaba por cumplir los 40 años, cuando eso sucediera, JiMin tendría 20 años.

El omega no sabía por qué razón le carcomía la desesperación, pero sabía que, su alfa no viviría por siempre. Él estaba en sus años más encantadores y YoonGi estaba por entrar en los 40.

—YoonGi... — el omega murmuró bajito, llamando su nombre para poder tener su atención, escuchó un ligero sonido viniendo del mayor, haciéndole saber que estaba escuchando —, ¿Puedo preguntarte algo?

—Hazlo.

—Tu... ¿q-quieres tener hijos?— JiMin lo pensó unos segundos —, bueno, me refiero a que... ¿está en tus planes tener una familia?

El mayor abrió los ojos tan pronto como escuchó a su omega decir aquello, una ligera sonrisa burlona se dibujó en su rostro, quería soltar en carcajadas pero supuso que eso pondría a JiMin muy avergonzado. Bien, estaba entendiendo el rumbo de la conversación.

No era un secreto para los demás su relación, ya no era algo de lo que se tenía que esconder, dejó de prestarle atención a eso hace bastante tiempo. JiMin era suyo, su predestinado, y nadie cambiaría eso. Aunque seguían siendo la clase de pareja que sólo se toma de las manos, se dan besitos de piquito y abrazos, sabían que algún día tendría que ocurrir algo más.

Sin embargo, YoonGi era consciente de que no quería que JiMin se sintiera obligado a "atender" a su alfa.

—¿A qué viene la pregunta?— preguntó el mayor —, ¿piensas embarazarte o algo así?

JiMin rodó los ojos y soltó un chillido, lanzando un suave golpe a sus costillas, el alfa reprimió un quejido.

—Claro que no, solamente preguntaba — JiMin se sintió bochornoso de pronto —, es que... bueno, tu eres un alfa mayor y-

—¿Quieres decir viejo?— alzó una ceja —, escucha... puedo ser viejo, pero no por eso me urge tener hijos.

—Lo sé, pero... he visto que muchas personas de las que te rodean, tienen su familia, ¿no es un poco raro para ti tener un omega pero no una familia? con la edad que tienes, ya deberías al menos tener un descendiente para tu puesto.

YoonGi soltó una risita al escuchar la explosión del omega. Se acomodó sobre el sofá, pasando su brazo por los hombros de JiMin y pegando lo suficiente sus cuerpos para estar más cerca de su calor corporal.

—Mira, realmente no es problema para mí tener un omega pero no una familia, aún tienes 18 años, no quiero que te sientas obligado a tener una responsabilidad solamente porque me estoy haciendo viejo— dijo, dejando suaves caricias por todo el brazo del menor —, no importa si tengo que esperar 10 años para poder tener una familia contigo, voy a esperar lo necesario.

JiMin se sintió conmovido por sus palabras, una extraña sensación de emoción y tristeza se plantó en su pecho. Realmente apreciaba todo lo que YoonGi hacia por él, solamente esperaba alguna vez devolverle el favor.

—Ahora ven, vamos a la cama, corazón. — dijo, dando palmadas en su cintura mientras le incitaba a pararse del sofá, para poder ir a la cama a descansar.

Los siguientes días fueron una verdadera tortura para YoonGi, tuvo que hacer méritos muy grandes para vaciar todo su trabajo antes de la graduación del menor. Tenía que llegar a tiempo, pues no podía perderse un evento tan importante en la vida de su pequeño omega.

Y mientras escapaba de su oficina, terminando de llamar a Jihyo para decirle que la veía en 10 minutos frente a la escuela de JiMin, volvió a recordar esos años cuando JiMin era un pequeño bebé al que le gustaba vestir con overoles gigantes y todo de amarillo. El cachorro del que había decidido cuidar, desde que se encontraron en ese accidente, por fin había crecido lo suficiente, pues hoy se estaba graduando de la preparatoria.

YoonGi bajó del carro tan pronto como estuvo frente a la escuela, Jihyo estaba ahí con un bonito arreglo de flores para regalarle a JiMin, le hubiera gustado hacer compra del arreglo floral él mismo, pero lamentablemente su trabajo no se lo permitió.

—Este es el más bonito pero menos exagerado que encontré. — dijo la omega sin siquiera dejar que el alfa hablara.

—Gracias por el favor, Jihyo. El ramo está perfecto. — le sonrió, tomó el arreglo entre sus manos y caminó dentro de aquélla institución.

Los pasillos estaban casi vacíos, había adornos elegantes por todo el lugar. YoonGi se apresuró para poder llegar al salón del evento y abrió la puerta con cuidado, buscó con la mirada y en silencio a sus amigos. A lo lejos, pudo divisar a Seokjin junto con su hijo y Namjoon, sonrió divertido al ver a los Kim siempre presentes en los eventos de JiMin.

Eran como una familia, entre todos ellos.

Se acercó rápidamente, posicionándose detrás de ellos, alzando la mirada para buscar entre la multitud a JiMin, fue fácil para él encontrarlo, pues su cabello rubio a lado de un pelinaranja, destacaba de todos los castaños y pelinegros de sus compañeros.

—Ya era hora, casi acaba el evento y tu muy bien gracias. — Seokjin murmuró, el alfa sólo rodó los ojos.

—Lo siento, fue mi culpa.

—Siempre es tu culpa — Namjoon respondió, mientras cargaba entre sus brazos a su hijo —, deberías darte un descanso.

—Quisiera, pero lamentablemente no puedo.

—Claro que puedes, el problema es que no quieres. — Seokjin le dijo, y en parte tenía razón, no quería dejar de lado su trabajo, porque ya se había dado cuenta de que siempre que él daba un paso en falso afectaba mucho las ganancias de su pequeña empresa.

—La siguiente vez prometo llegar temprano. — suspiró, mirando a lo lejos al resto de los alumnos pasar por sus papeles.

—La siguiente vez, JiMin se graduara de la universidad, viejito. — respondió Namjoon, soltando un ligera risita cuando YoonGi le soltó un leve golpe en la espalda.

Dejó de lado su pelea con Namjoon y prestó atención al evento, JiMin venía pasando de tomar sus papeles a lo lejos, YoonGi lo miró completamente embelesado y orgulloso por su chico. El omega descubrió su mirada a lo lejos, sonrió en grande y alzó su mano para poder saludarlo.

YoonGi correspondió el saludo, guiñando un ojo a su omega, logrando que el menor se pusiera algo rojo de las mejillas. Para cuando el evento terminó, JiMin fue el primero en romper a correr en dirección a YoonGi, quien lo recibió con los brazos abiertos y escondió su rostro entre su cuello, dejando un suave beso sobre esa zona.

JiMin se aferró a su cuerpo con fuerza. Le encantaba sentir el aroma de su mayor, aspirando con fuerza su rico olor para llenarse por completo de él.

—¡Gracias por venir!— exclamó feliz —, creí que... creí que no podrías llegar a tiempo por el trabajo.

—Sí, JiMin ya tenía planeado todo un discurso para armarte una pelea por no llegar a tiempo. — interrumpió Namjoon, el omega soltó una risita, pues eso era lo que le había dicho a sus otros dos hyungs.

YoonGi alzó una ceja con diversión, últimamente su omega se estaba comportando de una forma tan rara, pero no imaginó que llegaría a tanto. Aún así, no podía negar que se lo merecía, tampoco él se hubiera perdonado el no llegar a tiempo a su graduación.

—Supongo que tuve suerte por haber llegado. — YoonGi dijo, abrazando a JiMin por los hombros para hablar mejor.

—¡Debemos tomar una foto! — JiMin jaló de su mano para poder llegar a la parte donde se estaban tomando las fotografías, detrás de ellos los seguían los Kim.

JiMin se aferró con fuerza a su mano, entrelazando sus dedos sin vergüenza alguna, a pesar de que había muchas personas ahí que podían verlos, a ninguno de ellos les importaba en esos momentos. Solamente querían tomarse fotos y pasarla bien, antes de ir a celebrar a otro lado.

—Sabes... — YoonGi murmuró bajito sobre su oído —, te ves realmente encantador con ese traje. Tan hermoso.

JiMin sintió que las piernas le fallaban cuando escuchó la voz detrás de sí susurrarle aquello. Sonrió tímidamente y miró al mayor cuando ya estuvieron en el lugar para poder tomarse fotos.

—No me avergüences así — JiMin bajó la mirada con las mejillas acaloradas —, además, sólo es el uniforme de la escuela.

YoonGi soltó una risita. —Sí bueno, tal vez tu uniforme se vea mejor con esto.

JiMin miró confundido la caja que el mayor mostró frente a él, una ligera sonrisa se dibujó en sus labios al verlo. Se sintió conmovido por el regalo de su alfa, y algo avergonzado también, pues podían ver lo afectuoso que estaban siendo. JiMin tomó la pequeña caja, la abrió y su mirada se iluminó en cuanto vio lo que había dentro.

Un bonito collar dorado deslumbraba su vista, de cadenas delgadas y con trozos rojizos y brillantes.

—¿Te gusta?— YoonGi pasó una de sus manos por su cintura, murmurando contra su oído.

JiMin asintió. —Me encanta.

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