JiMin terminó de acomodar sus papeles en su mochila, ya pasaba de la media noche y recién había terminado sus tareas. El final del semestre estaba a la vuelta de la esquina, le quedaba muy poco tiempo para organizar todo antes de irse de Corea.

Al inicio creyó que sería un poco más melancólico, dejar a sus amigos; específicamente a Hoseok, quien era su mejor amigo desde que eran unos niños. JiMin debía admitir que eso sí le ponía un poco triste.

Agradecía el haberse interesado él mismo en el inglés desde hace bastante tiempo, no era todo un hablante profesional, pero sabía defenderse y mientras estuviera allá, podría aprender más cosas.

YoonGi y él habían viajado hace algunas semanas a Reino Unido, el alfa había dicho que tenía unas cosas que comenzar a hacer, y mientras tanto, también llevaría a JiMin a checar la universidad. El examen ya lo había presentado hace algunos meses después de aceptar la beca.

JiMin aún no entendía que clase de asuntos tenía YoonGi que tratar, sabía que hablaba sobre obtener una forma de abrir una sucursal sobre Magic Shop. Y esperaba que realmente fuera eso, no sólo por el beneficio de YoonGi, si no porque así lo tendría cerca durante sus años estudiando ahí.

Él sabe que el día que tenga que irse de casa para estudiar, extrañará como nunca a Min YoonGi, pero también sabe que es justo y necesario intentar algo más allá.

Además, él también estaba dispuesto a ser exitoso al igual que su mayor.

Su celular sonó y atendió la llamada tan pronto como pudo, sin fijarse en quién era la persona que lo llamaba tan noche. Segundos después, la agradable y alegre voz de su mejor amigo lo inundó con saludos animados.

—¿Todo está bien? es extraño que me llames tan noche. — JiMin pregunta mientras aparta las sábanas de su cama para poder acostarse en ella.

—En realidad... — el alfa suspira algo decaído —, necesito verte y hablarte sobre algo, yo... no tengo a nadie más para hablar sobre esto.

JiMin frunce el ceño. —¿Ahora? estaba por dormir, pero puedes contarme sin problema.

—¿Puedo ir a tu casa?— preguntó Hoseok al otro lado del celular —, ¿YoonGi hyung está ahí?

—No, él se está quedando en casa de Seokjin y Namjoon, ya sabes, su rut. — JiMin sonrió algo apenado cuando dijo eso.

—De acuerdo, entonces iré para allá. Espero que no se enoje conmigo por estar en casa con su omega. — Hoseok suelta una risita y JiMin también.

—No, YoonGi no es esa clase de Alfa contigo.

—Bien, entonces en diez minutos estoy ahí.

Después de colgar, JiMin bostezó en grande, ahora tenía que esperar a su mejor amigo. Había escuchado a Hoseok algo agitado, abrumado y sobre todo preocupado, conocía a su amigo, algo andaba mal con él y estaba dispuesto a ayudarlo.

Se levantó de la cama y de nuevo se puso una playera más holgada, abrió la puerta de su habitación y bajó las escaleras para poder llegar a la planta baja de la casa y esperar a su amigo.

El timbre fue tocado unos minutos después, JiMin se sobresaltó un poco ya que se encontraba algo adormilado. Abrió la puerta de la casa, quitando el seguro y rodando la llave para dejar a la vista a su mejor amigo.

Hoseok se veía terrible.

Las bolsas debajo de sus ojos sólo lo afirmaban más, el color pálido de su rostro y la débil sonrisa sobre sus labios fueron indicios de que algo no estaba bien.

—¿Pero qué... — el alfa entró tan pronto como pudo a su casa —, Hoseok dios mio, ¿estás bien? ¿qué sucedió?

—Yo... yo... acabo de encontrar a mi... — el alfa suspiró con cansancio —, encontré a mi predestinado. Todo este tiempo fue tan evidente, había ciertas cosas que me indicaban quién era pero yo... yo me hice el tonto y ahora, ahora no sé que voy a hacer.

—Pero... — JiMin lo pensó durante varios segundos —, creí que lo que Lea y tú tenían no era nada oficial.

—Ese no es el problema, bueno, tal vez sí... el problema es que... Lea sabe que en algún momento tendremos que conocer a nuestros predestinados, ella lo acepta y yo también, pero, JiMin — Hoseok estaba frustrado, caminando de un lado a otro mientras soltaba feromonas —, mierda JiMin, mi predestinado es el hermano menor de Lea.

El omega abrió los ojos tanto como pudo al escuchar sus palabras, abrió la boca para decir algo pero nada salió de él, se había quedado mudo y sin manera de ayudarle.

—Y todo esto es una locura, al inicio pensé que era una idiotez, el chico me parecía lindo, pe-pero porque sí lo es, es... es adorable y cariñoso. Y conozco a Lea, ella no dejara que me acerque ni a un metro de distancia a su hermanito, pero ella también me agrada, me gusta y me hace sentir feliz, p-pero... tú sabes que no puedo ignorar para siempre este sentimiento.

JiMin hizo un puchero, con cuidado se acercó a su amigo y lo abrazó, tratando de darle calma y ánimos al alfa que tenía entrando en una crisis existencial.

El omega tomó de la mano del alfa y lo llevó hasta el sofá, le dijo que se sentará un momento, él fue rápidamente hasta la cocina y sirvió un poco del café que había hecho hace algunos minutos para mantenerse despierto mientras hacía tarea.

Caminó de nuevo a la sala y le dio la taza al alfa, Hoseok sonrió sin ganas al ver lo dedicado que era su amigo, con razón ese omega había cautivado su corazón la primera vez que se vieron, JiMin siempre sería la clase de persona que se preocuparía mucho por sus amistades más cercanas. Agradecía tanto haberse acercado a él, aunque haya empezado como un fugaz enamoramiento por el omega, ahora, después de tantos años, seguían siendo mejores amigos.

—Primero que nada, tranquilízate y cuéntame exactamente cómo fue que te enteraste y por qué piensas que sería un problema.

El alfa le pegó dos tragos a su café, sintiendo el calientito líquido llenar su estómago y relajar su cuerpo.

—Desde que comencé a ver a Lea, había algo en ella que me gustaba mucho, no sabía qué era, siempre traté de encontrar una razón por la que me gustaba tanto, no era su sonrisa, ni su forma de ser, no. Pero yo sabía que me gustaba, y cómo realmente yo quería tener algo con ella, me dio la oportunidad de conocerla, salir y divertirnos. Hace algunas semanas por fin conocí a su familia, sus padres son muy buenas personas, tiene una hermana menor que es también muy cariñosa, pero entonces, cuando me presentó a su hermano, pasó lo que debe pasar, ya sabes.

JiMin asintió.

—Realmente quise ignorar el por qué mi lobo se puso como loco, quise ignorar la emoción que me recorrió cuando estrechamos manos y cuando me sonrió. Fue ahí que me di cuenta, de que él tenía todo lo que me gustaba, desde la cabeza a los pies, la razón por la que Lea me gustaba y me atraía era porque tenía el aroma de su hermano impregnado casi todo el tiempo al vivir con él — el alfa se pasó las manos por los cabellos —, y créeme, créeme que no sería un problema tan grande, pero... su hermano tiene 15 años y recién hace tres meses se presentó.

—No le veo el problema, no le llevas 20 años, sólo 3. — JiMin dijo.

—¡El problema es que el niño tiene pareja!— Hoseok casi arrancó a llorar —, y probablemente la edad no sea un problema para nosotros, pero para ellos sí, sus padres son muy muy protectores. Y Lea lo es aún más, con el simple hecho de que se enteren que somos predestinados me van a correr de sus vidas sin darles alguna explicación.

JiMin formó una puchero, suspiró algo abrumado por la situación de Hoseok, realmente su amigo la estaba pasando mal con todo eso. Debía admitir que era un tema sensible y complicado, Hoseok seguía queriendo a Lea porque ella era una omega sumamente agradable, incluso JiMin estaba feliz por la relación que ellos llevaban. Sin embargo, sabía que Hoseok no podía ignorar el hecho de que el hermanito menor de Lea sea su predestinado. Eso era algo que sí o sí tendrían que enfrentar.

—¿Y has hablado con el niño?— dijo el omega, fue cuando una fugaz sonrisita se dibujó en el rostro de Hoseok.

—S-sí... algo así, debido a que nos hemos encontrado en su casa cuando voy por Lea, o cuando me invitan a ir... hemos hablado y... a veces siento que él ya lo sabe.

—Es obvio, si son predestinados ambos deben saberlo — JiMin rodó los ojos, dejó caer un par de caricias por los hombros de Hoseok —, solamente sigue hablando con él, trata de llevar las cosas con calma, y tienes que decirle a su hermana. Probablemente no a toda su familia, no todavía, pero sí tienes que decirle a ella.

Hoseok se dejó caer sobre el sofá, bufando, aceptó las palabras de JiMin y dijo que dormiría un momento para poder calmarse. Sin embargo, el tiempo y el cansancio les ganó a ambos y terminaron por quedarse dormidos ahí mismo, JiMin recargado sobre un costado y Hoseok extendido por casi todo el sofá, algo incómodo.

Después de que el mayor se fuera, JiMin tuvo que ir arriba para poder bañarse y prepararse para salir de casa hacia la escuela.

El problema es que, no se tomó el tiempo de pensar en que las feromonas de su amigo alfa, estaban por toda la sala de estar y se podía percibir por algunas otras zonas de la casa. Y eso sólo lograría alterar a cierto alfa recién salido de su rut.

Cuando JiMin ya estuvo listo para salir de ahí, la puerta de la casa se abrió rápidamente, tanto que se azotó un poco fuerte. JiMin miró confundido al alfa que recién venía llegando, el cual tenía una expresión de pocos amigos.

—¿YoonGi todo bien?— el omega preguntó, acomodando su mochila sobre su espalda.

—¿Por qué Hoseok estuvo aquí?— preguntó.

—Oh... él tenía que hablar conmigo sobre algunas cosas, así que vino a verme ayer por la noche, ¿por qué?— preguntó alzando una ceja.

YoonGi reprimió un gruñido, tanto su lobo como él se sentían disgustados por las feromonas del Alfa en su hogar, sobre todo al saber que estuvo en su casa la noche anterior.

—¿Por qué dejas que un alfa entre en la casa tan noche? ¿acaso no sabes que eso está mal?— preguntó YoonGi, acercándose un poco al omega.

—Ese alfa es Hoseok, te recuerdo que es mi mejor amigo desde hace mucho tiempo, y le tengo demasiada confianza. Además, él necesitaba ayuda moral, así que dejé que viniera.

YoonGi frunció las cejas. —Bien, sé que Hoseok es inofensivo y todo eso, pero la siguiente vez no dejes que impregne su aroma en este lugar.

JiMin quiso decir algo fuera de lugar, pero en vez de eso, sólo asintió y sonrió con burla al darse cuenta de lo que sucedía. Negó rápidamente y antes de irse, se acercó al alfa, tomando del cuello de su ropa y bajándolo un poco para unir sus labios unos largos segundos.

—Que celoso eres alfa tontito.

JiMin le sonrió por última vez, acarició con sus dedos su mejilla y se fue, dejando al tonto alfa que tenía como predestinado algo sorprendido.

Quédense despiertos, que hoy actualizo más.💗🤫