Tan pronto como YoonGi subió las pequeñas escaleras que daban a la puerta de su casa, ésta se abrió rápidamente. Ahí estaba Taehyung, quién al verlo le hizo una clase extraña de señas con una cara de pánico.

No supo que quiso decirle, no hasta que puso un pie dentro de la casa y enseguida, tenía a un omega dominante obstruyendo su paso.

—¿Qué haces aquí?— Seokjin preguntó, interrumpiendo cualquier clase de objeción que YoonGi quisiera dar.

No podía percibir el aroma de JiMin, salvo un ligero aroma a leche, pero además de eso, el aroma de Seokjin cubría toda la casa. Sabía lo que su amigo estaba haciendo, estaba cuidando de JiMin como si fuese su cachorro quién recién se estaba presentando.

Seokjin había desarrollado un cariño enorme por JiMin, lo cual hacía comprensible su actitud, el omega dominante del mayor era siempre fiel a sus instintos, si había un pequeño omega en su primer celo, Seokjin no se la dejaría fácil, sobre todo con él siendo un alfa de sangre pura.

—Seokjin, déjame ver a mi cachorro.— dijo, tratando de avanzar por las escaleras.

—Primero...— el mayor volvió a obstruir su paso, el ligero color morado brilló en sus ojos, sabía que el omega estaba en su pose de ataque —, dime por qué estás aquí. JiMin estaba llorando, llorando y gritando por ti, y no precisamente por su celo, fue antes de que se presentara. Así que dime, Min YoonGi, ¿puedo confiar en ti?

El alfa sintió una punzada de dolor en su pecho, su lobo lloró como un pequeño cobarde sensible al escuchar de Seokjin, que su pequeño estuvo terriblemente mal antes de que su celo llegara.

—Yo... — suspiró con fuerza —, Seokjin, voy a subir a verlo, y me quedaré con él. Juré que estaría a su lado cuando esto pasara, y no voy a romper esa promesa, sí, JiMin y yo hemos tenido un par de malentendidos últimamente, pero no pienso dejar esto así, quiero estar con él.

El omega no dejó de observarlo en ningún momento, escudriñando hasta su alma, la mirada de control y posesividad no desaparecía, pero a YoonGi realmente no le interesaba, Seokjin no le daba miedo, podría ser un omega dominante, pero YoonGi era más fuerte que él.

—Seokjin hyung, creo que lo mejor será dejarlo subir — Taehyung por fin habló, sinceramente, él sí tenía miedo de lo que pudiera pasar entre ambos, porque Seokjin estaba perdido en lobo dominante queriendo proteger a JiMin —, JiMin a pedido por YoonGi desde hace rato, nosotros nos quedaremos aquí, si sucede algo, podemos intervenir.

YoonGi miró al omega, Taehyung le devolvió una mirada llena de compasión. Volvió su mirada al otro omega, viendo como Seokjin rodaba los ojos con fuerza, tanto que a hasta le dolió.

—Bien — bufó —, pero te lo advierto, si le haces algo, lo pagaras muy caro.

YoonGi asintió, sin esperar otro segundo más, subió corriendo las escaleras hasta llegar a la habitación de su pequeño. Su corazón saltó con fuerza y su lobo enloqueció, sí, ese aroma.

Por fin podía percibirlo.

YoonGi abrió la puerta, asomándose con cuidado, en la cama de la habitación, había un pequeño bulto tembloroso debajo de las sábanas. Podía escuchar los quejidos que salían de la boca del menor, sollozos y suplicas, su cuerpo tenía pequeños espasmos por el extraño dolor que estaba sintiendo.

Sin embargo, cuando la puerta se cerró y YoonGi liberó sus feromonas, el pequeño cuerpo debajo de aquéllas sábanas dejó de moverse, el menor escaló entre estas para poder quitárselas de encima, y cuando pudo salir de ahí, se sentó de golpe en la cama. Sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más, sus mejillas sonrojadas y una ligera capa de sudor bajando por su frente  hicieron  a YoonGi volverse loco.

Dios mio, se veía tan pequeño e indefenso.

—Yoonie — murmuró el menor, su voz salió bajita pero demasiado audible para el alfa —, estás aquí.

Caminó, primero fue lento y cuando su lobo pidió por tenerlo entre sus brazos, casi corrió hasta meterse en la cama y abrazar el pequeño cuerpo del menor.

Y ahí, el ligero aroma a dulce de leche, fue suplantado por el rico aroma de fresas, albaricoque y café. Omega, su pequeño era un bonito omega.

El corazón de YoonGi se hundió, su lobo pedía, exigía, seguir abrazando a JiMin. Su nariz buscó felizmente el cuello del menor, quedándose ahí para aspirar con fuerza ese rico aroma.

JiMin sólo pudo soltar un suspiro de paz y tranquilidad. Estaba bien, ahora que volvía a estar entre los brazos del mayor, todo estaba bien. Lo tenía, no necesitaba nada más que esto, sólo necesitaba a Min YoonGi.

—Tardaste mucho... — JiMin gimió bajito —, creí... creí que no vendrías.

YoonGi suspiró. Se apartó un poco y acunó con sus manos el pequeño rostro de su chico, con sus pulgares quitó cualquier rastro de lagrimas bajando de sus ojos. Sonrió, sintiendo su corazón volverse loco ante la imagen que tenía frente a él.

—Pequeño tonto — dijo, dejando caer un beso sobre su frente —, te prometí estar contigo en tu primer celo, y eso estoy haciendo.

JiMin asintió, conmovido, feliz y satisfecho por tenerlo aquí, y por escuchar esas palabras. Necesitaba tanto escuchar a YoonGi, cerca de él, dejando besos en su frente, dejando caricias en su cabello y abrazándolo.

—Yo... — JiMin balbuceó un poco, se dejó caer con YoonGi en la cama, acostándose ambos sobre esta y entrelazando sus cuerpos para sentirse completos —, me siento raro... hyung. No del raro malo, sino del bueno y yo... es que... mi lobo.

—¿Aja?— preguntó, escondiendo su nariz entre los cabellos de JiMin.

—Mi lobo... — tenía miedo de hablar y volver a arruinarlo todo, pero tenía que decirlo —, él... él dice que eres tu.

YoonGi sonrió, el alfa estaba pleno, en estos momentos no existía nada más, absolutamente nada más que el chico entre sus brazos. El cual seguía caliente, ya no tanto como antes, podía sentir como su cuerpo se relajaba, como dejó de batallar entre las sábanas, JiMin estaba tranquilo.

Las feromonas en la habitación eran del Alfa entre sus brazos, el pequeño omega aspiró con fuerza, soltando un gemido de placer al percibir el rico aroma del mayor. Sin embargo, sólo se hundió más entre su pecho, su omega estaba rendido, quería dormir, descansar y sentirse en una burbuja llena del rico aroma de su alfa.

Sí, su alfa.

—Duerme niño, duerme — YoonGi acarició su espalda —, yo me quedaré aquí contigo.

El omega asintió ya entre el sueño, tener a YoonGi así de cerca sólo lo hizo sentir más lleno, más encantado. No necesitaba nada más, por ahora sólo quería quedarse entre sus brazos, y dormir tranquilamente.

Después de varios minutos, yacían en aquélla habitación dos personas, una completamente dormida, y la otra dormitando. Su mano aún se movía de arriba a bajo por toda la espalda de JiMin, de manera lenta y suave dejaba ligeros apretones, sus feromonas ya estaban por todo el cuarto, y su lobo, podía sentir a su patético, sobreprotector y posesivo lobo cuidando de JiMin.

Alguien tocó la puerta de la habitación, extrañado salió con mucho cuidado de los brazos de JiMin, quien al sentirlo alejarse, inmediatamente rodó por la cama hasta acurrucarse del otro lado, aún en los brazos de morfeo.

Abrió la puerta, encontrándose con Seokjin y Taehyung, quienes arrugaron la nariz justo cuando lograron percibir todas las feromonas del mayor en la habitación.

YoonGi les dio una mirada completamente irritado.

—¿Qué?— preguntó sin mucho humor.

—Sólo queríamos saber como estaban yendo las cosas— Seokjin habló —, tu madre viene para acá, creo que quiere vigilar que todo esté en orden también.

—¿A caso ninguno confía en mi?— preguntó con cierta molestia, disfrazandola con una torcida sonrisa —, si le quisiera hacer algo malo, ya lo hubiera hecho, se los dije, sé controlarme.

Seokjin rodó los ojos con fastidio.

—Sí, sí, ya lo sabemos. Pero de todos modos, no podemos ignorar que... ya sabes, es su primer celo y, cualquiera se sentiría paniqueado de que algo malo pasara. — habló el mayor.

YoonGi asintió, podía entender la preocupación de sus amigos.

—Como sea — Taehyung habló, ganándose la atención de los otros dos —, ¿y bien? ¿si son...?

YoonGi dibujó una estúpida sonrisa en su rostro, viéndose completamente embobado por la noticia.

—En realidad, sí.

Tanto Seokjin como Taehyung dejaron salir todas sus angustias, mierda, 15 años esperando por esto, por fin había sucedido. 15 años de impaciencia por saber si ese pequeño sería la pareja predestinada de su amigo, y por fin la espera había terminado.

—Estoy muy feliz por ti, hyung. — Taehyung sonrió en grande.

—Mmn, yo también, como sea, cuando llegue tu madre baja para que hablemos todos juntos.

YoonGi asintió ante las palabras de su amigo, le sonrió gentilmente y su lobo pareció pedir por volver a la cama con su omega.

Seokjin dirigió la mirada hasta la pequeña persona que estaba sobre la cama, sonrió ligeramente y luego movió su mano saludando al menor desde la distancia.

YoonGi volvió la cabeza y observó, el omega estaba ahora acostado viendo hacia donde ellos estaban, ya no estaba dormido, sus bonitos ojos estaban abiertos mientras les daba una ligera sonrisa y movía lentamente su mano para devolver el saludo de Seokjin.

—Bien, ¿eso es todo?— preguntó.

Los dos chicos sólo tuvieron que decir que sí para dejar ir al alfa, cerraron la puerta lentamente y YoonGi volvió a hundirse en la cama con el menor.

—Hyung... — JiMin suspiró con cansancio —, ¿creés que Mamá Min se enojé...?

—¿Por qué lo dices?— pasó una mano por sus cabellos, dejando suaves caricias.

—No lo sé, tengo miedo — soltó una ligero quejido ante su toque —, no quiero que se enoje porque... me gustas.

YoonGi dejó salir una risita y rodeó con sus brazos el cuerpo del omega.

—Escucha, JiMin — el alfa dijo sobre su oído —, también te quiero, te quiero tanto que me vuelvo loco. Pero llevemos esto con lentitud ¿bien?, lo que importa ahora, es que sabemos que eres mío y que yo soy tuyo.

—Yoonie... no te pido mucho, sólo déjame quererte a mi manera, ya después podemos hablar de nuestro futuro.

El mayor asintió, dejó un beso sobre la mejilla de su omega, y poco tiempo después, ambos se quedaron completamente dormidos.