JiMin suspiró por tercera vez en el día, y con eso fue suficiente para hacer perder la paciencia de Hoseok.

—Ya estuvo, vamos, suéltalo — el alfa sacudió el brazo de JiMin con algo de fuerza.

El menor silbó ante el pequeño dolor en su brazo, frunció las cejas con notable molestia y desagrado. Claro, Hoseok se daría cuenta de que algo iría mal en cualquier momento.

—Nada, es sólo que... — JiMin sintió su pecho oprimirse —, nada.

Evitó hablar sobre sus sentimientos con Hoseok, tal vez no era buena idea hacerlo, Hoseok había dicho que estaba bien con haberlo rechazado, pero no podía evitar pensar que sería un poco incómodo y cruel de su parte hablarle sobre sus sentimientos, cuando había rechazado los de Hobi.

Y ahora que Hoseok había sido rechazado de nuevo, no, no podía hacerse el tonto.

Hoseok se había fijado en una linda omega hace algunos meses, hace a penas unas semanas se había confesado, pero la chica le había rechazado y para nada amigable en realidad.

—Vamos, JiMin — Hoseok lo rodeó con su brazo, juntando sus cabezas de manera cariñosa —, sabes que puedo escucharte y nunca juzgarte.

JiMin se mordió el labio con algo de fuerza, estaba debatiendo en si hacerlo o no, realmente quería hacerlo, necesitaba liberar sus sentimientos en su mejor amigo, la persona que se había quedado con él incluso cuando le dijo que no podía aceptarlo, JiMin creía que tenía mucha suerte por tener a alguien como Hoseok de amigo.

—¿Tiene que ver con YoonGi hyung?— preguntó de manera cautelosa —, ¿o es la razón por la que golpeaste a Wooyoung?

JiMin gruñó como si de un perro rabioso se tratase. Recordar su pequeña pelea con aquel chico no le agradaba. Ayer, se había hartado de las constantes palabras de burla de Wooyoung y su grupito de amigos, los tontos, inaceptables y odiosos, habían colmado su paciencia por fin, y cuando Wooyoung tocó su nervio al final de clases, no pudo evitar tirar sus cosas de lado y lanzarse a los golpes con él.

Bien, podía ser un "retrasado" como Wooyoung solía llamarlo, pero ese retrasado ya no estaba dispuesto a seguir soportando sus palabras molestas.

Su compañero de clases, Jung Wooyoung, había estado molestándolo con el hecho de que aún no se presentaba, que seguía siendo un bebé y que era un ridículo retrasado. Wooyoung era esa clase de matón escolar que le gustaba atormentar niños menores o que se veían como una presa fácil, JiMin había tenido suficiente de él, cuando ayer había insinuado cosas horribles de JiMin y YoonGi.

La mayoría de sus compañeros, sabían que YoonGi no era su verdadero padre, que solamente cuidaba de él. Por supuesto, algunos lo veían muy normal, otros, lo veían extraño, él no entendía por qué, pero tampoco le importaba tanto.

El problema es que, Wooyoung no debió haber metido a YoonGi en todo eso, podía soportar que hablara mal de él, pero no tenía porque meter a su hyung en eso.

Así que se armó de valor, y sin importarle que Wooyoung le doblará el tamaño, JiMin se fue a los puños con él, dejándole leves heridas.

—Tiene que ver con ambas cosas, la verdad no quería traerme problemas con Wooyoung, no aquí en la escuela, pero ya no podía soportar sus palabras — JiMin arrugó la nariz —, y bueno, sí, lo otro tiene que ver con YoonGi hyung.

Hoseok suspiró, dándose cuenta que su amigo tenía sentimientos muy extraños.

—¿Qué pasa ahora?— preguntó, desde luego, le interesaba saber sobre eso.

JiMin reprimió un leve insulto y miró a su mejor amigo.

—¿Creés que es ridículo lo que siento por YoonGi? ¿en serio está tan mal?— JiMin preguntó, y por un segundo, Hoseok sintió que su cerebro dejó de funcionar.

De acuerdo, sabía de los sentimientos de JiMin por su mayor, pero, sinceramente no era la clase de amigo que le tomará mucha importancia.

—B-bueno... — Hoseok dudó un poco en responder —, supongo que lo ven todo mal porque eres un adolescente, mucho menor que él, quien ya es un adulto. La gente piensa cosas malas y asquerosas, cuando no necesariamente todo tiene que ser asqueroso, sus mentes calientes y faltantes de neuronas sólo ven a un hombre que quiere aprovecharse de ti, pero no ven a un adulto que te crió, te educó, te cuidó y veló por ti en más de una ocasión y lo sigue haciendo. Y quienes si ven eso, también lo asocian de mala manera, pues piensan que no está bien que la persona que te crió sea alguien muy querido por ti— Hoseok suspiró con cansancio —, sinceramente no puedo juzgarte, no soy tu, nunca me ha gustado alguien mayor a mí, pero dudo mucho que tu quieras que YoonGi hyung te reclame como su omega en la primer oportunidad que tenga.

JiMin negó, con sus mejillas enrojecidas. —He pensado en ello, pero... no es como lo quiero.

—¿Ah?

—Es decir, los sentimientos que tengo por él... si son extraños, sé que me gusta de una forma que no debe gustarme, pero no puedo evitarlo, me siento a gusto con él, no de la forma en la que me siento a gusto estando con otros, es diferente. Y a veces me aterra, he llegado a pensar que es normal en alguien de mi edad, tener confusiones y todo eso, pero... a veces siento que esos sentimientos nunca van a cambiar.

—Aguarda — Hoseok le miró con cierta intriga —, ¿cómo fue que te comenzó a gustar?

—Supongo que nunca me lo he planteado — JiMin hizo un puchero —, creo que fue cuando tenía 10 años, como te dije, era un niño, ignorante de la clase de sensaciones y sentimientos que tenía, pensé que era normal, pero, una vez... — sus mejillas se pusieron tan rojas como tomates.

—¿Una vez qué? — Hoseok preguntó, con una sonrisa en su rostro.

—¡Ah! No te vayas a burlar de mí, pero... yo... desde siempre vi como Taehyung y Jungkook se daban cariño, dándose abrazos, regalos, besos y caricias, se sonrojaban y caminaban de la mano, vi como Namjoon y Seokjin hyung se juntaron, consiguieron un hogar, tuvieron un bebé y son felices, igual que Taehyung y Jungkook... —JiMin suspiró, sus ojos se pusieron algo nublados —, y yo... me imaginé algo así con YoonGi hyung, ellos decían que eso hacías con la persona que más querías, que amabas y a la cual no querías dejar ir nunca, en ese momento, porque era un niño, sólo podía pensar en YoonGi hyung como mi persona. No sabía que esos sentimientos seguirían creciendo tanto hasta el día de hoy.

Cuando menos se dio cuenta, Hoseok ya estaba inclinado a su lado, limpiando con sus manos las lágrimas que derramaban sus ojos.

JiMin se sintió tonto, estúpido y dolido. Dolido porque era una mierda, era una estupidez, él seguía siendo un niño inmaduro que lloraba por sus sentimientos.

Pero le aterraba. JiMin sabía que estaba mal.

Le aterraba que estos sentimientos no se fueran nunca, que seguirían ahí, toda la vida. Y si YoonGi nunca le correspondía, entonces iba a sufrir mucho, si su mayor conseguía una pareja, si se casaba y vivía una nueva vida a lado de esa persona, entonces él seguiría con sus estúpidos sentimientos y nunca podría borrarlos.

No quería vivir sufriendo por un amor así.

—JiMin, JiMin — su amigo limpio sus mejillas cada vez que nuevas lágrimas salían —, por favor, cálmate. Todo está bien, si te hace sentir mejor... — Hoseok le dio una agradable sonrisa —, yo nunca voy a juzgar tus sentimientos hacia tu hyung, si la gente lo ve mal, te trata mal, te repudia por eso, yo te protegeré. No permitiré que te sientas mal y te odies por el simple hecho de querer a alguien.

JiMin trató de sonreír, dándole más que nada una extraña mueca. Se refugió en los brazos de su mejor amigo, agradeciendo por tenerlo.

Después de calmarse y tomar un poco de agua para recomponerse, esperó la hora de salida para dirigirse a la oficina del director, esperando a que su hyung llegara para la reunión.

JiMin observó a su maestra llegar, luciendo más linda y encantadora que en la mañana, su estómago se revolvió al pensar que se había arreglado mucho más para ver a su hyung. Negó rápidamente, tratando de dispersar sus ideas.

Wooyoung no estaría ahí, ya que lo habían suspendido con claras advertencias, algunos de sus compañeros habían apoyado a JiMin en declarar que Wooyoung había sido el principal problema.

Así que ahora, ahí estaba, esperando por su mayor para entrar en la oficina del director.

Cuando YoonGi llegó, venía bien arreglado, como estaba en horarios se trabajo, tenía que verse bien y presentable la mayoría del tiempo.

JiMin casi vomitó cuando entraron en la oficina, sus nervios haciéndose cada vez más grandes.

YoonGi no podía decir que estaba enojado, sorprendido sí, no le preguntó a JiMin la razón por la que lo habían llamado, porque no pensó que fuera algo tan grave. Sin embargo, aunque no era tan grave como él lo veía, sí le había sorprendido. No obstante, no estaba enojado con su menor, él se había hartado, había recurrido a la violencia porque estaba cegado del enojo, y no es que apoyara eso, sinceramente no era la clase de Alfa que le gustará la violencia para arreglar las cosas, pero supuso que ese tal Wooyoung se quedaría tranquilito al haber recibido unos cuantos golpes por parte de su pequeño.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?— YoonGi preguntó, cuando la pequeña charla con el director y la maestra terminó.

JiMin sostuvo el brazo del Alfa, sintiéndose algo cohibido y extraño, temía que fuera reprendido cruelmente por su mayor. Pero en su defensa, era necesario defenderse con violencia para hacerle ver a su compañera que él también podía dar golpes si se enojaba.

JiMin bufó. —Sí te lo hubiera dicho, ya no sería sorpresa.

El pelinegro parpadeó sin poder creer su respuesta, le pareció divertida la situación, así que no pudo reprimir una ligera risita. Con una de sus manos, acarició los suaves cabellos del menor.

—¿Sorpresa eh? — sonrió algo conmovido —, escucha niño, está bien que te hayas defendido, cuando lleguemos a casa me contarás la verdadera razón por la que lo golpeaste.

JiMin asintió, dándole una sonrisa que hizo a sus ojos cerrarse y verse maravillosamente tranquilo, como si no hubiera sido suspendido dos días.

YoonGi suspiró, su corazón se agitó con fuerza, rápidamente trató de ignorar ese sentimiento, y cuando estuvieron por irse, la voz de una mujer les llamó.

Era Joohyun, la maestra de JiMin.

El menor hizo una mueca al verla, no, no, no, se supone que ya se iban, no tenía porque seguir hablándoles esta mujer. Está bien, su maestra era muy buena persona, amable y buena enseñando, pero el simple hecho de verla contoneandose sensualmente mientras caminaba hacia ellos, le hizo sentir una punzada de dolor en el pecho.

Trató de tirar del brazo de YoonGi, pero el mayor no se movió.

JiMin hizo un puchero y el dolor en su pecho se hizo más grande, se dijo a sí mismo que no debería sentirse así, que no debería actuar tan infantilmente, pero era fácil decirlo, más no hacerlo.

—Señor Min, ¿podría hablar con usted un momento?— la mujer dijo, con una ligera sonrisa en sus labios.

YoonGi asintió, pensando que tal vez tendría que decirle algo sobre JiMin.

—Mh... a solas, por favor.

El alfa frunció el ceño ante la petición de la omega, sintió como el agarre de JiMin se tensaba, ahí fue cuando dirigió su mirada hasta el chico a su lado y sintió un poco de pena al verle así. Era evidente que JiMin no estaba a gusto.

—Tengo trabajo que hacer, maestra. Así que por favor, lo que sea que quiera decir, dígalo ahora mismo. — soltó de pronto.

La mujer le dio una mirada algo avergonzada, pero de inmediato su expresión cambió por la misma expresión amigable y cargada de seguridad que tenía.

—Bueno, es sobre JiMin... — la mujer claramente se había puesto nerviosa —, verá... JiMin está... relacionándose muy bien con sus compañeros, me sorprendió que se hubiera metido en una pelea como esta. Sin embargo, su hijo necesita prestar un poco de atención a mis clases, últimamente ha estado más atrasado de lo normal, o de otra forma, sólo podría ayudarlo... dándole clases particulares.

JiMin abrió los ojos sorprendido. No, claro que lo que su maestra decía no era verdad, tenía que ser una maldita broma, él iba a bien en sus clases, nunca faltaba a ninguna y siempre hacía lo posible por entregar todos sus trabajos. ¡Recibir clases particulares! no, tampoco las necesitaba.

YoonGi frunció el ceño. Miró al chico a su lado y alzo una ceja. JiMin negó lentamente y bajó la mirada.

El alfa carraspeó. —Gracias por su amabilidad, JiMin no es mi hijo, se lo recuerdo. Y yo me encargaré de hablar con él al respecto, no creo que sean necesarias sus clases, pero de ser así, entonces buscaremos otras opciones, no queremos hacerla gastar su valioso tiempo con un niño en particular.

JiMin reprimió una sonrisa.

—Así que, si me disculpa, tengo cosas que hacer. — YoonGi hizo una pequeña inclinación de cabeza y dio media vuelta, alejando su brazo de la mano de JiMin para bajar a tomar su mano y comenzar a caminar lejos de aquélla maestra.

JiMin soltó una risita cuando ya estaban fuera de la escuela.

—Hyung...

—Sshhh, sus intenciones fueron muy evidentes, es una persona fácil de leer — YoonGi sonrió y le dio un leve apretón a su mano —, no te preocupes, incluso si me hubiera pedido directamente una cita, la hubiera rechazado.

Y JiMin no pudo evitar sentirse complacido con esa respuesta, extraño, no debería sentirse feliz, no debería sentirse aliviado.

Pero lo hacía, le gustaba saber que su hyung no estaba interesado en salir con alguien, al menos por ahora.