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🌼 10: Alfa celoso


La verdad es que Jung Hoseok era demasiado agradable a la vista, y eso hizo que el estómago de YoonGi se retorciera en más de una ocasión. Cuando conoció al chico por primera vez, trató de dar la misma imagen que siempre daba, un Alfa tranquilo pero serio, el cual te decía con una mirada que mantuvieras la guardia en alto con él, sin embargo, podía jurar que incluso le gruñó al pobre chico, logrando que este se sintiera aún más intimidado cuando se conocieron. 

A JiMin le causó gracia ver la reacción de su mayor, principalmente porque de alguna manera, el instinto de YoonGi se notaba al ser un alfa cuidando del pequeño chico que ha estado a su lado por tanto tiempo. 

Hoseok era un buen amigo, JiMin agradecía haber salido con él la primera vez, el haberlo conocido le había cambiado en muchos ámbitos. 

JiMin ahora ya no era tan tímido, tampoco se cohibía con facilidad. Antes le costaba hacer amigos, no porque fuera difícil que le hicieran caso, sino porque él no sabía como ser sociable con quienes le hablaban. Ahora era todo lo contrario, Hoseok se había convertido en un muy buen amigo. 

Sin embargo, seguía siendo eso, un amigo. 

Y tal vez no habría nada de malo, sino fuera porque el alfa en realidad aún seguía esperanzado en tener algo más de parte de JiMin que sólo amistad. 

JiMin no sabía como sentirse al respecto, porque hasta donde él sabía, Hoseok debería conocer a su pareja predestinada y quedarse con esa persona, entonces, ¿por qué el alfa estaba empeñado en invitarlo a salir? Al inicio creyó que sería alguna salida como las que siempre tenían. 

Hace ya dos meses que su amistad había tomado su rumbo, pero en esta ocasión, JiMin estaba algo nervioso y tímido, porque su mayor no paraba de gruñir cual perro rabioso. 

—YoonGi hyung, no tienes que hacer esto. — JiMin dijo, tratando de apaciguar el ambiente formado en la cocina de su casa. 

—Oh, claro que debo, soy tu hyung, tengo que estar alerta sobre cualquier cosa que intente ese niño — JiMin sonrió algo divertido cuando escuchó sus palabras, YoonGi bufó con cierta molestia y agregó —, además, es un alfa y conozco la clase de intenciones que pueden tener. 

—Pero Hoseok es un alfa inofensivo — JiMin hizo un puchero —, le gusta el rosa y vestirse muy gracioso, además, todavía le gusta BT21, es amigable y muy muy sensible para ser un alfa, algo fastidioso a veces, pero su compañía es cómoda. En definitiva, Hoseok no es como los demás alfas. 

YoonGi lanzó otro gruñido, como si escuchar a JiMin alabar a ese alfa le hiciera sentir ofendido. Aunque claramente JiMin no lo había alabado con la intención de hacer sentir mal a su hyung. 

—No importa, soy tu tutor aquí y yo debo ser el responsable. 

—Prohibirme ver a Hoseok no es muy responsable de tu parte, es decir, es Hoseok, he estado viéndolo desde hace dos meses, es mi amigo — JiMin forzó una sonrisa —, no entiendo porque eres tan gruñón. 

—Eso... 

No sabía que decir, porque en absoluto no podía afirmar que estaba siendo tan gruñón porque sabía lo que significaba esa salida. JiMin ya se lo había dicho, además, no era un alfa tan tonto como para no darse cuenta de que, Hoseok había invitado a JiMin a salir para iniciar su faceta de cortejo. 

Y no lo permitiría, dioses, JiMin aún ni se presentaba y ese tipo ya quería lanzarse encima de su pequeño para cortejarlo. 

No, no y no. 

Jung Hoseok no llegaría ni a segunda base con su JiMin, claro que no, él aún era un niño, no sabía nada sobre las relaciones y Hoseok no era ningún guía ejemplar, o eso le gustaba pensar. 

—¿Celoso?— JiMin alzó una ceja, pensando a profundidad sobre ello. 

YoonGi frunció los labios incómodo, como haciendo una extraña mueca. JiMin le miró con cierta emoción, pero trataba de ocultar su reacción.

—Supongo que son celos de padre, ya sabes... — YoonGi se aclaró la garganta —, no somos padre e hijo, pero de alguna manera yo te eduqué, yo soy quien te cuidó y te vio crecer desde bebé, evidentemente voy a ser celoso si alguien quiere poner sus garras encima de mi bebé, por supuesto que- 

YoonGi se puso rígido en cuanto sintió el suave toque de unos labios sobre su mejilla, y dejó de respirar por largos segundos. 

No miró a JiMin, sobre todo porque seguía asimilando la situación. 

El chico se quedó en su lugar después de haberle dando un beso, pasó su peso de un pie al otro, tratando de disfrazar sus nervios por lo que acababa de hacer. Bien, lo había hecho porque así lo quería, pero no se puso a pensar que eso podría traerle problemas.

—YoonGi... 

El alfa escuchó con atención como JiMin le llamaba, pero por alguna razón no podía formular palabra alguna. No quería darle una idea errónea al menor, pero tampoco encontraba la manera de apagar el fuego en su corazón. 

Así que antes de que viera a JiMin entrar en pánico, pasó sus brazos por los hombros del menor y lo rodeó con estos, esperando darle un abrazo para nada incómodo, haciéndole saber que no había nada de malo en lo que había hecho. 

JiMin seguiría siendo su pequeño para siempre, así creciera, no podría ignorar que alguna vez fue su bebé, al que consintió y compró juguetes a morir, ese bebé que le quitó horas de sueño y que lloraba hasta caerse dormido. Sin embargo, esos serán recuerdos que nunca podrá borrar de su memoria, y se quedarían ahí con el paso del tiempo. 

Su bebé, ya no era un bebé. 

JiMin estaba creciendo, y muy pronto, se presentaría por fin como omega. 

Su omega. 

Pero hasta entonces, tenía que fingir demencia. 

—Está bien, ve a esa cita con Hoseok, pero si él intenta algo contigo que te haga sentir incómodo, puedes llamarme e iré por ti tan rápido como sea posible. 

JiMin se encontró sonriendo contra el pecho de su mayor, aún atrapado entre sus brazos, sintiendo su vientre consquillear de una manera muy significativa. 

—Está bien, hyung — JiMin le dio una sonrisa muy grande, haciendo que sus ojitos casi desaparecieran —, iré con Hoseok y regresaré antes de que anochezca. 

YoonGi asintió, y antes de poder decir algo más, JiMin se alejó de su abrazo y corrió fuera de la cocina para llegar a su habitación. El alfa suspiró, como si acabará de cederle el paso a otro alfa para tomar lo que es suyo. 

Nunca le ha gustado pensar en las parejas predestinadas como un objeto al cual puedas poseer. Pero, no podía evitarlo, quería tenerlo sólo para él, que le perteneciera y pertenecer a él, que el amor fuera mutuo al igual que el cuidado y la protección. 

JiMin entendió dos cosas ese día, cuando YoonGi le dijo que le daría permiso para ir con Hoseok, no se imaginó que el alfa celoso que tenía de tutor, los terminaría siguiendo a escondidas. 

Aunque claramente no fue bueno escondiéndose. 

Hoseok lo notó enseguida y JiMin tenía la ligera sospecha sobre que así sería. 

Sin embargo, el menor ya sabía porque había venido persiguiéndolos como si nada. 

La otra cosa era; que Hoseok había liberado sus sentimientos por fin con él, JiMin no sabía como sentirse al respecto, por lo que tuvo que recurrir a cerrar la boca y pensar con cuidado como rechazaría al alfa frente a él. 

No había una buena manera de hacerlo, era estúpido. De cualquier forma rompería su corazón y cualquier clase de ilusión que el alfa ya tenía. 

Y no debería sentirse mal por eso, porque estaba siendo sincero. Pero no quería perder el cariño de su mejor amigo, Hoseok se había vuelto alguien muy cerca a él, no quería que su amistad terminará tan pronto, si es posible, no quería que terminará nunca. A él le agradaba este alfa, siempre siendo amistoso, cariñoso y divertido, siendo el de las vibras positivas a su alrededor. 

Lo quería mucho, el problema es que sólo lo quería como su mejor amigo. 

—Hobi — JiMin sintió ganas de cortarse las venas al ver el toque de esperanza en la mirada de su mejor amigo —, yo te quiero mucho, pero el cariño que tengo por ti... es diferente. 

—Lo sé — el alfa lo tomó de manera normal, la cafetería en la que estaban era demasiado grande, por lo que, hasta ahora nadie podía escuchar que estaban rechazando al pobre alfa —, y créeme que siempre lo he sabido, pero quería... quería intentarlo, saber si al menos tenía una pequeña oportunidad. 

JiMin apretó sus labios en una línea, se sentía mal consigo mismo, y no sabía por qué, si ya había dicho lo que opinaba de manera sincera. 

—Pero... — el peli naranja sonrió algo nostálgico —, supongo que sólo tendré una pequeña oportunidad si fuera el alfa gruñón y celoso que está al otro lado de la calle viéndonos como mucho odio, bueno, viéndome.

Se corrigió, dándose cuenta que en realidad él era la única razón por la que YoonGi los había seguido. 

JiMin soltó una pequeña carcajada, porque era cierto, no se lo podía negar a Hoseok y tampoco estaba sorprendido de que lo supiera, era demasiado evidente, sobre todo para alguien que pasaba mucho tiempo con JiMin. 

De pronto, Hoseok dejó de sonreír y una extraña mueca entre confusión y pánico se hizo notable en su rostro. JiMin frunció el ceño y pudo sentir que algo iba mal con el alfa. 

Probablemente estaba tratando de sobrellevar la sorpresa de que JiMin no hubiera negado sus sentimientos hacia YoonGi, y cuando el menor estuvo por aclararle las cosas para que no las malinterpretara, el alfa miró a todos lados en la cafetería, casi desesperado por encontrar algo. 

O a alguien. 

—¿Hoseok? ¿Estás bien?— JiMin trataba de seguir la mirada del Alfa por todo el lugar. 

—Yo... — Hoseok dio un fuerte respiro —, creo que... estoy alucinando cosas, yo... perdón, por un momento me salí de control. 

JiMin asintió, no muy convencido de las palabras de su amigo. 

—JiMin, tengo que irme, nos vemos en la escuela — el alfa se apresuró a levantarse de su lugar —, juro que... aunque estoy un poco dolido... entiendo perfectamente bien tus sentimientos hacia mi, así que no te preocupes, te quiero tanto como para dejar de ser amigos por algo tan tonto como esto. 

JiMin asintió, agradeciendo internamente por no haber perdido una amistad, sobre todo porque tenía miedo sobre cómo iba a reaccionar Hoseok sobre sus sentimientos hacia YoonGi, pero al parecer, el chico lo tomó normal, o tal vez ni siquiera le presto atención. 

Para cuando Hoseok se fue, JiMin se quedó sentado dentro de aquélla cafetería con cierto alivio en su corazón. Pronto, la puerta de aquel lugar se abrió de nuevo, llamando la atención no sólo por el nuevo cliente que había llegado, sino porque éste era un alfa sangre pura, de metro setenta y ocho, perfectamente vestido entre lo casual y elegante, con aquel rico aroma que encantaba a más de un omega en la cafetería.

JiMin chasqueó la lengua y sonrió levemente al ver a YoonGi tomar asiento a su lado, un ligero sonrojó adornó sus tiernas mejillas al observar como casi todos en la cafetería les prestaban atención. 

—¿Todo bien con tu amigo?— preguntó el alfa. 

—Mmn, se tuvo que ir por ciertos asuntos, pero todo está bien— JiMin sonrió tímido —, no tenías que seguirnos, eso es...

—¿Demasiado? 

—Uh, un poco vergonzoso. 

YoonGi tosió con incomodidad y pasó una de sus manos por la mesa, para ponerla sobre la pequeña mano de JiMin, dejando ligeras caricias sobre su palma. 

—Lo siento, la siguiente vez seré un poco más discreto — YoonGi sonrió de lado al ver la sonrisa avergonzada de en el rostro de JiMin, con es rubor en sus mejillas y sus orejas. Delatando lo tímido y vergonzoso que estaba, no pudo evitar suspirar como un loco enamorado. 

—¿Qué fue eso?— JiMin preguntó, al escuchar la reacción de su mayor. 

—¿Qué fue qué?— dijo el mayor. 

—Ese suspiro tan profundo. 

YoonGi negó lentamente. —No fue nada, sólo estoy pensando. 

—¿En qué?— JiMin era demasiado curioso, y YoonGi sabía que no lo dejaría en paz hasta hacerle hablar. El alfa rodó los ojos, pero no contestó. 

En nosotros, en nuestro futuro.

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