YoonGi llegó tarde aquel día de clases, sorprendentemente esta vez tuvo una excusa válida para justificar su retardo. El problema fue que, tuvo que evidenciar ante todo su grupo el motivo de este. 

El bonito cachorro se había ganado suspiros y palabras de amor por parte de todas sus compañeras, incluso pudo ver a muchas queriendo tomarle fotitos a escondidas. 

Habían pasado sólo tres días desde que comenzó su vida como padre soltero, o lo que sea que fuera. Fueron sólo tres días suficientes para darse cuenta que, cuidar de un bendito bebé era el infierno mismo. 

JiMin no dormía cómodamente en las noches a menos que el Alfa decidiera dejarlo descansar sobre su pecho, el bebé se acomoda sobre su cuerpo y sólo así podía dormir profundamente, mientras recargaba su diminuto cuerpo en el del mayor. A YoonGi se le hacía muy incómodo dormir así, principalmente porque tenía miedo de olvidar que el bebé estaba durmiendo encima de él, que tal si hacía un movimiento brusco entre el sueño y lo terminaba asustando, o peor aún, lastimando. 

JiMin dormía la mayoría del tiempo, y era horrible porque entonces tenía que hacer el mínimo ruido posible, porque si no se despertaba llorando, y sus lloriqueos no eran nada silenciosos. 

A veces, YoonGi se preocupaba por las cuerdas vocales del pobre bebé. 

En esos tres días, con algo de ayuda de su madre, aprendió a como cambiar un pañal y como bañar a un bebé. Podría acostumbrarse a eso poco a poco, a lo que nunca se acostumbraría, sería a levantarse en las madrugadas por los chillidos del menor. 

Lo peor de todo es que aún no llegaba a sus mejores años, por ser un bebé con pocas semanas de nacido, se la pasaba sólo durmiendo, llorando, haciendo del baño o comiendo, no hacía tantas travesuras ni era tan hiperactivo, pero con lo poco que hacía, lograba cansar a YoonGi. 

Cuando llegó a clases y le dijo al maestro que se había retrasado porque su bebé le había vomitado encima antes de salir de casa, la mayoría de sus compañeros se rieron y el maestro estuvo por mandarlo a rectoría por su tonta excusa. 

Hasta que escucharon un pequeño quejido al otro lado de la puerta, justo sobre su espalda, un bebé colgaba de ahí muy cómodamente. 

Y ahora, YoonGi tenía a casi todos los alumnos de la universidad mirándolo a cada rato, observando al cachorro y maravillándose con él, otros se preguntaban quién era la madre del bebé. 

Y por último, estaba Kim Namjoon. 

—¿Por qué no me dijiste que eras padre? Lo hubiera entendido, pero ocultarme eso a mí, que soy tu amigo, no es algo que se deba hacer. — Namjoon lo regañó, como si hubiera cometido una atrocidad. 

—Ya te lo dije, Namjoon. Este bebé no es mi hijo, ya te dije que... 

—Es tonto, Min YoonGi, la excusa más estúpida que he escuchado en toda mi vida, ¿por qué este bebé sería tu predestinado? ¿ahora ya se puede saber tan rápido?— el moreno bufó, dándole una gran mordida a su hamburguesa. 

—Siempre se ha sabido rápido, el caso es que, éste es un bebé todavía, por ende no se sabe con exactitud, sólo quiero creer que desarrolló algún lazo de paternidad conmigo o algo así. — YoonGi suspiró, mientras el pequeño JiMin reposaba sobre una de sus piernas, YoonGi lo sostenía de los costados mientras lo movía lentamente. 

—Sí, porque sería demasiado raro que lo cries como si fuera un hijo, y de pronto, pum, se convierta en tu pareja — YoonGi rodó los ojos al escuchar su explicación —, además, cuando crezca él será demasiado joven y tu serás demasiado viejo.

—¿Creés que no lo he pesando?— le preguntó el pelinegro, miró al bebé en sus brazos, el cual parecía perdido en su conversación —, sería demasiado extraño pero, tampoco podía dejarlo a su suerte. 

—Bueno, yo sólo digo que te prepares, porque este cachorro te dará muchos problemas, se le ve en la cara. — Namjoon se inclinó un poco sobre la mesa, mirando al bebé, éste estaba perdido en su mundo, pero en cuanto vio el rostro de Namjoon observándolo tan detenidamente, comenzó a arrugar su entrecejo y a soltó un quejido, anunciando que iba a llorar. 

—No, no, no, Mimi no llores. — el Alfa atrapó el cuerpo del bebé, haciendo que dejara de mirar a Namjoon y se escondiera entre su pecho. 

—Ja, ni los bebés te quieren. — Namjoon sonrió inconscientemente al escuchar la voz de aquel chico que tanto le gustaba, un chico de cabellos ligeramente morados se sentó a su lado. Namjoon fingió sentirse indignado por sus palabras. 

—Claro que me quieren, es sólo que el hijo de YoonGi es especialito. — Gruñó el Alfa. 

—Mimi no es especialito, le intimidas, estoy seguro. — YoonGi acarició los cabellos del pequeño cachorro, tratando de hacer que mantuviera su calma. 

—Así que omega predestinado, uh, debe ser bonito conocer a tu predestinado tan pronto. — SeokJin suspiró, como si eso fuera realmente romántico. 

—Ni siquiera estoy seguro de eso, probablemente...

—Agh, cállate. Cualquier bebé moriría casi al instante en un accidente tan feo y con su lazo de maternidad roto, te vieron la cara de estúpido, YoonGi — Seokjin le dijo, mientras le hacía señas para que le pasara al bebé, YoonGi dudó un poco pero intentó hacer que JiMin fuera a los brazos del omega mayor, sorprendentemente, no dio quejas —, te apuesto lo que quieras que éste bebé sólo sobrevivió porque tuvo contacto con su Alfa predestinado inmediatamente. 

—Me haces sentir como un pedofilo. — el Alfa hizo un leve puchero. 

Seokjin rió al ver su estado de ánimo. —No seas exagerado, vas a cuidar del bebé, le darás un hogar y lo verás crecer, por ahora tu única necesidad es ser un buen tutor. Cuando él crezca y se presente como tu predestinado, creo que todos sabemos lo que ocurrirá. Tenemos instintos, YoonGi, no podemos escapar de ellos. 

—Sí, por ahora sólo míralo de esta manera, estás cuidando de tu mercancía. — Namjoon soltó una risita al decir eso, pero su risa cesó cuando Seokjin le dio un leve golpe con el codo. 

—No le hagas caso a Namjoon, él nunca será padre. — SeokJin le dijo, mientras movía al bebé en sus brazos, haciendo que JiMin riera un poco. 

—No seré padre porque mi Omega no quiere tener hijos — se quejó el moreno, mirando de soslayo al pelimorado. 

—Así es, por eso no seras padre.

Seokjin le sonrió al alfa a su lado, ignorando el tierno puchero que hacía el moreno al escuchar sus palabras. YoonGi le hizo señas a Seokjin para que le diera de regreso a JiMin, por lo que el omega lo dejó sobre la mesa. 

El cachorro se quedó sobre aquélla mesa mientras YoonGi ponía sus brazos a cada lado para cuidarlo. JiMin batalló un poco más moverse, pero poco a poco fue haciéndolo, ya que aún era sumamente pequeño, solamente soltaba quejidos mientras trataba de moverse de su lugar. 

YoonGi sonrió al verlo y lo acomodó, de modo que quedó recostado sobre la mesa, con sus piernas casi en el aire y sus manitas en puños frente a su pechito. 

YoonGi tomó sus piecitos mientras los movía gentilmente para entretener al bebé, JiMin sólo trataba de encontrar con la mirada al alfa, pero debido a que estaba acostado no podía verlo por completo. 

—Ahh, sólo sé que esto será demasiado difícil. 

—Entonces regalalo — Namjoon respondió a sus palabras, Seokjin gruñó al escuchar la idea de su Alfa y me dio un golpe en la nuca, está vez más fuerte. —¡Auch! ¿Por qué fue eso? Yo sólo di una idea. 

—Tus ideas son horribles, serás un genio en muchas cosas, pero no en esto. — le respondió el omega. 

—Ugh, será mejor que cuando ese bebé crezca sea sólo un omega, porque si te sale un omega dominante vas a sufrir mucho. — Namjoon le dijo, YoonGi sólo pudo reír al escuchar sus palabras. 

—No seas llorón — SeokJin le reclamó. — Soy cariñoso contigo. 

—¿Cariñoso?— el moreno soltó una carcajada —, cuando tengo un mal día o siento que me fue horrible en uno de mis exámenes, siempre corro a tus brazos tratando de obtener un poco de amor y mimos, y tu sólo dices algo cómo: "Quítate a la verga." 

YoonGi miraba con una gran sonrisa la pelea de sus dos amigos. Tomó en sus brazos a JiMin, haciendo que el bebé se levantará y quedara nuevamente sentado sobre la mesa, está vez dándole la espalda al alfa, mientras YoonGi se recargaba en la mesa por completo para dejar que se apoyara en su pecho. 

—Sí, y después de eso siempre te hago tu comida o postre favorito en grandes cantidades para saciar tu tristeza — Seokjin atacó —, podré no ser todo amor y brillitos, pero también te consiento. 

—Ya deberían casarse, parecen esposos. — YoonGi dijo. 

—¡Tu cállate!— exclamaron los dos al mismo tiempo, mirando al alfa al otro lado de la mesa.

Sin embargo, su grito fue un poco fuerte para el bebé, pues JiMin terminó saltando en su lugar mientras hacía una extraña mueca y se soltaba a chillar. 

—No, no, Mimi, nooo. — YoonGi trató de calmarlo —, Shhh shhh, Mimi por favor no llores, shhh. 

Lo arrulló entre sus brazos, dándole leves palmaditas y caricias en su espalda, tratando de cesar su llanto, pues aún seguían en la universidad y sería molesto tener los chillidos de un bebé todo el tiempo. 

—Ugh, bola de inútiles, si ustedes supieran lo difícil que es calmarlo. —YoonGi gruñó algo molesto. 

—Sólo suelta tus feromonas y listo. 

—El doctor me dijo que no era viable, el aroma que desprendo ya es fuerte, si suelto más feromonas podría afectarle, lo más convincente es soltar feromonas cuando ya tenga 5 o 7 meses. 

—Uy no, pues estas perdido. — Namjoon rió. 

YoonGi rodó los ojos y se levantó de su lugar, aún con JiMin en sus brazos comenzó a pasearse lentamente mientras arrullaba al bebé, dándoles suaves caricias y palabras de cariño, incitándolo a tranquilizarse, el bebé apretó con fuerza la playera que el Alfa traía, aferrándose con ganas a esta. 

El Alfa se acomodó en unos escalones que quedaban cerca de aquélla mesa de la cafetería de la escuela, viendo hacia el patio exterior. No sabía como tranquilizar por completo al bebé, pues éste se calmaba hasta que se cansaba de llorar y caía dormido. 

Así que como último recurso, y una idea un poco boba, llevó sus labios hasta llenar de besitos la coronilla del cachorro, dejando dos besitos sobre esa zona. Volviendo a darle suaves "shhh" para hacerlo calmarse y pidiéndole de favor que hiciera caso. 

YoonGi sabía que era apenas un bebé cachorro que no sabía nada de la vida, pero tenía esperanza en que eso hiciera calmar al pequeño JiMin. 

Y como por arte de magia, después de unos minutos en los que YoonGi besó su mejillita, el bebé comenzó a cesar su llanto, sus puñitos apretados sobre la camisa del mayor se aflojaron poco a  poco, dejando a JiMin completamente dormido. 

YoonGi suspiró sintiéndose aliviado. 

Bueno, al menos ya sabía otro método para calmar al pequeño Mimi.