—¡Mamá! —YoonGi saludó a aquélla mujer con una gran sonrisa, cuando la puerta de aquélla casa se abrió. 

—Genial, ¿a quién embarazaste?— fue lo primero que su madre preguntó cuando vio al bebé en sus brazos. 

La sonrisa de YoonGi se esfumó tan rápido como su madre dijo aquello, rodó los ojos y siguió a su madre al interior de aquélla casa que alguna vez también fue su hogar. Hace bastante tiempo que no volvía a ese lugar, ahora ya era un adulto, en lo que cabe, pues vivía en un departamento cercano a la aglomeración de la ciudad y por supuesto, lo más cercano a su universidad. 

Ya no era un niño, su madre le dijo que en el momento en que saliera de aquélla casa a estudiar una carrera universitaria, todo sería ganado por cuenta propia.

Min Soejong pagó sus primeros dos años de universidad, después de eso, YoonGi comenzó a encargarse de pagarla, consiguió un trabajo de medio tiempo por las tardes, no era un gran trabajo, pero realmente trabajar en una tienda de dulces le traía muchos beneficios. Además de que la paga era demasiado buena, lograba sacar lo suficiente para vivir. 

—Mamá, necesito hablar contigo. 

—Sí, ya lo creo — la mujer sonrió con gracia y miró al pequeño bebé en sus brazos —, y supongo que el bebé que traes contigo es la razón por la que me buscas. 

YoonGi apretó sus labios en una fina línea, asintió ante las palabras de su madre. Aquélla mujer, que a su parecer cada vez se veía más joven, era la persona que más amaba en el mundo, desde que su padre mágicamente los abandonó, jamás lo conoció y jamás preguntó por él, desde entonces, sólo había crecido siendo criado por aquélla mujer. 

Era la única que podía ayudarlo esto. 

—Mamá, no es lo que tu piensas, no es mi hijo — comentó enseguida, antes de que su madre lo atacara con preguntas —, este bebé no es mío ni de alguna otra omega. 

—¿Fue obra del espíritu santo o algo así?— YoonGi quiso gruñir, su madre a veces le impacientaba un poco. 

—No mamá, escúchame — YoonGi se removió con el bebé entre sus brazos, éste estaba cómodamente recargado en su pecho, justo a la altura de su corazón, mientras tenía sus ojitos abiertos, mirando a ningún lado con exactitud. — el bebé no es mío, ¿sabes lo que pasó hace unos días?

—Sí claro, sé que chocaste el auto que te compré en tu cumpleaños. 

—Mamá, esto es serio. — YoonGi gruñó, su lobo comenzaba a molestarse por no poder tener la atención necesaria de su madre. 

—Bien, bien. 

YoonGi se acomodó en el gran sofá que había en aquélla sala, aún con el bebé en sus brazos, quien se regocijaba en el calor de su cuerpo y la sensación de tranquilidad que el Alfa transmitía. 

—El día del accidente, los señores que veían en el auto murieron, ellos eran los padres de este bebé. Cuando yo salí del auto para ver si podía ayudarlos, escuché el llanto del bebé y lo prioricé para salvarlo, ya que sus padres murieron casi al instante — YoonGi carraspeó con algo de duda —, el caso es que cuando salvé al bebé y se lo llevaron al hospital, después de que terminaron de revisarme, pasé a verificar que todo estuviera bien con el cachorro. El caso es que, creo que algo extraño pasó y ahora, de alguna u otra manera, puede que yo me tenga que hacer cargo de este bebé. 

—¿A qué te refieres? Se claro, YoonGi. 

La mujer tenía aquélla mirada, esa que parecía ponerle los pelos de punta al alfa, aquélla omega era amigable, buena persona y linda, pero YoonGi conocía a su madre desde que él nació, su madre también tenía esa aura de autoridad por todos lados. 

—Mamá, me dijeron que el bebé moriría ya que su lazo más fuerte, que era con su madre, se rompió cuando ella murió. Sin embargo, el bebé desarrolló alguna clase de lazo conmigo ya que fui la primer persona con la que tuvo contacto después de que su único lazo se rompiera. 

La madre de YoonGi escuchó con atención sus palabras. Era evidente, nadie mejor que ella sabía que un bebé, ya fuera recién nacido o incluso con cinco meses de nacido, podía llegar a morir si el lazo con la persona que lo tuvo en su vientre, moría. 

—Pero también, cabe la posibilidad de que, la razón por la que el bebé no puede separarse de mí... sea porque... bueno — YoonGi tragó con dificultad. 

—Espera... — su madre le miró confundida, se masajeó el entrecejo y miró a su hijo de nuevo —, ¿estás queriendo decirme que ese bebé que tienes ahí, es tu pareja predestinada? 

YoonGi sintió que el aire le faltaba. —S-sí... algo así. 

—¡Imposible! Eso no es posible, ¿o si? — la mujer casi saltó del sofá, no podía pensar con claridad la información que acababa de recibir por parte de su hijo. 

—Mamá, yo sé que no es creíble, incluso yo no puedo creerlo aún, ya que en realidad no está 100% comprobado porque es un bebé. Pero mientras tanto, ¿sabes lo qué pasaría si no está conmigo?— la mujer negó —, moriría, mamá. 

—Ahh, por dios — la mujer suspiró con fuerza —, necesito un trago. 

—Min Soejong, por favor, necesito que hablemos. — YoonGi esta vez utilizó su nombre para llamarla, muy pocas veces llamaba a su madre por su nombre, ya que acostumbró a decirle "mamá" o "madre" pero la situación lo ameritaba, tenía que hacerle entender a esa mujer que está era una conversación que necesitaba tratar con ella. 

—¡Bien! Por dios — Soejong palmeó sus piernas y trató de tranquilizarse, su hijo tenía razón, tenía que calmarse o probablemente colapsaría. 

—Siempre fuiste una persona fuerte desde que me criaste, me cuidaste desde los 17 años, fuiste madre sin experiencia y batallaste mucho conmigo, por eso mamá, tu sabes mejor que nadie que no dejaría pasar algo como esto. 

—Ugh, a veces odio haberte criado con tanto amor — la mujer gruñó, aunque YoonGi sabía que esas palabras no iban en serio —, está bien, está bien, al menos no embarazaste a alguien. 

YoonGi sonrió, sintiendo como su cuerpo se relajaba, ahora que tenía toda la comprensión de su madre, seguía convencerla de ayudarle con el bebé. 

La mujer se reincorporó y caminó por la sala, después de quedarse unos minutos en silencio, dirigió toda su atención en aquel pequeño bebé. Parecía estar descansando cómodamente entre los brazos de su hijo, recargado en su pecho y mirándola con atención. 

Ella estiró sus brazos. —Déjame cargarlo. 

YoonGi asintió y le dio al bebé, por extraño que pareciera, el pequeño cachorro no empezó a llorar ni a batallar por ser alejado del cuerpo del Alfa. 

—Ahh~ que chiquito es — la mujer sonrió ligeramente al tenerlo con ella, lo tomó debajo de los brazos y lo puso frente a ella, el pequeño cachorro la miró fijamente durante varios segundos, para después patalear un poco y solta una risita, que sonó más como un quejido, una ligera sonrisa se formó en la boca del bebé, mostrando su boquita libre de dientes —, ouh... eres tan lindo. 

YoonGi rió al ver el cambio drástico de actitud de su madre. No le asombraba la verdad, pues conocía a aquélla mujer, y sabía que también era de corazón blando, pero no siempre lo demostraba. 

—Yo sé que tu dijiste que estudiaría, me prepararía y batallaría bastante tiempo para conseguir tu puesto en la empresa, pero por favor, mamá, te pido que hagas esto por mí. — YoonGi junto sus manos en forma de suplica, mirando con atención a su madre. 

La mujer miró al pelinegro con el ceño levemente fruncido, después miró al bebé, quién aún seguía mostrando su boquita pero está vez sin patalear o reír. 

—Agh, está bien — el fuerte grito de YoonGi se escuchó en la habitación, demostrando lo feliz que estaba —, pero escúchame bien, Min YoonGi. Yo voy a ayudarte a mantener a este niño, te daré dinero suficiente para él y para ti, compraras su ropa, y todo lo que el bebé necesite para su comodidad. Dejarás de trabajar para poder cuidar de tu nueva responsabilidad, de tu departamento a la universidad, y de la universidad a tu departamento, nada de irse por ahí con los amigos, no, ahora tienes una nueva responsabilidad, yo pagaré tu último año de universidad y todos los gastos que tengas, pero eso sí, cuando te gradúes y encuentres un buen trabajo, tendrás que hacer méritos muy grandes, muchachito. 

—¡Sí, mamá! lo que tu digas, gracias, gracias, gracias. — repitió el chico emocionado. 

La mujer soltó una risita al ver a su hijo, suspiró, miró al bebé de nuevo, está vez el cachorro se veía desconcertado, pues veía para todos lados, tratando de buscar a alguien, YoonGi soltó una risita al igual que su madre. 

Soejong abrazó al bebé, atrayéndolo a su pecho y mirándolo de reojo. 

—Así que, este bonito y adorable bebé es... 

—JiMin, Park JiMin. — respondió el pelinegro. 

—Uhh, Park JiMin, ¿así que predestinado de mi hijo? — el bebé la miró atentamente, después soltó un pequeño quejido, subiendo una de sus manitos hasta tocar la barbilla de la mujer —, pues eres demasiado adorable cómo para ser su predestinado, cuando crezcas, seguramente serás demasiado atractivo. 

YoonGi rió al escuchar sus palabras, sí, él también creía eso. De alguna manera, su lobo esperaba ansioso por aquel pequeño cachorro, quería cuidarlo y darle un hogar, por ahora sólo se llamaría un buen tutor del niño, pero cuando creciera, sabía que todo iba a cambiar. 

No podía ser tan difícil cuidar de un bebé.