Era un viernes por la noche cuando Min YoonGi salió de aquélla casa, la cual se encontraba inundada de gente desconocida para él, le gustaba venir a la fiestas que su amigo Namjoon daba, pero justo ahora no era su mejor momento. 

No se sentía con ganas de nada, estaba en sus exámenes finales y no podía salir a divertirse al saber que estaba por reprobar una materia. Y no es que fuera un completo inepto, más bien, la razón por la que sabía que reprobaría era por haber enfermado hace un mes, provocando que quedará en cama durante largos días, y aunque presentó un permiso en la institución, los días ya estaban perdidos. 

Sólo quería llegar a su casa, estudiar un rato y tal vez cenar un paquete de ramen instantáneo que tenía guardado por ahí. 

Sin embargo, parecía que hoy la suerte no estaba de su lado. Pues mientras conducía por la carretera principal, se percató de que unos metros más alejado de él, venía un carro de color rojo, el cual hace segundos ya veía que frenaba con dificultad, como si el conductor tuviera problemas para manejar, en el último instante, fue tarde pata cuando el auto se  removió con fuerza. 

Y cuando él quiso frenar, no fue suficiente, pues el automóvil rojo se estrelló contra la parte delantera de su auto. 

El cuerpo de YoonGi se removió con brusquedad, sintió que su cabeza podría salir volando por el golpe bruto que recibió, y en segundos su rostro quedó recargado sobre el volante de su auto, el cual ya tenía la  bolsa de aire de fuera. 

Fueron largos minutos en los que intentó recuperar la consciencia, dándose cuenta que, el auto de enfrente había quedado en un peor estado que el de él. 

Un poco asustado por la situación, se removió en su asiento, aunque su cuerpo doliera a la primera oportunidad que tuvo para salir. Abrió la puerta de su auto y salió con dificultad, sintiendo que el aire regresaba con fuerza y que sus sentidos por fin se volvían a activar, estando un poco más consciente. 

Se tambaleó por la calle, mirando aquel accidente que no fue causado por él, sintiendo en segundos un fuerte dolor en su cuerpo por el impacto tan brusco. Sentía la necesidad de bajar y ver si podía ayudar, pero sobre todo, sentía una ansiedad horrible, y no sabía ni por qué. 

Con algo de dificultad se acercó a aquel automóvil, el cual yacía completamente destruido de la parte frontal, pudo ver como había dos personas en la parte delantera, un hombre mayor estaba al volante, completamente inconsciente o muerto, no lo sabía con exactitud, pero por el mal estado del hombre supuso que no había mucho que pudiera hacer por él. 

Se acercó al lado del copiloto, tratando de abrir la puerta de éste, pues podía jurar que la mujer que se encontraba ahí todavía estaba viva, la había visto pestañear hace unos segundos. 

Aunque la puerta estaba deforme por el impacto, se encontraba atascada, y no podía hacer mucho para abrirla, pues sus manos temblaban y no sabía si se sentía así por haber presenciado un accidente o porque tenía miedo de que pensaran que fue su culpa. 

Pero por mucho que intentó abrir la puerta o buscar una forma de sacar a la mujer ahí, no pudo hacerlo. 

Y por un segundo, sintió ganas de llorar de frustración. 

Sin embargo, justo en ese momento, vio como aquélla mujer se movía lentamente sobre el asiento del auto, dejando a la vista su rostro lleno de sangre y sus notables heridas. Debido a la mala posición en la que se encontraba, no podía mover sus brazos, pero YoonGi supo que aquélla mujer quería decirle algo. 

No escuchó nada más que quejidos por parte de la mujer, principalmente porque no podía hablar bien, sólo escuchó sus lloriqueos por querer decirle algo que no podía. Y cuando quiso hablarle, el llanto de un bebé llamó su atención. 

El Alfa se puso alerta en cuanto escuchó aquel fuerte chillido, con su lobo ansioso por querer buscar al bebé que desde luego, se encontraba dentro del auto. 

Fue ahí cuando se dio cuenta de que, lo que aquélla mujer quería decirle, era que salvará a su hijo, o al menos eso supuso al saber que había un bebé con pocas semanas de nacido en aquel auto que fue víctima de un terrible accidente. 

YoonGi buscó la forma de entrar por la parte trasera del auto, tratando de encontrar al bebé, el cual había comenzado a llorar aún más fuerte de lo normal, logrando que el lobo de YoonGi se impacientara aún más por no saber si el bebé se encontraba herido debido al choque. 

Cuando el pálido pudo hacer que la mitad de su cuerpo entrara al auto, se percató de que el bebé no estaba en su asiento especial, sino donde se ponían lo pies, casi debajo del asiento de su madre. 

Su lobo gruñó fatigado, tomó al bebé en sus brazos y con cuidado trató de buscar una manta para cubrirlo, afortunadamente había bastantes colchas y ropa del bebé que se encontraba en mal estado, pero le fue suficiente para terminar de arropar al niño, pues esa noche hacía un terrible frío. 

Después de cubrirlo por completo, lo pegó a su pecho, cuidando de que al momento de querer salir de ahí, el bebé no se lastimara. No se dio cuenta en que momento aquel bebé entre sus brazos había dejado de llorar. 

A lo lejos, pudo escuchar las sirenas tanto de la ambulancia como de la policía, fue cuando se percató de que un señor mayor corría hasta donde estaba él para ayudarle a bajar del maletero del auto, supuso que los vecinos que vivían a unas cuadras de ahí habían llamado a la ambulancia. 

Suspiró agradecido cuando por fin pudo salir con el bebé de ahí. 

Su corazón latía con fuerza, su lobo aún no se calmaba, al contrario, estaba atento y en alerta por cualquier cosa, y no sabía por qué. Supuso que era su instinto de Alfa al cuidar de un cachorro, pero no se preocupó tanto por eso. 

Los paramédicos lo atendieron rápidamente, más que nada preocupados por el bebé en los brazos de aquel Alfa. YoonGi con dificultad pudo ceder a que se llevarán al bebé. 

No obstante, en cuanto lo alejaron de aquel pequeño, un fuerte lloriqueo se hizo escuchar nuevamente, aquel bebé había comenzado a llorar como cuando YoonGi lo encontró en el auto. 

Los oficiales de policía se acercaron a él para comenzar a hablar sobre el accidente, tuvieron que hacerle una prueba de sobriedad para corroborar que aquel joven dijera la verdad, además de que, era un protocolo usual cuando ocurrían accidentes de ese tipo. 

Los padres del bebé murieron al instante. 

—Dígame si le duele aquí. — la enfermera a cargo de revisarlo tocó con algo de fuerza su hombro. 

—¡Auch! Si, si duele — YoonGi se quejó. 

Su cansancio era notable, comenzaba a tener sueño y se sentía terriblemente mal. Era la primera vez que presenciaba un accidente de esa clase, ver morir a dos padres y que ahora un bebé quedara huérfano a sólo 3 semanas de haber nacido, todo eso le había hecho sentirse mal. 

Al parecer, hoy solamente llegaría a su departamento a dormir. 

—Bien, Joven Min. Usted tiene una  dislocación de hombro aguda, puede pasar inmediatamente con el Doctor Lee para ser tratado, en unos cuantos días ya no debe tener nada.

YoonGi asintió ante sus palabras, tomó el pequeño papel que la mujer la había dado y salió de aquélla sala para buscar al dicho doctor. Odiaba los hospitales, le hostigaban a más no poder, lo hacían sentir bajoneado y no le gustaba sentirse así más que por las clases de la universidad. 

Después de haber encontrado al doctor y que éste le haya dado los cuidados correspondientes, además de unas cuantas pastillas para el dolor, decidió que ya era suficiente por ese día. 

Sin embargo, su lobo parecía inquieto, y sí, él también lo estaba. Necesitaba buscar al bebé de aquel accidente y corroborar que todo estaba bien, así que con ayuda de una enfermera fue guiado hasta el área donde tenían a los bebés. 

Su lobo estaba impaciente, podía sentirlo, probablemente porque al ser un Alfa, tenía como instinto siempre cuidar de menores que él, pero aún más si se trataba de un bebé recién nacido, un pequeño cachorro que sólo llevaba menos del mes con vida. 

Se sintió tranquilo cuando lo encontró, aquel pequeño niño estaba prácticamente llorando. Una enfermera del área lo tenía abrazado, daba leves golpecitos a su espalda y trataba de calmarlo, el niño lloraba con fuerza, a pesar de que él no pudiera escucharlo como tal, pues debido al vidrio que los separaba no podía escuchar lo que sucedía allí adentro. 

Se sintió algo abrumado al ver cómo el bebé apretaba sus puños con fuerza, llorando horriblemente, podía deducirlo por la expresión en su rostro. 

No pudo evitar sentirse tan mal. 

—Joven Min, ¿quiere pasar a verlo? — preguntó la enfermera que lo acompañaba. 

YoonGi asintió algo desconcertado, pues realmente quería despedirse como tal. 

Cuando el mayor ingresó en aquélla habitación, tanto las enfermeras como YoonGi, se sintieron algo anonadas al ver como el pequeño bebé dejaba de llorar en cuanto el mayor ocupó su campo de visión. 

—¿Es pariente suyo?— preguntó una de las chicas. 

YoonGi negó. —No, no lo es.

—El joven Min estuvo presente durante el accidente, él fue quien sacó al bebé antes de que algo malo le pasara. — respondió la otra enfermera. 

—Oh vaya, qué cosas — la otra enfermera rió bajito —, que extraño. 

YoonGi estuvo a punto de preguntarle qué era lo extraño, pero no pudo hacerlo cuando escucharon un chillido proveniente del bebé. YoonGi le miró con cierta inquietud, el pobre bebé se removió y pataleaba, mientras estiraba sus bracitos hacia YoonGi. 

—Uh... que raro — la enfermera que cargaba al bebé se alejó un poco del Alfa, provocando que el cachorro comenzará a llorar aún más, luego, volvió a acercarse, haciendo ademán de entregarle al bebé, logrando que el pequeño cesará su llanto —, cargalo. 

YoonGi sostuvo al bebé en sus brazos, mirándolo con una ceja alzada, al mismo tiempo que el pequeño le miraba con mucha atención y se calmaba poco a poco, YoonGi estuvo por devolver al bebé, sin embargo, aquel pequeño se aferró con fuerza a su ropa y se recostó contra su brazo derecho. 

YoonGi y las tres enfermeras que lo acompañaban, se quedaron sin palabras. 

—Esto es nuevo — murmuró una de ellas —, pero también extraño. 

—¿Por qué? No entiendo. — YoonGi las miró con atención. 

—Joven Min, usted... — una de ellas quiso hablar, pero no supo cómo explicar sus palabras. 

—Hay algo que tiene que saber de este bebé — la otra chica, que se veía mayor que las otras dos, sacó unos papeles mientras se acomodaba sus lentes y los revisaba una vez más.

—¿Si? — dijo, esperando con algo de impaciencia. 

Su lobo se sentía extraño, podía sentir lo cómodo que estaba con cuidar al bebé entre sus brazos, dándole protección. Pero también lo sentía angustiado, como si supiera que algo malo iba a pasar. 

—Según los estudios que hicimos, y que por obvias razones son correctos; el bebé puede morir, ya que la única persona con la que mantenía un lazo se rompió, su madre murió en el accidente, él es un bebé de sólo 3 semanas de nacido, por ende, no tiene muchas posibilidades de vivir. 

YoonGi sintió una presión en su pecho en ese momento, y su lobo al igual que él, se pusieron en alerta al escuchar que el pequeño cachorro podría morir. 

—Sin embargo, puede que haya una solución — añadió la mujer —, probablemente, que usted haya sido la primera persona en tener contacto con el bebé, después de que su madre muriera, hizo que desarrollará alguna clase de lazo con usted, ya que es un Alfa. 

—¿Es posible? 

—Es difícil de descifrar, pero no imposible — dijo la enfermera —, si accede a quedarse unas horas más, posiblemente podremos llegar a una conclusión, ¿puede? 

YoonGi tragó con dificultad y sin pensarlo más tiempo, asintió. Lo hizo porque su lobo lo pedía y él también, porque no podría seguir viviendo al saber que pudo salvar a un bebé que estaba en condiciones de morir. 

Después de todo, ¿qué más podría pasar?