-Y las llamas fueron la perdición. Ahogarse una salvación.-

-Harry, no tardes, por favor.- le dijo su madre desde el coche.

El chico bajó y comenzó a caminar bastante dispuesto. Se sabía el camino, venía cada día; de algo finalmente servían sus alarmas. Cada vez que la apagaba recordaba la voz de Louis preguntándole por que las tenía. Hacía sol, pero los rayos no eran lo suficientemente fuertes para hacer sentir calor. Miraba el suelo sin despegar la mirada, no quería observar como era ese lugar en su extensión. Lo hizo la primera vez y sintió demasiado dolor; no le gustaba, era frío y había demasiada gente; Louis se merecía mucho más que aquello. Paró frente a un trozo de mármol blanco y levantó la cabeza para mirarlo. Sonrió melancólico y se señaló a él mismo; no tenía mucho tiempo.

-Nunca creí que me pondría traje, pero hoy hace falta.

Esperó cualquier comentario pero nadie dijo nada; porque no había nadie. Se agachó y permaneció en cuclillas mirando la lápida. Los ojos se le aguaron pero automáticamente los cerró, no quería llorar, no lloraría ese día.

-Estoy haciendo esto por ti, Louis. Sabes que sin ti no soy capaz de nada, pero te mereces que al menos termine lo que empezamos juntos.

El viento levantó las hojas del suelo y lo estremeció, miró a su alrededor y contempló el lugar a pesar de que no quería hacerlo; cuando volvió la vista a la lápida, su rostro estaba a tan sólo unos centímetros del suyo. Estaba bien, sus ojos azules brillaban, él sonreía, y la piel de sus mejillas era rosada debido al rubor. Así lo conoció, así lo recordará por siempre.

-Te siento.- dijo Louis muy bajito. 

Harry era consciente de que realmente no estaba ahí, de que su imaginación lo había creado para amortiguar el dolor, que nada era real. Louis llevó su mano hasta el bolsillo del menor y asintió.

Harry lo guardó en un cajón el día que se lo dio, le dijo que hasta que no consiguieran esa actuación, no lo leyera. El día era hoy, hoy iba a conseguirlo. Rebuscó y sacó el papel, poco a poco lo fue desdoblando.

Mayo, 26. No lo abras hasta que hayamos conseguido ese concierto. Después tuvo que desdoblarlo varias veces más hasta que leyó el contenido. Te dije que gracias a ti había aprendido cosas. ¿Sabes qué cosa he aprendido? A sentirte; sentir a alguien es mucho más poderoso que amar, Harry. Y yo te siento.

Levantó la cabeza buscando a Louis con los ojos muy abiertos y llorosos; pero él ya no estaba. Nunca estuvo.

Aquella noche Louis se dio cuenta de algo, había destrozado a Harry y aún así éste lo había perdonado. No merecía aquel perdón, sin duda es lo último que quería para él. Se merecía el dolor por el que estaba dominado, nada más que eso. Harry le dijo que le quería, y entonces lo supo. No podía volver a él, no podía estar cada día con una persona a la cual le hizo el mayor daño posible. Buscó sus pastillas, y mientras Harry hablaba las tomó; terminó con toda una caja y la mitad de otra, simplemente quería asegurarse de que esta vez, el sueño fuera eterno. Esa noche no aparecieron las pesadillas, quizá fue porque murió, o quizá, porque Harry le habló hasta que dejó de respirar.

-¿Estás bien?- le preguntó su madre cuando entró en el coche. 

Él asintió y se pusieron rumbo a la sala de conciertos. No estaba nervioso, quería hacerlo de una vez por todas. Al llegar muchos alumnos entraban bastante bien vestidos, los familiares los acompañaban orgullosos, todo era perfecto para el resto. En la entrada los esperaban Jay y las hermanas de Louis. Anne fue a abrazarlas y Harry las miró en la distancia. 

-Vamos.- le dijo Robin dándole una palmada en la espalda.

Caminaron juntos hasta el interior y se encontró con el resto de alumnos. A los diez minutos la función dio comienzo. Ángel se veía bastante triste, para él también fue un duro golpe, Louis llevaba mucho tiempo en el conservatorio y era un gran alumno. 

La actuación de Harry era la última, así lo pidió él. Cuando su turno llegó respiró con fuerza y pensó en él. Pensó en Louis, en que estaba a su lado, en que tocarían esa canción juntos como tanto habían ensayado. Le dieron paso y caminó hasta el escenario, se sentó en el piano y acarició las teclas con sumo cuidado para no hacer ruido. Todavía no habían retirado las cortinas, tenía unos minutos para él.

Lo echaba de menos, muchísmo. No veía su vida con ningún futuro a partir de ese instante; la única razón que existía para que Harry estuviese ahí era Louis, porque necesitaba hacerlo. Las cortinas comenzaron a abrirse y el público aplaudió.

-Terminemos lo que un día empezamos.- susurró.

Comenzó a tocar su canción, la canción en la que tanto habían trabajado, la que tantos momentos les brindó. La base de su amor.

¡Aquí está! Mira, he escrito más de la canción... Es preciosa... Me gusta más la tuya, Louis. Es increíble.. Mira la letra y piensa en una melodía... Canta aunque sea bajito, ¿sí? 

La melodía se estaba convirtiendo en un sonido eterno, Harry sentía la música, lo sentía a él; no hizo falta imaginar que estaba junto a él para saberlo. Su presencia era la misma música.

Cuando la canción finalizó, volvió a empezar desde el principio, un chico moreno salió y el público aplaudió de nuevo, tomó el micrófono entre sus manos y comenzó a cantar. Harry estuvo pendiente a la letra, a aquellas palabras que habían salido del corazón de Louis, de su alma, de sus sentimientos. 

Louis le estaba hablando através de aquella voz.

My hands, your hands, tigh up like two ships, drifting weightless waves try to break it. I do anything to save it. Why is so hard to save it? My heart, your heart, sit tight like bookends, pages between us written with no end. So many words we're not saying, don't wanna wait till it's gone; cause you make me strong. I'm sorry if I say I need ya, but I don't care I'm not scare of love; cause when I'm not with you I'm weaker... Is that so wrong? Is it so wrong? That you make me strong. Think of how much love that's been wasted, people always try to escape it; move on to stop their heart breaking, but there's nothing I'm running from, you make me strong.

-So baby hold on to my heart, need you to keep me from falling apart, I'll always hold on cause you make me strong.- susurró Harry bajo los sonidos del piano y la voz del chico que cantaba.- Ahora no sé ser sin ti. Soy irrelevante.