Pov Jimin

Las personas son estúpidas y nada ni nadie puede hacerme cambiar de opinión.

Se enamoran sabiendo de sobra que en algún momento ese amor va a terminar.

Lloran una muerte que en realidad sabían que podría llegar. Digo, si algo esta vivo va a morir ¿No es eso demasiado obvio?

Se encariñan con cosas y personas sabiendo que en algún momento lo van a perder.

Intentan arreglar cosas que en realidad no están mal. Pero son diferentes a sus ideales. Entonces se desesperan por cambiarlo.

─Señor Park ¿Me esta escuchando?

Mi psiquiatra me mira por encima de sus estúpidos lentes mientras suspira sonoramente. Anota algo en ese cuaderno suyo que seguramente tiene escrito: "El imbecil me tiene podrida"

Pero ese sentimiento es mutuo. Ella también me tiene harto y aún así sigo viniendo, porque necesito el tratamiento o eso dice mi familia. Y ella me sigue aceptando. Porque necesita el dinero o eso creo.

Si. Yo también soy humano pero no estúpido.

Simplemente veo las cosas como son. Veo la cruda realidad y no la fantasía media rara en la que la mayoría de las personas viven. Y por eso quieren cambiarme. Porque mi manera de ver el mundo puede llegar a ser demasiado dura para algunos.

Pero a decir verdad mi vida es mucho más sencilla de lo que ellos creen solo tengo tres reglas.

1-No te involucres.
2-Definitivamente no te involucres.
3-Recuerda no involucrarte.

Fácil.

No involucrarse=ningún problema.

Pero por algún motivo a las personas les gusta involucrarse con absolutamente todo.

Animales, casas, autos, otras personas. O lo que sea.

Y de ahí vienen todos sus problemas y traumas etcétera, etcétera.

─Señor Park

Me llama por quinta vez la doctora frente a mi.

─¿Necesita algo, doctora Lee?

Me digno a preguntarle fingiendo interés en sus palabras.

─Vas a ir a una fiesta con chicos de tu edad y vas a analizar y hacer un ensayo con el comportamiento de ellos ¿Entendido?

─Entiendo que bajo ningún punto de vista voy a hacer eso.

Le respondo de inmediato causando que un nuevo suspiro se escape de sus labios.

─Es sencillo, señor Park. Si usted no hace la tarea que yo le doy, lo voy a inscribir nuevamente en el programa de voluntariado en orfanatos.

Me rindo de inmediato. No pienso volver a pisar un orfanato en mi vida.

Aún recuerdo a todos esos niños tirando de mi ropa obligándome a jugar con ellos. O esa maldita bebe que me vomito encima y ni siquiera se disculpo.

Me niego.

Prefiero nadar en lava antes de ir a un lugar así nuevamente.

Simplemente no va a pasar.

Y si tengo que ir a una maldita fiesta de universitarios borrachos entonces voy a hacerlo.

Aunque nadar en lava sigue siendo una mejor idea y de hecho lo haría si tuviera la oportunidad.

Definitivamente lo haría.

─Bien lo que sea, maldición.

Digo dejando el dinero de la sesión sobre el escritorio de la mujer. Ella me mira confundida, tomo mi mochila y sin dirigirle la mirada ni una sola vez me dirijo a la puerta listo para salir de ese lugar.

Ya me había cagado el día por completo.

─¡Señor Park, todavía no termino la sesión!

Me grita con evidente enfado parándose de la silla. Y eso si que logra sorprenderme.

Hasta el dia de hoy creí que su maldito trasero estaba pegado a esa pobre silla.

─Hasta la semana que viene, doctora Lee.

Es lo único que le digo para salir por la puerta y finalmente irme del maldito hospital.

Pongo los auriculares en mis oídos y me dedico a caminar por la calle con tranquilidad. Todavía tengo tiempo hasta mi siguiente clase.

Es entonces que veo a un chico correr en mi dirección.

¿Primer instinto?

Agarrar mi mochila con fuerza. Estoy seguro de que es un maldito ladrón.

El chico choca contra mi cuerpo. Y eso solo logra que mi frustración y enojo se hagan aún más grande. Gira su rostro para mirarme pero ni siquiera me tomo el tiempo de mirarlo.

Simplemente me doy media vuelta y sigo mi camino como si nada.

No puedo pegarle al chico

Todavía estoy en libertad condicional por haberle pegado a aquel señor con su propio bastón.

No tengo ganas de ver policías por un tiempo.

Y mientras camino por esa calle sintiéndome extrañamente observado, como si alguien tuviese su puta y molesta mirada clavada en mi nuca, solo soy capaz de pensar en una sola cosa.

¿Dónde mierda consigo a algún imbecil que me invite a una maldita fiesta?

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En unos minutos subo el siguiente quedan 2 capítulos 👀💛