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Capítulo 41

No salimos de la tina hasta haber saciado completamente nuestros cuerpos de placer. Tras cenar estuvimos un rato sentados en la terraza hasta que decidimos ir a dormir. Estaba ansiosa porque llegara mañana y así poder conducir el auto "prestado" de Christopher. Desde el accidente no había conducido. Una vez acostados en la cama me acurruqué en el pecho de Christopher mientras mis ojos poco a poco se iban cerrando y me quedaba dormida.

Un movimiento brusco me despertó en la madrugada, me incliné hacia la mesita de noche para encender la luz. Christopher se movía en la cama, intranquilo, estaba sudando y se movía bruscamente. ¡Oh dios! ¿Ahora que es esto? ¿Acaso es un terror nocturno?

Me senté en la cama desesperada. Christopher continuaba moviéndose incontrolablemente. Lo tomé por un hombro para intentar despertarlo.

— ¡Chris! ¡Chris! —le decía mientras lo movía desesperadamente, pero él no reaccionaba.

— ¡Noo! ¡Suéltame! —gritaba mientras se zafaba de mi mano.

— ¡Christopher! Estás teniendo una pesadilla. —le grité exasperadamente. Me sentía frustrada en ese momento mientras volvía moverlo para que despertara. — ¡No! Eso no es cierto. — gritaba mientras se movía aún más en la cama.

Su cuerpo estaba sudado completamente, mientras su piel estaba muy fría. Lo tome por las manos en un último intento por despertarlo.

— ¡Chris! No es real, tienes que despertar. — le dije mientras intentaba moverlo fuertemente, pero me era imposible.

Entonces el apretó mis manos fuertemente, se giró y se levantó casi completo de la cama mientras gritaba y me presionaba fuertemente contra el colchón.

— ¡Nooo! — sus manos me apretaban casi al punto de hacerme daño mientras abría los ojos en ese momento.

Al percatarse de la situación rápidamente soltó mis manos y se separó de mí sentándose en la cama lo más lejos posible de mi cuerpo. Mis manos agradecieron que me soltara. No me había quejado, pero sentía los brazos entumidos por su apretón en ellas. Christopher respiraba pesadamente, estaba aún completamente bañado en sudor.

— ¿Estás bien? ¿Te he hecho daño? —preguntó al verme frotándome inconscientemente las manos donde él me había apretado.

—No te preocupes, estoy bien. ¿Qué te sucedió? — le pregunté mientras me acercaba a él y le acariciaba suavemente la mejilla.

Christopher me miró fijamente por un momento antes de contestarme.

—Un terror nocturno. — contestó mientras se sentaba en el borde de la cama apartando la mirada de mí. — Necesito una ducha. — dijo mientras se levantaba con solo los bóxers puestos rumbo al baño.

Por un momento pensé si debía o no hacerle compañía, hasta que me levanté de la cama y fui rumbo al baño. Christopher se encontraba parado debajo de la ducha frente a la pared con las manos apoyadas en esta. El agua caía sobre él, inmóvil debajo del agua. Entré en la ducha mientras lo tocaba por el hombro y él se giraba para mirarme. El agua estaba helada y él ni siquiera estaba temblando.

— ¿Qué sucedió? — le pregunté mientras me metía a su lado y sentía el agua helada cayendo sobre mí.

—Hacía tiempo que no recordaba ese trágico momento. — me dijo girándose brevemente hacia mí, pero aún apoyado en la pared.

En ese momento me debatí entre preguntarle o no y al final me decidí no hacerlo, aunque imaginaba que sería.

—Puedes hablarlo conmigo, ¿lo sabes? —le dije haciendo que él se girara completamente hacia mí.

—Recordé el momento en que fui a la morgue a reconocer el cuerpo de mis padres. —me decía mientras yo me agarraba a sus brazos. —Nathan fue conmigo, me costó mucho trabajo creer lo que había sucedido, aún no me he recuperado completamente de esa impresión. —me acerqué a él y tomé su rostro entre mis manos para que me mirara fijamente a los ojos.

—Eso debió de ser muy duro para ti, perder a tus padres. —le dije mientras su mirada estaba fija en la mía.

El no me contestó, si siquiera dijo una palabra solamente se quedó mirándome con su mirada fija en la mía.

—Dame un beso. —me pidió mientras yo acercaba mis labios a los suyos para besarlo brevemente.

— ¿Estás mejor? —el solamente me sonrió levemente.

—Un poco. —me contestó mientras yo temblaba ligeramente por el agua fría de la ducha. —Salgamos de aquí, debes estar helada. —me dijo mientras cerraba la ducha y cogiendo una toalla me envolvía en ella.

Mientras me secaba con la toalla me condujo rumbo a la habitación y después nos acostamos ambos cubriéndonos con el cobertor. Y me dormí sintiendo el calor de su cuerpo junto al mío.

Sentía el celular sonando insistentemente pero no tenía ganas de abrir los ojos, los sentía muy pesados, mi cuerpo me dolía en todas partes. La garganta me dolía y los ojos apenas los podía abrir. En eso se me escapó un estornudo y el dolor de garganta empeoró. Esto es lo único que me faltaba, un resfriado. Christopher no estaba a mi lado, así que después de apagar el celular que continuaba sonando insistentemente me cubrí la cabeza con la manta y me acurruqué aún más en la cama.

El lado de Christopher aún estaba caliente, su olor estaba impregnado en la almohada y me abracé a ella mientras respiraba su aroma.

— ¿No vas a levantarte hoy? —la suave voz de Christopher a mi lado hizo que me descubriera un poco la cabeza.

Estaba vestido con unos pantalones de chándal que le caían seductoramente en la cintura, y una camiseta ajustada marcando todos sus músculos.

—No tengo muchas ganas la verdad. —le contesté con voz ronca mientras lo veía entrecerrar los ojos.

— ¿Te sientes mal? —me preguntó preocupado.

—Un poco, creo que he pescado un resfriado. —le contesté con voz rasposa mientras él se sentaba a mi lado y ponía su mano en mi frente.

—Al parecer tienes fiebre. —dijo mientras retiraba la mano de mi frente y me miraba preocupado. —Así no puedes ir a trabajar.

—No me siento tan mal. —le dije mientras intentaba levantarme de la cama, pero él me lo impidió.

—No te imagines ni por un segundo que vas a ir a trabajar así. —dijo haciendo que yo volviera a acostarme en la cama.

—Pero...

—No ay pero que valga, quédate acostada, voy a traerte el desayuno. —y diciendo esto salió de la habitación dejándome allí acostada.

No habían pasado ni cinco minutos cuando regresó con una bandeja en las manos en la que traía el desayuno.

—Al menos me dejarás ir al baño a lavarme la boca y asearme un poco. —le pregunté mientras se sentaba a mi lado con la bandeja en las piernas.

—Vamos te voy a hacer compañía. —dijo mientras ponía la bandeja en la cama y tomando mi mano me levantaba de la cama.

—¿No estás exagerando un poco? —le dije mientras llegábamos al baño.

—No lo creo, además, no me gusta perder la oportunidad de contemplar tu cuerpo desnudo. —me contestó mientras enredaba sus manos en mi cintura.

— ¿Te vas a duchar conmigo entonces? —le pregunté mientras dejaba a un lado el cepillo de dientes y me dirigía hacia la ducha.

—No dudes que lo haré. —dijo mientras rápidamente se deshacía de su ropa y se unía a mí en la ducha.

La ducha duró menos de lo que me hubiera gustado. Christopher me secó, me envolvió en una toalla y me cargo hasta la cama. Me cubrió con el edredón y me puso el desayuno en las piernas.

—Cómetelo todo, y tómate también estas pastillas para la fiebre. —dijo sentándose a mi lado.

— ¿Tu no vas a desayunar?

—Lo hice mientras estabas dormida. —me dijo sonriéndome levemente.

Y comencé a desayunar tranquilamente bajo su atenta mirada escrutadora. Después de desayunar y vestirme volví a acostarme en la cama y me quedé dormida. Christopher me despertó para almorzar y tampoco me dejó levantarme de la cama, casi insistió en darme la comida. Después de eso no volví a acostarme, ya me sentía un poco mejor que por la mañana, la fiebre había desaparecido y solo me quedaba un poco de dolor de cabeza y de garganta. Lizzy llamó en la tarde, estaba preocupada porque no había ido. Le conté lo del resfriado y que me sentía mucho mejor.

— ¿Me juras que estás bien? —me dijo al otro lado de la línea.

—Sí, no te preocupes Christopher me está cuidando muy bien. —le dije haciendo que él mirara en mi dirección y me sonriera pícaramente.

—Que bueno, te dejo entonces. ¿Nos vemos mañana?

—Eso espero, si Christopher no decide secuestrarme más días. —le contesté mientras la sentía reírse del otro lado de la línea y después colgaba.

—Sabes que te puedo cuidar mucho mejor. —dijo mientras llegaba donde yo estaba y se sentaba a mi lado sonriendo seductoramente.

Me había pasado la tarde observando a Christopher pintar y la verdad es que el tiempo se había ido volando.

—Pues no sé qué piensas hacer para mejorar lo que has hecho hasta ahora. —le dije enarcando una ceja.

—Puedo pensar en muchas cosas, pero hay una que apremia más. —dijo mientras sus labios comenzaban a rozar lentamente los míos.

—Sabes creo que ahora me siento mucho mejor que antes. —le dije mientras sus labios se deslizaban por mi cuello y descendían lentamente por mi piel calentándola a su paso.

—Por cierto...—decía entre besos. —Más tarde llamas a Lizzy... y le dices que te secuestré, quiero disfrutar de tu cuerpo de todas las formas que me sea posible. Y ahora voy a hacer que te sientas mejor todavía. —dijo mientras comenzaba a desnudarme lentamente.

Sus manos recorrían mi cuerpo lentamente encendiendo cada terminación nerviosa de las que desconocía los nombres. Sus labios se deslizaban sin prisas por mi cuerpo a medida que iba desnudándome. Y no pude evitar que un gemido escapara de mis labios mientras él se deshacía de mi ropa interior.

En ningún momento sus labios dejaron mi cuerpo, continuó deslizándolos por mis piernas, cubriendo cada milímetro de mi cuerpo con besos húmedos y calientes y tiernas y suaves caricias. Mi respiración estaba acelerada, casi que era insoportable y a medida que el continuaba con sus besos y sus caricias, mi pulso aumentaba cada vez más sus cadencias hasta ser insoportable. Estaba excitada, muy excitada y él continuaba con experta pericia recorriendo mi cuerpo con sus labios y sus manos como si no lo hubiese hecho en incontables ocasiones ya.

—Sabes, no es justo que tu solo tengas la diversión. —le dije entre gemidos y con la respiración acelerada.

—Tú estás enferma, tengo que mimarte. —dijo mientras besaba mis labios lentamente y se inclinaba sobre mí dejándome sentir su excitación por encima de los jeans que traía puestos.

—Eso no quiere decir que no pueda disfrutar de ti, como mismo lo estás haciendo tu. —le contesté mientras en un fallido intento trataba de tirarlo sobre la cama para tomar el control de la situación.

—No creo que tengas en estos momentos la fuerza para someterme. —me dijo en el oído mientras sonreía.

—Créeme, conozco otros métodos más eficaces. —le dije mientras tomaba su rostro con una de mis manos y llevándolo hacia el mío mordía sus labios mientras deslizaba la otra mano por su torso.

Introduje la mano en los jeans y cogiendo su miembro en mi mano lo comencé a masajear. Lo sentí reírse contra mis labios mientras se le escapaba un gemido. Apreté un poco más su miembro en mi mano mientras introducía la lengua en su boca y a él se le escapaba otro gemido. Y en ese preciso momento aproveché para empujarlo, haciendo que quedara acostado en la cama y yo me senté a horcajadas sobre él.

—Veo que tienes más fuerza de la que imaginaba. —me dijo mientras se sentaba y quedábamos uno frente al otro.

Nos miramos a los ojos fijamente mientras el deslizaba una mano por mi mejilla sonriéndome tiernamente.

—Ya ves, tengo mis métodos. —le dije empujándolo nuevamente haciéndolo caer en la cama riendo. —Ahora es mi turno para divertirme.

Con su ayuda le quité el pantalón y después de juguetear un poco con su cuerpo, besándolo en todas partes, introdujo lentamente su miembro en mí. Podía sentir como su calor comenzaba a quemarme por dentro, como cada centímetro dentro de mí, me llenaba completamente.

Comencé a moverme arriba y abajo sobre él, haciendo que se le escaparan gemidos de sus labios mientras yo trataba de acallar los míos mordiéndolos. Apoyé mis manos firmemente sobre su pecho a medida que continuaba moviéndome cada vez más rápido sobre él. Entonces tomó mis manos entre las suyas y se sentó quedando nuestros rostros una vez más uno frente al otro.

Sus ojos grises por un momento se quedaron fijos en los míos mientras ambos estábamos inmóviles. Subió una de sus manos hacia mi rostro apartando el pelo de mi cara y acariciando mi mejilla tiernamente haciendo que yo cerrara los ojos ante sus caricias.

—Amy. —dijo haciendo que abriera los ojos y me perdiera en su mirada penetrante mientras el continuaba acariciando mi rostro. —Te amo, y ahora me doy cuenta que nunca he dejado de hacerlo, solamente había sepultado mis sentimientos muy en el fondo y ahora estos están aflorando, creo que no puedo evitar el decírtelo constantemente y no me voy a cansar de hacerlo. —dijo mientras lentamente me besaba haciendo que una extraña corriente recorriera mi cuerpo desde mis labios que el devoraba suave y sensualmente.

—Yo también te amo Chris. —le dije cuando por fin el dejó mis labios mientras acariciaba su rostro lentamente sintiendo la insipiente barba debajo de mis dedos.

Me encanta cuando luce de esta forma, no sé porque, pero lo hace lucir más sexy de lo que ya es, luce más como Christopher y menos como mi jefe.

Entonces mientras ponía una mano en su cuello y la otra en su pierna, comencé a moverme lentamente mientras devoraba sus labios. Christopher puso sus manos en mi cintura mientras me impulsaba contra él entrando y saliendo lentamente de mí.

— ¡Dios!... —exclamé mientras lo sentía deslizarse lentamente en mi interior. —Me encanta hacer el amor contigo, no entiendo como pude olvidarme de esto. — le dije con la respiración entrecortada.

—Para eso estoy yo, para recordarte a cada segundo, minuto, hora y en cada momento del día que te amo, que me encanta hacerte el amor lentamente y perderme en tu cuerpo hasta perder el sentido —me dijo contra mis labios mientras poco a poco iba aumentando las envestidas y la presión de sus manos en mi cintura.

Ambos jadeábamos fuertemente mientras devorábamos nuestros labios. Me giró en un rápido movimiento haciendo que quedara acostada en la cama mientras el continuaba arremetiendo lenta y apasionadamente contra mi cuerpo hasta ambos gritar y caer rendidos y exhaustos de placer.


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Este capítulo está dedicado a lisandravarona

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Espero les haya gustado el capítulo.
¿Que les parecen las confesiones de amor de Chris?

Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto. Xoxo🐦⭐

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