Esta es una experiencia aún nueva para mí a la cual no acabo de acostumbrarme. Despertar con alguien a mi lado. El despertador continuaba sonando insistentemente. No he dormido mucho y no tengo ni las más mínimas ganas de levantarme.

-Vamos, despierta. - susurró la dulce y melodiosa voz de Christopher cerca de mi oído.

Pero yo lo ignoré completamente y me cubrí la cabeza con la sábana. Solo quiero dormir por otros cinco minutos.

-Puedo ser tan insistente como el despertador ese y no creo que te guste. - me dijo destapando mi cabeza haciendo que me cubriera los ojos con el brazo.

-Cinco minutos más. - gemí mientras lo sentí reírse. El despertador dejó de sonar en ese instante.

-Está, bien quiero ver qué explicación le darás a tu jefe por llegar tarde hoy. -y en ese momento retiré mi mano del rostro.

La luz de la habitación me hace entrecerrar los ojos por un momento para adaptarme a la claridad y cuando lo hago me encuentro con el rostro de Christopher a escasos centímetros del mío.

-Y bien, ¿decidiste despertar? - preguntó enarcando una ceja.

-Sí, es hora de levantarme. -respondí sentándome en la cama. -No quiero hacer enfadar a mi jefe.

-Me puedes ayudar con esto. - dijo levantando la mano donde tenía las esposas puestas.

Saqué la llave de mi cuello zafé mi mano y después hice lo mismo con la suya.

-Listo. - dije cuando su mano quedó libre y me coloqué la cadenita nuevamente en el cuello.

-Yo me encargo de esto. -dijo tomando las esposas de mi mano y dejándolas en el suelo. -Ahora necesito un beso de buenos días. -dijo mirándome con una sonrisa pícara en el rostro.

Me incliné hacia él y le di un ligero y rápido beso en los labios para después separarme de él sonriendo mientras me levantaba de la cama.

-Espera, ¿dónde crees que vas? -dijo levantándose de la cama y tomándome por un brazo.

-Pues no es obvio, al baño. -respondí mirándolo fijamente.

-No sin antes darme un beso decente. -tiró de mi brazo hacia él y juntó sus labios con los míos.

Sus labios seductores y tentadores me besan con desenfrenada pasión invadiendo con su lengua mi boca y haciendo que se escapara un gemido de mis labios. Comenzó a caminar sin dejar de besarme y cuando se separó de mí, estábamos parados en el medio del baño.

-Ya estás en el baño y yo tuve mi beso, ves que sencillo. -dijo sonriendo.

Le unté pasta a mi cepillo de dientes y comencé a lavarme la boca, mientras Christopher hacía lo mismo. Nuestras miradas se cruzaron en el espejo y ambos sonreímos.

-Bien. -dije terminando de cepillarme los dientes. -Ahora solo necesito una rápida ducha. -comencé a desnudarme.

-Creo que te puedo ayudar con eso. -dijo Christopher mientras comenzaba a desnudarse también.

- ¿De veras quieres que lleguemos tarde?

-Solo nos vamos a bañar, ¿o acaso tienes algo más en mente? - dijo alzando una ceja sugestivamente.

-No, solo bañarme. -respondí mientras un calor familiar comenzaba a inundar mis mejillas por el rumbo que habían tomado mis pensamientos.

Me bañé rápidamente bajo la atenta y perspicaz mirada de Christopher, bueno, tan rápido como pude entre los roces furtivos y algún que otro beso que él me robó.

Envolví mi cuerpo en una toalla y salí hacia la habitación en busca de una ropa para ponerme. Cogí un ajustador, unas bragas de la gaveta, me los puse y me paré frente al armario.

Mentiría si dijera que me demoré buscando la ropa, por el contrario. Saqué unos jeans desgastados y ajustados que según las palabras textuales de Lizzy: "Es una de las pocas prendas de ropa que te favorecen la figura y resaltan tus curvas". Pero no solo me los puse por eso, me encantaban esos jeans. Saqué una camisa blanca ajustada y de manga corta y me agaché para buscar mis converse negras.

-Creo que voy a necesitar otra ducha.

En ese mismo instante me levanté del susto y me giré hacia donde provenía su voz. Acaba de salir del baño y se encuentra parado a unos metros de la puerta. Trae una toalla en la cintura, su pelo mojado mientras las gotas de agua corren por su torso. Los músculos de su cuerpo resaltan más ahora que está mojado. ¿Cuántas veces se ejercitaba?

Para lo tonificados que están sus músculos debe hacerlo casi todos los días. Continué observándolo y entonces noté porque se ha demorado en el baño. La ligera barba de dos días a la que ya me había acostumbrado, ha desaparecido.

- ¿Intentas provocarme un infarto? -puse una mano en mi pecho, la verdad me ha asustado un poco al entrar en la habitación sin hacer ruido.

- ¿Por qué lo dices?-preguntó acercándose a mí.

-Debería estar prohibido que andes de esa forma, no sabes lo que eso provoca en mi. -mi respiración comenzó a acelerarse.

-Sí, lo sé, por eso lo hago, me encanta ver como reaccionas cada vez que lo hago. -dijo muy pegado a mí. -Sentir como se acelera tu respiración y como tiemblan tus piernas cada vez que hago esto. -y rozó ligeramente sus labios con los míos para después separarse de mi dejándome tambaleándome.

Huele delicioso. Un aroma exquisito a menta y gel de baño. Es la primera vez que su olor me embriaga de forma tan intensa. Cierro los ojos y aspiro fuerte para grabar su olor en mi mente. Cuando los abro, Christopher se dirige hacia el armario. Cogió unos bóxers y se deshizo de la toalla de la cintura. Se secó un poco el cabello y el torso húmedo antes de comenzar a ponerse los bóxers.

Y yo solo lo miré embobada en todo momento. Sus movimientos elegantes me tiene hipnotizada.

-Tienes razón, necesitas otra ducha. -comencé a reírme mientras miraba su miembro rígido ahora encerrado en sus bóxers.

-Eso es por tu culpa. -respondió sacando unos jeans en el armario.

-Yo no he hecho nada. -dije inocentemente.

-No, solamente te pusiste esos jeans. -dijo señalándome.

-No tienen nada del otro mundo, solo son unos jeans. -le dije sonriendo.

-Mejor termino de vestirme, me estás distrayendo. -volvió a meter su cabeza en el armario.

-Voy preparando el desayuno entonces. -respondí mientras salía de la habitación.

Estoy sacando el jugo de la nevera cuando siento unos pasos detrás de mí. Cerré la nevera y me giré rápidamente para ver quién era, aunque ya me lo imaginaba. Christopher se encuentra unos metros de mí, vestido con unos jeans y una camiseta sin mangas ajustada. El pelo ya lo trae seco y acomodado con la raya a un lado y cayéndole unos mechones en el rostro. Los músculos de su cuerpo se marcan de forma notable debajo de la camiseta. Y yo prácticamente me he quedado muda he hipnotizada mirándolo, una vez más.

- ¿Con que frecuencia te ejercitas?-le pregunté mientras ponía el cartón de jugo en la barra no fuera a ser que se me cayera mientras lo miraba embobada.

-Cuatro veces por semana. -contestó mientras se sentaba a la barra y yo frente a él.

-Se nota, luces muy bien. -le dije mientras comenzábamos a desayunar.

Al poco rato nos acompañaron Lizzy y Nathan quienes se sentaron a nuestro lado muy sonrientes.

-Buenos días. -dijo Lizzy mientras me miraba sonriendo.

- ¿Qué tal durmieron anoche? -preguntó Nathan alzando las cejas sugestivamente hacia Christopher.

El no dijo nada, solamente lo miró muy serio. ¿Acaso Nathan sabía lo del sonambulismo y los terrores nocturnos? Cogió una tostada en la mano y comenzó a untarle mantequilla.

-No dormimos mucho. -respondió antes de morder la tostada.

Nathan lo golpeó por el hombro riendo a su lado. Todo el desayuno estuvo haciendo chistes sobre nosotros y el motivo por el que no habíamos dormido mucho anoche. Pero Christopher y yo sabíamos la verdad y por qué él había contestado eso. Anoche había sido una experiencia impactante, ahora al menos tengo una noción de cómo son sus caminatas nocturnas.

Terminé de desayunar, fui hacia mi habitación y cogí mi bolso. Christopher entró detrás de mí, se puso una camisa de lino blanca y la americana abierta, esta vez sin corbata. Salimos del apartamento y ya en el ascensor Christopher se me quedó mirando cuando presioné PB en el panel del ascensor en lugar del sótano.

- ¿No vamos en auto?-preguntó asombrado y con curiosidad.

-Me gusta caminar, siempre voy caminado, si quieres ir en auto...-pero no me dejó terminar me interrumpió.

-De acuerdo, caminamos entonces. -respondió mientras las puertas del ascensor se abrían y comenzábamos a caminar rumbo a Central Park.

Nunca he disfrutado tanto el caminar en las mañanas hacia el trabajo. Hoy es diferente y creo tener una noción de porque es así. Christopher viene a mi lado sonriendo al igual que yo. Después de un fin de semana juntos hoy veo las cosas diferentes. Los colores son más vivos, más vibrantes y sonrío como una idiota mientras el sol da en mi rostro y el aire me despeina ligeramente el cabello. A medida que nos acercamos al museo, varias interrogantes comienzan a rondar mi mente.

¿Qué tipo de relación es la que tenemos? ¿Qué somos exactamente? ¿Acaso esto es una relación?

Estamos casi llegando al museo cuando me detengo en seco. Christopher hace lo mismo y se me queda mirando con preocupación.

- ¿Te sucede algo?-me miró fijamente a los ojos.

- ¿Qué tipo de relación es la que tenemos?-Christopher me miró entrecerrando los ojos.

- ¿Acaso necesitas etiquetar nuestra relación?-me preguntó serio.

Y lo pensé por un momento, en realidad no me interesa lo que somos, lo único que no quiero es que nadie del trabajo se entere. ¿Qué pensaran si se enteran que estábamos juntos? Lo que menos necesito es que comiencen a hablar que me acuesto con mi jefe cuando no hace ni un mes que he comenzado a trabajar allí.

-No, en realidad no quiero que nadie en el trabajo se entere que estamos juntos, al menos no por el momento.

Christopher me miró frunciendo el ceño ante mi petición. Imagino que se está preguntando el motivo por el cual le estoy pidiendo aquello, pero él no dijo nada. Dejó escapar una exhalación y después me sonrió.

-Si así lo deseas, de acuerdo. -contestó mientras comenzaba a caminar nuevamente.

-Gracias. -respondí sonriendo mientras llegaba a su lado.

Subimos las escalinatas de la entrada y nos dirigimos hacia el ascensor después de darle los buenos días a la recepcionista. Christopher presionó el botón de llamada y en cuanto las puertas se abrieron ambos entramos.

-Entonces voy a necesitar algo. -dijo mientras las puertas se cerraban y él se giraba hacia mí.

-Mmm...-fue lo único que pude contestar antes de sentir sus labios sobre los míos besándome apasionadamente.

Se separó de mí el tiempo justo antes de que las puertas del ascensor se abrieran y el saliera rumbo a su oficina dejándome echa un manojo de nervios. Salí rápidamente hacia mi puesto de trabajo, bueno tan rápido como logré volver a normalizar un poco mi respiración y que no me fallaran las piernas mientras caminaba.

-Buenos días Amy. -me dijo una muy emocionada Molly tendiéndome un café como era costumbre ya.

-Buenos días. -respondí aceptando el café de sus manos y tratando de no lucir nerviosa.

En ese momento sonó mi celular avisando de un mensaje entrante. Puse el café a un lado y saqueé el celular para revisar de quien era, aunque no sé porque me lo imaginaba.

- "Al menos dime que almorzarás conmigo". -su mensaje me hizo sonreír.

-¿Algo interesante? -me preguntó Molly a mi lado. - rayos olvidé que ella estaba aquí.

-No, solo un mensaje de una vieja amistad. - le contesté mientras respondía rápidamente el mensaje.

- "Después me dices donde nos vemos, xxx". -se lo envié y tomé nuevamente el café de la mesa. Pero no había ni bebido un sorbo cuando me llegó otro mensaje.

-"Espero que más tarde me expliques lo que significan las xxx, o mejor me lo demuestras". -su mensaje me hizo sonreír aún más y Molly me miró intrigada y curiosa.

-Veo que son importantes esos mensajes. -me dijo levantando una ceja sugestivamente. -Te dejó a solas un momento entonces. -me dijo marchándose junto a Ben.

Aproveché el momento a solas para contestarle a Christopher.

-"¿Qué crees que significan?" -le pregunté mientras me echaba a reír y miraba hacia su oficina donde él me miraba sonriente también. Su respuesta llegó rápidamente.

-"Creo que no significan lo mismo para mí que para ti"

-"¿Qué significan para ti?" -le pregunté con curiosidad aunque imaginaba ya lo que me iba a contestar.

-"Creo que mejor te lo demostraré más tarde, te dejo trabajar". xxx-si es justo lo que me estaba imaginado y esto solamente me hizo reír más.

Guardé el celular y tomé el café en mis manos para tomarlo antes de que se enfriara. En eso Molly regresó a mi lado.

-Te tengo una noticia muy importante. -me dijo Molly desbordando entusiasmo por todas partes.

-Pues dime. -le pedí intrigada.

-¡Nos vamos a casar! -dijo casi dando brincos y con una enorme sonrisa en su rostro mientras me mostraba el anillo en su dedo.

-¡Felicidades! Y para cuando están planeando el gran día. -le pregunté dando un sorbo a mi café.

-Bueno sé que es un poco apresurado, pero es el próximo viernes. - ¡que! Casi me atraganto con el café que me estoy tomando.

- ¿Cuál es la prisa? ¿Estás embarazada?-le pregunté con exaltación.

-No, no es eso, es algo en la familia de Ben, una tradición o algo así, no entendí bien. -me dijo sonriendo.

-Bien, ¿y donde está él? - dije mirando en todas direcciones.

-Dándole la invitación al jefe. - dijo mirando hacia la oficina de Christopher. - Por cierto aquí está la tuya es para cuatro personas, pensé que podrías llevar a tu amiga, su novio y alguien contigo. -me dijo entregándome la invitación. -Tal vez la vieja amistad que te mandó los mensajes hace un momento. -me dijo sonriendo.

-No lo sé Molly, ya veremos si logro que vaya conmigo. -le respondí mientras miraba hacia la oficina de Christopher de donde salía Ben.

Si ella supiera que quien iba a ir conmigo probablemente sea Christopher, entonces le daría un ataque. Aunque nunca se iba a enterar ya que no íbamos a llegar juntos.

-Creo que tengo que ir de compras. - dije más para mí misma mientras miraba la invitación.

Y es cierto ahora que lo pienso, tengo que buscar un vestido para la boda, creo que no tengo ninguno. Es eso o pedirle uno a Lizzy, ya veré que hago.

Pasé la mañana pensando en la boda que es el viernes. Cerca de las 11:00 am el sonido del celular me sacó de mis pensamientos. Es un mensaje de Christopher.

-"Nos vemos al mediodía donde mismo almorzamos ayer, no me hagas esperar mucho"

Bien ahora solo tengo que inventarles una escusa a Molly y a Ben para no almorzar con ellos hoy. No me gusta tener que mentirles, pero tampoco puedo decirles que iba a almorzar con Christopher. Una hora más tarde Molly pasó a buscarme para almorzar, miré discretamente hacia la oficina de Christopher, y ya él se había marchado.

-¿Nos vamos? -me le quedé mirando apenada

-Lo siento, hoy no puedo, quedé en almorzar con una vieja amistad que está de visita, en otra ocasión será. -le dije poniendo mi mejor cara de lástima.

-¿La misma de la mañana? -me preguntó intrigada.

-Sí.

-No hay problema con eso, nos vemos después entonces. - me dijo sonriendo mientras se dirigía con Ben hacia el ascensor.

Recogí un poco las cosas en mi puesto de trabajo y después salí también. En cuanto llegué al club/restaurante, no tuve ni que decir nada, al parecer me reconocieron y me dejaron entrar. Christopher me esperaba sentado en la misma mesa de ayer y al verme llegar me sonrió.

-Veo que no te demoraste. -me dijo mientras me sentaba.

-No. ¿Ya ordenaste?-le pregunté mientras cogía el menú en mis manos.

-No, estaba esperando por ti. -me dijo mientras yo por un momento dejaba de leer y lo miraba a los ojos.

Me estaba sonriendo, pero no sonreía de la misma forma, era la sonrisa que guardaba para las ocasiones especiales, aquella que me quitaba el aliento.

-Muy considerado, gracias. -y volví mis ojos nuevamente hacia el menú.

Hay tantas cosas que no sé en realidad que voy a ordenar, nunca me he tenido que preocupar por eso, la mayor parte de las veces almorzaba una hamburguesa o un hot-dog, nunca he tenido que leer una carta para ordenar y en las ocasiones en que salíamos a un restaurante, Lizzy era quien lo hacía porque decía que yo era muy indecisa.

-No sabes que vas a ordenar, ¿verdad?-levanté mi vista del menú y lo miré fijamente.

-No, en realidad no lo sé, hay tantas cosas que nunca he comido y otras que ni siquiera me atrevo a pronunciar el nombre. -respondí frustrada mientras Christopher sonreía.

-Te puedo ayudar si lo deseas. -me dijo enarcando una ceja.

-Te lo voy a agradecer, nuevamente. -respondí mientras bajaba el menú hacia la mesa.

Christopher hizo una seña al camarero y este llegó donde estábamos nosotros rápidamente.

-Sí. -contestó firmemente.

-Lo mismo de siempre, pero para dos. -pidió con una sonrisa.

-Enseguida. - y salió rápidamente recogiendo el menú de la mesa.

- ¿Lo mismo de ayer?-pregunté con curiosidad.

-No. -dijo aún sonriendo.

-No me dirás que es, ¿verdad?-pregunté esperanzada.

Pero el simplemente negó con la cabeza mientras me sonreía.

-Prefiero mantenerte intrigada, me gusta la cara que pones y como reaccionas en estas situaciones. -contestó mientras sonreía.

-Estas disfrutando a mi costa, no me gusta no saber lo que comeré. -le contesté algo molesta.

- ¿No te gustó lo de ayer?-me preguntó de repente.

-Me encantó. -es cierto, lo que había ordenado ayer había estado delicioso.

-Pues este te va a gustar también, en realidad ya lo has comido en otras ocasiones.

Ahora si me ha intrigado. ¿Qué es lo que ha ordenado para almorzar en esta ocasión? La respuesta a mi pregunta llegó diez minutos más tarde. El camarero se acercó a nuestra mesa, colocó un plato frente a mí y otro frente a Christopher antes de retirarse rápidamente. Miré fijamente mi plato con una enorme sonrisa de idiota en el rostro. Christopher había ordenado una hamburguesa doble acompañada de papas fritas y una soda.

-Y bien, ¿te gusta el almuerzo o no? -acaso el estaba bromeando.

-Creo que a partir de ahora te dejaré escoger lo que vamos a comer. -respondí mientras comenzaba a devorar mi hamburguesa.

Nunca había almorzado con tanto ánimo como lo había hecho hoy, no sé porque es. Pero me da la impresión que la sola presencia de Christopher a mi lado, hizo el almuerzo más ameno y menos monótono.

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Este capítulo está dedicado a francisflores372

Espero les haya gustado el capítulo.
¿Creen que funcione lo de esconder la relación?

Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto. Xoxo🐦⭐