Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02.14 Fury


Si cierra sus ojos Bill cree que aún puede sentir a Stiles justo frente a él, besándolo.

La promesa de que en la próxima luna llena volverían a repetirlo.

Bill no había esperado ese primer beso ni todos los que habían seguido, creyó estar viviendo un sueño aun cuando todo en él le gritaba que era la realidad.

Fue real.

Stiles lo besó.

Entonces... ¿Por qué Bill se sentía tan acabado?

Llevaba horas acostado en su cama, el teléfono a su lado se encontraba apagado, ya que se había cansado de postergar la alarma.

Sabe que debería sentirse increíble, solo ha pasado un día desde la luna llena y siente todo su cuerpo ansioso por volver a encontrarse con Stiles.

Y mientras lo piensa, sabe que allí está el problema: una vez que se reencuentre con Stiles sabe que no podrá volver a besarlo.

¿Por qué me besó en primer lugar?

¿Era esa la única manera de mantenerme controlado en la luna llena?

La respuesta era muy sencilla y ya la había leído en los mensajes de León y Erica: No, esa no era la única manera.

Erica le había dicho que Derek los había atado y aun cuando Isaac había logrado liberarse él solo logró controlarse a si mismo a tiempo antes de que logren hacerle daño a alguien.

León fue el menos problemático de todos, como si la luna llena no le afectara en lo absoluto, aún Bill y su amigo estaban debatiéndose por qué.

Soltó un fuerte suspiro al sentir que se estaba desconcentrando una vez más.

Tendría tiempo para preocuparse por su amigo, pero primero debía pasar por su propia crisis existencial amorosa.

Entonces, sabe que Stiles lo quiere como a un gran amigo, de otro modo intentaría mantenerlo alejado como lo hace con Jackson o Erica.

Bill se enfoca en enumerar cada detalle que le asegura que Stiles realmente lo quiere cerca y lo considera un amigo que incluso podría llegar a definirse como especial.

No por cualquier cosa Stiles lo dejaría quedarse a dormir en su casa y le prestaría ropa a Bill.

Distraídamente Bill se dió cuenta que llevaba puesto un buzo de Stiles que en algún momento el castaño le había prestado.

Stiles y yo somos amigos, grandes amigos. Se dijo internamente Bill.

Pero entonces volvió a la misma incógnita que lo mantuvo despierto toda la noche desde que Stiles lo trajo de la escuela en su Jeep, ¿por qué me besó si quiere que lo vea como un amigo?

Stiles sabe que estoy interesado en él, por Dios, incluso lo besé y todo.

¿Se estaría burlando de mí? No, eso no es algo que Stiles haría... Es más un método Christian Martin que otra cosa.

¿Estaría él confundido? ¿Tal vez le estoy comenzando a gustar? No, él ya reiteró incontables veces en toda su amistad que le gustaba Lydia.

¿Entonces? ¿Qué es...?

Un fuerte ruido en su ventana lo hizo sobresaltarse al punto en que Bill cayó de su cama, soltó un fuerte quejido al sentir como unos legos se clavaban en su espalda de manera dolorosa.

—¡Billy! —gritó León, entrando por la ventana como si fuera su propia cama y observándolo con confusión al verlo en el suelo—. ¿Estás... bien?

—Perfectamente. —mintió Bill sonriéndole levemente a su amigo y haciendo una mueca al levantarse, pero pronto el ardor en su espalda se desvaneció con un solo suspiro, las marcas de los legos curándose en segundos—. No te oí llegar. —murmuró frustrado, sabiendo que se le está volviendo una mala costumbre quedarse envuelto en sus pensamientos y no prestarle atención a su alrededor.

—Sí bueno, llevo casi una hora intentando llamarte y no apareces por ningún lado. Derek quiere que vayas a la guarida y dijo que era urgente. —explicó León rápidamente, agachándose para levantar una de las piernas de Bill y colocarle una de sus zapatillas que se encontraban a los pies de la cama.

—¿Urgente? —repitió Bill, no sin odiar un poco más a Derek por interrumpir su monólogo interno amoroso y no por primera vez.

—¿No leíste los mensajes de Isaac en el grupo? —le preguntó León levantando la vista después de atar los cordones de Bill, el rubio simplemente negó confundido y León hizo una pequeña mueca de asco antes de responderle—. Peter Hale revivió.

¿Qué carajos?

¿Qué carajos? —repitió Bill sus propios pensamientos, aun así levantó su otra pierna cuando León acercó la otra zapatilla para colocársela rápidamente.

—Así de jodido como lo escuchas. —afirmó León, su amigo ató los cordones rápidamente y se levantó para enfrentarlo, fue entonces cuando Bill logró enfocarse en el rostro de su mejor amigo por primera vez desde que llegó.

León había estado llorando.

—¿Li? ¿Qué sucede? —preguntó Bill, acercándose un poco más.

Toda la diversión relajada que León solía tener ahora pareció haberse desvanecido por completo del rostro de su amigo.

En cambio un ceño fruncido se marcaba en su rostro, sus ojos se encontraban inyectados en sangre y sus párpados rojos, tal vez por la falta de dormir o por llorar y frotarse demasiado la piel, sus labios en una pequeña mueca que intentaban formar una sonrisa pero no lo lograba demasiado bien.

—Sé que ahora ya es todo distinto para nosotros... —comenzó a decir León, encogiéndose de hombros al sentir como la mano de Bill se acercaba a su rostro para acunarlo.

Su amigo se veía devastado, Bill se sintió horrible por no haberlo notado antes.

—Ya no deberíamos tener miedo... Ahora somos parte de una manada pero... —León se detuvo, mordiéndose el labio inferior para intentar contener un sollozo sin mucho éxito.

Bill entonces lo abrazó.

León tiene miedo.

Peter Hale volvió y León tiene miedo.

¿Debería tener miedo yo también? ¿Por qué no lo siento?

—Está bien que te sientas así Li, es normal tener miedo. —susurró Bill contra el hombro de su amigo, sus brazos acariciaban con firmeza su espalda en un intento de aliviar cualquier pena mientras León se mantenía en silencio, asintiendo sobre su pecho y con sus brazos rodeando el cuerpo de Bill.

—Es que no lo entiendo... ¿Cómo puede un muerto revivir? ¿Es un alfa ahora? ¿Vendrá a buscarme, Billy? —le preguntó León de manera insegura, su voz temblaba y sus manos también.

—No amigo, ya no puede hacerte daño. —le susurró Bill, aún acariciando su espalda con suavidad.

Recordó la noche en que todo ocurrió, en la que la vida de León cambió para siempre.

Sabía que no podía confiar en ti, por eso decidí al menos hacerme cargo del segundo. Eso le había dicho Peter a Derek esa noche.

¿Fue culpa de Derek? Se preguntó Bill un par de segundos, mientras sostenía a su mejor amigo entre brazos mientras lo escuchaba llorar.

No, Derek quería protegernos, no quería que vayamos a la mansión Hale, ni que busquemos a Peter.

Todo ese tiempo Derek nos había querido mantener alejados, pero nosotros deseábamos seguir investigando y descubriendo.

Bill sintió un escalofrío cuando el recuerdo de ver a Alan Deaton con su bata blanca ensangrentada, con la sangre de León, llegó a él una vez más.

Cómo León se encontraba inconsciente sobre la mesa de metal con su costado cubierto de vendas ensangrentadas.

León jamás le había contado cómo Peter logró apresarlo, ¿Qué le habrá dicho? ¿Por qué León lo odiaba tanto?

¿Qué sucedió, Li?

—Tenemos que irnos. —murmuró León, finalmente separándose del abrazo, y llevándose ambas manos al rostro para apartar las lágrimas—. Derek nos está esperando.

León le dedicó la sonrisa más triste que Bill había visto y por unos segundos, Bill se sintió como un idiota por preocuparse por estupideces como los besos que Stiles le había dado cuando su amigo estaba hace vaya a saber cuánto tiempo asustado por el regreso de la bestia que era Peter Hale y las consecuencias que podrían traerles.

—Entonces vamos. —afirmó Bill, tomando su teléfono de la mesa de luz y encendiéndolo mientras ambos comenzaban a bajar las escaleras—. ¿Tienen idea de en dónde está Peter?

—No, es por eso que Derek nos quiere a todos juntos. —explicó León, ahora un poco más calmado que antes—. Gracias, Billy.

—¿Por? —le preguntó el rubio sin comprender, León lo miró unos segundos y le sonrió, negando con la cabeza.

Bill le devolvió la sonrisa y bajó la mirada hasta su celular, observando las llamadas perdidas de Stiles.

—Deberías llamarlo. La falta de comunicación en las relaciones termina arruinando todo. —le dijo León a su lado, una pequeña sonrisa traviesa se formó en su rostro y Bill rodó los ojos ante el comentario.

—No estamos en una relación. —se quejó Bill, odiando que aquello sea una verdad.

Aun así, aceptó la sugerencia de su amigo y mientras cerraban la puerta de su silenciosa casa, Bill se acercó el teléfono al rostro después de haberle marcado a Stiles.

Los tonos siguieron sonando hasta que dieron directo con la casilla de Stiles en donde el chico saludaba y daba una excusa de por qué podría no haber respondido.

—Mhm, que raro. Ahora no responde. —murmuró Bill confundido, preguntándose si lo llamaba una vez más tal vez respondería.

—¿Sigues preocupado de que te odie o algo así después de haberte comido la boca toda la noche? —bromeó León, empujándolo con su hombro mientras ambos iban caminando por las calles.

—No es importante ahora. —murmuró Bill, recordándose que tenían temas más importantes que concentrarse.

Peter Hale, León, la manada. Primero soluciona lo importante y después a tus estupideces. Pensó rápidamente Bill, guardando su teléfono en el bolsillo una vez que decidió no volver a llamar a Stiles.

—¿Por qué no es importante? Ya me escuchaste a mí ahora es tu turno de hablar. —pidió León, de esa forma que él tenía en donde sugería que quería saber pero no te forzaba a hablar si no lo deseabas.

—Es solo que... Con todo lo que está sucediendo siento que es una estupidez que esté preocupándome de si le gusto o no a Stiles. —murmuró Bill, sonriendo tímidamente y encogiéndose de hombros para restarle importancia—. Auch, ¿Por qué fue eso?

León le frunció el ceño justo después de haberle pegado en el hombro y negó con la cabeza reiteradas veces antes de hablar.

—Porque eres un idiota que está quitándole importancia a tus emociones. Tus problemas son igual de importantes que los míos. —lo retó León, Bill formó un pequeño puchero en sus labios al escuchar el insulto, León no solía insultarlo muy a menudo.

—Es decir sí, todos tenemos problemas eso lo sé. Pero siento que los míos ni siquiera comienzan a compararse con lo que te está sucediendo a ti. —intentó explicar Bill, volviendo la vista al frente ya que mirar a los ojos a León resultó esta vez un poco vergonzoso.

—¿Y por qué querrías compararlos? A ver Billy... —León soltó un fuerte suspiro y pasó uno de sus brazos por los hombros de Bill en un agarre amistoso que logró relajar un poco al rubio—. Está bien, sí, yo tengo problemas, pero con esa forma de pensar mi problema no sería tan importante porque en el hospital a un par de cuadras hay una persona que le quedan pocos días de vida y hay gente en otros países muriéndose de hambre.

—No, es decir... Siento que el mío no tiene sentido pero tú tienes un miedo justificado; Peter te hizo daño y ahora volvió. —dijo Bill, jugando con los puños del buzo de Stiles para distraerse un poco.

—Pero tus problemas no deberían importar menos solo por ello Billy. —se quejó León, con un poco de diversión en su voz, como si le estuviera hablando a un niño pequeño, lo cuál hizo que Bill vuelva a formar un puchero con sus labios, sintiéndose castigado por su amigo—. Tú pasaste años persiguiendo a un chico que solo te ilusionaba, tiene sentido que dudes tanto ahora con Stiles pero tal vez solo deberían hablarlo.

—Como si fuera tan sencillo. —se quejó Bill, dejando sus manos cerradas en puños al sentir un poco de impotencia por no poder simplemente hablarlo con Stiles, no era nada sencillo.

—Bien, está bien. Tienes un punto allí. —admitió León, empujando a Bill para que se quede en la vereda ya que el semáforo había cambiado—. Pero aun cuando no estés listo para hablarlo tu problema es igual de importante que el de todo el resto y no deberías minimizarlo, ni por mí ni por nadie.

Bill notó como León levantó su mano libre para moverla en forma de saludo y fijó su vista al frente para encontrarse a Erica, Boyd y Isaac en la calle de enfrente.

—Hola chicos. —saludó Bill con una pequeña sonrisa, sabiendo que los tres en frente lograrían escucharlo con facilidad.

Del otro lado de la calle Isaac se burló de él haciendo un puchero y moviendo su puño frente a su rostro en una seña de que era un bebé a lo cuál Bill rodó los ojos.

—Hey, llorón. —lo saludó primero Isaac, a lo cuál Boyd le dió un golpe en el hombro pero el chico igual parecía divertido.

—No vamos a cruzar la calle hasta terminar nuestra conversación. —declaró León, apretando su brazo más fuertemente a los hombros de Bill, el cuál se intentó despegar de su amigo pero León pareció adquirir nueva fuerza ante el posible escape y fuga.

—Está bien, ya entendí. Mis problemas son importantes también. —se rindió Bill, levantando ambas manos al aire y finalmente León sonrió conforme.

—¡Genial! Ahora sí. —afirmó León divertido, soltando a Bill de los hombros y dejando que ambos crucen la calle con tranquilidad.

—Que buen chico, ¿No, León? —bromeó Isaac, a lo cuál Bill apuró el paso solo para poder taclear al otro rubio en la vereda el cuál cayó al suelo con una fuerte carcajada—. ¡Oh, hola Billy! Tanto tiempo.

—Sí, te extrañé mucho. —le sonrió Bill, sintiéndose un poco orgulloso de si mismo al ver como sus garras salieron justo cuando él quería que lo hicieran, sus manos clavándose en la chaqueta de cuero de Isaac, el cuál alzó las cejas sorprendido.

—Son unos niños. —se quejó Boyd soltando un bufido, León asintió en silencio y Erica soltó una risita al ver como Isaac y Bill dieron una vuelta mientras comenzaban a pelear entre ellos a modo de juego—. Oye Jecksen ya levántate, tenemos algo que decirte.

Una vez que Bill y Isaac terminaron de jugar ambos rubios se levantaron y fue entonces cuando Bill se enfrentó directamente a Erica.

Hace un tiempo que la chica le había declarado la ley de hielo luego de que Bill la arañara por burlarse de él y su crisis romántica por Stiles, pero ahora ella se veía más tranquila y una pequeña sonrisa relajada se veía en su rostro.

Bill se sintió un poco incómodo al sentir el silencio que los rodeó a los cuatro, pero sabe que todos están esperando a que él hable, a que él se disculpe cosa que en todo este tiempo aún no ha hecho con ella.

—Oye Erica- —comenzó Bill, sabiendo que después de todo, ella solo había estado bromeando y realmente no se tenía merecido el ataque, solo se encontraba muy avergonzado para admitir lo que había hecho, pero antes de que Bill pueda seguir su oración la chica se acercó hasta él para abrazarlo, interrumpiendo sus palabras.

—No me interesa Billy. —le dijo Erica en un pequeño susurro al oído que ambos sabían que los otros dos podrían oír—. Fuí cruel contigo porque también me gustaba Stiles, no debes disculparte porque intenté hacerte enojar a propósito y me lo gané...

—Aun así. —dijo Bill, abrazándola por la espalda, era raro que Erica sea afectuosa con alguien, solo una vez ella lo había abrazado antes y era estando medio dormida, pero al igual que el resto comprendió que aquél era el lenguaje de amor de Bill y quería corresponderlo—. Lo siento, no debí hacerte daño y tampoco debí demorarme tanto en disculparme.

—Te lo dije, quería molestarte a propósito, me lo gané. —dijo ella finalmente separándose y llevándose un mechón de cabello rubio detrás de la oreja.

Al separarse, Bill observó cómo justo a su lado Isaac estaba limpiándose una lágrima falsa de la mejilla y Boyd y León sonreían un poco aliviados.

—Al fin, no iba a soportar más tiempo que estén sin hablarse. —declaró Boyd, aplaudiendo para atraer la atención del grupo una vez más—. Jecksen tenemos un plan.

—¿Puedes llamarme por mi nombre como todo el resto? —se quejó Bill mirando al moreno que simplemente lo observó con diversión.

—No y deja tus preguntas para el final de la excursión. —declaró Boyd antes de mirar directamente a León quién parecía concentrado en recordar todo un diálogo que habría memorizado.

—Vamos a dejar a Derek. —declaró Isaac con aburrimiento al ver que León aún no continuaba.

—¡Oye, Lahey eso era parte de León! —se quejó Boyd dándole un golpe a Isaac en la parte posterior se su cabeza a lo cuál el rubio se rió.

—Sí, básicamente eso Billy. Queremos dejar a Derek. No estabas allí pero... ¿Cómo nos trató en la luna llena? ¿Como nos ató haciéndonos daño de esa manera? —se quejó León e instintivamente cada uno se llevó las manos a una zona que les habría causado dolor pero que ahora estaban curadas.

Los dos chicos fueron a tocarse las muñecas y Erica llevó una mano a su frente marcando un par de puntos invisibles en dónde ya no tenía ninguna herida.

—Es un idiota. Pero sabemos que tú tienes esa cosa especial por él así que queríamos preguntarte si querías unirte con nosotros o si te quedarás con él... —le dijo Isaac y parecía haberse mordido la lengua al último segundo para no soltar algún insulto en contra de Derek.

Bill se quedó en silencio mirando a los tres betas frente a él, -bueno, dos betas y lo que sea que León es-, antes de pensar un momento en lo que sería abandonar a Derek.

—¿Y nos iríamos de aquí? —preguntó Bill, comprendiendo que dejar a Derek no significaba solo ello si no también dejar atrás Beacon Hills.

—Les dije que no querría, esto fue una perdida de tiempo. —se quejó Boyd soltando un bufido, toda emoción expectante que tenía antes se desvaneció de su rostro.

—¡No dije que no! Es solo que... Si nos vamos de Beacon Hills... —Bill se mordió el labio inferior, sin querer terminar su propia oración sabiendo que sonaría ridículo.

Si nos vamos de Beacon Hills no volveré a ver a Stiles.

—Mira Billy, nosotros nos iremos. No queremos estar aquí cuando Peter Hale retome cualquiera sean sus planes. Tú mismo nos dijiste que Gerard Argent nos declaró la guerra a los hombres lobo, que nos van a matar a todos. No queremos estar aquí cuando todo eso pase. —explicó Erica, con una madurez que Bill no creía que la rubia podría llegar a tener.

Cuando ella y Bill se distanciaron, Erica comenzó a pasar mucho tiempo con Boyd, tal vez esa sea la explicación en el cambio que la chica tenía o tal vez algo más sucedió, sea como sea debía ponerse al día con ella.

Ya que son manada ahora.

—Billy yo... Hoy estaba triste no por Peter si no porque... Realmente no quiero irme sin ti. —murmuró León con una sonrisa triste.

El grupo una vez más se quedó en silencio, todos parados en la esquina de una calle ahora desierta esperando a que Bill tome una decisión.

Pero, ¿cómo Bill podría decidir algo así?

¿Dejar Beacon Hills, Derek y a Stiles?

¿Dejar a Noah, quién siempre le abrió los brazos y lo dejó quedarse en su casa?

¿León iba a abandonar a su padre también? ¿Cómo funcionaba todo esto?

—¿No están tomando esta decisión muy apresuradamente? —preguntó Bill en un susurro que todos pudieron escuchar a la perfección.

—Llevamos semanas planeando esto. —declaró Isaac, una vez más sin esforzarse en ponerle filtro a sus palabras.

Bill los miró con sorpresa a los tres, pero aún más a León, creyendo que él de entre los tres le habría dicho una cosa así.

—Escucha Billy, comenzamos a planear todo esto la segunda vez que te secuestraron, pero luego no viniste con nosotros y te quedaste con Stiles... Y luego te fuiste a perseguir a Derek y te quedaste con Stiles en vez de quedarte con nosotros como te lo pedimos y... Creímos que teníamos tu respuesta. —dijo León encogiéndose de hombros—. Jamás te obligaría a acompañarnos Billy, no si tú quieres estar con Stiles, eso está bien.

Bill asintió, comprendiendo el punto de León y sabiendo que fueron muchas las veces en las que prefirió estar con Stiles antes que con su propia manada.

Pero si realmente ellos querían ir... Se sentía incorrecto que Bill no los acompañe.

—¿Cuándo nos vamos? —preguntó Bill después de un largo silencio que había vuelto a formarse después de las palabras de León.

Los tres chicos frente a él sonrieron en grande, Erica y Boyd sin poder creerlo, León simplemente alegre y Isaac, no bueno, Isaac no sonreía, solo lo miraba sorprendido y con las cejas alzadas de manera incrédula.

—En dos días habrá un partido de Lacrosse que tendrá distraído a todo el pueblo, en ese momento nos iremos. —le comentó León alegremente.

—Bien... Entonces tengo algo de tiempo para... —Bill sacó su teléfono y volvió a ver el nombre de Stiles ni bien encendió la pantalla.

—¿Despedir a tu amado? Seh, tienes tiempo. —se burló Isaac.

—Boyd, vuelve a pegarle. —pidió Bill, sin subir la vista de su teléfono y leyendo los mensajes que Stiles le había enviado, escuchando de fondo como Boyd aceptaba y volvía a pegarle a Isaac.

pasaron muchas cosas, Bill responde la llamadaaaAaAaaa

Bill sonrió al ver que tenía un par de llamadas de Stiles que no notó ya que tenía su teléfono silenciado y le escribió rápidamente un mensaje de texto.

Podemos vernosss?

Stiles leyó el mensaje en segundos y ya estaba escribiendo una vez más mientras de fondo Bill escuchaba como ahora Isaac y Boyd habían comenzado a pelear.

estoy en algo ahora, mañana vienes a casa y hablamos? t extraño

Bill no pudo evitar morderse el labio para ocultar una sonrisa aún más grande y en cambio le respondió a Stiles rápidamente que sí y que prepare helado de menta granizada, al enviarlo guardó su teléfono una vez más y miró al trío frente a él.

—Y uh... A todo esto, ¿dónde está Derek ahora? —preguntó Bill entre tanto y pronto Boyd soltó el cabello de Isaac y el rubio dejó de arañar los brazos del más alto.

—¿No lo sé? Creo que se fue a ver a Scott y a Stiles o algo así. —comentó Isaac, encogiéndose de hombros.

—¿Está con Scott y Stiles? —preguntó Bill confundido, preguntándose que haría su alfa con ellos.

—Uh, casi cien porciento seguro de que ya no. —dijo León mirando algo detrás de Bill.

—¿Está detrás de mí, cierto? —preguntó Bill asustado, volteando lentamente para no encontrarse a nadie—. ¡León!

—¡Si se lo creyó! —gritó Isaac divertido, chocando los cinco con León el cuál estaba riendo divertido.

—¿Puedo cambiar de opinión con respecto a irme con ustedes? —preguntó Bill después de rodar los ojos.

—¡No, ya es tarde!

Bill suspiró ante el grito colectivo y asintió.

Bien, entonces me tocó acostumbrarme a estos dos, puedo trabajar con ello.

Pero primero... Debería hablar con Stiles.

BUENAS BUENASSS!

ACTUALIZACIÓN DE IRIS??! OCURRIÓ UN MILAGRO!

¿Aún tienen a Iris en la biblioteca? :')

Espero que les haya gustado este capítulo, lamento mucho la demora, inicié la facultad y se me quemaron todas las neuronas lit.

Espero que les haya gustado el capítulo, muchas gracias por todo el apoyo, el cariño y la paciencia ♡⁠

¿Dudas, comentarios, sugerencias?

Recuerden que si se quieren unir al canal en donde podemos hablar mucho de Iris y más fics pueden encontrar el link en la descripción de mi perfil ✶

Ahora sí, si les gustó no se olviden de votar y comentar y espero que podamos vernos pronto con otra actualización ♡


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro