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02.06 Purple eyes

—Entonces escuchaste algo.

León y él se encontraban una vez más en el bosque, reviviendo su antigua rutina cómo si de un deja vu se tratara.

Estos últimos días, León había estado demasiado enfocado en poner cámaras en cientos de lugares nuevos a todo lo largo del pueblo y asegurarse de cambiarle las baterías recargables a las cámaras que se les esté agotando la batería.

Bill había preguntado un par de veces porqué la obsesión de León por tener una vez más todo a pleno control pero su mejor amigo solo había dado vagas excusas y no una real respuesta.

Ya sabes, me ayudó a encontrar a Lydia esa vez.

Para mantener a los cazadores vigilados.

Para mantener al kanima vigilado.

Para... Vigilar.

Todas excusas que no terminaban de convencer al rubio, pero aún así Bill lo dejó estar porque era de su mejor amigo de quién estábamos hablando y Bill no desconfiaría de León de aquella manera.

—No va a gustarte lo que escuché Billy. —dijo León suavemente.

Ambos se habían dejado caer contra los troncos de dos árboles paralelos, habían tomado un pequeño descanso de su recorrido por el bosque porque apenas llevaban la mitad de la tarde y aún no habían almorzado nada.

Esto de ser mordidos por un hombre lobo si bien los hacía rápidos también los dejaba sin energía con la misma facilidad.

Necesitaban comenzar a entrenar esa resistencia sobrenatural de la que su alfa tanto presumía, el tipo podía darle la vuelta al mundo tres veces y no sudar ni una gota.

—¿Porqué no iba a gustarme? Es solo un mensaje para Lydia, lo que sea no debe ser tan importante. —intentó Bill, solo porque su curiosidad había aumentado un cincuenta porciento más cuando León le aseguró que no iba a gustarle.

—Fue Stiles quién le mandó un mensaje.

—¿Stiles? ¿A Lydia? —repitió Bill, su sonrisa desvaneciéndose lentamente mientras ajustaba su posición sentado en el árbol, ahora su espalda un poco más tensa contra el tronco.

A lo lejos, podían escuchar cómo Erica y Isaac seguían cambiando las baterías de otras cámaras.

Sí, era una costumbre que León y él tenían que recorrer los bosques para cambiar las baterías, pero, ¿qué mejor manera de unir a la manada que hacerlos trabajar con ellos?

—Sí, tres exactamente. Lydia ya los borró pero logré conservarlos. —dijo León, sin sonar en lo absoluto culpable.

Bill a veces temía de la habilidad de súper espía que su mejor amigo tenía, aunque hasta el momento solo había logrado ser beneficiosa para ellos.

Gracias madre de León por darle una innecesaria cantidad de dinero al cerebrito de mi mejor amigo. Agradeció mentalmente Bill, creyendo que a lo mejor debería poner eso en una carta y enviársela a la mujer.

—Sigo sin entender cómo haces todo eso. —admitió Bill, negando divertido con la cabeza.

Intentó relajar su tensa postura pero desde que el nombre de Stiles fue mencionado fue casi imposible que Bill piense en otra cosa que malos pensamientos.

Peter Pan no te dará polvo de hadas, deja de pensar de esa forma. Se regañó Bill esa tarde.

Esa frase se la había dado Isaac hace un par de días, decía que ese solo pensamiento lo mantenía estable aún las noches en las que su padre lo mantenía encerrado en un freezer en su sótano.

—Y lo único que tenía en mi mente eran cuentos de hadas que me mantenían... Vacío, sin emociones malas. Yo solo pensaba que algún día llegaría Peter Pan y que debería tener buenos pensamientos para poder volar con él y escaparme de aquí, entonces comencé a decirme a mí mismo. "Peter Pan no te dará polvo de hadas, deja de pensar de esa forma, piensa cosas buenas". Y aún en la oscuridad yo seguía intentando, ya sabés, escaparme y volar. —había dicho Isaac, con su vista mirando el techo del vagón.

Los cuatro betas de Derek se encontraban acostados uno al lado del otro, León le dió una suave palmada comprensiva a Isaac en el brazo quien finalmente carraspeó y movió su mano en el aire como si estuviera apartando una mosca, que eran esos malos pensamientos.

—De todos modos, él ya está muerto y yo casi siento que estoy volando ahora entonces nada de eso ahora importa. —intentó seguir su explicación con un comentario sarcástico, pero el ambiente seguía algo contemplativo y ni siquiera Erica intentó burlarse de Isaac al respecto.

—Es un buen método para mantener la calma. —admitió Bill después de unos segundos, volteando su rostro para observar los sorprendidos ojos de Isaac, que lo miró como si creyera que le estaba mintiendo.

—¿En serio?

—Claro, comenzaré a usarlo y todo.

Entonces Bill, se aseguró de mantener buenos pensamientos en su mente y caminó hasta donde su mejor amigo se encontraba ya con el teléfono en su mano y buscando los mensajes de voz que Stiles le había dejado a Lydia.

De algún modo... Era terrible invadir la privacidad de alguien de esa manera, aún cuando Lydia le había permitido triangular su teléfono ya que ella le había contado que escuchaba a veces la voz de Peter Hale, era malo pero no tan malo...

Aún así se suponía que León tenía permiso, no Bill. Él no debería escuchar mensajes privados que Stiles le envío a Lydia a las dos de mañana porqué eso... Estaba mal y...

—Ya, muéstremelos. —apuró Bill.

León asintió y comenzó a reproducir el primer mensaje.

"Hey Lydia, ayer realmente quería ir a verte... Te ví en tu auto llorando y me preocupé demasiado, ¿está todo bien? No es que haya estado de acosador- en realidad pasaba por allí pero- huh- tuve que seguir porque un amigo- bueno- solo dime si está todo bien."

Bill frunció el ceño al escuchar esas primeras palabras, en su mente repasando la frase de Isaac para no pensar en nada malo al escuchar porque un amigo sabiendo que él era el amigo de quién Stiles hablaba pero... No habría ningún motivo para que Stiles lo mencione o lo culpe... ¿Verdad?

—Este es peor. —anunció León solo para que Bill comience a prepararse mentalmente, el rubio tomó una fuerte bocanada de aire y asintió.

"Lydiaa. Sí, Stiles yo otra vez. Ehm... No había dicho mi nombre en el primer mensaje pero soy Stiles, fuimos a patinar sobre hielo juntos, ja sí... Yo- bueno- Solo quería que sepas que realmente me habría gustado acompañarte pero si lo hacía un amigo mío se enojaría, ya sabes, es esa clase de... ¿amigo súper celoso? Y no, no es Scott por cierto, pero lo que quiero decir es que no pude ir contigo por su culpa, pero yo realmente habría querido acompañarte."

El mensaje terminó allí y Bill no pudo evitar devolverle la mirada a León quién estaba expectante esperando a si debía o no enseñarle el último mensaje.

Bill tomó una fuerte bocanada de aire con la boca abierta, sintiendo cómo al cerrarla sus dientes se clavaron de una manera dolorosa en su labio inferior, al levantar la vista hacia León su mejor amigo le enseñó una pequeña sonrisa.

—Oye, al menos está ayudando a tu transformación. —intento bromear León, señalando sus propios dientes para hacer referencia a los colmillos de Bill.

—Solo- pon el último... —respondió Bill con dificultad, tanteando sus afilados dientes con su propia lengua en un intento de distraerse por mal que le habían afectado las palabras de Stiles.

¿Estaba culpándome? ¿Stiles realmente-

Pero todos sus pensamientos se fueron al volver a escuchar la voz de Stiles.

"¡Hey, Lydia! Yo una vez más. En el último mensaje me olvidé mencionar que realmente me preocupé demasiado por tí, si hay algo en lo que pueda ayudarte- ya sabes- yo lo haría encantado. Esta vez no dejaría que ese amigo que te conté se interponga y quería decirte que no debes preocuparte por cómo lloras... Te ves muy linda cuando lo haces. Si, huh, era solo eso, ¡Adiós Lydia!"

—Ese amigo... Se interponga... ¿Si se da cuenta que no tiene ni una oportunidad con ella, cierto? —comentó Erica llegando hasta ellos, Bill observó cómo sus uñas comenzaban a cambiar si su control en garras afiladas.

Bill levantó la vista para observar a los dos rubios que habían llegado hasta ellos, Isaac se sentó a su lado y Erica al lado de León, ambos con las mochilas que llevaban las baterías recargables.

—Creo que aún no está enterado. —siguió León, no sin un poco de diversión.

A Bill le gustaría estar igual de divertido que sus amigos pero un pequeño sentimiento de traición se había instalado en su pecho de una manera constante y ahora no sabía cómo apartarlo de su mente.

—Huh... Derek dijo que esta noche tenemos que ir a buscar a Jackson. —anunció Isaac, como queriendo cambiar de tema.

Bill asintió, agradeciendo el cambio y observando cómo León finalmente guardaba su teléfono.

—¿A Jackson? ¿Ahora quiere que esté con nosotros? —preguntó León confundido.

—Él no quiere estar con nosotros, ya lo dejó claro. —gruñó Bill, recordando esa tarde en los baños y cómo Jackson le había gritado como si Bill tuviera la culpa de su sangre oscura.

—Sí, bueno. No interesa, es lo que pidió Derek. —respondió Isaac, encogiéndose de hombros—. Creo que es por eso del kanima.

Bill observó con curiosidad cómo León se tensaba por un segundo antes de volver a relajarse contra el árbol, observó a su costado y al frente, de Isaac a Erica intentando descubrir si los chicos lo habían notado, pero ninguno pareció haberlo hecho.

—¿Creen que sea Jackson? —preguntó Erica, arrancando un poco de hierba de la tierra en la que estaban sentados.

—¿O tal vez Lydia? —sugirió Isaac—. Ellos dos aún no han mostrado ojos dorados.

—León y yo tampoco. —comentó Bill, observando la mirada de sorpresa de Isaac.

—¿Aún no?

—¿Ustedes son el kanima? —preguntó Erica, observando impresionada.

—Si lo fuéramos, no lo recordaríamos. Recuerden lo que dijo Derek, no sabe quién es ni qué es. —explicó León, moviéndose inquieto en su lugar.

—No podemos ser nosotros de todos modos. —aseguró Bill, negándose a creer eso.

Aún la voz de Stiles retumbaba en sus oídos pero sabía que debía hacer algo más importante antes, el sueño de la otra noche, aquello que lo seguía persiguiendo y que finalmente debería comentarles a sus compañeros.

Después de todo, ahora somos una manada, si no confío en ellos, ¿en quién podría confiar? Y una vez que Bill llegó a esa conclusión, finalmente asintió para sí mismo.

—Oigan... ¿Recuerdan ese sueño del que les hablé la otra noche? —preguntó Bill, ese mismo sueño era el que había logrado que Isaac se abra un poco más y les cuente de Peter Pan.

—¿En los vestuarios cuándo sentiste como el podrido te arañó el pecho? —se aseguró Erica y Bill asintió.

—No. O sea, sí. Volví a soñar con Peter y esta vez apareció también Gerard. —comenzó a explicar Bill, pronto toda la atención de los tres chicos se quedó en él.

Sabía que tenía que ser honesto o pronto comenzarían a sospechar de que él es el kanima y sabría que Derek no tendría ningún tipo de intención en dejarlo vivir sólo porqué era él.

Derek ya lo había declarado la otra noche, si encontraban al kanima, deberían matarlo.

Y no por primera vez, Bill decidió apurarse en expresar la verdad aún cuándo no estaba muy seguro de lo que había ocurrido.

—¿Por qué estás teniendo sueños con tantos ancianos? —preguntó en voz alta León sin poder contenerse.

Bill soltó una carcajada ante la pregunta bien intencionada pero se encogió de hombros sin saber la respuesta.

—No lo sé, pero escúchenme. Entonces estaba siguiendo a alguien en el bosque y no sé porqué estoy tan seguro de que es Peter y en un momento se voltea y veo que es él pero al momento siguiente llegamos a un lago y me veo reflejado y... —Bill hace una pausa, sabiendo que la explicación no es suficiente para que ellos lo puedan comprender.

Entonces, como lo intentó esa mañana frente al espejo, volvió a enfocar toda su concentración y sentidos en el lobo interno que sabe que sigue creciendo en su interior,  cerró los ojos durante unos segundos solo para no perder el enfoque y cuando los volvió a abrir, allí los podía sentir.

—Ojos morados. —dijo Isaac, quién estaba ahora justo frente a él, con la boca entreabierta y mirándolo con sorpresa.

Bill asintió en silencio, manteniendo el control en aquél brillo de sus ojos, sus colmillos siguen sobresaliendo de su labio inferior y sus garras seguían expuestas, una transformación completa pero al mismo tiempo, diferente.

Sus ojos no eran como los de cualquier hombre lobo beta y le faltaba todo el rudo vello facial que Isaac, Scott y Derek siempre solían tener en su transformación completa.

Pero aún así, fue lo suficientemente impactante para que sus tres amigos se queden en silencio simplemente mirándolo.

Le estaba costando mantener sus ojos de ese color porqué aún no se había decidido a contárselo a Derek, el alfa le había explicado ya que todos los betas debían tener ojos dorados, pero morados nunca salió en la explicación.

No está muy seguro de cómo, pero es consciente de cuándo exactamente sus ojos cambian de color, ya que su vista también se modifica, cómo si se tratara de una cámara con visión nocturna, de ese modo Bill ya no puede ver cómo normalmente lo hace.

Pero aún así, aún cuando está inseguro acerca de lo que puede o no ser, no puede evitar estar emocionado por cada mínima mejora que siente en sí mismo y en el lobo interno que refleja que él ahora es parte de los seres sobrenaturales del que tanto deseó formar parte.

Después de unos segundos más se aseguró de cerrar sus ojos y volverlos a su estado original, ya que aquello si lo hacía por demasiado tiempo aún lo mareaba.

Porqué Derek lo hace ver tan fácil. Se quejó internamente, observando ahora con claridad a sus tres compañeros.

—¿Qué criatura puede tener los ojos morados? —preguntó Isaac, aún un poco confundido.

—No lo sé. Pero no un kanima. —aseguró León, a lo que los tres asintieron, ya que habían logrado ver que eran ojos amarillentos y no morados—. Y Bill... ¿En tu sueño... ¿Pasó algo más?

Bill soltó un fuerte suspiro, asintiendo.

—En este punto... Ni siquiera estoy seguro de que haya sido solo un sueño. —murmuró Bill, recordando esa noche de luna llena que se había despertado con una herida de bala en la remera de Stiles.

Pronto sus colmillos y garras se habían desvanecido en lo que seguía intentando explicarse a sí mismo y repasando mentalmente cada suceso hasta ahora.

—Entonces... —comenzó Erica con cuidado—. Te viste reflejado con ojos morados en el lago y luego... ¿Luego que sucedió?

—A mi lado en el reflejo... Se encontraba Gerard.

BUENAS!!

Este es el primer capítulo en el que el título no es un episodio de la serie. ¿Por qué? Porque me dí cuenta que los capítulos en la serie van demasiado apurados y no me estaba dando tiempo a poder darle un buen desarrollo ni a León, ni a Bill, así que se me ocurrió hacer pequeños extras de ellos en donde no sucedan hechos de la serie.

¿¿Qué les pareció el capítulo?? OMG, se viene el dramita.

Lo que tengo preparado para León, juju ♡⁠

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