02.01 Omega
Rastrear a uno que otro cazador se ha convertido en un domingo normal para Bill y León.
Saben que esta vez se siente diferente, y lo es, ya que ahora ambos tienen la mordida de un alfa curándose en su piel con la promesa de que todo está a punto de cambiar.
El viernes Derek había matado a su tío y había mordido a Bill.
El sábado, le llegó un aviso al sheriff de Beacon Hills que la madre del niño Bill Jecksen debería estar más tiempo fuera de la ciudad y finalmente Alan Deaton había tomado la tutela del rubio después de las suplicas de León.
Pero aquello no era realmente importante ya que el sábado Bill durmió en el pequeño y nuevo refugio de Derek, en un sótano abandonado que sólo tenía un vagón de tren o de algún subte y Bill sabía, que este domingo también se quedaría a pasar la noche allí.
—¿Hablaste con Chris? —preguntó León a su lado después de un largo tiempo en silencio, esta vez ninguno llevaba linternas en sus manos ya que después de la mordida del alfa su visión nocturna había mejorado de sobremanera.
Aún ninguno de los dos demostró ningún poder sobrenatural de hombre lobo además de la visión nocturna y los sentidos un poco más agudos, pero Derek les dijo que tomaría tiempo para ambos y que no deberían preocuparse por eso.
Había cosas más importantes de las que preocuparse y eso eran los cazadores que ahora habían descubierto no solo a Derek, si no que también a Scott, a Stiles, a Jackson y a Bill.
¿Cómo lo descubrieron? Simple, todos habían estado allí cuando Derek mató al alfa, incluyendo al más asesino de todos los asesinos de hombres lobo: Chris Argent.
La ironía de que su primer crush tenga un nombre tan similar al del tipo que ahora quería matarlo había hecho reír a Bill durante horas.
—No, no hablé con Chris. —murmuró Bill, deteniéndose y volteando a ver al escuchar un ruido, León también había volteado.
—¿Y con Stiles?
—¿Qué con Stiles?
—¿Has hablado con él después de esa noche? —le preguntó León con insistencia, ambos continuando su camino por el bosque y merodeando los alrededores de la mansión Hale, en donde sabían que los cazadores habían armado una base.
Habían intentado acercarse para escuchar con sus sentidos mejorados pero cada vez que lo hacían un poderoso pitido comenzaba a resonar en sus oídos, Derek les había explicado que se trataba de una clase de amortiguador para mantenerlos alejados, así que lo que más podían hacer era mantenerse cerca en dónde el ruido ya no llegaba a sus sentidos recién comenzando a desarrollarse.
—No. Y no tengo intenciones de hacerlo. —dijo Bill, no sin sonar un poco molesto.
—¿Sigues celoso de que él esté en el hospital con Lydia? —bromeó León, deteniéndose al sentir que efectivamente ese era el problema con su mejor amigo—. Oh, vamos Billy, él está preocupado.
—¡Sí, lo sé! No estoy celoso. —mintió, mirando un árbol frente a ellos y teniendo el extraño impulso de querer golpearlo a ver qué tan fuerte le daría.
Y, como la persona impulsiva que era, golpeó el árbol.
—¿Creíste que se iba a derribar? —se burló León, Bill lo observó fijamente, intentando decidir si se alegraba de que su amigo se había recuperado o si estaba comenzando a desear que siga durmiendo unos días más.
—Hey, le golpeé bastante fuerte, mira. —Bill señaló la marca de su puño que había quedado enmarcada en el tronco del árbol, su mano ni siquiera le dolía y eso no podía tenerlo más alegre.
—Increíble, inigualable, inefable, impensable, insólito. —enumeró León, asintiendo con su cabeza y observando el árbol, Bill no pudo evitar soltar una carcajada, golpeando suavemente el hombro de su amigo.
—¿Cómo está esa herida? —le preguntó después de un rato, León se levantó su camisa y ambos observaron la pequeña venda ensangrentada que cubría su herida.
—Aún duele un poco, Derek me está ayudando con el dolor. —admitió León, señalandolo a él con un movimiento de tu barbilla—. ¿Y tú?
—Ya se curó. —dijo Bill, encogiéndose de hombros.
León se detuvo unos segundos, parpadeando confundido como si estuviera intentando digerir la información.
—¿Qué? ¿Ya? ¡¿Tan rápido?! —preguntó León, alzando la voz con cada pregunta mientras observaba a Bill asentir.
—Se curó la primera noche. —afirmó Bill, enseñándole a León su cintura completamente curada allí en donde Derek lo había mordido.
—¿Cómo...? —León preguntó, deteniéndose a estudiar la piel de Bill durante unos segundos antes de bufar—. ¿Crees que sea porque Peter estaba podrido?
—¿Podrido? —repitió Bill con diversión, volviendo a acomodar su ropa mientras ambos abandonaban el árbol golpeado y seguían su camino.
Si encontraban a un cazador, debían llevarlo directamente con Derek, pero por ahora no había ni trampas ni cazadores.
Bueno, sí hubo una trampa... Bill la había pisado hace una hora atrás y estuvieron unos buenos quince minutos intentando sacarlo de allí.
—Sí, ya sabes. Estaba podrido internamente por eso era esa bestia toda fea y también su mordida no hace efecto. —intentó explicar León.
—Pero sí le funcionó a Scott.
—Huh... Es verdad. ¿Tal vez tenía malas intenciones conmigo y por eso no funcionó? El universo le dijo "oye torpe, con ese niño no" y entonces soy como... ¿inmune?
Bill soltó una risita al escuchar las teorías de León, pero finalmente hay algo con lo que sí estuvo de acuerdo—. Tal vez puede que seas inmune.
—¿Tú crees? —comentó León, aún un poco pensativo, Bill se encogió de hombros.
Ambos volvieron a quedarse en silencio mientras pensaban en qué podría ser exactamente León.
Aún tenía sentidos mejorados, ya que podía ver en la oscuridad como Bill, escuchar desde mucha distancia, ver y oír mejor, hasta ambos habían estado haciendo carreras el sábado y León no se había quedado atrás en ningún momento.
Pero aún así, no tenía indicios de ser un hombre lobo o al menos no como Bill, la primer pista fue su falta de curación y la segunda que ya había pasado una semana y aún no había mostrado el color dorado en sus ojos, que solo podía significar una cosa: simplemente él no los tendría.
Bill por otro lado, aún no se había visto en sí mismo ni garras, ni colmillos afilados, ni siquiera el indicio de brillo en sus ojos, pero Derek les había asegurado a ambos que no era un cambio instantáneo, era un proceso lento que necesitaba ser entrenado.
Bill estaba dispuesto a aceptar el entrenamiento de Derek, o al menos lo estuvo las primeras quince horas, hasta que se enteró de que el segundo beta de Derek, era Jackson.
Y no lo malentiendan, Bill no odiaba a Jackson de la manera en la que Stiles lo hacía, no odiaba al tipo de ninguna manera en particular, pero había un extraño recordatorio de sí mismo en la desesperación que Jackson tenía al ser mordido.
Un recordatorio que a Bill no le gustó ver.
Cuando observó como Jackson le rogó la mordida a Derek un único pensamiento llegó a su mente, ¿yo estuve tan desesperado como él? La respuesta más fácil era sí y también esa respuesta sería la única verdad, solo que Bill no estaba decidido a aceptarla.
Porqué sí, tal vez ahora sería un hombre lobo, pero él creyó que se lo había ganado, había ayudado demasiado estos últimos meses con León al intentar descubrir al alfa que terminó siendo Peter Hale de entre todos los locos Hale.
Tal vez solo se estaba justificando, tal vez solo quería una excusa para razonar el hecho de qué él se merecía más que Jackson la mordida cuando sabía que probablemente eso no era así.
Y como si el diablo lo hubiera llamado, allí estaba el tono de Jackson en el celular de Bill.
—¿Qué quiere ahora? —se quejó León, ya sabiendo de qué se trataba porque Bill había configurado los tonos con él.
—Huh, no lo sé. —Bill murmuró, sacando su teléfono y mirando los pares de mensajes que Jackson le había dejado.
¿Puedes venir a mi casa?
Necesito ayuda con algo.
Vamos Bill, ayúdame con esto y no seas un pequeño idiota.
Olvida la última parte, solo responde.
—Quiere que vaya a su casa. —leyó Bill, levantando la vista para ver como León comenzaba a negar con la cabeza.
—Noh-oh. Dile que no eres su mejor amigo, que no porque un mismo alfa los haya mordido a ambos ahora son hermanitos inseparables. Estás ocupado. —declaró León, mirándolo con ojos entrecerrados para ver si Bill tendría alguna clase de réplica.
Bill bufó una risa y asintió, comenzando a escribir un mensaje y bromeando—. Y luego yo soy un celoso.
Cuando Bill estuvo a punto de enviar mensaje, un fuerte grito ensordecedor se dejó escuchar por todo el bosque, ambos amigos se sobresaltaron, tambaleándose y sosteniéndose contra un árbol.
Bill no sabía qué tan fuerte había sido ese grito pero lo sintió como si estuviera a solo un par de pasos de ellos, un grito de pura agonía y desesperación, con esa voz indistinguible que sólo podía ser de...
—Lydia. —dijo León, mirándolo alarmado.
Lo próximo que ambos saben es que están corriendo por el bosque en dirección al hospital en dónde sabían que Lydia estaba quedándose, no es que realmente Bill esté interesado en la chica pero sabía que al menos podría encontrarse con Stiles.
Se movían con una rapidez que sólo podría sobrenatural, las hojas secas se levantaban con sus apurados pasos y antes de que puedan siquiera pensar en ello ambos estaban frente al Jeep azul de Stiles en el estacionamiento.
Scott llegó solo unos segundos después de ellos.
—¿También lo escucharon? —dijo Scott brevemente, ambos amigos asintieron.
—Fue como si me estuvieran taladrando el oído. —admitió León, Bill había sentido algo parecido, tal vez un poco menos intenso pero aún así inconfundible y alarmante.
—¿Stiles? —preguntó Bill, intentando usar el sentido más mejorado que tenía hasta ahora: Su elevado sentido del olfato.
Fue lo primero que Bill notó la misma noche que Derek lo había mordido, como si de un cambio instantáneo se trataba.
Desde entonces había olido muchas cosas que nunca antes había notado antes, la mayoría eran horribles: como el olor a muerte en la mansión Hale o los asquerosos vegetales que Stiles siempre traía para la cena y que ni Noah ni Bill comían nunca.
Pero no todos fueron malos, otros fueron agradables e incluso empoderadores.
Ahora podía oler las emociones: ira, miedo, felicidad y hasta incluso las mentiras. Además, las comidas que le gustaban sabían aún mejor ahora de una forma que Bill aún no sabía cómo explicar.
Pero no fueron las comidas quienes tenían el mayor efecto en Bill, no por supuesto que no. Fue este nuevo olor que antes de ser convertido nunca había logrado notar, el que olía mejor que cualquier cosa que hubiera olido en su vida.
El que actualmente estaba acercándose hasta ellos con una prenda de ropa ensangrentada entre sus manos que podía ser solo de la chica que había gritado momentos antes.
El mejor aroma que había sentido en toda su vida que pertenecía solo a Stiles Malditamente Lindo Deja De Sonreírme Así Stilinski.
—¡Billy! Hey, no te esperaba aquí. —dijo Stiles al llegar hasta ellos, dándole un medio abrazo a Bill, colocando un brazo sobre sus hombros y dándole un asentamiento a Scott y a León, preguntándole a este último—. ¿Vienen a ayudar?
—Aún aunque lo creas imposible, sep. Bill decidió ayudar. —respondió León sonriente, a su lado Scott sonrió divertido.
—Bill está aquí con ustedes. —recordó el rubio, moviendo el brazo de Stiles para soltarse de su medio abrazo, acercándose en cambio a León.
—Oh vamos, ¿sigues molesto conmigo? Vamos Billy... —Stiles le sonrió con inocencia, extendiendo su brazo para que Bill lo tome de la mano pero sólo logró obtener una mirada despectiva, pronto Stiles se rindió y bajó su mano, mirando a Scott y negando con la cabeza divertido—. Está celoso de que me quedé con Lydia en el hospital.
—¡No es cierto! —se quejó Bill, escuchando la risita de Scott y mirándolo amenazante.
—¿Si sabes que Scottie puede saber cuándo mientes, cierto? —comentó Stiles, con esa sonrisita arrogante en su rostro, Bill bufó y rodó los ojos.
—Ya, detente. ¿Qué pasó con ella? —se quejó Bill, intentando apartar el tema de sus celos porque por supuesto que él no lo estaba.
Rápidamente el estado de ánimo de Stiles había decaído, Bill sintió un fuerte y poderoso aroma a miedo y melancolía mientras el de cabello rapado bajaba la vista a la prenda de ropa que tenía en sus manos.
—¿Eso es lo que llevaba puesto justo ahora? —señaló Scott, rápidamente. Stiles asintió, extendiéndole la prenda y haciéndoles una seña para que se suban al Jeep.
Una vez que todos se encontraron en el Jeep, Bill y León detrás, Scott copiloto y Stiles al volante, McCall volvió a hablar, mirando con intensidad a su mejor amigo—. No voy a permitir que vuelvan a hacerle daño. Otra vez no.
Stiles soltó un bufido y asintió una vez más—. Ya... Solo, pásate eso por la cara y vamos a buscarla.
Al segundo del pedido Scott así lo hizo, comenzando a olfatear la prenda de ropa, Bill ya había captado el aroma aún sin la necesidad de mantenerlo cerca de su rostro y se preguntó si cada hombre lobo tendría al menos un sentido en el que era mejor.
Una vez que Stiles encendió el Jeep, tanto León como Bill divisaron algo fuera del automóvil, era Allison que estaba acercándose corriendo.
—Woaaah. —se quejó Stiles, quién por poco estaba por mover el Jeep y atropellar a Allison, Bill contuvo una risa.
—¿Qué haces aquí? Nos van a ver. —dijo Scott.
—Me da igual, ella es mi mejor amiga y tenemos que encontrarla antes que ellos. —dijo Allison desde afuera.
—Que pena que ya no hay lugar. —comentó Bill, mirando con cautela a Allison.
Antes, Bill podría haber imaginado la posibilidad de ser amigos con ella, pero él no se olvidaba de cómo Allison le había pegado una flecha no solo a Scott, si no que también a Derek, su alfa.
No que Bill la odie especialmente a ella, pero ahora tendría la guardia alta en presencia de un Argent, después de todo, ellos solo eran cazadores irracionales y peligrosos.
Bill sintió como Scott lo miraba de reojo para fulminarlo pero poco le importó.
—La encontraremos antes de que la policía lo haga.
—Ella no está hablando de la policía, Scott. —murmuró Bill, aún recostado en el asiento de Stiles mientras se asomaba a ver, León por su lado estaba sentado moviéndose impaciente—. ¿Estás bien? —le susurró Bill, al notarlo.
León asintió levemente, clavando sus manos en sus piernas para detener los pequeños temblores.
—¿Ya se enteró? —preguntó Stiles, una mano apoyada en el volante mientras miraba a Allison con seriedad.
—Sí. —respondió ella—. Acabo de verlo con otros tres tipos yéndose de mi casa en dos camionetas.
—Equipo de búsqueda.
—Parece más un equipo de caza. —corrigió Allison a Scott, logrando que Bill suelte un bufido.
—¿Realmente vamos a considerar llevarla? —se quejó Bill, señalando a la hija de cazadores fuera del auto.
Allison lo miró un poco sorprendida, sin comprender por qué el pequeño arranque de molestia de Bill hacia ella.
—Por supuesto que sí. —le respondió Scott, mirándolo con ojos dorados para intentar acallar sus quejas, Bill sólo le enseñó los dientes que aún no podía convertir en colmillos pero fue solo a modo de burla—. Vamos, sube.
Y así lo hizo, Allison se subió y Bill se aseguró de que León quede en el medio para no tener que estar demasiado cerca de la cazadora.
Si quieres matar a alguien... Ya sabes, ahí tienes a tu novio y a mi amigo bien cerquita.
Finalmente, Stiles encendió el motor una vez más y el Jeep salió a toda velocidad hacía al bosque, para estos momentos Bill habría preferido ir por su cuenta y tal vez ya hasta había logrado encontrar a Lydia.
Pero no, estén en grupo dijo Derek, es peligroso el bosque dijo Derek, aún aunque ahora sean lobos ellos siguen siendo un peligro ¿Alguien podría adivinar quién dijo eso? Sí, exacto, Derek.
—Pero, si se está convirtiendo, ¿la matarán? —preguntó Stiles, un poco angustiado, manejando terriblemente más rápido de lo necesario.
—No lo sé. No me dijeron nada. Todo lo que dijeron fue: "Hablaremos con los otros luego del funeral de Kate". —explicó Allison.
—¿Qué otros? —preguntó Bill con sospecha, alejando su mirada de la ventanilla por unos segundos para mirar a la chica.
—No lo sé, no me dijeron.
—Okay, tu familia tiene serios problemas de comunicación que deben solucionar. —declaró Stiles con ironía, girando su rostro para mirar a su amigo—. ¿Scott, vamos bien?
Bill había estado intentando contener la risa todo el viaje, ya que Scott había estado asomado por la ventanilla todo ese tiempo olfateando como un perro.
Bill aún podía sentir el rastro de Lydia sin necesidad de, por una vez, ponerse a sí mismo en ridículo, pero fue divertido observar a Scott hacerlo por una vez.
—Dobla a la derecha en la próxima. —gritó Scott, aún con su cabeza fuera del Jeep.
El viaje duró al menos un par de minutos más, pero Bill ya sabía exactamente la dirección que habían tomado y hasta dónde se estaban dirigiendo ahora: justo de donde Bill y León habían venido.
La mansión de Hale.
Los cinco se bajaron del Jeep y Stiles fue el primero que preguntó—. ¿En serio vino de aquí? ¿Ella vino aquí, estás seguro?
—De aquí es donde viene el olor. —afirmó Scott, Stiles miró a Bill esperando una doble confirmación y Bill no pudo hacer más que asentir.
—Está bien, pero... ¿Lydia estuvo alguna vez aquí? —preguntó Stiles, después de caminar un par de pasos para acercarse a la destruida mansión.
—No conmigo. —declaró Allison.— Quizás vino aquí por instinto, como si buscara a Derek.
—¿Quieres decir... que busca a un alfa? —preguntó Scott.
Bill observó como a su lado León seguía en un completo silencio, mirando todo a su alrededor con una mirada llena de sorpresa.
—Amigo, ¿qué sucede? —le preguntó Bill a León, dándole un suave golpe en el hombro con su mano para hacer que su amigo vuelva a la realidad.
León se sobresaltó y lo miró como si fuera la primera vez que lo hacía, para después darle una suave sonrisa y negar con la cabeza.
Bill intentó leer a su amigo, pero de alguna manera está vez se le hizo difícil descifrar las emociones de León.
—Todo bien, solo preocupado por Lydia. —dijo León, y Bill sentía ese mismo pitido molesto que había escuchado antes en la mansión Hale, decidiendo que eso era lo que estaba volviendo difícil descifrar a León.
—Estamos demasiado cerca. —se quejó Bill, arrugando la nariz al sentir ese ruidito molesto una vez más, pero esta vez se encontró más sutil, como si estuvieran invitando a un hombre lobo a acercarse a la mansión Hale.
—Pero... ¿Habrá sido atraída por un Alfa? —preguntó Allison una vez más, caminando delante de Bill y León, haciéndole las preguntas a Scott—. ¿Es un instinto formar parte de una manada?
—Lo es. —respondió León, hablando con alguien más que Bill por primera vez en un largo rato, Allison y Scott voltearon a verlo—. Somos más fuertes en manada.
—¿Como "la unión hace la fuerza"? —preguntó Allison.
—No, como literalmente más fuertes, más rápidos, mejorando en cada manera mientras más números tenga la manada. —explicó esta vez Bill, mirando como Stiles se había alejado demasiado, observando la mansión Hale.
—¿Es igual para un Alfa?
—Sí, también hará más fuerte a Derek. —dijo Scott, mientras observaban como Stiles volvía hasta ellos aún investigando.
Bill se movió para apartarse del grupo y acercarse un poco a la mansión, atraído por el ruido insistente que no se desvanecía de sus oídos y que se hacía cada vez más fuerte a medida que se acercaba.
—Oh, hey. Miren esto. —llamó Stiles—. ¿Ven esto? Creo que es una trampa..
Allison, Scott y León voltearon a verlo, pero Bill seguía distraído, observando la mansión destruida frente a él.
Pensando en Peter Hale y todo lo que lo había llevado a la venganza que terminó con la vida de tantas personas, incluyendo su propia vida y lo que le permitió a Bill-
Bill sintió cómo repentinamente fue levantado del suelo y un grito muy poco masculino se escapó de sus labios mientras sentía cómo estaba ahora de cabeza.
Otra maldita trampa.
—Stiles... —llamó Bill con impaciencia, ya que nadie en el grupo había notado que se encontraba de cabeza.
—¿Sí, Billy? —Stiles se dió media vuelta, observándolo con sorpresa al igual que el resto del grupo.
—La próxima vez que veas uno de esos cables... No te lo choques. —pidió Bill, extendiendo sus manos, observando como Allison estaba ahora conteniendo una risa.
—Sí huh, lo tendré en cuenta. —le respondió Stiles, con una pequeña sonrisa.
Tanto Allison como Stiles comenzaron a acercarse para desatar a Bill pero pronto él los detuvo, extendiendo ambos brazos.
—Esperen, esperen.
León y Scott también habían escuchado lo mismo, ya que se encontraban mirando a los alrededores buscando de dónde provenía el ruido.
—Viene alguien. Escóndanse. —ordenó Bill, aún extendiendo sus manos.
Stiles y Allison lo miraron con confusión pero pronto Scott repitió las palabras de Bill—. ¡Tiene razón, alguien se acerca!
Y con eso, los cuatro se movieron rápidamente apartándose de Bill para esconderse entre las sombras del bosque y detrás de los árboles.
Bill siguió los latidos alterados del corazón de Stiles hasta que se aseguró de que estaban a una buena distancia y cuando así fue, comenzó a buscar a su alrededor por dónde se le acercarían, girando de un lado al otro y viendo todo dado vuelta.
Pronto, un grupo de personas llegó y Bill rápidamente los reconoció.
Los cazadores.
Encabezados por Christopher Argent, el asesino de todos los asesinos de hombres lobo del que Derek les advirtió que tengan cuidado.
—¿Bill?
—¿Señor Argent? —preguntó Bill, intentando su mejor sonrisa de inocencia.
***
¡YYY ESTAMOS DE VUELTA!
¿Qué les pareció este capítulooo? Los leo, los leo!!
Recuerden que Bill no es un hombre lobo común y corriente así que no intenten comparar su transformación con las de la serie ya que esta parte es toda creación mía, sisi, ¿qué tal hasta ahora? ¿Les está gustando?
¿Qué le estará pasando a León? Misterio, misterio. ¿Qué creen ustedess?
¡Importante! Habrán actualizaciones los días lunes miércoles y viernes PERO, si llegamos antes a la meta secreta de votos y comentarios podría haber un par de capítulos extra en el resto de la semana.
Así que ya saben, no a los lectores fantasma.
¡Si les gustó el capítulo no se olviden de votar y comentar!
PRÓXIMO CAPÍTULO: OMEGA PART 2,
DISPONIBLE EL MIÉRCOLES 31.
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