Bill se levantó de la cama con un sobresalto.

La pesadilla seguía reproduciéndose en su mente como si fuera un suceso real, como si todavía pudiera ver a Peter Hale frente a él, con colmillos y garras acercándose.

Y Bill ya no se encontraba más en la habitación de Stiles si no una vez más en los vestuarios de la preparatoria de Beacon Hills, observando unos resplandecientes ojos rojos que brillaban en la oscuridad y sintiendo como volvía a suceder todo una vez más.

Solo que esta vez, se sintió plenamente real, como si volviera a vivir ese momento solo que ahora viéndolo todo desde una nueva perspectiva.

Y por supuesto, con un final distinto.

La mano de Peter Hale había aparecido frente a él, con uñas más afiladas de las que un humano podría tener.

Garras. Corrigió su propia mente una vez más, con las uñas hechas garras había tomado la remera de Bill, levantándolo del suelo con un solo movimiento y desgarrando la remera en el proceso, pero esta vez, Bill sintió un dolor punzante en su pecho, uno que antes no había notado.

En su pesadilla, las garras de Peter Hale se habían clavado profundamente sobre su piel, pero aún así su remera no se había manchado de sangre en lo absoluto.

Las garras de Peter se clavaron en el interior de su pecho, desgarrando con facilidad sus órganos, pero Bill no sintió el dolor en lo absoluto.

Y eso fue lo que más lo confundió, aún se encontraba igual de aterrado que cuando vivió ese momento, pero cuando sintió las garras de Peter clavándose en su piel mientras lo levantaba del suelo para que sus miradas se enfrenten, Bill no sintió dolor.

Tal vez porque al final, eso fue solo un sueño después de todo.

Bill respiró temblorosamente, aún sentado en la cama de Stiles y con los flashes de su pesadilla recorriendo sus ojos sin ningún tipo de control.

Los ojos rojos de Peter.

Los colmillos.

Las garras.

Se levantó su suave camisa de algodón para exponer su pecho, asegurándose de no encontrar ninguna herida allí en dónde Peter Hale lo había levantado del suelo.

Ni una sola herida.

Bill asintió conforme, ajustándose los vendajes en sus manos que ya no dolían en lo absoluto, pero que aún no tenía intenciones de observar las heridas.

—Solo una pesadilla. Nada de eso sucedió. —intentó mentalizarse, mirando la ventana para encontrarse la oscura noche con la luna aún en todo lo alto del cielo.

No es luna llena, bien.

No es que importe de todos modos.

Oh cierto, hombres lobos furiosos vagando por las calles.

Espero que falte mucho para la luna llena.

Distraído, Bill no sintió el sonido de su celular vibrando en la mesa auxiliar al lado de la cama y no lo escuchó hasta la tercera vez que se reprodujo la canción que anunciaba una llamada entrante.

Bill parpadeó, volviendo a la realidad y tomando su teléfono para responder.

¿Quién lo llamaría tan tarde?

¿Y por qué Stiles aún no había llegado del baile?

—¿Bueno?

—Billy. —la voz de León se escuchó por el otro lado, un poco entrecortada, como si el chico hubiera estado corriendo una maratón—. ¿Billy, dónde estás?

Bill se levantó de la cama al escuchar la voz de León tan preocupada.

—En casa de Stiles, ¿dónde estás tú? —preguntó Bill rápidamente, tomando una gorra de Stiles para colocarla sobre su cabello un poco húmedo y comenzando a caminar hacía la habitación de invitados en busca de sus zapatillas.

—Estoy aquí con papá en la veterinaria pero... Todo se está saliendo de control. —avisó León, logrando preocupar aún más a Bill.

Llegó a la habitación y se sentó en el suelo, sosteniendo con su hombro el celular mientras se estiraba para alcanzar sus zapatillas—. ¿Qué sucedió?

—Scott se acaba de ir pero básicamente nos contó que... Allison lo descubrió y Peter mordió a Lydia.

Bill se detuvo un segundo ante ese nombre.

Lydia Martin, la hermana de su crush desde la infancia y la chica con la que Stiles definitivamente fue al baile.

Bill retomó su trabajo de colocarse las zapatillas, atándose los cordones mientras tarareaba en reconocimiento, para que León pueda continuar hablando.

—Pero supongo que esa no es la peor parte. Sigo, entonces los Argent específicamente Kate secuestró a Derek. —siguió León deteniéndose unos momentos por si Bill tenía algún comentario, pero Bill se quedó en silencio así que León continuó—. Y... Peter secuestró a Stiles.

Esta vez, Bill sí se quedó congelado en su lugar.

Los cordones cayeron de sus manos a la par que el teléfono cayó al suelo al debilitar su agarre.

Peter secuestró a Stiles.

Peter tiene a Stiles.

Stiles está en peligro.

Bill se movió temblorosamente, alcanzando una vez más el teléfono y escuchando los llamados de León—. ¿Qué podemos hacer?

—No mucho, Billy no a penas puedo moverme todavía, papá me trajo la laptop porque quería ser útil pero no hay nada que yo pueda hacer. Tú en cambio... Amigo tendrás que buscar a Derek.

—¿Qué? ¿A Derek? No amigo, debo buscar a Stiles, si él está con Peter está en peligro. —dijo Bill, terminando finalmente con sus zapatillas y poniéndose de pie.

—¡No, Billy! Escúchame. Encuentra a Derek y los encontrarás a todos. Peter seguro está reteniendo a Stiles para encontrar a Derek. —intentó explicar León del otro lado de la línea, pero Bill negó con su cabeza, bajando las escaleras de dos dos en dos y decidido a salir a por Stiles.

Incluso aunque no sepa en dónde comenzar a buscar.

Él ya lo había hecho por mí.

—Se lo debo León, tengo que buscar a Stiles. —declaró Bill, abriendo la puerta de la casa Stilinski y saliendo rápidamente.

—¡Mira Billy, no puedes! ¿Me escuchas? Si Stiles está en peligro con Peter es una lástima pero, ¿qué crees que lograrías hacer tú si los encuentras? Billy sé que eres cercano ahora a Stiles, lo entiendo. Pero ¿qué lograrías? No eres una amenaza para Peter, no eres una amenaza para nadie.

Bill se detiene en la entrada, las palabras de su mejor amigo golpeándolo más duro de lo que jamás creyó sentir, ese golpe por parte de León, que racionalmente sabía que su mejor amigo tenía razón pero aún así no dejó de ser menos doloroso.

—Billy, escúchame. Piénsalo bien, sé que eres inteligente tal vez hasta más inteligente que yo. Dime, ¿por qué Peter se llevaría a Stiles de entre todas las personas? —la voz de León seguía amable y suplicante.

Sabía que su amigo solo quería protegerlo, porque ahora León se encontró postrado a una cama sin poder moverse por culpa al alfa al que Bill quería enfrentarse siendo solo Bill.

Patético, débil, humano.

No eres una amenaza para nadie.

—Billy, Peter se llevó a Stiles porque sabe que él es listo, sabe que Stiles podrá decirle en dónde se encuentra Derek y Peter... ¿Por qué crees que Peter necesita a Derek? —intentó preguntar León una vez más.

Bill intentó enfocarse, intento concentrarse para comprender las palabras de León del otro lado de la línea.

¿Por qué?

¿Por qué...?

—Porque quiere vengarse de los del incendio, los quiere matar a todos. —declaró finalmente Bill, escuchando del otro lado como su mejor amigo vitoreaba alegre.

—¡Exacto! Escúchame, sé dónde está Derek, debes ir allí y verás como Stiles también llegará. —dijo León rápidamente, tecleando algo en su laptop—. Acabo de enviarte las coordenadas, es algún punto subterráneo que tenía la mansión Hale, está cerca pero no del todo... Cuándo lo veas te darás cuenta... Bill... ¿Irás?

Bill asintió lentamente, sin notar que técnicamente su mejor amigo no podía verlo, así que León volvió a hablar.

—¿Billy? ¿Amigo? ¿Confías en mi cierto? —la duda en las palabras de León hizo que Bill se sienta completamente enfermo de si mismo.

Por supuesto que confiaba en León.

Por supuesto que su mejor amigo tenía razón.

Y León no tenía culpa de que en un mundo de seres sobrenaturales Bill odie ser un humano.

—Sí hermano, confío en tí. Iré a la mansión Hale. —y con esa última confirmación y una rápida despedida de León, Bill comenzó a correr una vez más en dirección al bosque.

No eres una amenaza para Peter.

No eres una amenaza para nadie.

Las palabras bien intencionadas de León seguían recorriendo sin parar en la mente de Bill, quién apuró más el paso aún cuándo sentía todo su cuerpo agotado.

Su respiración era dificultosa mientras sacaba una vez su teléfono para seguir las direcciones que León le había enviado.

Una hora después, o al menos eso fue lo que Bill creyó dado a lo cansado que se encontraba y la distancia que había recorrido, finalmente logró ver la mansión Hale a unos metros de distancia.

Pero ya había personas allí.

Bill se escondió detrás de un árbol cercano, observando como Derek se encontraba arrastrándose sobre el suelo con una flecha en una de sus piernas mientras sostenía a quién probablemente era Scott.

Desde la izquierda observó como Allison venía caminando con un arco entre sus manos, a su lado Kate Argent caminaba con una seguridad increíble, ambas en dirección a los dos hombres lobo que se encontraban tirados y con heridas de flechas.

Bueno... Al menos encontré a Derek.

Buscó por los alrededores pero aún no había ningún rastro de Stiles así que Bill se quedó en su lugar escondido detrás de un árbol, las palabras de su amigo resonando en su mente mientras escuchaba las distantes conversaciones.

Bill no era una amenaza para nadie, mucho menos para un alfa.

Incluso aunque sea un hombre lobo como Scott si en algún momento llegan a darle lo que él quiere... Jamás sería igual de poderoso que un alfa, jamás podría derrotar a imbéciles como Peter Hale.

En algún momento se escuchó el resonante y reconocible ruido de un arma siendo disparada, Bill volvió a observar la escena para ver como Derek caía al suelo, Kate bajando el arma con la que le había disparado.

Bill se movió inquieto en su lugar, queriendo salir corriendo a asegurarse de que Derek esté bien, después de todo Derek lo había salvado.

En cambio se quedó en su lugar, observando como ahora Kate caminaba hasta donde estaba Scott, apuntándole ahora a él, pero antes de que ella pueda hacerlo Allison comenzó a gritarle.

—¡Kate! ¿Qué haces? ¡Kate! —pero pronto Allison fue empujada por Kate, cayendo al suelo detrás de la mujer mayor.

Podría intentar algo, Bill realmente podría hacerlo, pero no sabía qué exactamente, no habría nada que pueda hacer contra un arma, menos con esa mujer que parecía tan dispuesta a matar.

Pero antes de que Bill haga alguna estupidez como intentar salir de su escondite, llegó una persona más.

Chris Argent, apuntándole a su hermana.

—¡Kate! Sé lo que hiciste. —dijo Chris—. Baja el arma.

Bill se movió con cuidado a un árbol más cercano, el deja vu de como León y él habían espiado la pelea de Scott y Derek volvió a su mente, solo que esta vez Bill se encontró solo.

Y Bill sin su mejor amigo jamás había sido valiente, así que siguió escondido.

—Hice lo que me pidieron.

—Nadie te pidió que mataras gente inocente. Había niños en la casa, y algunos eran humanos.

Todo este tiempo... Al final si fueron los Argent quienes causaron el incendio de la mansión Hale.

Bill no esperaba el momento en poder contarle esto a León, su mejor amigo siempre había tenido la razón.

—Mira lo que estás haciendo ahora, le apuntas un arma a un chico de dieciséis años sin pruebas de que haya matado a alguien. —Chris alzó la voz, ya había bajado el arma que apuntaba a su hermana—. Nosotros seguimos el código. Nous chassons ceux qui nous chassent.

Bill no comprendió nada, pero que suerte que allí estuvo Allison para traducir el francés—. Cazamos a los que nos cazan.

Pero Kate no parecía muy dispuesta a seguir el código familiar, ya que aún así colocó su dedo en el gatillo, logrando que su hermano vuelva a apuntarle con el arma.

—Baja el arma. —dijo Chris. Al no obtener ninguna respuesta de su hermana, él disparó contra el árbol justo detrás de ella.

Bill se sobresaltó, dando un paso hacía atrás, porque por supuesto que de todos los árboles Chris Argent debía disparar en el que Bill se estaba escondiendo.

—Allison, quítate de ahí. —dijo su padre, mientras todas las miradas se dirigían directamente hasta la puerta de la mansión Hale que comenzaba a abrirse con un fuerte chirrido.

Pronto Bill se movió, cambiándose a un árbol más atrás mientras todos estaban distraídos observando la puerta que se estaba abriendo.

Buscó a Derek con la mirada y pronto lo encontró, aún recuperándose en silencio con la mano sosteniendo su pecho en donde Kate le había disparado.

—¿Qué pasa? —preguntó Allison a lo lejos.

—Es el alfa. —Bill escuchó como respondió Scott.

Se tensó un poco ante esa respuesta, pero aún así llegó hasta donde estaba Derek, un poco alejado del grupo.

Bill observó sorprendido como el alfa había comenzado a golpear a todos allí, dejándolos inconscientes al instante mientras Kate seguía apuntando inciertamente a ningún lado en particular.

—Cuidado. —susurró Derek, lentamente poniéndose de pie y alejando a Bill aún más de la escena.

Kate estaba gritando y pronto Peter llegó hasta ella. Argent disparó pero la bala no fue a parar en Peter.

Bill observó todo congelado, completamente inmóvil mientras una vez más observaba el rostro de Peter Hale, su pesadilla viniendo a su mente una vez más.

Peter arrojó a Kate sobre la entrada de la casa y pronto Allison los siguió a ambos adentro, pero Bill dejó de prestarles atención para concentrarse en Derek.

—¿Estás bien? —murmuró Bill, ayudando a Derek a sentarse sobre las hojas secas.

—Sí, solo recuperándome. —dijo él, levantando la vista para observarlo con atención y un poco de molestia contenida—. ¿Qué haces aquí?

Y esa era una muy buena pregunta, ¿qué hacía Bill allí?

—Yo solo... No podía quedarme en casa, quiero ayudar... Realmente me gustaría ayudar Derek. —intentó explicar Bill, observando como Derek se ponía rápidamente de pie, observando la mansión Hale con sorpresa—. ¿Qué sucede?

—Peter... Acaba de matar a Kate. —dijo Derek, y antes de que pueda decir una palabra más, salió corriendo, siguiendo a Scott y ambos entrando en el lugar destruido.

Bill se quedó solo frente a la mansión Hale, hasta que Allison volvió a salir de la casa, corriendo directamente hasta donde su padre había caído inconsciente.

Una llamada entrante lo distrajo y Bill la atendió mientras escuchaba como el inicio de una pelea comenzaba en el interior de la casa destruida.

—¿L'? —respondió Bill, observando los movimientos que se dejaban ver por la ventana.

—¡Billy! ¿Cómo va todo? —dijo León del otro lado, tecleando sin parar en su laptop—. Ví como Argent disparó sobre el árbol en dónde tú estabas, ¿estás bien?

—Huh... Sí, sí. Yo estoy bien. —dijo Bill, comenzando a buscar las cámaras de León en algún lado del bosque, no recordaba que habían puesto algunas allí tan cerca de la casa Hale.

—¿Y Derek? ¿Cómo está Derek de su disparo?

—Parece que se recuperó por completo y huh... —Bill detiene sus palabras al ver como Scott sale expulsado del interior de la casa, rompiendo los cristales de la ventana con su espalda y cayendo sin gracia sobre el suelo.

—Scott acaba de salir volando por la ventana —anunció Bill, alejándose un par de pasos de la mansión, está vez alguien más salió por la ventana pero la mejor descripción en esos momentos era algo.

La bestia que aparecía en los libros de Allison, la de ojos rojos que había visto con León en el bosque y la que ahora Bill sabía que era el mismo Peter Hale que lo secuestró la noche anterior.

Un monstruo enorme, salvaje y con ojos oscuros rojos, con un hocico de lobo pero con cuerpo de un basquetbolista profesional, si esos midieran cuatro metros y tuvieran bellos por todos los sitios.

Asqueroso. Decidió Bill mientras observaba como la bestia levantaba a Scott en el aire, pero pronto Scott logró darle una buena patada a Peter que logró hacerlo retroceder hasta caer al suelo.

—¿León, aún aquí? —preguntó Bill en la llamada.

—Sip.

—No veo a Stiles por ningún lado pero Peter está aquí. —dijo Bill, cayendo en cuenta que se suponía que Peter debería estar con Stiles en algún lado, no allí peleándose con Scott y Derek.

Stiles, Stiles, Stiles, ¿en dónde estás?

El ruido de unos neumáticos chirriando al detenerse estrepitosamente y una bocina sonando en su espalda lo hizo voltear sobresaltado.

—Oh, olvídalo ahí está. —anunció Bill, señalando al auto blanco del que Stiles se estaba bajando.

Antes de que alguno pueda reaccionar, Stiles le lanzó un frasco de vidrio a Peter que el alfa logró atrapar en su mano.

El experimento ese raro de la bomba rara que hicieron esa vez León y Lydia.

—¡Allison, flecha! —gritó Bill al instante, el arco se encontraba cerca suyo así que se lo arrojó a ella, observando como la chica lograba atraparlo en el aire y rápidamente cargaba una flecha que dió justo en el frasco.

La explosión que siguió después fue muy satisfactoria de ver.

—¿Amigo viste eso? —preguntó Bill, su mano temblando sobre su oído mientras sostenía su teléfono cerca y observaba la más maravillosa reacción química comenzando a quemar todo el brazo de Peter.

—¡Allí está Stiles, ve con él! —gritó León en cambio y Bill arrojó su teléfono sin poder evitarlo y corrió hasta donde Scott estaba observando la escena, impactado por la explosión.

—¡Stiles! —gritó Bill, al encontrarse cerca, Stiles ahora había volteado hasta él, observándolo sorprendido.

—¡Billy! ¿Qué haces aquí? —Stiles preguntó, atrapándolo en un abrazo que Bill no pudo evitar darle al llegar frente a él.

—Oh ya sabes, deambulando por el bosque... ¿Dime que tienes otro de esos? —preguntó Bill suplicante, deslizándose fuera del abrazo para mirar atentamente a Stiles quién volteó a ver a su acompañante.

Jackson Whittemore, quién sostenía en sus manos un frasco que estaba a punto de tirarle a Peter.

Parece que a Jackson no le tomó más de un segundo recordar a Bill ya que le sonrió y le extendió el frasco—. ¿Supongo que quieres intentar?

Bill sonrió, asintiendo emocionado y sin perder el tiempo tomó el frasco con la mezcla química y lo arrojó sobre Peter Hale, quién todavía estaba moviéndose con el fuego que cubría su brazo.

El frasco que Bill arrojó incendió esta vez todo el cuerpo de Peter Hale, quién no hacía más que gruñir y moverse tambaleante.

Bill retrocedió un poco al ver como parecía que Peter iba a moverse. Chocó contra la espalda de Stiles y sintió como este lo acercaba hasta su costado, moviendolo suavemente para ponerse delante de Bill en forma protectora.

Todos observaron como Scott se acercó para golpearle a Peter cuando intentó acercarse al grupo y pronto el alfa se tambaleó hacia atrás, su cuerpo monstruoso desvaneciéndose de a poco como cenizas hasta que volvió por completo a su forma humana.

Solo que, toda chamuscada.

Bill apretó su labio inferior entre sus dedos, observando como la esperanza de convertirse en un hombre lobo se desvanecía como la vida de Peter Hale, quien finalmente cayó rendido sobre las hojas secas.

Todos estaban en silencio, con respiraciones agitadas y aún mirando como el cuerpo de Peter se movía entre temblores y espasmos por el dolor o trauma que le estaría causando sus heridas.

—No quería ver eso. —admitió Jackson cerca de ellos.

Cuando Bill creyó que Jackson se refería al cuerpo de Peter estuvo a punto de asentir, pero entonces encontró que estaba mirando algo detrás de ellos.

Bill ladeó la cabeza observando como Allison y Scott se estaban besando.

¿Le acaba de dar asco un beso y no ese monstruo chamuscado? Jackson necesita ponerse de acuerdo con esas prioridades.

Pronto Chris se despertó y miró el beso de una forma incómoda, al igual que los otros tres. Pero al menos eso le sirvió a Bill como distracción para no decirle a Stiles algo vergonzoso como "si antojaron un poco, ¿no?".

En cambio, Bill decidió aprovechar la oportunidad y quitándose las vendas de las manos las observó un segundo, notando como las heridas seguían aún un poco frescas pero aún así restándole importancia para acercarse un paso más a Stiles y tomar su mano.

Stiles lo miró confundido, pero soltó un suspiro negando con una pequeña sonrisa y sujetó la mano de Bill con intención, devolviendo el agarre y deslizando suavemente su pulgar sobre el dorso de las manos aún heridas de Bill.

—¿Estás bien? —susurró Stiles, dejando caer sus manos aún unidas a sus costados como si aquello no fuera gran cosa, dándole permiso a Bill de que lo haga.

Bill asintió levemente y cuando estuvo a punto de responder observó como Derek se acercaba al cuerpo de Peter Hale y una extraña emoción recorrió su cuerpo con anticipación.

—¡Espera! —gritó Scott, llegando hasta donde Derek se había inclinado sobre Peter.

Bill apretó un poco la mano de Stiles, porque por supuesto que Scott intentaría arruinarlo.

Stiles acarició su mano una vez más, logrando que Bill se relaje mientras ambos observaban como Scott siguió hablando.

—Dijiste que la cura viene del que te mordió. Derek... Sí lo haces estoy muerto.

Bill bufó, porque eso era una completa mentira, Scott iba a sobrevivir con o sin su alfa.

—Su padre, su familia... ¿Qué es lo que debo hacer? —preguntó Scott, señalando a Allison.

Huh... ¿Deberías intentar no querer ser el centro del mundo por una vez? Pensó Bill un poco amargamente, sabía que estaba siendo cruel sin sentido con Scott, pero si detenía a Derek el tiempo suficiente para que Peter muera entonces Bill...

Está bien, entonces Bill estaba culpando a Scott por lo mismo que él estaba haciendo ahora, pero aún así...

Vamos Derek, vamos, mátalo.

—Tú ya... tomaste la decisión. —dijo Peter entrecortadamente—. ¡Puedo olerlo en tí!

Bill festejó en su mente al escuchar eso y entonces, Derek lo hizo.

—¡Espera, no! ¡No lo hagas!

Y entonces, Derek mató a Peter.

—Ahora, el alfa soy yo.

Bill contuvo su emoción por el resto de la noche, escuchando como pronto Allison y su padre comenzaron a irse, siendo seguidos por Jackson y luego por Scott que se tomó un momento para despedirse de Stiles.

En todo ese rato, Stiles había estado sosteniendo la mano de Bill.

Y los ojos de Bill estaban inmóviles sobre los ojos rojos de Derek que lo esperaba con paciencia y lo miraba con atención.

Cuando los tres se quedaron solos, Stiles tiró suavemente de su mano—. ¿Entonces lo harás?

No había ningún tipo de reproche en la voz de Stiles, solo una genuina curiosidad que lograron que Bill asienta en silencio.

—Por supuesto que lo hará. —dijo Derek, acercándose a ellos, sus ojos aún brillando de un intenso rojo, como si estuviera disfrutando demasiado el poder que acababa de conseguir—. ¿Cierto, Billy?

El apodo saliendo de los labios de Derek fue un poco extraño y desconocido, pero Bill aún así asintió, hipnotizado con el color de los ojos de Derek.

—Sí. Yo lo quiero. —afirmó Bill, porque sabía que no habría nada más real que palabras para confirmar que esto estaba sucediendo, para demostrar que era real y que la oportunidad finalmente estaba allí frente a él—. Quiero ser fuerte como tú.

Stiles apretó suavemente su mano en señal de apoyo y Derek asintió de acuerdo, enganchando un dedo en la esquina de la remera de Bill y subiéndola por su pecho, exponiendo la piel sin ningún tipo de heridas.

Derek extendió sus colmillos y se agachó para clavar sus dientes sobre la piel de Bill, quién no pudo gritar gemir adolorido.

Todo el tiempo Stiles se quedó a su lado, y cuando Derek se apartó con sangre en sus colmillos Stiles atrajo el cuerpo de Bill para un abrazo.

—Hey, hey, tranquilo. —calmó Stiles, bajando nuevamente la remera de Bill sobre una herida que sangró en su costado y apretándolo con cuidado en el abrazo, una de sus manos moviéndose para acariciar los suaves rizos rubios.

Bill respiró temblorosamente, dejando caer su cabeza sobre el hombro de Stiles y observando como Derek se apartaba levemente, quedándose a una buena distancia de ellos pero aún estando allí para asegurarse de que Bill esté bien.

—¿Vamos a casa ahora? —preguntó Stiles suavemente, separándose del abrazo y sosteniendo a Bill por sus hombros, Bill miró a Derek en busca de aprobación.

Sabía que Derek seguía esperando a que Bill vuelva a quedarse en la mansión Hale.

—Sí, es mejor que vayas con él por ahora. —afirmó Derek con seriedad, aún cuándo observó la sonrisa alegre de Bill.

—Está bien. —Bill finalmente habló, desviando su vista al suelo como para buscar algo—. Huh... Dejé caer mi teléfono.

Stiles comenzó a mirar el suelo también pero Derek se movió directamente a un punto a unos metros de ellos, agachándose para levantar el teléfono de funda roja de Bill.

—Léon sigue hablando en la otra línea. —explicó Derek, bufando una risa, Bill caminó hasta él, separándose del agarre de Stiles para tomar el teléfono.

—¡León! —llamó Bill, a su teléfono.

—¡Billy! —gritó con emoción León del otro lado—. ¡Amigo conseguiste la mordida! ¡Eres el primer Beta de Derek!

León sabía lo mucho que Bill había querido eso, y no pudo evitar asentir emocionado al escuchar esas palabras.

—¿Cómo sabe todo lo que está pasando? —preguntó Derek confundido, que por supuesto llegaba a escuchar la voz de León del otro lado.

—Cámaras. —respondieron Stiles y Bill a la vez.

Bill notó entonces que con el abrazo sus manos se habían separados y volvió a buscar la mano de Stiles, quién le extendió la palma abierta al ver como Bill había bajado la mirada. Bill sonrió y tomó una vez más la mano de Stiles, volviendo a hablarle a León.

—¿Amigo, te encuentras mejor?

—Oh sí, papá me está ayudando con sus hierbas relajantes. No hay ningún signo de sangre negra así que probablemente esté bien. —anunció León.

—Entonces Peter mordió a León... —dijo Derek, siendo que él fue el último en enterarse, Bill le asintió en respuesta.

—¿Entonces amigo, puede que seas lo mismo que tu padre verdad? —preguntó Bill, con curiosidad.

—Huh... No. Papá no necesitó una mordida para activar sus capacidades. Dijo que lo más probable es que tardemos un tiempo en averiguar que soy. —explicó León, y su voz resultaba alegre, como si la idea de ser algo más que un hombre lobo o cualquiera sea la cosa que su padre era sonaba buena idea.

—¿Su padre es qué? —preguntó Stiles confundido, Bill hizo una seña para restarle importancia.

—Luego te explico. —le susurró primero a Stiles para después volver a dirigirse hacia León—. Bueno hermano, ya debemos irnos pero mañana iré a verte, ¿está bien? Cuídate.

—Tú igual, ¡saludos a mi hipotético nuevo cuñado! —se burló León, cortando la llamada antes de que Bill pueda responder algo.

En cambio, Bill miró con Derek lo observaba con ambas cejas alzadas.

Derek colocó ambas manos en los bolsillos de su chaqueta y desvío su mirada significativamente hasta las manos unidas de Bill y Stiles, volviendo a subir la vista muy lentamente hasta los ojos de Bill quién le sonreía con inocencia.

—Mi primer Beta. —murmuró Derek, negando con la cabeza como si ya se estuviera arrepintiendo.

—¡Oh vamos! Será genial. —le respondió Bill, distraídamente movió sus manos unidas de atrás hacia adelante y Stiles le siguió el juego.

—Huh, iba a llamar a papá para que venga a buscarnos y recordé las múltiples escenas del crimen. —comentó Stiles, mirando primero el cuerpo de Peter y después la ventana destruida en dónde adentro estaría Kate.

—¿Volvemos caminando? —preguntó Bill, mirándolo curiosidad.

—Volvemos caminando. —decidió Stiles con un asentamiento, y pronto le dió un ademán a Derek a modo de saludo y comenzó a tirar suavemente del brazo de Bill.

Bill se dió media vuelta, para saludar con su mano libre a Derek—. ¡Nos vemos, alfa!

—Adios, Bill.

***
¡Y CON ESTO DAMOS POR TERMINADA LA PRIMERA PARTE!

¿Qué les pareció este capítulo? Y ya que estamos, ¿qué les pareció toda la primera parte? ¡Los leo!

Muchísimas gracias a todos por leer.

Si les gustó no se olviden de votar y comentar y nos vemos muy, muy pronto con la próxima temporada/parte.

Los amo♡⁠♡⁠