01.07 Night School
Con un grito humillantemente infantil escapándose de su garganta, Bill casi se cae al suelo cuando dobló repentinamente en una esquina para encontrarse de lleno con León.
Los pasillos estaban oscuros, y las linternas hacían poco por iluminar el lugar.
—Casi me da un infarto. —admitió Bill, su amigo bufó una risa pero León se veía tenso.
La linterna estaba fuertemente apretada en una de sus manos, y sus ojos se movían por el pasillo de la escuela como buscando algo.
—¿Los encontraste? —preguntó León, Bill negó con la cabeza y caminó hasta quedar a un lado de su amigo, ambos comenzando a caminar juntos por el pasillo—. Y... ¿a él, lo encontraste?
Bill volvió a negar, León suspiró con cansancio.
No, Bill aún no había visto a Alan Deaton.
—¡Mi padre no puede ser el alfa! Derek está loco, completamente desquiciado, jamás debimos confiar en él. —gritó León, moviéndose por la veterinaria mientras Bill observaba en silencio.
—¿Lo golpeó?
—Lo golpeó, lo encadenó, se lo llevó en su auto. ¡No sé en dónde deben estar ahora! —León se detuvo cuando un mensaje le llegó a su teléfono, era un tono especial.
Un mensaje de Scott a Allison, León había logrado triangular los teléfonos y ahora todo lo que ellos se envíen también le llegaría a él.
—Están en la escuela. Tal vez Derek este allí, tal vez el verdadero alfa también este allí. —anunció León.
—Oh, que pena. —Bill se encogió de hombros dejándose caer en la silla mientras sentía la mirada insistente se León—. ¿Qué? ¿No pensarás en que nosotros vayamos allí, cierto? ¡León sin Derek no somos nada, solo unos niños contra una bestia! ¿No escuchaste lo que te conté que decía el libro? Es letal y sanguinario, tal vez ni siquiera Derek puede contra eso.
—No interesa, tenemos que ir. No puedo permitir que le hagan daño a mi padre y que sigan culpándolo de algo que no es. Sí, él es extraño, lo sé. Pero no es un homicida, él no es el monstruo que está matando personas inocentes en el pueblo. —se quejó León, sus manos pasaron por su cabello rizado en un movimiento que intentaba calmar sus nervios—. No puedo obligarte Billy, pero yo debo ir.
León se encaminó a la puerta, pero antes de llegar sintió como Bill se acercaba detrás de él, colocando una mano en su hombro.
—No te mentiré, creo que esto es un suicidio. Pero eres la única persona a la que seguiría para saltar un puente y el único al que acompañaría a las puertas de Mordor. Vamos a ayudar a tu padre.
—Deben estar por aquí... Por algún lado. —se quejó León, la linterna parpadeando por los oscuros pasillos, ya habían subido dos niveles y aún así no había rastro ni de Scott, ni de Derek ni del alfa.
Ni de Stiles. Una voz susurró en la mente de Bill. Su Jeep está allí afuera.
—Los gritos eran por aquí, deben estar cerca. —intentó ayudar Bill, mirando hasta en los rincones más oscuros alguna mínima pista.
Se sentía completamente aterrado, pero algo en estar haciendo lo más peligroso de su vida con León, de alguna manera, le daba un poco de coraje y valentía.
Mientras me mantenga cerca suyo. Susurró una voz, Bill se acercó a la espalda de León y comenzó a caminar detrás suyo, sosteniéndolo por los hombros y mirando por los costados.
—¿Soy tu escudo humano? —intentó bromear León, pero su voz se encontraba tensa, asustado por lo que podría sucederle a su padre.
—Si la bestia llega, te empujaré y saldré corriendo.—dijo Bill, León ladeó la cabeza para mirarlo, intentando confirmar si era broma o no, Bill le sonrió divertido y León bufó.
—Me agacharé y te taclearé, puedes estar detrás de mí Billy pero tú serás la cena de la bestia. —siguió el juego León, sus hombros se habían aliviado un poco de la tensión mientras comenzaban a subir las escaleras.
O al menos eso iban a hacer, pero pronto el ruido de pasos logró alertar a ambos amigos, que se asomaron por el borde para ver de dónde provenían.
—Son ellos, están subiendo, vamos. —demandó León.
Bill estaba a punto de decirle a su amigo que prefería quedarse allí, que la bestia estaba ocupada persiguiendo a otros adolescentes y que ellos podrían estar a salvo un rato más.
Pero nope.
Allí estaban, encontrándose con los cuatro adolescentes en las escaleras.
—¿¡Qué hacen ustedes aquí!? —gritó Scott alterado, tomando del brazo a León y empujándolo para que siga corriendo junto a ellos.
—En serio estos niños son unos acosadores. —se quejó Stiles, tomando la mano de Bill y arrastrándolo por los pasillos hasta que lograron llegar a un aula repleta de filas de sillas una encima de la otra.
Rápidamente, Scott y un tipo más que Bill no reconoció comenzó a llenar la puerta con estanterías y las filas de sillas.
—Scott espera, no aquí. —llamó Stiles.
Bill sintió cómo la cálida mano de Stiles seguía aún tomando la suya, pero la vista de Stilinski estaba detenida en todas las ventanas que había en el aula.
No tan buena idea encerrarse allí.
—¿Quién era ese, Scott? —preguntó Allison, su voz amortiguada por el ruido de las sillas que Scott estaba moviendo hacia la puerta—. ¿Scott, qué fue eso?
—¿Qué fue lo que cayó desde el suelo?
—¿Podrían solo ayudarme? —gritó Scott, interrumpiendo las palabras de Lydia.
Los gritos de Lydia pronto se combinaron con los de Allison, ambas angustiadas y asustadas pero aún así acercándose para ayudar a apilar más sillas, Bill se movió inquieto, su mano aún era sostenida por Stiles quien intentaba llamar la atención del grupo.
—Chicos. —llamó Stiles una vez más.
—¡Solo espera un segundo, Stiles!
—Chicos, esperen. ¡escúchenme!
Las sillas se siguieron apilando hasta que lograron llegar al techo, cubriendo toda la superficie de la puerta.
—Buen trabajo, solo faltarían las ventanas. —murmuró Bill, a su lado Stiles bufó una risa pero asintió a sus palabras.
—¡Chicos! Stiles está hablando. —dijo Stiles irónicamente—. ¡Podríamos esperar un minuto! Por favor.
Allison y Lydia comenzaron a ayudar a apilar más sillas contra la puerta, León miraba por una de las ventanas intentando localizar a su padre tal vez.
¿Bill? Bill se encontraba completamente inmóvil disfrutando cada segundo de como Stiles sostenía su mano con fuerza, como para que no salga corriendo.
Como si fuera a moverme un centímetro. Pensó Bill, mirando donde su mano era tomada por la de Stiles.
Pero Stiles, frustrado de que lo ignoren pronto soltó a Bill para extender sus dos manos al aire y gritando exasperado—. ¿¡Hola!? —pronto los cuatro que estaban apilando sobre la puerta se detuvieron para mirar a Stiles—. Okay, lindo trabajo... Realmente un hermoso trabajo a todos. Ahora bien, ¿Qué deberíamos hacer con casi seis metros de pared con ventanas?
Stiles hizo un gesto exasperado, señalando todas las ventanas que había justo a su lado.
—¿Alguien podría por favor explicarme que está sucediendo aquí? Por que estoy asustadísima y me gustaría saber porqué.—pidió Allison, acercándose a Scott para poder mirarlo a los ojos—. ¿Scott...?
Un hombre lobo alfa, tal vez la maldita bestia de Gévaudan que estaba en el libro de texto que me prestaste hoy nos está persiguiendo porque nos quiere matar, oh sí, y Derek cree que esa bestia es el padre de mi mejor amigo, ¿alguien más tiene hambre?
Bill no diría eso en voz alta, se aseguró de morderse su propia lengua para evitar decirlo y contuvo toda la decepción que había recorrido su cuerpo ya que Stiles ya había soltado la mano.
—Alguien mató al conserje. —comenzó a decir Stiles cuando se dió cuenta de que su mejor amigo se había quedado en silencio y los otros tres seguían esperando por una respuesta.
Bill se acercó hasta León que seguía mirando por las ventanas—. No fue él, estoy seguro. —susurró Bill a su amigo, colocando una mano en la espalda de León suavemente.
—Lo sé, no dejaré que ellos digan que fue él. —murmuró León, finalmente volteándose para ver que estaba sucediendo en el aula.
—¿De qué está hablando? ¿Esto es una broma? —preguntó Allison, sonriendo incrédula, mirando a la espalda de Scott y esperando recibir una respuesta que no llegó.
—¿Qué? ¿Quién lo asesinó? —preguntó el tipo, que para este punto Bill había comenzado a creer que podría tratarse de Jackson, aquél que fue atacado en la tienda de vídeos.
Le diremos Jackson hasta que se demuestre lo contrario. Decidió Bill.
—No, no, no, no. Se suponía que todo esto se había terminado... El puma... —Lydia comenzó a negar con la cabeza retrocediendo un par de pasos.
Cuando Derek les dió la misión de vigilar a Scott y Allison les había comentado también que el supuesto puma que estaba matando personas por el pueblo fue herido de muerte por la pistola de Argent, y, que si la bestia seguía matando ya nadie podría seguir creyendo que era un puma.
Justo como está sucediendo ahora.
—No, ¿no lo entiendes? Nunca fue un puma. —murmuró Jackson, mirando con frialdad a Lydia Martin, como si la chica fuese tonta o algo así.
A Bill no le gustó esa mirada.
—Sí que lo fue. —replicó Bill, dando un paso al frente.
Parecía que ni Stiles ni Scott tenían ninguna intención de contarle a estos chicos nada acerca del mundo sobrenatural, entonces solo debía asegurarse de que no se les ocurra culpar al padre de León.
Su mejor amigo se movía inquieto, cerca de las ventanas, su vista fija afuera, intentando vislumbrar algo que Bill aún no comprendía que podría ser.
—¡¿Quién fue?! —gritó Allison frustrada, mirando directamente a Scott, como si él tuviera todas las respuestas.
No fue Alan Deaton, no digas que fue él.
—¿Qué es lo que quiere? —siguió preguntando Allison, su tono bajando a uno más sutil, pero su voz aún entrecortada por el miedo.
¿Que quiere la bestia? Como podrían ellos saber algo así, Bill lleva semanas preguntándose lo mismo pero sabe que ninguna respuesta coherente llega a su mente.
Para descubrir que quiere primero deben descubrir quién es, entonces los motivos llegarían más fácilmente.
La cuestión es que no están ni cerca de averiguar quién es y Bill está seguro de que no se trata del padre de León.
¿Qué querría la bestia matarnos a todos o solo capturar a Scott? Tal vez deberíamos darle a Scott, tal vez eso es lo único que busca... Tal vez...
—¿Qué está pasando? ¡Scott! —gritó Allison, logrando que Bill se sobresalte.
Bill sintió una mano en su hombro que se apretó suavemente en un gesto reconfortante. Cuando alzó la vista se encontró a Stiles, sus ojos fijos en Scott pero su mano sobre el hombro de Bill.
Tranquilo, tranquilo. Una voz dijo en el interior de la mente de Bill, el toque aunque sutil, logró tranquilizar un poco su creciente inquietud.
Scott cree saber quién es, pero solo son acusaciones sin fundamentos, nada de lo que había dicho Derek tenía sentido, él y León debían descubrir quién era el alfa, pero no veía manera en la que puedan lograr ello.
¿El alfa está siquiera aquí por Scott o por Allison? Allison es hija de los cazadores y...
—No lo sé... —tartamudeó Scott, dando media vuelta, sus manos se movían inquietas a su costado, Bill intentó fulminarlo con la mirada y que aquello sea suficiente para que Scott pierda todo interés en culpar a Deaton—. Yo solo... Si salimos allí, nos matará.
—¿A nosotros? ¿Nos va a matar a nosotros? —preguntó Lydia, se encontraba tomando el brazo de Jackson con fuerza, temblando del miedo.
—¿Quién? —preguntó Allison, primero mirando a Scott y después desviando su vista hasta Stiles, en busca de una respuesta—. ¿Quién es?
—Es Derek, Derek Hale. —dijo Scott, finalmente dando media vuelta para enfrentarse al grupo.
En ese momento, Bill logró relajarse aunque sea un poco.
Scott no culpó al padre de León.
La mano se Stiles se afloja sobre su hombro mientras mira con sorpresa a Scott, pero Bill no puede lograr prestar más atención a la conversación.
Se separa del grupo y camina hasta donde León se había sentado contra la pared debajo de las ventanas.
Ambos se quedan en silencio mientras los gritos vuelven a llenar la habitación, mientras Scott explica que siempre fue Derek.
—...Sí, a todos. Empezando por su propia hermana. Y el tipo de la tienda de vídeos y...
Bill no puede seguir prestando atención, porque sabe que cada palabra que se escapa de la boca de Scott son solo mentiras, mentiras que el resto necesita escuchar y creer pero no algo en lo que Bill necesite enfocarse.
En su mente vuelve a reproducirse la escena de Derek y Scott peleando, como le había fascinado presenciarla y cómo se sentía como una película de acción justo frente a ellos.
Pero no era solo una película y tardíamente Bill se dió cuenta de que ya no es solo un espectador, él es parte de ese pueblo sobrenatural y ahora comenzará a correr peligro, justo igual que todos allí en el pueblo.
Y, como si los descubrimientos esa noche hubieran seguido uno detrás del otro, Bill descubre también que justo como lo había imaginado, Derek ya no está con ellos para protegerlos.
Bill no sabe en dónde está Derek y qué tan confiable es.
León ya no confía en Derek Hale, no después de haber culpado a su padre de los asesinatos y asegurar que era el alfa.
Pero Bill... Bill está confundido, desearía que Derek esté aquí para que él no esté temblando junto a su mejor amigo como un niño aterrado.
Como el niño aterrado que él es, finalmente enfrentándose a las consecuencias de una realidad llena de monstruos.
Un pensamiento sobrepasa todos los demás, aquél que dice que Bill podría ser igual que Scott, que un solo pedido, con una huida al bosque podría conseguir todo lo que Scott tenía y Bill no sabía que necesitaba hasta que se enfrentó cara cara al peligro.
Puedes ver mejor, escuchar más claramente, moverte más rápido de lo que cualquier humano solo podría desear. Te han dado algo que la mayoría mataría por tener. La mordida es un regalo. La voz de Derek se reproduce en su mente sin control.
Bill se toma el rostro entre sus manos, intentando apartar la idea.
Pero él está asustado y está descubriendo que no le gusta estarlo.
—¿Te encuentras bien, Billy? —susurró León a su lado, por encima de la discusión que se había creado frente a ellos.
Bill alzó la vista para mirar a los cinco que seguían de pie.
—Llama a la policía. —ordenó Jackson, mirando a Stiles.
—No.
—¿Cómo que no? ¿A qué te refieres con no?
—Quiero decir no, ¿quieres que te lo diga en inglés? Noh.
Bill bufó una risa y desvío la vista una vez más hasta León, encogiéndose de hombros.
—No lo sé, demasiado en mi mente. —le respondió finalmente a su amigo, León asintió y respondió que a él igual.
Demasiado en su mente era casi un eufemismo.
Los pensamientos de Bill se mezclaban y confundían entre el abrazador pánico y el terror que sentía por encontrarse arrinconado por el alfa, más la convicción de que él podría ser un ser mucho más poderoso e incapaz de sentir miedo, a la mismísima incógnita de quién era el que los estaba arrinconando.
¿Quién es el alfa?
¿Quién...?
—¿Fue él quién envió el texto a Allison? —preguntó Lydia.
—¡No! Bueno, no lo sé.
Tanto Bill como León volvieron a poner atención a la conversación entre gritos que estaba manteniendo el grupo.
—¿Quería que Allison esté aquí? —susurró Bill confundido, los hilos de pensamientos uniéndose, intentando conectarse—. ¿Por qué la querrían aquí?
—El alfa sabe... ella es hija de los cazadores. Tal vez no quieren a Scott... —comenzó a decir León, en el mismo susurro mientras el grupo seguía hablando audiblemente, ignorando sus presencias.
—Está bien, entonces quiere matar a Allison por ser cazadora... Pero, ¿las otras muertes? No tienen sentido ni conexión, esos tipos, los investigamos, no eran cazadores. —murmuró Bill en respuesta, observando como los ojos de León se movían rápidamente por toda la sala, su mejor amigo también conectado ideas.
—Tal vez no los investigamos lo suficiente... Solo sabíamos nombres, edades, si tenían relación con los Argent... Tal vez nos faltó indagar, ¿y qué si eran cazadores? ¿si de alguna forma están todos conectados? —las incógnitas seguían surgiendo, tanto León como Bill pensando a mil por hora.
Bill se da cuenta como un suave y ligero destello que pensar en una incógnita, intentar encontrar respuestas logra calmar un poco su miedo, logra distraerlo lo suficiente. Decide no enfocarse en ello por demasiado tiempo, siendo consciente de que estaba logrando dejar el miedo atrás para seguir conectando hilos, algo de lo que puedan tirar.
—La Bete du Gévaudan. —declaró Bill, sabiendo que probablemente lo estaba pronunciando mal—. Según lo que Allison me contó su familia logró matarla pero solo después de que muchos otros lo hayan intentado. ¿Qué tal que no la mataron? ¿Qué tal si... Ahora está buscando venganza de todas las familias de los que intentaron matarlo? —remarcó Bill, observando como los ojos de León se iluminaban.
—¡Eso es! Venganza, debe serlo. Sí, tal vez- —Pero las palabras de León son interrumpidas cuando escuchan el fuerte golpe que Stiles le había dado a Jackson.
—¡Jackson! ¿Estás bien? —preguntó Allison, observando como Jackson había trastabillado, tomándose el rostro con una de sus manos por el golpe de Stiles.
Tanto Bill como León se pusieron de pie, acercándose hasta ellos.
—¿Qué carajos les pasa? ¿No ven que un asesino nos está persiguiendo y ustedes completándose como unos idiotas? —gritó León, volviendo en si mismo después de mucho tiempo asustado y pensativo por su padre.
Bill se acercó desde detrás de León, escuchando como Lydia y Allison le contaban a León lo que estaba sucediendo.
—Quieren que llame a mi padre. —murmuró Stiles desde detrás de Bill, quién volteó rápidamente al escuchar esas palabras.
—¿Qué? ¡No! Correrá el mismo peligro que nosotros. —Bill se quejó, acercándose hasta Stiles.
—Es lo que estoy pensando. No tengo ningún tipo de interés en ver como Deaton se devora a mi padre.
—No es Deaton. —declaró Bill, su voz baja en una advertencia mirando directo a los ojos de Stiles.
Stiles levantó ambas manos en señal de rendición—. Del alfa. —se corrigió, Bill asintió en respuesta.
—No sabe a lo que se enfrenta... No lo llames. —murmuró Bill, detrás suyo Allison volvió a gritar.
—¡Vamos Stiles, llámalo!
Stiles bufó, mirando directo en dirección a Scott, esa mirada que Bill logró identificar al instante culpando a Scott. Pero aún así Stiles mueve su mano hasta su bolsillo, sacando su teléfono y marcando un número para llevar su teléfono a su oído.
—Papá, hey. Soy yo... —Stiles esperó un par de segundos antes de asentir—. Y este es tu buzón de voz. Mira, necesito que me llames enseguida. Ahora. Como ahora mismo.
Justo en ese mismo momento las puertas son golpeadas con fuerza desde afuera, todo el grupo retrocede un par de pasos con las miradas fijas en la puerta.
—Estamos en la escuela, papá. Estamos en la escuela.
—Oh por Dios...
—¡Mierda!
—La puerta de la cocina... —comenzó Stiles, señalando la puerta—. ¡La puerta de la cocina da a las escaleras!
—¡Pero solo se puede subir! —gritó Scott en respuesta.
—Creo que será mejor allí que aquí. —se quejó Bill, observando como los tornillos de la puerta comenzaban a zafarse mientras era fuertemente golpeada.
—¡¡Corran!!
***
buenas buenas !!
Lamento que ayer no hubo actualización, pero este capítulo quedó larguísimo así que he decidido partirlo en dos, imagínense que recién va a la mitad.
Como seguramente habrán notado, todos los capítulos llevan el mismo nombre que los caps de la serie, aunque a veces no tengan conexión aquí es para seguir la misma línea temporal que en Teen wolf, así que no se fijen demasiado en ellos para buscar pistas porque no siempre tendrán conexión.
Ahora sí, sin más espero que les haya gustado y cuéntenme en los comentarios que les pareció ♡
No se olviden de votar y comentar y muchísimas gracias por leer ♡
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