«Incluso cada vez que estoy enojado contigo
Lo haría, aún enterraría ese cuerpo por tí
...
Me mata no decírtelo
Eres mi mejor amigo.»

5SOS - “Best Friend”

[...]

Día 3: ¡Dejen de besuquearse, tortolitos!

Justo ahora está ahogándose entre un mar de fanáticos mientras que su guardaespaldas intenta abrirse paso entre la multitud para poder hacer su trabajo correctamente (cosa que no hizo desde el momento en el que lo descuido un segundo).

Aunque bueno, para que todo tenga sentido hay que iniciar con el principio de toda esta jodida situación.

Cuando recién bajaba del avión desde España, caminando por el aeropuerto de Japón de camino a los entrenamientos para el siguiente mundial, Bachira se llevó la sorpresa de ver a su mejor amigo ahí, así que corrió emocionado en su dirección pero luego, la sorpresa se volvió más grande.

Y no, Isagi no le sorprendió de forma increíble o conmovedora. No tenía un cartel con su nombre, ni tampoco unas flores y mucho menos con un disfraz inflable de dinosaurio como le había dicho varias veces que le encantaba luego de ver muchos videos virales. Nada de eso aún cuando él ya había llegado al país como dos días antes que él.

Cuando sus pies tocaron el suelo japonés, lo que lo recibió fue la sorpresa de ver a su mejor amigo, su hermano de otra madre, su alma gemela, su otra mitad... Besándose con un hombre.

¡Y no cualquier hombre! ¡Si no el maldito Itoshi Rin!

Y no, no quería darse a malinterpretar, realmente no tenía nada en contra de Rin. Él lo consideraba dentro de todo un buen tipo, algo serio, aterrador, con humor de perros y mirada capaz de matarte pero buen tipo a fin de cuentas.

Lo que le ofendía a niveles inhumanos era el hecho de que su jodido mejor amigo no le haya dicho que tiene algo con él.

He iba directamente a decirle todo lo que pensaba en ese momento, pero al acercarse en esa dirección pudo ver a un sujeto con una cámara hacer una mueca sorprendida en su dirección. Sí, genial, al parecer su capucha y su tapabocas no eran suficientes para cubrir su identidad. Planeaba irse entonces porque lo que menos quería era un escándalo, pero había una chica que se estaba acercando demasiado a la columna donde esos dos estaban pobremente ocultos.

¡Dejen de besarse! ¡Dejen de besarse! ¡Dejen de besarse!

Sus súplicas mentales no fueron escuchadas, y Bachira pensó, que ciertamente Isagi debía agradecerle por ser el mejor amigo del mundo.

—¡Hola! ¿Me reconociste? —dijo volteando en dirección al sujeto de la cámara quien chilló emocionado, atrayendo la atención de varias personas a su alrededor incluyendo a la chica que estuvo a punto de descubrir a la parejita de oro.

Oh, Yoichi le debía mucho.

[...]

—Necesito una explicación clara, y con buenos fundamentos para saber ¿Por qué demonios no me habías dicho que estás cogiendo con Rin?

—Buenos días para tí también, Bachi. No sé de qué hablas. —responde Isagi con cierto deje de nerviosismo cuando le abre la puerta. Entonces el de ojos amarillos frunce el ceño, y lo empuja tomándolo por sorpresa para entrar en el apartamento. —¡Oye, no te dije que entraras!

—Respeto tu privacidad tocando la puerta, pero reafirmo mi autoridad como mejor amigo del universo entrando de todos modos. ¡Sobretodo cuando tienes los huevos de mentirme a la cara! —grita, señalando al hombre de metro noventa que se encuentra solo con un par de pantalones puestos, marcas en el cuello y un café en la mano. —¡¿No es este el maldito Itoshi Rin con el que estás cogiendo?!

—¿Prefieren que los deje solos para que tengan su discusión marital o...? —El mencionado ni se inmuta ante los gritos, sorbe de su taza luego de preguntar con una clara expresión en el rostro de que no podría importarle menos la situación.

—No hace...

—Sí, por favor. Necesito hablar en privado con este traidor. —explica Meguru, a lo que el menor asiente, caminando con pereza en dirección al cuarto principal dejando un beso en los labios de Yoichi como diciendo: “Sí, estamos saliendo, por si no quedó claro”. Y no tenía razones para molestarse con él, Rin de cualquier forma, no le debía absolutamente ninguna explicación. —¿Y bien?

—No tengo una buena explicación.

—De cualquier forma no te habría creído ninguna.

—Solo que esto es... ¿Raro?

—¿Me lo estás preguntando? Hasta donde tenía entendido ustedes dos apenas se soportan, es decir, claro. Sé que tenías alguna especie de obsesión rara con él...

—Bachi...

—Que querías alcanzarlo y lo veías como tu mayor rival...

—Bachi...

—Y también estaban esos comentarios tan raros que se decían a veces. Ahora me siento estúpido, no debe ser muy común andar diciendo por ahí que quieres devorar a alguien.

—¡Bachi, ya basta! Ya entendí. No te lo esperabas.

—Justo ahora me siento un estúpido por no haberlo esperado.

—Pero esto es algo nuevo para mí también, o sea, sí. Lo encontraba guapo pero nunca me había hecho a la idea de pues tener algo con él.

—¿Y llegó mágicamente a Alemania a declararse contigo o como demonios conseguiste llevarlo a la cama?

—¿Por qué necesitas mencionar mi maldita vida sexual en cada oración? —pregunta Isagi exasperado.

—¡Porque lo besas como si quisieras hacerlo ahí mismo! ¡Sea donde sea!

—¿Y tú cómo mierda sabes eso?

—¿Y quién crees tú que te salvó el culo ayer en el aeropuerto, torpe? ¡Estuvieron a punto de ser captados en cámara de no ser por mí! —dice con el ceño fruncido y los brazos cruzados. —¡Porque si yo no lo sabía, quiero suponer que más nadie lo sabe!

—No.

—¡¿No qué?!

—¡No nadie lo sabe! ¡Ni siquiera mis padres! ¡No le he dicho a absolutamente nadie y él tampoco!

Isagi se lo dice con el mismo tono de voz elevado que él ha estado usando desde el principio, pero se detiene y respira un segundo para verlo con cierto pesar en la mirada.

—Lo siento, Bachi. No quería que nadie lo supiera porque ni siquiera sabía si era real ¿Sabes? Algo que seriamente fuera a funcionar.

—No conozco especialmente a Rin, pero dudo que pueda hacer cualquier cosa sin que sea completamente en serio. —contesta, teniendo un pequeño escalofrío debido a lo aterrador que puede llegar a ser el mencionado algunas veces. —¿Desde cuándo?

—¿Me estás preguntando desde cuándo me acuesto con él o desde cuándo somos novios?

—¡¿Ya son novios?! —gritó.

—¡Decidimos empezar a salir oficialmente ayer! ¡Y aunque no lo hubiéramos hecho igual te lo iba a decir ahora que íbamos a pasar más tiempo juntos!

—¡¿Cómo sé que no me estás mintiendo para hacerme sentir mejor?! —preguntó con cierto tono de incredulidad.

Yoichi frunció el ceño, pero no dijo nada al momento de levantarse y caminar en la misma dirección por la cual se había ido Rin hace unos minutos.

—¡¿Y te vas a ir con él otra vez?!

—¡Cállate y espera!

Bachira se sentó en el sofá y la verdad es que no estaba molesto realmente. Isagi era un adulto que podía tomar sus decisiones y sí en esa estaba no decirle algunas cosas estaba bien, era su derecho, todo el mundo tenía secretos, pero tampoco se lo dejaría fácil porque honestamente sí le había dolido un poquito el no saberlo y sobretodo no haberse dado cuenta de que algo había cambiado con su amigo.

Joder, el efecto novio era real. Hacía meses que no veía a Isagi tan radiante.

—Toma.

Yoichi le entregó una caja amarilla con un lazo negro y una tarjeta de abejita colgando. Su amigo le hizo un gesto para que la abra.

“Chocolates para decirte algo importante”.

—¿Planeaba comprarme con chocolates?

Isagi se encogió de hombros.

—Para suavizar la noticia.

—Me conoces... Muy bien. —respondió algo entrecortado debido a que ya se había metido uno de los bombones a la boca.

—¿Me perdonas?

—Sí, como sea. Igual, no necesitas decirme con quién coges pero me ofendió que más que fuera con Rin.

—¿Y por qué importa que fuera conmigo? —pregunta el mencionado desde detrás de él. Meguru ni siquiera voltea, come otro chocolate de su caja.

—Porque no es posible que se esté cogiendo a su crush más grande y no me lo haya dicho hasta ahora.

—¡Bachira!

Sí, bueno, dicen por ahí que a los mejores amigos no se les puede ocultar nada.

[...]

Literalmente acabo de escribir esto como en poco más de una hora, tomando en cuenta que son más de mil palabras, es algo considerable.

Mi tiempo se vió dramáticamente reducido por sucesos inesperados (nada grave, solo un día ocupado).
Así que la idea que tenía en un inicio se vió bastante reducida, pero la escencia se mantuvo, Bachira siendo nuestro dramático favorito.

Tal vez cuando tenga tiempo luego de la week haga la versión extendida.

¡Muchas gracias por leer! Tengamos fé de que mañana sea un día menos ocupado y siga estando a tiempo. ¡Nos vemos en el día 4!